XXIV
Habló, aunque sea por unos demasiado cortos segundos, pero pudo escuchar su voz.
Rasposa y suave por la falta de uso, pero la escuchó, era lo mejor que podía haber recibido.
Jungkook estaba emocionado y feliz, pero nadie podía juzgarlo, teniendo en cuenta que su padre por fin reaccionó e intentó decir al menos su nombre.
Fue realmente un buen momento, además eso significaba que su padre pronto volvería, quizás no a ser el hombre que era antes, pero al menos sí una parte de él.
Jimin le había explicado que la reacción de su padre era una señal de que iban en el camino adecuado, el veneno había salido en su gran mayoría y lo que quedaba era una minúscula parte.
Era claro que purgar el veneno del cuerpo de su padre no sería todo; luego de ello tenía que fortalecerse. Ayudar en las partes que el veneno afectó para que su padre volviera a recuperar la movilidad.
Sabiendo ahora que su padre sin duda se recuperaría, decidió que era el mejor momento de casarse con Taehyung.
Las tensiones políticas estaban a la orden del día, los soldados estaban demostrando una gran lealtad a Taehyung, los ministros tenían tensiones sobre el castigo que se había impuesto.
El mismo emperador estaba enojado con él por culpa de Namjoon, así que ahora que su padre estaba en un buen camino, lo ideal sería dar un motivo de alegría.
Tenía la decisión muy bien planeada, solo esperaba que Taehyung lo aprobara. Con una enorme felicidad, se dirigió a su habitación en donde se dispuso a escribir una carta.
Querido Taehyung.
Sé que escribir una carta no sea lo más ideal en este momento; sin embargo, luego de la charla con el emperador, no me atrevo a intentar realizar una visita y mucho menos enviar a alguien hacia el palacio.
Quiero ser sincero sobre mi disposición, el clima político es complejo. El ejército, los ministros y el pueblo se encuentran divididos en lealtades. Todos se muestran cautelosos sobre lo que el futuro deparará.
El emperador, aunque no se ha pronunciado, sé que es muy posible que esté enfadado por la situación y todo lo que desencadenara sin mencionar que no está contento conmigo.
Como dije, quiero ser sincero y creo que es justo que sepa que hay una profecía sobre mí, no estoy al tanto de las palabras exactas o al menos cuando fue emitida; sin embargo, se dice que quien esté casado conmigo podrá llegar al trono.
Estoy consciente de esto desde hace mucho tiempo y, como hemos decidido ser más comunicativos, es justo que mi prometido esté sabedor de esto.
Con esto confesado, creo que es el momento indicado para que llevemos a cabo nuestra ceremonia de bodas. Es más que evidente que estoy dispuesto a casarme cuando sea solo se debe fijar la fecha. Mi padre ha mostrado una gran mejoría recientemente y ahora que todo está tomando su lugar, siento que puede ser el momento indicado.
Está en sus manos cuando se lleve a cabo la ceremonia.
Jungkook estuvo contento con ello y envió la carta. En esta ocasión, por algún motivo, se sentía más nervioso de lo habitual. Taehyung podía negarse a celebrar la boda y tomarlo como aprovechar la situación.
Y si bien era cierto, de alguna manera se sentía mal pensar en su futura boda como una contramedida política, no entendía el motivo.
¿Qué le sucedía? Si hace semanas hubiera decidido casarse, no estaría sintiendo ese mal sabor que ahora lo embargaba.
Era raro porque le indicaba que algo no estaba haciendo bien. ¿Qué podría ser?
Había algo, como una incomodidad que no lo dejaba tranquilo. ¿Tal vez debería de hablar de ello con Taehyung? Se había mostrado más que comprensible con él.
Incluso podía decir que tenía la paciencia de un santo, algo que era de admirar, pero a pesar de todas las cualidades de Taehyung, no estaba seguro de si aceptaría la boda teniendo en cuenta porque lo proponía ahora.
Él podría ser bastante egoísta en algunas situaciones; puede aceptarlo; sin embargo, aunque quiera, la boda para apaciguar la situación política, también era una manera de hacer que todos se concentraran en cualquier cosa, menos en Taehyung cortando cabezas.
Si había motivos para celebrar, todos celebrarían y olvidarían que Taehyung fue el principal involucrado en cortar las cabezas de cuatro generales y la caída de sus respectivas familias.
Porque si no se hacía ilusiones de que las familias de los generales no cayeran, era claro que caerían ahora que se había descubierto todo.
Las que tuvieran más suerte podrían al menos no ser expulsados, sino solo degradados, pero de igual manera se consideraba una caída.
