31.- Crystal Snow.

Jungkook.

- Es que no lo entiendo. (...), si, ya lo oí, pero, ¿Cómo?. (...), ¿Entonces ahora qué?. (...), si, creo que si. (...), ok, gracias, adiós.

- ¿Qué te dijo?, ¿Qué pasó?. — Me pregunto Namjoon tocando mi hombro.

- La basura de mi padre se suicido ayer.

- Pero si mañana es el juicio.

- Lo sé, me dijeron que buscara un abogado para ver el tema del testamento y eso.

- ¿Hay...?.

- Si, si lo hay.

- Jungkook, ¿Quieres quedarte conmigo o con Jin?.

- Ya no hay nada que me ate aquí, creo que lo mejor será no volver.

- ¿Crees o sabes?.

- ¿Qué?. — Le pregunté confundido.

- Crees que es lo mejor irte o sabes al 100% que es lo mejor poniendo en una balanza todo.

- Se que es lo mejor. Nam, se me hace tarde, Min Ho está invitado a una fiesta con unos amigos nuevos que hizo en el vecindario y si no me voy, no llegaremos.

- ¿Entonces este es el adiós?.

- No te pongas dramático, es un hasta luego.

- ¿Podemos visitarte?.

- Eso no se pregunta, claro que si. — Sonreí dándole un pequeño empujón.

Jimin.

Iba caminando por la avenida principal mientras mis pensamientos me mataban de forma interna, ¿Cómo Jungkook pudo hacerme eso?, ¿En qué momento se había transformado en alguien que lastima?. Habían pasado 3 meses desde aquel día donde el me lastimo tanto, sin embargo, seguía sintiendo sus palabras caer como cuchillos sobre mí. Maldición, ¿Por qué no podía dejar de sentir amor hacia el?, ¿Por qué estar enamorado era una tortura para la persona que no es correspondida?. Golpee con mi puño la pared de una tienda y respire hondamente.

- Dejarte es peor que dejar la droga. — Susurré sintiendo ganas de llorar nuevamente.

Mire hacia la otra acera y vi a Jungkook correr junto a un niño, ¿Era el o mi mente en serio me odiaba?, frote mis ojos y volví a mirar, aquel cabello y forma de correr, era el. Decidí seguirlo, por lo que comencé a correr a la par de ellos. Me detuve frente al terminal de buses y los seguí silenciosamente mientras me escondía detrás de objetos para evitar ser visto. Vi que él se colocaba en la fila de una empresa de buses, por lo que me coloque el gorro de mi poleron y unos lentes de sol mientras me ponía en la fila de al lado.

- Jungkook, ¿Puedo irme al lado de la ventana?. — Preguntó el niño tirando de su ropa.

- Claro que si. Buenas tardes, quiero 2 pasajes a Gangwon, por favor.

- Hay un bus que sale en 20 minutos hacia allá, ¿Le parece?.

- Si.

- Elija los asientos.

- 11 y 12, por favor.

- Son 22,35 wones.

Iban a Gangwon, ¿Debería ir?. ¿Debería luchar un poco más o ya era suficiente?. ¿Qué debía hacer?. Joder.

- Siguiente. — Dijo una señorita indicando que seguía yo.

- Un pasaje a Gangwon por favor, necesito uno que salga en 20 minutos.

- Queda un asiento en el segundo piso.

- Sí, demelo, por favor.

- Son 11,17 wones.

Abrí mi billetera y pagué el pasaje.

- Aquí tiene. — Dijo ella sonriendo mientras me lo entregaba.

- Gracias.

Avance un poco más y me quede congelado mientras muchas inseguridades daban vuelta por mi cabeza. ¿Qué había hecho?. ¿En serio lucharía por última vez?. Ok, suficiente, no era momento de sentir miedo, era el momento de luchar por lo que se quiere. Respire profundamente y me fui hasta los andenes, pude ver a Jungkook sentado esperando, por lo que me coloque al fondo. Al llegar el bus espere que subieran para luego pasar rápido hasta mi asiento, lo bueno es que el estaba en el primer piso y yo en el segundo.

