VI

Como había sido dicho, un gran banquete fue llevado en el palacio para celebrar la victoria que el príncipe heredero había tenido en las fronteras del norte. El lugar estaba lleno de opulencia y personajes destacados.

Aquellos con los orígenes familiares más nobles estaban invitados, funcionarios, nobleza y personajes destacados de la ciudad imperial fueron invitados a tal magnificencia.

Taehyung, quien ahora vestía con pantalones negros y botas hasta debajo de las rodillas, así como una camisa del mismo color y una singular capa muy sencilla sin ningún bordado o acompañamiento.

Era como un pedazo de tela sin ninguna función que ser práctica. A pesar de que todo el atuendo del príncipe venía acompañado con números accesorios de las más altas calidades, la capa destacaba por ser lo más sencillo que portaba.

Taehyung estaba recibiendo todas las felicitaciones y si era sincero no había puesto mucho empeño en saludar a las demás personas, siempre fue catalogado como un poco retraído y no le molestaba hasta que eso puso en duda si sería capaz de poder manejar el imperio.

Ahora con sus logros en batalla esos había quedado en el pasado, pero no por ello saludaría con una sonrisa falsa a personas que tenía años de no ver o que no conocía en lo absoluto.

Estaba cerca de las puertas de donde se llevaría el banquete, por lo cual todos podían saludarlo. El emperador estaba más que feliz de ver cómo su hijo había cambiado desde que fue a la guerra; creía que el contacto con los soldados lo había hecho de alguna manera más accesible a la socialización.

¡Qué equivocado estaba! Taehyung estaba ahí esperando el ingreso de su prometido. Que las personas aprovecharan que el doncel no había llegado para saludarlo era algo totalmente diferente.

Las jóvenes mujeres virginales vestían sus mejores vestidos y portaban sus mejores joyas, hacían alarde de impecables modales, todo con poder llamar la atención del príncipe heredero. Si bien no podrían romper quién sería el consorte, al menos podrían llegar a ser concubinas y ganarse el corazón del príncipe.

Los donceles se veían extremadamente recatados y sumisos, sin apartarse de una figura de autoridad. Los donceles eran difíciles de encontrar en el imperio, por lo cual estos eran bien protegidos o entregados a familias nobles para que fueran criados como uno más de la familia.

Un doncel era sinónimo de prosperidad, en otros reinos podían ser catalogados como aberraciones o creaciones del mal, pero Iskandar los tenía en la más alta estima. Tener a un doncel como esposo era el mayor honor.

Debido a la escasez de estos, los donceles eran fuertemente contenidos, obligados a llevar una vida bastante dependiente de las figuras de autoridad de las familias, lo cual los volvía extremadamente recatados.

Había solo unos pocos donceles que eran más liberales y entre ellos estaba el prometido real. Con un padre enfermo postrado en cama y un hermano en guerra, era más que claro que tenía todas las libertades otorgadas.

Las campanas sonaron en un claro inicio de que el banquete iniciaría, Taehyung observo como no podía ver que alguien se dirigiera hacia el banquete y se preocupó por cualquier inconveniente que pudiera haberle sucedió a su prometido.

Con una mirada, Hyung Sik se acercó para saber qué era lo que su príncipe deseaba.

—Investiga porque mi prometido no está aquí —Hyung Sik asintió y rápidamente salió en busca de cumplir el pedido.

Taehyung tomó el asiento que le habían asignado y escuchó cómo todos hablaban y celebrara su victoria, como su padre se enorgullecía de haber criado a un hijo tan valiente y leal.

Si era completamente sincero, creía que era innecesario toda esa gala solo por haber cumplido su deber; es decir, si hubiera perdido, ahora no estarían celebrando sino llevando a cabo su funeral.

—Hermano —Taehyung levantó la vista y encontró a Namjoon quien le sonreía suavemente. —Permíteme hacer un brindis por tu victoria, felicidades por haber unido las fronteras norte de nuevo al imperio —Namjoon tomó el contenido de la copa que sostenía, dándole una leve reverencia a su hermano.