Dejó que sus pensamientos siguieran divagando durante un tiempo hasta que escuchó un alboroto. Sabía que sea lo que fuere, tenía que resolverlo porque ahora tenía el completo control de la residencia.
Salió de su habitación y se dirigió hacia la entrada de la residencia, en donde encontró a un Taehyung bastante conmocionado. Tenía la ropa un poco mal puesta, como si hubiera cabalgado con bastante urgencia, lo cual podía explicar algunos cabellos bastante alborotados.
Cuando noto su presencia camino directo hacia él y entonces noto como en una de sus manos llevaba la carta que había escrito toda arrugada, Jungkook en ese momento pensó sin dudar que había ofendió a su prometido.
Había hecho lo impensable: terminar con la paciencia de santo de Taehyung.
—Dime si es cierto —Jungkook esperó todo menos esa pregunta y seguramente se le notó en su expresión porque Taehyung rápidamente agregó —. ¿Es verdad que quieres celebrar la boda? —Jungkook asintió y la brillante sonrisa de Taehyung fue su recompensa.
— ¿Cuándo yo lo deseé? —Jungkook le sonrió y volvió a asentir.
— ¡Nos casaremos! Yo, Kim Taehyung, anuncio que la boda real se celebrará lo más pronto posible —Taehyung dijo y luego tomó a Jungkook por el cuello y simplemente lo besó.
Fue un beso que lo derritió en los brazos de Taehyung, pero también fue un beso que era digno de un espectáculo que obviamente tenía.
Las puertas de la residencia estaban abiertas y ellos estaban frente a ellas, por lo cual las personas que transitaban en la calle podían verlos.
Y, en efecto, los vieron; algunos incluso detuvieron sus pasos ante el corto, pero sin duda buen espectáculo.
El príncipe heredero, declarando que pronto se llevaría a cabo su boda y luego besando a su prometido, como si no hubiera un mañana, todos en la ciudad estarían enterados de ellos en el menor tiempo posible.
—Me casaré contigo ahora mismo —Taehyung declaro con la más brillante y feliz sonrisa.
Cuando Jungkook iba a aceptar rápidamente, fue tomado por su muñeca y prácticamente empujado hacia atrás, al mismo tiempo que un jadeo de indignación se escuchaba.
—Somos seres civilizados, además ningún hermano mío se casará de una manera tan bárbara —Hoseok dijo de manera firme manteniendo a Jungkook detrás de él.
—Jungkook ha dicho que puedo elegir la fecha de boda y lo he hecho —la mirada de Hoseok no fue nada linda.
—Mi hermano se equivocó, además, Alteza debe saber que casarse mañana solo traerá habladurías y si rápidamente existe un hijo entre ustedes, todo el imperio dirá que mi hermano fue deshonrado antes de la boda —Jungkook jadeó, pero Hoseok solo le sostuvo fuertemente la mano.
Era claro que Taehyung no era feliz; sin embargo, pensando en la reputación de Jungkook era más que claro que cedería. Hoseok no era tonto y los había observado.
Quien no notara la devoción del príncipe heredero por su prometido o era ciego o un completo estúpido.
— ¿Cuánto tardará una boda adecuada? —La sonrisa de Hoseok fue brillante.
—Seis meses —Taehyung apretó fuertemente la mandíbula ante ello, no quería esperar medio año para poder casarse con su doncel.
—Uno —Hoseok volvió a mirarlo mal ante la clara negociación —Seis— era claro que el doncel no cedería ante algo tan importante.
—Uno —Taehyung volvió a decir con voz más fuerte —Seis —ambos se miraron entre sí como si fueran enemigos.
Y muy equivocados no estaban, ambos querían cosas diferentes y ninguno estaba dispuesto a ceder y eso solo los llevaría a una pelea interminable.
— ¿Por qué no ceden ambos? —Jungkook hablo detrás de Hoseok y tanto el doncel como Taehyung lo observaron.
Se tardaron unos minutos analizando lo dicho y era claro que ambos no eran unos ciegos incompetentes porque asintieron.
—Tres
—Tres
Ambos hablaron al mismo tiempo y era claro que eso sería, ninguno de los dos cedería y tampoco le darían ventaja al otro, lo único que tenían era poder dividir todo a la mitad.
Hoseok realizaba todo en tres meses y Taehyung esperaba tres meses, era claro al menos tuvieron un acuerdo sobre ello.
—Comunicaré la decisión al palacio, en donde proveerán ayuda para que no se abrume, joven Jeon —Tras decir eso y con una suave mirada a Jungkook Taehyung se dio media vuelta y se fue.
