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Las celebraciones son siempre ocasiones para encontrar personas conocidas. La ciudad imperial estaba en celebraciones, preparándose para la llegada del festival de la serpiente.

Este festival era altamente llamativo para aquellos interesados en la medicina o el arte de los venenos.

Cientos de personas llegaban a la ciudad para exponer sus novedosas técnicas médicas o los singulares venenos difíciles de conseguir, había iniciado como algún tipo de reunión médica que se volvió tan famosa que fue escalando hasta convertirse en una gran festividad.

Celebrándola el primer domingo del octavo mes, pero durante toda la semana se encontraban las festividades en auge hasta llegar al día principal.

Seokjin no tenía ninguna intención de hacerse presente en el festival hasta que llegara el día adecuado; sin embargo, había tenido que ceder.

Jeon Jungkook parecía un nombre corriente como de cualquier familia bien establecida, pero Seokjin podía decir que no era en lo más mínimo alguien corriente al cual tratar a la ligera.

Le había cuestionado a Yoongi por el doncel, haciendo pasar la pregunta como prudente curiosidad por el prometido de su hermano. Curiosamente, Yoongi no lo tenía en muy alta estima.

Dicen que es hermoso, pero a mi parecer tiene un corazón de piedra negra.

Yoongi no lo conocía, pero de alguna manera se las había arreglado para tener una diferencia con el doncel y por lo que había podido ver tenían un odio que no era unilateral.

Pero al final de todo era Yoongi quien no estaba tranquilo si no ofendía como mínimo una persona a la semana así que no le dio demasiada importancia al latente odio, era muy probable que terminaran haciendo los pases o al menos llevándose civilizadamente aunque sea solo por Taehyung.

Así que estaba al final en una encrucijada, Yoongi decía que el doncel era de corazón frío y Taehyung nadaba en felicidad cuando el doncel tenía algún detalle con él.

¿Cuál juicio emitir? No tenía ni la más mínima idea. El doncel parecía que no solo tenía algo en contra de Yoongi sino también con él.

"La nobleza y la servidumbre no deben mezclarse"

Esa era la nota que le ahí enviado y debajo de ello las instrucciones de donde debían de encontrarse. No podía contar con sus hermanos porque ello sería tener que decirles la implicación de la nota.

No sabía cómo tomarían tal noticia y no quería descubrirlo además cuantas más personas sabían más riesgos había de que el asunto se conociera.

Por ello se estaba dirigiendo hacia el encuentro del doncel era una lástima que no pudiera ahorcarlo para callarlo, su hermano se volvería tremendamente triste.

Cuando llegó al destino solicitado, encontró al doncel. Estaba pulcramente vestido y con un porte de nobleza y elegancia. Seokjin se estremeció porque el doncel se veía preparado para triunfar.

Pero él también lo estaba, puede ser que actualmente no tuviera algo incriminatorio o material de chantaje, pero lo encontraría.

Nadie estaba libre de errores y el doncel no sería la excepción solo tenía que encontrar el punto débil.

Se acercó hacia el pequeño puesto desolado en donde se podían ver diferentes frascos con lo que pensaría era veneno, asumía que era el doncel Jeon por ser el único que estaba ahí, pero no estaba completamente seguro.

— ¿Jeon Jungkook? —El doncel asintió sin dirigirle la mirada —Estoy aquí dime que deseas —el mencionado se quedó en silencio un tiempo como si estuviera deliberando lo que diría aunque Seokjin ya sabía que tenía claro lo que deseaba.

—Un trato —ahora el doncel lo observaba y se veía completamente tranquilo además de que podía distinguir un poco de ¿entendimiento? ¿Empatía? No estaba seguro — ¿Un trato? —cuestiono para reafirmar que había escudo bien y el doncel asintió.

—Sí, necesito que investigues algo por mí —Seokjin estaba escéptico.

Era claro que no lo ayudaría por la bondad de su corazón, pero seguramente era el pago para que mantuviera la boca cerrada.