Taehyung sabía que los ojos estaban puestos en ellos dos, por lo cual se levantó tomando su copa levantándola en alto para luego tomar el contenido de esta.

Namjoon le dio una gran sonrisa, sabía que no tomar sería descortés, pero hacerlo era mostrar unidad con su hermano.

Por el rabillo del ojo pudo ver cómo Yoongi apretaba su copa demasiado. Taehyung sabía por qué, pero el demostrar abiertamente tanto desprecio era algo que no se debía de hacer.

Yoongi era diferente, cuando algo le molestaba realmente no se detenía en mostrar hipocresía o falsa modestia. Era directo y en ocasiones era demasiado para su propio bien.

Cuando Namjoon se retiró a su lugar asignado al otro lado del salón, Yoongi lo observó hasta que este tomó asiento. Para mala fortuna, ambos estaban uno al lado del otro.

— ¿Qué infamia pudo haber cometido Namjoon para tener a Yoongi tan tenso? —Seokjin cuestiono tranquilamente en voz baja solo para los oídos de Taehyung.

El príncipe heredero no le dio una mirada a su hermano que estaba a su lado, pero sí respondió la pregunta.

—Tal vez cocino uno de esos peces del estanque —Seokjin se rio disimuladamente ante ello.

—Daría cualquier cosa por ver eso, pero me temo que Namjoon ya hubiera sido envenenado. —Taehyung sabía que tenía razón. Yoongi tenía un don para los venenos y todo lo que se relacionaba con el clan Min.

—No tengo ni la más mínima idea de lo que sucedió entre ellos —Seokjin emitió un leve mmm y siguió tomando de su copa pequeños sorbos.

—Eres malo en esto de mentir —Taehyung quiso rodar los ojos ante ello —. Es porque eres mi hermano —Seokjin tarareó una corta respuesta, pero no dijo nada más.

— ¿Puedes venir a visitarme esta noche? —Seokjin dejo la bebida y entonces observo a Taehyung quien ya lo estaba mirando.

— ¿Por qué? ¿Tienes un nuevo licor? —Taehyung negó, pero le dio una sonrisa traviesa.

—Un regalo —Seokjin asintió, pero no dijo nada más.

A pesar de todo lo que se decía de los príncipes estos tenían una relación bastante amena claro que Namjoon estaba un poco alejado de ellos, pero al menos Seokjin, Yoongi y por supuesto Taehyung mantenían una buena relación.

Todos tenían ciertas particularidades y destrezas, pero habían encontrado un punto que funcionaba para ellos.

Taehyung notó cómo Hyung Sik se acercaba a él y sabía que era para darle noticias acerca de su prometido. Notando cómo no estaba preocupado o algún signo de haber tenido una lucha o problemas, estuvo más tranquilo acerca de las noticias que recibiría.

— ¿Qué sucedió? —Hyung Sik lo observo como una expresión extraña.

—No estoy seguro de como sucedió, pero su prometido no puede salir de su habitación tengo entendido que es una enfermedad de la piel —Taehyung asintió sabiendo que lo que su prometido tenía debía de ser grave para no asistir a un banquete real.

El resto del banquete fue demasiado aburrido cuando por fin su padre decidió ponerle fin debe decir que fue bien recibido porque salió tan rápido del lugar que solo dio despedidas apresuradas.

Cuando llegó hasta su pabellón, respiró tranquilo, se quitó la capa que aún llevaba y la colocó con suavidad en su cama, luego de ello, se quitó la ropa estando listo para dormir.

Cuando estaba a punto de meterse a la cama escucho como tocaban la puerta de su habitación en esos instantes cualquiera que estuviera por irrumpir su pronto sueño sufriría graves consecuencias.

Cuando abrió la puerta se encontró a Seokjin quien al verlo listo para dormir arqueo una ceja, Taehyung suspiro y lo dejo ingresar.