- Joven, joven, despierte, ya llegamos.

- ¿Mmm?.

- Llegamos a Gangwon.

- ¿Gangwon?, ¡Gangwon!, gracias. — Exclamé bajando rápidamente. Ya no quedaba nadie en el bus. — No, no, maldición.

Comencé a correr por el terminal y a lo lejos lo vi subiendo a un taxi, por lo que corrí y me subi al de atrás en cuanto el otro se puso en marcha.

- Por favor, se que sonara raro, pero, ¿Puede seguir a ese taxi?.

- ¿Qué?, es una broma, ¿O qué?.

- No, no, por favor, se lo digo en serio, una persona importante va ahí y no sabe que voy para sorprenderlo.

- Ah, una historia de amor, esta bien.

Suspire aliviado, esto estaba saliendo bien, al menos por ahora. Al cabo de 40 minutos llegamos hasta un barrio lleno de plazas y edificios en conjunto. El lugar se veía agradable. El taxi donde iba Jungkook se detuvo y ambos se bajaron.

- Llegamos chico, son 25 mil wones.

- Aquí tiene, muchas gracias.

Me baje rapidamente y vi que Jungkook hablaba con una mujer de unos 30 años aproximadamente. El se agachaba y abrazaba al niño que iba con él, para luego echarse a andar. Volví a caminar detrás de él, unas cuadras más abajo el se detuvo, por lo que yo me quede inmóvil.

- ¿Qué quieres Jimin?. — Me pregunto suspirando.

Me quedé en silencio, ¿Cómo pudo saber que era yo sin mirar hacia atrás?. El se dio la vuelta y clavó su mirada en mi.

- Te hice una pregunta, ¿Qué mierda quieres?.

- Te quiero a ti, quiero que me escuches, quiero que me dejes amarte, quiero que me ames, quiero vivir cosas contigo, quiero ser la persona que esté en las buenas y en las malas contigo. — Dije apretando mis puños para evitar mostrar miedo.

- ¿No te quedó claro que me das asco?.

- Se que estas mintiendo, cada vez que intentas herirme te pones tenso, se que no puedes confiar en mi, se que te es dificil, pero debes intentarlo, me vuelves loco Jungkook, no puedo sacarte de mi cabeza. — Comencé a acercarme lentamente a él. — No puedo respirar si no estas a mi lado, no puedo no soñar que estamos juntos, cuando te veo el mundo tiene sentido, cuando pienso en ti... cuando pienso en ti solo quiero ser tuyo. — El retrocedía mientras yo seguia acercandome. — Se que mueres por mi, porque cuando pronuncias mi nombre no siento ni una pizca de odio ni repulsión, si tu mueres por mi y yo muero por ti, ¿Por qué no podemos vivir el amor juntos?.

Él frunció el ceño mientras respiraba rápido.

- Me usaste... ¿Cómo puedo confiar en alguien que me sonreía mientras me apuñalaba por la espalda?.

- Según Hoseok te fuiste para dejar el pasado atrás, pero nunca dejarás mi mentira atrás, dejaras que ese pequeño error te impida ser feliz y mi error, será tu error, ¿Sabes cuando?, cuando estes con otra persona y te des cuenta de que dejaste ir al que amabas solo por no saber perdonar y será tarde, será tan tarde que nuestros caminos estaran separados por kilómetros de distancia.

El bajo la mirada, sabía que dije lo que él ya pensaba, sin embargo no me respondió. Hora de finalizar la batalla.

- Bueno Jungkook, si no quieres avanzar en este tema, está bien, cuidate mucho, espero seas feliz y te amen tanto que cuando despiertes creas que sigues soñando. Te deseo lo mejor, no sabrás más de mi, lo prometo. Adiós Jeon Jungkook.