—Eso quieres por tu silencio —Jungkook negó y Seokjin simplemente se confundió — ¿No? ¿Entonces que deseas para llevarte el secreto a la tumba? —Jungkook le dio una suave sonrisa apenada.

—Nada, eres hermano de Taehyung y por ello no diría nada sobre tu aventura, pero es claro que la servidumbre no se mezcla con la realeza —Seokjin se sintió un poco atacado y estaba por decir algo cuando Jungkook siguió hablando —Puedo ayudar a que todos reconozcan la relación e incluso un matrimonio —ante ello Seokjin se quedó pensativo unos momentos, si el doncel pudiera lograr algo así tendría su devoción de por vida.

Él había intentado por todos los medios legalizar su relación, pero no había podido. Porque las reglas eran claras e inamovibles, un miembro de la realeza no debía de mezclarse con ningún plebeyo de clase baja, mucho menos la servidumbre.

Así que tenía curiosidad por saber cómo el doncel podría lograr tal cosa, era claro que no le diría como hacerlo o perdería el poder que tenía con él por dicho motivo, pero el presenciarlo sería suficiente.

— ¿Cómo? No es algo fácil de lograr —Jungkook asintió ante lo dicho.

—Se dice el pecado, no la penitencia, pero para que lleguen al matrimonio no será algo rápido. Puedo apoyar la relación y darle legitimidad —Seokjin lo pensó detenidamente y sabía que ya había intentado cualquier cosa, pero aun así no ha tenido la oportunidad de poder sacar a su doncel de su terrible situación, al menos no sin exponerse.

—Acepto, dime qué necesitas que investigue —Jungkook le dio una sonrisa enorme ante ello.

—Mi padre está terriblemente enfermo, ¿sabe de ello? —Seokjin asintió — ¿El paradero de un doctor? —Jungkook negó y esperó unos minutos considerando cómo decirle la situación a su cuñado.

—No, mi madre está envenenando a mi padre, no se puede suspender porque mi padre moriría, solo se puede administrar el antídoto para una mejora lenta —Seokjin estudio al doncel detenidamente.

Él no era el indicado para preguntar tal cosa, si era totalmente sincero. Yoongi era el indicado, ya sea por su información o familia, pero era claro que entre esos dos había tensiones y no quería tocarlas.

Pero comprendía al doncel, sabía que no podría investigar nada con lo relacionado con su padre porque su madre estaría pendiente sobre el asunto y al final ella era la señora de la familia. Pero el doncel era completamente inteligente, sabía que no podía hacerlo, pero podía encontrar a alguien que lo hiciera por él.

Seokjin estaba más que consiente de qué ambos estaban en iguales condiciones en cuanto a tener las manos cruzadas sobre los asuntos que les competían, pero si lograban unirse era posible que pudieran solucionar las cosas.

—Tenemos un acuerdo joven Jeon —Jungkook asintió dándole una sonrisa — ¿Dónde está él? —cuando el doncel cuestiono Seokjin felizmente le dio la dirección que debía seguir.

Ambos se despidieron sin notar que alguien había presenciado su encuentro.

Yoongi puede aceptar que era algo, muy, mezquino en mantener una estricta vigilancia sobre el doncel Jeon, pero así eran las cosas ¿Qué más podía hacer? Habían estado tan cerca de asesinar a su hermano que no podía dejar que volvieran acercarse tanto.

A pesar de todo lo que decían, él no estaba interesado en lo más mínimo en tejer redes para ocupar el trono. Él estaba muy bien hasta ahora y planeaba seguir así.

Pero la excesiva vigilancia había dado sus frutos o al parecer eso decía la nota que había recibido. Jeon Jungkook reunido con Seokjin.

Cuando lo leyó, no podía creerlo. ¿No le bastaba con un hermano, sino que ahora quería al otro? Y también Seokjin ¿no tenía vergüenza? ¿Lealtad? Buscar enredarse con el prometido de su hermano.

Namjoon fue tan lejos por el doncel y ahora Seokjin estaba cayendo en la tentación, pero Seokjin era salvable y él lo haría. Lo salvaría aun si tendría que arrástralo por todo el palacio de rodillas.