—Me siento realmente herido de que te olvidaras de mí —Taehyung se fue directamente a recostarse en la cama. Seokjin rodó los ojos ante su hermano.

—El baúl es todo tuyo —Taehyung mantuvo la mirada en Seokjin sabiendo que lo que encontraría le gustaría.

Seokjin se dirigió hacia el baúl para abrirlo, al hacerlo el aire se le escapó de los pulmones.

El baúl contenía libros desde recientes hasta antiguos así como algunas herramientas y materiales para elaboración de armas.

— ¿Cómo obtuviste todo esto? —La voz de Seokjin se distorsionó ante la emoción que tenía.

—Son un botín de guerra, los encontré en una de las antiguas minas —Taehyung sabía que Seokjin se negaría a aceptarlo.

—No puedo aceptarlo, lo sabes bien —con un movimiento desdeñoso de mano Taehyung le resto importancia.

—Es un premio de guerra a quien decida otorgarlo es mi problema —Seokjin lo miraba con esa mirada de anhelo y dolor —Además es tu propiedad, tu herencia. Es parte de lo que eres —el hombre asintió y sus ojos azules se pusieron vidriosos.

Seokjin no tenía nada que decir, era un excelente regalo y eso sería a vista de todos, pero sabía por qué Taehyung lo hacía.

—No tienes que pagar por errores que no has cometido Seokjin —el mencionado asintió y se giró ondeando su cabello rubio para salir de la habitación de Taehyung.

Sabía que tal regalo llegaría a su pabellón durante la mañana, no podía creer que tuviera tal suerte de poder tener acceso al conocimiento de sus antepasados. Era claro que tendrá que mantenerlo en secreto de su madre así como de todos los demás.

Salir del palacio nunca se había vuelto más fácil, todos estaban distraídos por las consecuencias de un gran banquete.

Su madre se encontraba en un estado de furia inigualable, alguien había vomitado en sus preciosos narcisos y por lo que pudo presenciar era algo común. Su madre seguía sin atrapar al culpable de tal aberración, pero según ella tenía fuertes sospechosos.

Seokjin parecía que tenía resaca perpetua aunque él sabía que no era así, este estaría con las narices medias en los polvorientos libros que habían sido entregados en su pabellón.

Yoongi estaba en el estanque rindiendo homenaje al pez caído y Namjoon estaba con él expiando sus pecados por haber asesinado a dicha criatura.

Con tal alboroto le fue sumamente fácil escapar había tomado un uniforme parecido al de Hyung Sik para que cualquiera pensara que era un enviado del príncipe heredero.

Su fiel guardián lo esperaba a las afueras del palacio con un caballo listo, si bien el día anterior no había podido conocer a su prometido ahora era más que claro que lo haría.

Cabalgo con destreza hasta llegar a la residencia de los Jeon, sabía que si ingresaba por la puerta principal no tendría oportunidad alguna de poder ver ni la sombra de su prometido. Estando consiente de que sus acciones no eran honorables decidió seguir el único camino posible.

Encontró un punto lo bastante desértico para poder ingresar sin ser notado. El subir el muro que rodeaba la residencia Jeon no fue un problema. Era un guerrero con el más alto entrenamiento y resistencia.

Estando ya dentro de la residencia busco el mapa que su guardia le había entregado y lo siguió hasta encontrar lo que sería el pabellón de su doncel.

Sintió esa emoción completamente diferente invadirlo ante estar a una pared de distancia de poder conocer a su futuro esposo. Si bien tenía retratos todos estos a pesar de tener los rasgos adecuados de su primer retrato legítimo de cuando el doncel era pequeño no tenían las facciones adecuadas.

Todos diferían en la forma de la nariz, barbilla, estilo de ojos, mejillas, labios. Al final era como tener retratos de personas totalmente diferentes con características específicas marcadas.

Era un desastre, así que en verdad no tenía ni idea de cómo lucía su prometido. Los rumores decían que era un doncel sumamente hermoso y Taehyung estaba deseoso de confirmar si dichos rumores eran ciertos.