Me di la vuelta y me fui, tal vez no bastaba solo el amor para borrar un error, ahora sé que una mentira puede separar y matar, solo un pequeño rumor basta para desatar una guerra en donde nadie viviría para gritar victoria. ¿Cómo iba a borrarlo de mi corazón?, esa era una interrogante a la cual aún no tenía respuesta, supongo que debería entregarme a la frase "el tiempo lo cura todo", porque después de todo, esa frase era lo único que me quedaba y a lo que podía aferrarme.

- ¡Park Jimin!.

- Mente, ya detente, en serio.

- ¡Park Jimin!. — Me gritó Jungkook tomándome del brazo tan bruscamente que me hizo voltear a mirarlo con ese movimiento. — Te amo Park Jimin y no puedo vivir sin ti. — Confesó acercando sus labios a los míos. Ambos nos unimos en un beso desesperado, como si cada célula de nuestro cuerpo necesitará del otro para poder existir. El comenzó a llorar y separándose de mí se dejó caer al suelo mientras jadeaba.

- Tranquilo, estoy contigo. — Dije levantandolo, para posteriormente abrazarlo.

- No quiero que sea tarde. — Sollozo abrazándome aún más fuerte. — ¿Es tarde?.

- Llegaste a tiempo, siempre llegarás a tiempo Jungkook.

Lo mire y seque sus lágrimas, sonreí al ver su mirada, se veía tan libre.

- Te amo Jeon Jungkook. — Dije besando su frente, luego su mejillas y al final sus labios.

- Te amo Park Jimin, dios, se siente tan bien decirlo. — Confesó el riendo.

- ¡Jungkook!, ¡Jungkook!. — Gritó una voz infantil.

- Min Ho, ¿Qué haces aquí tú solo?.

El niño abrazó la pierna de él y comenzó a llorar.

- Pequeño, ¿Qué pasa?. — Pregunte ante la mirada preocupada de Jungkook.

- Mi niño, ¿Qué pasó?. — Preguntó él tomándolo en brazos.

- Me... me molestaron por no tener pds.

- Respira profundo, no entendi por que te molestaron mi niño.

- Por no tener padres y me dijeron que tu me dejarias abandonado por ser una molestia.

- ¿Quién te molesto?. — Pregunte acariciando su cabello.

- Jimin... no es el momento, el... no te conoce.

- Los niños de la fiesta. — Confesó sollozando mientras colocaba su rostro en el pecho de Jungkook y lloraba aún más fuerte.

- Min Ho, sabes que te amo con todo mi corazón, ¿No?. — El niño asintió sin decir nada. — Entonces, no debes hacerle caso a esos niños envidiosos, ¿Sabes por qué te molestaron?, porque estan celosos de que alguien te ame tanto y te cuide como yo lo hago. Nunca en la vida te dejare solo, nunca, ¿Ok?.

- Si Jungkook.

- Te llamas Min Ho, ¿Verdad?. — Le pregunté colocándome frente a él mientras le sonreía. El me miro y asintió. — Un gusto conocerte Min Ho, mi nombre es Park Jimin, soy amigo de Jungkook, ¿Quieres ir por un helado?.

- ¿Podemos ir por helado?. — Preguntó el pequeño mirando a Jungkook en espera de su aprobación.

- Claro que podemos, ¿Y sabes a cual iremos?, a la que tiene juegos.

- Te sigo, yo no conozco aquí. — Dije riendo.

- Jungkook, ¿Él es el chico del que sientes amor?.

- Tan pequeño y hablas de eso Min Ho. — Dijo él apretandole la mejilla suavemente.

- Es que muchas veces te oí hablar dormido, decias "Jimin, te amo".

- ¿En serio él decía eso?. — Pregunte fingiendo sorpresa.

- Si señor Jimin, eres tu, ¿Verdad?.