Estaba en sus planes de traer a Seokjin al camino del bien cuando dio un brinco del tremendo susto que el dueño de sus pensamientos había creado cuando irrumpió en su habitación con una sonrisa alegre.

Yoongi entrecerró los ojos ante ello la alegría de la traición, cuando estuvo a punto de iniciar con el sermón que daría Seokjin lo interrumpió.

—Estoy enamorado —Yoongi sintió su ojo temblar ante la descarada declaración —. Es un sirviente, pero si me ayudas contribuirás en grande a mi felicidad y podrás nombrar a mi primogénito —se quedó atónito ante lo dicho.

—Sirviente ¡Estás loco, Seokjin! ¿Qué tiene de bueno ese doncel que encanta a casi todos los Kim? Por el amor de Dios, ¡Es el prometido!... espera, ¿dijiste sirviente? —Seokjin lo veía desconcertado y Yoongi reparó en lo que su hermano había dicho.

— ¿No estás enamorado del doncel Jeon? —Seokjin se vio horrorizado ante ello — ¡Por supuesto que no! —Yoongi entrecerró los ojos para indignación de Seokjin.

—Pero te reuniste con él ahora —Seokjin llevó su mano al pecho, viéndose escandalizado ante la implicación.

— ¡Por supuesto!, pero estábamos en público y con una distancia completamente aceptable —Yoongi suspiro, pero la mirada intrigada de Seokjin no paso por alto.

—Es asunto de Taehyung no puedo decir nada —un poco desconcertado Seokjin no puso algún inconveniente porque tenía algo más importante que hacer.

—Bueno, no importa, necesito tu ayuda —Yoongi asintió y escuchó cómo su hermano hablaba y hablaba, incluso en ocasiones se desviaba un poco del tema.

Al final resultó que su hermano estaba más que enamorado de un doncel de la servidumbre. Yoongi no lo entendía, pero tampoco lo juzgaría, pero en sus adentros se dijo que sus hermanos eran raros.

Seokjin enamorado de un sirviente cualquiera y Taehyung enamorado de un conspirador con tendencias asesinas ¿Cuánto karma estaría pagando la familia?

— ¿Me ayudarás? —A pesar de que era una ayuda indirecta para el doncel, Yoongi lo tomó como ayuda exclusiva para su hermano. —Lo haré, pero recuerda tu promesa —la sonrisa que quería brotar de Seokjin fue clara y patéticamente suprimida.

—Recordaré —con ello se retiró esperando que el doncel cumpliera con su parte del trato.

Un trato es un trato.

Jungkook tenía honor y no deshonraría el acuerdo que tenía con el príncipe Seokjin.

Ese mismo día le comunicó a su madre que tendría que realizar un viaje urgente, ella no se miraba muy convenida teniendo en cuenta la relación que llevan últimamente.

Pero cuando mencionó los negocios, ella accedió rápidamente. Jungkook no sabía si tenía miedo de la pobreza o si en verdad le interesaba la familia. Tampoco podía juzgarla tan en extremo.

Al final ella no había sido una mala madre, pero igual envenenaba a su padre. De su matrimonio fallido había aprendido que había muchas cosas que se quedaban encerradas en las paredes de una habitación. Él no podría juzgar su relación porque no la conocía, así como tampoco determinar si había motivos para sus acciones.

Aunque nada justificaba la muerte, pero él no tenía la moral para mantener tal cosa.

Pero porque no tuviera moral, no quería decir que no le diera su merecido a su madre si pudiera.

Al día siguiente salió a su ansiado viaje; no sería un viaje tan largo, quizás unos dos días como máximo. Sabía que tomaría menos de un día para llegar hasta las afueras de la ciudad imperial, en donde se encontraba el doncel.

Pasaría una noche en alguna posada y al día siguiente regresaría a su hogar, en donde sabía que se desataría el infierno y no haría una tregua.

Todos sus planes hasta el momento le habían salido a la perfección y no había tenido consecuencias reales graves de sus actos, pero había sido porque no había levantado demasiado polvo con sus pasos.