Se acercó hasta la puerta, donde le dio unos cuantos toques.

—Adelante —la voz suave que se filtró desde el interior la causo que todo su cuerpo se tensara en anticipación.

Taehyung abrió las puertas e ingresó a la habitación. En el fondo de su cabeza sabía que la acción estaba completamente mal, él solo estaba ahí para entregarle la crema que el médico imperial le dio para la piel.

No tenía que ingresar a la habitación ¡Eran los aposentos privados de un doncel soltero!, pero no pudo evitarlo, en verdad no pudo.

Escuchar esa dulce voz inicio algo que desconocía por completo, pero que era adictivo.

Observo a su alrededor y solo encontró una habitación normal con el leve detalle de que en el lugar más escondido había un sinfín de cosas que no lograba distinguir.

No quiso indagar en ello porque noto como de la cama quien se presumía ser su prometido se sentaba dándole la espalda.

—Solo coloca el medicamento —Taehyung observo el pequeño frasco en su mano y luego al doncel.

Cuando considero decir algo Taehyung noto como el doncel dejaba caer las prendas superiores para mostrarle la espalda, fue como estar fuera de sí mismo.

Camino hasta el doncel deslumbrado por la pálida y suave piel que estaba expuesta ante él, cuando estuvo lo suficientemente cerca noto como la espalda del doncel estaba llena de rojeces así como de pequeños y abultados círculos, era casi como muchas picaduras de hormigas.

Taehyung sentía ese picor en sus manos por tocar esa piel, si bien no estaba en condiciones perfectas quería saber que era tocar a su futuro esposo.

Tomando un valor tan descarado abrió el frasco tomando suficiente crema entre sus dedos para luego pasarlos por la espalda del doncel.

Jungkook siseó ante la sensación fría, así como también por el alivio otorgado. Taehyung pudo sentir cómo ante ese sonido su cuerpo iniciaba a sentirse acalorado.

Esparció la crema solo con las yemas de sus dedos tocando esa piel que en verdad era tan suave, podía decir con seguridad que era la mejor experiencia de su vida.

Tocar esa piel era como tocar el cielo, ahora imaginar besarlo ante ello se estremeció rápidamente.

Estaba en su bruma egoísta y descarada que se olvidó de su alrededor y solo estuvo consciente de su situación cuando una doncella grito muy escandalosamente debe decirlo.

Jungkook como era de esperarse, se giró para saber qué pasaba cuando pudo observar al hombre que aún tenía la mano extendida y que sabía que lo había estado tocando la furia, lo llenó.

— ¡Pervertido! ¡Lujurioso! ¡Inmoral! —Jungkook grito cubriéndose rápidamente lo que había estado enseñando.

— ¡Guardias! ¡Ayuda! —Jungkook se vio alarmado con ello al igual que Taehyung. Ambos sabían que lo que sucedía sería una gran mancha en sus reputaciones si se llegaba a saber.

Taehyung podía jurar que nunca había visto a nadie moverse tan rápido, el doncel salto de la cama y corrió hacia la doncella completamente descalzo.

La había tomado del brazo para adentrarla a la habitación y luego cerrar la puerta.

—Esto no debe de conocerse —Jungkook le siseo a Chunga quien se vio confundía.

—Pero amo él invadió su habitación y... —antes de que ella pudiera decir lo que estaba pensando Jungkook intervino.

—Sí y soy un doncel que aún no está casado que me encuentren en esta situación con alguien que no es mi prometido causaría que me corten la cabeza —los ojos de Chunga reflejaron el terror que sintió ante algún daño a su joven amo.

— ¿Pero qué hacemos con el intruso? —Jungkook gruño ante ello. Fue un sonido bastante animal para las dos personas que lo escucharon.

—De eso me encargo yo —Taehyung, al escuchar esto, frunció el ceño. ¿Acaso este doncel no tenía sentido de la seguridad? Cuando planeaba decir su identidad, fue demasiado tarde porque el dulce doncel que se suponía era su prometido lo golpeó.