- Si mi niño, es el. — Respondió Jungkook mirándome mientras me sonreía. — La heladería es en aquella esquina, ¿Una carrera?.

- Yo les ganare a todos. — Dijo Min Ho empuñando su mano hacia el cielo.

- Habrá que verlo. — Dije estirandome.

- Uno, dos... ¡Ya!. — Grito Jungkook, los tres corrimos hacia la esquina, obvio dejabamos que Min Ho fuera adelante, ya que los niños aman ganarle a los mayores.

- Me ganaste Min Ho, eres increible. — Dije abriendo la puerta para que entraran.

- Soy más rápido que nadie. — Dijo el sonriendo.

Jungkook le compró un helado de tres sabores y cuando este se lo terminó corrió hacia los juegos, por lo que quedamos solos.

- No se como preguntar esto...

- Quieres saber quien es el, ¿Verdad?.

- Sí, ¿Quién es?.

- Lo conocí en mi tercer dia aqui, lo encontre pidiendo dinero en la calle, estaba sucio y tenia la ropa rota, le pregunté por qué estaba solo y me dijo que sus padres se habian muerto dejándolo solo, asi que decidi traerlo conmigo, se puede decir que somos hermanos, pero no de sangre, sino que... uhm...

- Hermanos de sobrevivencia.

- Si, algo asi. Jimin, seré claro, yo no lo dejaré de lado por amor, entiendo si no quieres formar parte de esto.

- Jungkook, callate, te amo y ya estoy amando a Min Ho, ¿Lo has visto sonreír?, muero de ternura cuando veo su carita, quiero ser un buen ejemplo para él, claro que el mejor siempre serás tú.

- Te amo Jimin.

- ¿Jungkook?. — Pregunté colocándome serio.

- Dime, ¿Pasa algo?.

- Jeon Jungkook, ¿Quieres ser mi novio?.

- Me asustaste, pense que ibas a decir algo malo, como te pusiste serio. — Dijo el riendo. — Si quiero Park Jimin.

Sonreí ante su respuesta y lo bese, dios mio, como amaba probar sus labios. El sonido del celular de Jungkook nos hizo detener el beso.

Jungkook.

Namjoon me estaba llamando y tenía 40 mensajes de WhatsApp de el.

- Dime Nam.

- Jungkook, Jin comenzó a vomitar sangre, estamos en el hospital y le diagnosticaron una rotura esofágica, lo van a operar, ¿Puedes venir?, por favor, tengo mucho miedo y estoy solo, por favor...

- Claro que si, voy para allá, ¿En donde están?.

- En Seoul Eunpyeong Hospital, por favor, ven rápido.

- Si, nos vemos.

Al cortar la llamada comencé a buscar a Min Ho en los juegos.

- Amor, ¿Qué pasa?.

- Es Jin, lo van a operar, esta mal.

- ¿Qué?.

- Tenemos que ir, ¡Min Ho, mi niño ven!.

- Tranquilo, compraré los pasajes por internet.

- Ok.

- ¿Qué pasa Jungkook?. — Me pregunto asustado.

- Tenemos que volver a Seúl, vamos.

- ¿Por qué?.

- Mi niño, un amigo necesita mi ayuda, no te asustes, ¿Ok?.

- No hay pasajes, están todos agotados. — Dijo Jimin mostrandome la pantalla de su celular.

- ¿Es una broma?, tengo que ir, ¿Qué hacemos?.

- Podemos arrendar un automóvil, yo se conducir.

- No tienes licencia.

- Si tengo, la saque hace una semana, lo que no tengo es vehículo.

- Hay un lugar que arrienda dos cuadras más abajo.

- Perfecto.

Salimos de la tienda cuando unas gotas comenzaron a caer del cielo.

- ¿Es en serio?. — Dije molesto.

- Min Ho se puede resfriar si se moja, iré por el automóvil y paso por ustedes, ¿Ok?.

- Pero Jimin...