Pero con esta acción era claro que levantaría más polvo del que pudiera barrer debajo de la cama; era complicado, pero necesario.

Siendo que estaba dirigiéndose hacia un tipo de guerra diferente a la que su prometido Taehyung había asistido, decidió que él también tenía que portar una armadura.

Por lo cual había optado por un vestuario completamente llamativo. Llevaba unos pantalones y camisa grises, pegado a sus hombros venía una delicada capa de tela trasparente y con pequeños bordados en los bordes.

Como un doncel decente llevaba su camisa con manga larga y solo un poco descubierta del cuello solo para que se pudiera ver la delicada gargantilla, en sus muñecas llevaba algunos brazaletes pertenecientes a su familia.

Sobre sus cabellos llevaba pequeños broches que reflejaban la luz y le daban pequeños brillos cuando se movía.

Si era sincero, no estaba demasiado acostumbrado a utilizar joyería del tipo que fuera. Siempre había sido bastante frugal con ello y cuando fue consorte solo utilizaba esto en ocasiones realmente especiales.

Pero esa era su armadura elegida para la batalla que estaba por librar y debía de lucirla con lujo. En sus manos llevaba un abanico bastante elegante, pero que detestaba. Era una declaración de estatus que podía aplacar un poco las cosas.

Pasaron horas en el carruaje viajando, se habían llevado a Chunga, Min Sik y al cochero. A esas alturas ya parecían un equipo y la verdad no le disgustaba demasiado.

Habían salido extremadamente temprano, incluso ni el sol había salido cuando partieron de su hogar y ahora estaban a algunas horas para él anochecer y por fin estaban llegando al final.

Cuando llegó a la residencia en donde estaría su objetivo, su guardia lo ayudó a bajar. Observo la residencia y reprimió un escalofrío al notar su aura.

El lugar parecía decadente, casi abandonado y estaba seguro de que el interior no sería mejor, además el olor a sangre se filtraba desde el interior. Intento no pensar demasiado en el olor cobrizo que se filtraba en su nariz, pero la verdad no era algo que pudiera simplemente ignorar, considerando que en el lugar se sacrificaban animales para el consumo.

Con un suspiro inició a caminar hacia la puerta, en donde la verdad le dio un poco de asco tocar la puerta sucia, por lo que con el pie le dio unos cuantos golpes, notando las miradas contradictorias de su doncella y del guardia.

—Está sucio —murmuró por lo bajo.

Cuando las puertas se abrieron con un sonido horrible por el óxido en las bisagras, el doncel quiso correr en la dirección contraria, pero tenía tratos que cumplir.

Cuando las puertas se abrieron, observó a un hombre gordo y lo bastante fuerte que estaba con ropa adecuada para destazar animales.

— ¿Puedo ayudarlo? —Jungkook lo observó y le dio una suave sonrisa.

—Por supuesto, vengo a recoger a mi hermano —el carnicero lo observó con duda.

—No sé quién es tu hermano, pero aquí no está, puede irse por donde vino, tengo carne que entregar —bueno, no esperaba el tono cortante con el que lo dijo, así como tampoco espero que le cerrara la puerta en la cara.

Fue una clara falta de respeto y Jungkook se sorprendió por ello, es decir, estaba perfectamente ataviado de joyas y vestido exquisitamente, pero eso no impidió que le dieran tal trato. Con tal muestra de irrespetuoso trato, se enojó.

Pateo nuevamente la puerta con más fuerza y bastante violencia, pero aun así nadie abrió el lugar.

—Min Sik patea la puerta —el mencionado lo observó y luego a la puerta, pero no se movió —Ahora, no tengo mucho tiempo y mi hermano está adentro —tanto para Chunga como Min Sik esta era la segunda vez que su joven amo decía que su hermano estaba dentro.

El joven Hyunwoo no podría estar adentro ¿Verdad? Él estaba en batalla o supervisando algún lugar del imperio no podía decirlo con seguridad, pero no podría estar a las afueras de la ciudad imperial era impensable.