—No entiendo cómo vas a casarte con él —el tono en el cual Hoseok lo dijo no fue nada amable, sino que contenía una gran censura.
—Tengo mucha suerte —el tono soñador de Jungkook hizo que Hoseok solo suspiraba.
Sin duda, ellos dos juntos serían el dolor de cabeza en un futuro de alguien. Hoseok solo esperaba no ser él.
— ¡Abuela! ¡Madre! —La princesa Yuna prácticamente corría hacia las dos mujeres, aunque no tenía permitido correr, así que para todos caminaba rápido.
— ¿Qué sucede? —la emperatriz cuestionó a su hija que se veía muy feliz.
—Taehyung me pidió ayuda para planear su boda —la alegría se filtraba en su voz y tanto la emperatriz como la emperatriz viuda se alegraron por ello.
El emperador que iba ingresando al lugar no estuvo muy feliz por la noticia.
— ¿Boda? ¿Taehyung planea casarse? —Yuna asintió fervientemente ante la pregunta de su padre.
—Me ha pedido ayuda para planearla junto con el hermano de Jungkook, nos reuniremos mañana para iniciar con todos los preparativos —las otras dos mujeres la observaron con mucho amor, la princesa se veía muy emocionada por ayudar a planear la primera boda real en mucho tiempo.
—Lo ha hecho sin siquiera pedir mi aprobación —el tono de desdén fue evidente para los presentes, aunque la princesa se lo tomó como si su padre estuviera lastimado por no contar con él para algo tan importante.
—Mi hermano da por hecho la aprobación de la boda, padre, además no hay por qué preocuparse. Taehyung ama al doncel y su unión será bendecida —el emperador en sus adentros pensó que ese era el problema, lo amaba demasiado.
La princesa Yuna se acercó a su padre tomándolo del brazo en una muestra de cariño que era común en ella.
—No te preocupes, padre, me encargaré de que esta boda salga a la perfección —la princesa le dio una suave sonrisa y realizó un breve asentimiento de cabeza y se retiró.
Ella tenía muchos planes que tenía que plasmar para llevar al menos ideas de planeación con el hermano de su futuro cuñado.
Cuando los tres quedaron solos, las dos mujeres notaron la desaprobación en las facciones del emperador y no entendían el motivo.
El emperador, por su parte, desaprobaba con intensidad esa boda tan apresurada; sabía que era obra de su hijo al verse amenazado con perder al doncel.
Un hijo totalmente desagradecido que prefería un par de ojos manipuladores que buscar el bienestar de su pueblo, totalmente ingrato a su parecer.
Tenía que actuar con rapidez, con más de la que tenía prevista; sin embargo, a pesar de que se estaba por llevar a cabo una boda, su hijo le daba la excusa perfecta para introducir sutilmente a quien necesitaba para que ayudara a encaminarlo.
Esperaba que al menos en dos semanas las cosas tomarían un rumbo diferente, no podía dejar que Taehyung arruinara el imperio que tanto le costó construir.
Todo el imperio era una completa locura, desde que se anunció oficialmente la boda del príncipe heredero todos estaban felices por la pareja que pronto se uniría en matrimonio.
En la ciudad imperial todos estaban más que felices, las personas comunes dejan flores de boda en la puerta de los Jeon o en las puertas del palacio como una manera de honrar el matrimonio y desearles felicidad.
Los nobles estaban en la espera de poder asistir a tal celebración y poder ver como se había planificado la boda, no era secreto de que la princesa y el recién encontrado hermano Jeon se estaban encargando de los preparativos de la celebración.
Como era de esperarse todos estaban a la orden del día en rumores acerca de la próxima boda, cuando la fecha fue anunciada todos iniciaron a especular que posiblemente la rapidez de dicha boda se debía a algún posible príncipe que venía en camino.
Aun los rumores seguían al día de las motivaciones de porque celebrar una boda con tanta rapidez, habían pasado tres semanas con exactitud desde que el anuncio de la inminente boda había salido.
Tres semanas en las cuales Hoseok tenía una carga tan extenuante que incluso le quitaban las ganas de poder casarse en algún momento.
Quien diría que una simple boda fuera tan compleja, tenían que escoger la mejor tela para los trajes de bodas sin mencionar que tenían que escoger el tono exacto de dorado. Luego de ello tenían que buscar a los mejores bordadores para que realizaran los bordados tradicionales en los trajes.
Luego de ello, tenían que escoger las joyas que llevarían y cuáles eran mejores para los novios, sin mencionar que luego de ello tenían que escoger los invitados, cómo se organizarían en la ceremonia y en el banquete.