- Jungkook, todo estará bien. ¿Si?. — Dijo el acariciando mi mejilla. — Min Ho, cuida bien de Jungkook, no dejes que se preocupe mucho. — Dijo poniéndose a la altura de el.

- Ten, lleva este dinero por si acaso y por favor, date prisa.

Jimin guardó el dinero y comenzó a correr mientras la lluvia comenzaba a caer.

- No te preocupes Jungkook, Jimin dijo que todo estaría bien y todo va a estar bien.

- Lo se cariño, todo estará bien.

Al cabo de 15 minutos Jimin nos tocó la bocina del vehículo mientras nos hacía una seña para que nos subieramos.

- Le puse el GPS, ¿Donde están?. — Pregunto Jimin cuando nos subimos.

- En Seoul Eunpyeong Hospital.

- Bien, ¿Se colocaron el cinturón?, vamos.

La lluvia seguía cayendo torrencialmente y la noche ya había llegado, miré a Min Ho, se había quedado dormido, en todo el camino habíamos hablado muy poco, a ratos Jimin tocaba mi pierna y me sonreía, en otros momentos sentía unas enormes ganas de gritar, pero al mirar a mi hermanito esa sensación desaparecia. De pronto unas ganas horribles de vomitar dominaron mi cuerpo.

- ¿Estas bien?. — Me pregunto Jimin mirándome preocupado.

- Para el automóvil, por favor.

- ¿Estas bromeando?, estamos en medio de las curvas.

- Jimin, necesito vomitar, por favor, ¡Para!. — Grite colocando mis manos en mi boca.

- Ok, sé rápido.

Me baje velozmente y avance hasta el borde de la carretera, me incline y el vómito salió. Comencé a toser un poco y en cada intento de respirar el vómito volvía a salir. A lo lejos escuche el ruido de unas llantas resbalando en el pavimento.

- ¡Muévete...!. — No alcance a completar la frase debido a que un vehículo se estrelló en el que íbamos, fue tan fuerte el choque que el auto donde estaba Jimin y Min-Ho se desplazó hasta la otra vía. — ¡Jimin!.

Una luz ilumino mi rostro y a los vehículos presentes y a los segundos un autobús chocó con el automóvil produciendo que este se volcara dando muchos giros para terminar metros más allá.

- ¡No!, ¡Jimin!, ¡No!, ¡No!. — Grité sintiendo como mi garganta se desgarraba.

Corrí hasta el vehículo, el cual estaba destrozado en algunas partes y sin importar los trozos de vidrio en el suelo, me arrodillé y colocando la linterna del celular mire hacia dentro. Pude ver a Jimin lleno de sangre y con muchos cortes, algunos trozos de vidrio estaban incrustados en su cuerpo y tenía los ojos cerrados, extendí mi mano para verificar si respiraba o tenía pulso y logre sentir algo leve. Mire hacia la zona de atrás donde tenía que estar Min Ho, pero no había nadie.

- ¡Min Ho!, ¡Min Ho!. — Grite iluminando el camino y lo vi, estaba en el suelo a unos pocos metros más allá. — ¡Min Ho!.

Corrí hasta él y pude ver su pequeño cuerpo lleno de sangre, uno de sus brazos estaba doblado hacia el otro lado, al igual que una de sus piernas.

- Min Ho, resiste, ¿Si?, aqui estoy.

Palpe su pulso, pero no sentía nada, coloque mi dedo debajo de su nariz y tampoco sentía nada. ¿Es que acaso....?, ¿Es que había muerto?, ¿Es que era demasiado tarde?. Coloque mis manos en su pecho intentando sentir la elevación por respirar, pero no había movimientos.

- ¡No!, ¡No!, ¡¿Por qué?!, ¡Min ho!. — Gritaba desconsoladamente mientras abrazaba su pequeño cuerpo.

- ¡Aquí hay otra víctima!. — Gritó un hombre, por lo que mire hacia atrás, él estaba donde estaba Jimin.