A pesar de las dudas Min Sik tenía órdenes de su amo así que pateo las puertas, fueron solo dos veces las que necesito patearlas y las puertas cedieron. Jungkook no perdió tiempo en ingresar y tampoco le importa que pudieran decir que prácticamente se escabullo en la residencia. Estaba lejos de importarle.

Atraídos por el sonido de las puertas abriéndose el mismo hombre regreso junto con otros dos más y se miraban bastante atemorizante.

— ¡¿Cómo se atreven a invadir?! —uno de ellos hablo, pero Jungkook le restó importancia.

Con un movimiento elegante desplegó su abanico e inició a darse aire, luciendo tranquilo y con bastante elegancia si se le preguntara a los presentes.

—Me gusta ser amable con las personas y poder tener conversaciones con respeto así que por favor tráiganme a mi hermano —los tres hombres se vieron entre sí, pero solo uno hablo.

— ¿Quién es tu hermano? —Jungkook volvió a abanicarse lentamente.

—Hoseok —Ante el nombre los hombres parecían burlones algo que a Jungkook no le gusto.

— ¡Hoseok! — fueron solo segundos para que alguien más apareciera.

Era un patético hombre a vista de Jungkook, estaba en los huesos y lucia bastante demacrado sin mencionar que tenía una leve cojera al caminar. Era en pocas palabras lamentable.

Interiormente, se cuestionó que tan lamentables eran los gustos del príncipe Seokjin.

Pero al menos el príncipe solo le gustaba la servidumbre lamentable, no como el que eligió, a un hombre traicionero, manipulador y asesino.

Antes de que pudiera decir algo el mismo hombre que le había abierto la puerta la primera vez tomo a quien presumía era Hoseok y lo lanzo al suelo dándole un fuerte golpe.

El pobre hombre que sabía que era doncel gimió ante el dolor del golpe.

— ¿Este es tu presunto hermano? — la burla implícita no le gustó nada a Jungkook quien observo al hombre en el suelo.

Jungkook enojado con el trato dado al hombre frente a él tomo una decisión impulsiva, pero al final una decisión.

Se acercó al hombre y lo golpeo con el abanico, no fue un gran golpe, pero lo suficiente para que resonara.

Al final de cuentas el hombre en el suelo era un doncel y no cualquier doncel era a quien amaba el príncipe Seokjin y su boleto para rescatar a su padre.

—Lo es y deberías de temer por haber tocado a un doncel —el ahora descubierto doncel en el suelo lo observo con sorpresa y temor.

— ¿Un doncel? Eso lo explica todo —ante el brillo maniático y de alegría del hombre Jungkook sabía que debía de actuar.

—Gracias por haberlo criado durante tanto tiempo, pero también lo lastimaron y los Jeon no nos destacamos por ser benevolentes con quienes se convierten en enemigos —Jungkook se acercó más a los hombres — Lastimar a mi hermano menor sin duda los convierte en enemigos de la familia —los hombres no se tomaron demasiado en serio la amenaza.

— ¿Qué pruebas tienes de ello? Los Jeon solo tienen a un doncel —Jungkook no estaba de humor para estar discutiendo con esos hombres.

—Mi palabra y eso bastará, no solo soy un Jeon también soy el prometido real —cuando iban a replicar el doncel no les dio tregua — ¡Desafíenme! —Los hombres se quedaron quietos ante ello, no por miedo al doncel sino por quienes estaban fuera de su puerta.

Jungkook sonrió cuando noto que había ganado.

—Min Sik tómalo, hay que sacarlo de esta pocilga —el mencionado asintió y tanto él como Chunga ayudaron al doncel a levantarse.

Jungkook se abanicó un poco y se dio la vuelta con cierto toque de dramatismo, se sentía un ganador por no haber tenido tantos problemas a la hora de reclamar al doncel.

Claro que su sonrisa se fue y su abanico cayó cuando noto como Taehyung estaba afuera con los brazos cruzados y lo miraba con el ceño fruncido.

Al parecer había proclamado la victoria antes de tiempo.










Creado: 13/09/2024

Publicado: 03/10/2024

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