Además, tenían que hacer estandartes para colocar, no solo dentro del palacio, sino por todo el imperio, las flores tradicionales que en ese momento no estaban floreciendo y de alguna manera tenían que hacerlas florecer para cuando se llegara a cabo la boda.
La cantidad de trabajo que estaba detrás de una boda era irreal y Hoseok por momentos se arrepentía de haberse inmiscuido, pero cuando un preparativo estaba listo y tenía esa satisfacción, entonces entendía que había tomado una buena decisión.
Quien no estaba muy feliz era Seokjin, antes de todo lo de la boda él podía pasar un poco de tiempo con Hoseok, pero ahora eso se había esfumado.
Incluso si lo buscaba lo veía unos segundos antes de que su atención se desviara o que se fuera físicamente del lugar y luego no podía ni siquiera oler el perfume de su doncel.
Seokjin le había escrito una muy larga carta de quejas a Yoongi quien estaba en los campamentos militares supervisando que las cosas estuvieran bien. He implementado un nuevo método de entrenamiento que Taehyung había realizado.
Yoongi quien estaba completamente cansado de los problemas amorosos de sus hermanos, estando resentido de tener a dos cuñados, Jeon había enviado la carta de Seokjin a Taehyung.
Taehyung encontró bastante divertido los dilemas de su hermano y le prometió ayudarlo más en sus visitas no muy caballerosas a Hoseok.
Pero lo que venía con una boda eran tantos protocolos y con los motivos de felicidad el emperador decidió que era momento de ser dadivosos con personas que se habían equivocado en un pasado.
Se había extendido un perdón para una familia que antes había sido juzgada y expulsada del imperio; ahora, con este perdón, ellos podían regresar al imperio con su estatus intacto.
El problema venía del hecho de que ello sería parte de las celebraciones e invitado de honor de la boda.
A Taehyung no le había gustado mucho esto, pero no era algo inusual, así que no tuvo nada que decir. El emperador, que se había empecinado en que la familia estuviera presente en todo, había prácticamente ordenado que todos los recibieran en las puertas del palacio.
Por ello ahora todos estaban ahí, en la espera de que los distinguidos invitados llegaran.
—Padre está demasiado empecinado en esto —Seokjin susurro y Taehyung asintió acercándose un poco más a su hermano.
—Yoongi ha de estar tan feliz de estar entre los soldados —Seokjin soltó una risita y el emperador lo vio de mala manera.
Seokjin se recompuso y espero a que su padre desviara la mira.
—Es como cuando éramos niños, que fuimos reprendidos por casi todo —Taehyung oculto la sonrisa ante los recuerdos.
Tuvieron que esperar durante unos pocos minutos hasta que dos carruajes hicieron aparición.
Del primer carruaje bajó un hombre vestido en las mejores telas, con una perfecta postura y una mirada llena de orgullo y arrogancia. El hombre le tendió la mano a una mujer que bajaba y Taehyung tuvo que reprimir el escalofrío que le causó.
No sabía cómo describirla para ser sincero; sin embargo, sabía que le traería enormes problemas y Taehyung siempre le hacía caso a su instinto.
Y al final del último carruaje bajó lo que para Taehyung sería el peor dolor de cabeza.
Una mujer, por lo joven que se veía, debería de estar soltera; llevaba un vestido de un color celeste muy delicado, sin mencionar que ella se veía inocente y delicada.
Una perfecta doncella a la cual cualquier hombre desearía proteger, su cabello largo y negro cayendo sobre su espalda con las puntas un poco onduladas.
Llevaba pequeños y finos accesorios que ayudaban a acentuar su belleza natural, con unas mejillas sonrosadas, unos labios rojizos naturales, unas largas pestañas y unos redondos ojos azules con una pequeña y perfecta nariz de botón que le daba ternura.
Ella sin duda era una belleza que se podía apreciar y que cualquiera estaría dispuesto a poseer y proteger, pero esa persona no era Taehyung.
Podía reconocer la belleza en ella, podía incluso apreciarla, pero no la quería para sí mismo.
Él estaba perdido e irrevocablemente enamorado de Jungkook no quería ni podía hacer espacio en su corazón para alguien más.
Excepto si ese alguien más era una mezcla entre Jungkook y él. Y que hubiera sido llevada por el doncel en su vientre.
De otra manera, no habría excepciones. Taehyung no era tonto y tenía una idea de por qué su padre había dado un perdón a tal familia.
Estaban en puntos diferentes con respecto a Jungkook y el traer a dicha mujer era un claro ejemplo de cuál sería la forma en la que su padre estaba intentando imponerse. Lástima que no funcionaria.
Creado: 25/12/2024
Publicado: 01/01/2025
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