- ¡¿Tiene pulso?!, ¡Si no, dejalo, no vale la pena gastar energia!. — Le respondió otro hombre, quien verificaba el otro automóvil.

- ¡Alejate de el!. — Ordene acercándome hasta Jimin.

- Baja el tono niño, solo intento ayudar.

- ¡Si quieres ayudar, llama una ambulancia, yo me encargo de el!.

- ¿Tu?, si solo...

- ¡Nadie tocara a Jimin!. — Grité empujándolo mientras me agachaba otra vez junto a él.

Extendí mi mano para volver a verificar sus signos vitales y el de pronto abrió los ojos levemente.

- ¿Jimin?, Jimin, ¿Puedes oírme?, ¿Estás bien?.

- Agh... — Se quejó él apretando fuertemente los ojos.

- Jimin, estoy aquí contigo, tranquilo, la ayuda ya viene.

- Jung... Jungkook...

- Shh, no digas nada, resiste, todo estará bien, lo prometo.

- Yo... yo... — Susurro tosiendo sangre.

- Jimin, no gastes energía.

- Yo... te... yo te... a... amo...

- Yo igual te amo Jimin, te amo demasiado, eres mi adicción, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

- Me... me amas... — Susurro sonriendo mientras parpadeaba desviando la mirada.

- Jimin, quédate conmigo, no te atrevas a dejarme, tu y yo estamos recién comenzando, no puedes dejarme, no me dejes, por favor.

El intentaba mirarme, pero sus ojos se cerraban, por lo que tomé su rostro y lo acaricie mientras comenzaba a llorar.

- Jimin, no me dejes, por favor, Jimin, te necesito, no puedo vivir sin ti, no puedes dejarme, Jimin, no cierres los ojos, aguanta, la ayuda ya viene, Jimin, Jimin, mirame, quedate conmigo, Jimin, ¡Park Jimin!, ¡Park Jimin, no me dejes!. — Gritaba mientras le daba palmadas suaves a su rostro lastimado.

- Te amo... Jeo... Jungk... — Susurro cerrando los ojos.

- ¡No!, ¡Jimin, Park Jimin!, ¡Despierta amor!, ¡Jimin!, ¡No!, ¡Jimin!. — Gritaba mientras sentia que mi corazón ardia y dolia. El sonido de una ambulancia se hizo presente, por lo que me levanté para buscar su ayuda. — ¡Necesito que reanimen! — Grité corriendo hacia ellos, ya que se habían estacionado más adelante, por lo que no vi que un automóvil se aproximaba, mire hacia atrás con los ojos llorosos y vi una luz blanca iluminarme, mientras sentía demasiado dolor. La lluvia se combinaba con mis lágrimas y todo se distorsionaba cada vez más.

- Espérame Jimin. — Susurre antes de perder la conciencia.

3 semanas después.

Namjoon.

- Así que eso, Jin tiene bulimia y estoy apoyándolo en su terapia. — Mire a Jungkook, esperando su respuesta, pero el no gesticulaba ni hablaba. El psiquiatra me dijo que estaba en un profundo shock postraumático y depresión, además de atravesar otro duelo. Jimin no había sobrevivido al accidente y Min Ho había muerto en el lugar instantáneamente según los médicos forenses, el único sobreviviente había sido Jungkook, quien había sido atropellado. Desde ese día cada vez que él hablaba era para decir que quería morir y que no tenía razones para seguir gastando oxigeno. — ¿Quieres leche de banana?. — Le pregunté mientras le mostraba una botella de su leche preferida, sin embargo el desvío su mirada hacia la ventana. — Bueno, te la dejo aquí, iré por Jin, seguro querrá verte. — Dije sonriendo, pero él seguía inexpresivo.

Jungkook.

Namjoon y Jin hablaban sin parar, pero yo no los oía, no dejaba de pensar en el accidente. Le dije que lo amaba y viví lo que era enamorarse por unas horas, sentí todo lo que la gente decía, las mariposas, los nervios, los planes a futuro, todo. Pero la vida una vez más se había entrometido para arrebatarme mi felicidad. Era como si no pudiese ser feliz, como si esa emoción tuviera tiempo de caducidad.

En la mañana había oído a algunas enfermeras hablar de una celebración de cumpleaños en la sala de descanso en la noche, ese sería el momento perfecto. Antes que Nam y Jin se fueran les pedí una hoja y un lápiz, por lo que ambos se emocionaron al escucharme hablar y me dejaron una libreta y cinco lápices. No podía despedirme de ellos con palabras porque darían aviso y frustrarian mi plan, asi que decidi escribirles una nota. Cuando las enfermeras pasaron emocionadas supe que era el momento, así que me levante con cierta molestia y me saque el suero que tenia en mi brazo y colocando un algodón en mi vena comencé a avanzar hasta las escaleras de emergencia, sabia bien donde tenia que ir, ya que de niño había estado aquí y me gustaba subir a la terraza del hospital para observar las luces nocturnas, las cuales amaba. Tuve cuidado de que nadie me viera y comencé a subir las escaleras, me tomo un tiempo llegar al final, ya que me cansaba ir demasiado rápido y todo me ardia y dolia. Cuando al fin llegue hasta la terraza, sentí la brisa golpear mis mejillas, se sentía tan bien el aire fresco, me acerqué hasta el borde y no pude evitar recordar cuando salve a Jimin de lanzarse porque creia que podia volar, luego recordé a Tae haciendo el titanic en el balcón de la escuela. Mi madre, ¿Qué diría si me viera así?, sonreí al pensar en ella y lo mucho que me cuidaba.

- Lo siento mamá. — Susurre subiendome al borde.

No sé por qué siempre mis peores tragedias habían sucedido en el invierno, excepto la de mi madre, claro, pero Taehyung, se había suicidado en medio de una tormenta y Jimin había muerto en un accidente producido por una tormenta y por mi culpa, él sabía que no debía detenerse y yo lo obligue porque no queria ensuciar el vehículo. Un copo de nieve se deshizo en mi nariz y mire hacia el cielo, estaba comenzando a nevar.

- Mis peores tragedias sucedieron en invierno y ahora sigo yo, solo que yo seré una tragedia de crystal snow. — Dije extendiendo mis brazos mientras sonreía. ¿Por qué crystal snow?, de niño pensaba que la nieve era lo más hermoso y mortal de la vida, tan perfecta como un cristal, puedes divertirte con la nieve e intentar ser delicada como ella, pero a la vez puedes morir congelado o en una avalancha producto de su enojo cristalizado. En el momento en el que me lance todo el dolor habrá desaparecido. — Mamá, Taehyung, Jimin, Min Ho... por favor, espero que vengan a buscarme, no quiero adentrarme en lo desconocido yo solo, vengan por mi alma, por favor, se los pido.

Rompi la botella de leche que me había entregado Namjoon y tomando un pedazo de cristal corte un lado de mi cuello, justo por donde sentía el palpitar de mi vena, deje caer el cristal y extendí mis brazos mientras unas lágrimas afloraron de mis ojos producto del dolor. Comencé a sentirme mareado y mi cuerpo se inclinó hacia adelante, en el momento en el que deje de sentir la superficie que mis pies tocaban todo se fue a negro. Todo había acabado.

- Viniste. — Dijo Jimin sonriendome, estaba vestido de blanco.

- ¡Jungkook, llegaste!. — Grito emocionado Min Ho, quien también estaba de blanco.

- Jungkook, cariño, no pensaba volver a verte tan pronto. — Dijo mi madre avanzando hacia mí con un vestido blanco.

- Están... están aquí... — Susurre sonriendo. — Las personas que amo están conmigo.

Los tres asintieron y me abrazaron fuertemente. Por fin, estaba en paz.

Fin.

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