El dolor intenso que se extendió gracias al golpe fue casi como ser golpeado en el campo de batalla. Cuando observo al doncel, noto cómo este se preparaba nuevamente para golpearlo con una lanza.

Lo azotaría como vil ganado hasta darle muerte, gracias a sus reflejos pudo apartarse y la lanza golpeó el piso. Con una mirada incrédula Taehyung pudo ver cómo la madera se agrietó un poco por el golpe.

— ¡Maldito pervertido! ¡Ahora encontrarás tu muerte y ni el emperador puede detenerme! —Jungkook siguió por toda la habitación al hombre inmoral que se había atrevido a intentar arruinar su reputación.

Intento golpearlo con lanza que le daría de regalo a su prometido, pero que Min Sik se había negado en llevar por ser demasiado llamativa.

Ahora estaba teniendo un uso, los golpes no habían funcionado muy bien porque quien fuera ese hombre tenía reflejos increíbles y era escurridizo como mosquito.

Cuando por fin tuvo una oportunidad, dio un gran golpe. Taehyung jadeó por el dolor que eso le había provocado. La lanza había impactado en toda su retaguardia en un golpe tan fuerte que causó que cayera hacia adelante.

Apenas pudo poner las manos para frenar un poco el golpe que se daría en el rostro cuando impactara con la madera. Por un demonio, el doncel Jeon golpeaba sin miedo y muy fuerte.

— ¡Hoy mueres! —Jungkook iba a clavar al hombre, al final podía decir que lo había atacado y solo se defendió.

Quedaría como pescado arponeado, estaba a punto de hacerlo cuando en una de las ventanas un hombre ingreso y le arrebato la lanza.

— ¿Hyung Sik? —Jungkook dijo causando que el mencionado lo observara de forma extraña, ellos no se conocían y ese detalle Taehyung también lo noto.

—No importa asesínalo —el doncel señalo a Taehyung que todavía se encontraba en el piso, astutamente Jungkook se colocó detrás de Hyung Sik —Se ha atrevido a tocarme de maneras innombrables —Hyung Sik enrojeció de vergüenza.

Para Jungkook la rojez era por ira, con el gemido vergonzoso del hombre que iniciaba a levantarse sabía que tenían que ser rápidos.

— ¡Ahora! Él —le dijo apuntándolo con el dedo índice —Irrumpió en mi habitación me sometió y me puso en la cama en donde intento robarme mi preciada virtud me sostuvo con tanta fuerza que creo que dejaran horribles marcas que tendré que ver y saber que soy una vergüenza de doncel además el profano el honor del príncipe —Taehyung quien se había levantado del piso observo con incredulidad al doncel.

—Mentira, eso es una vil mentira —la mirada furiosa que el doncel le dio le aseguro que tendría muchos problemas.

—Ahora me difamas, Hyung Sik. Este hombre, si se puede llamarlo así, ha intentado profanarme, se aprovechó de mi vulnerabilidad para atacarme y todo bajo mi propio techo. Por favor, ayúdame a hacer justicia y que mi nombre no sea arrastrado por el fango —las pequeñas lágrimas que rodaron por las mejillas del doncel le daban toda credibilidad.

Taehyung observó al doncel entre asustado e indignado, así como orgulloso. El doncel era un peligro con esas formas de manipulación y se debe decir que tal vez Yoongi sí tenía un poco de razón en las tendencias asesinas de quien sería su esposo.

Estaba indignado porque el doncel inventara tantas mentiras sobre él, pero a pesar de todo estaba orgulloso. Sabía que un escándalo como eso era claro que empañaría su reputación, así como colocaría en duda su virtud, así que sus acciones no estaban del todo fuera de la norma.

—Su alteza —Hyung Sik realizo una reverencia hacia Taehyung quien solo asintió.

Chunga quien había estado todo el tiempo ahí, jadeo y tuvo miedo por su joven amo que había mentido tan vilmente.

— ¿Alteza? —Jungkook observo al hombre frente a él.

Tenía el cabello negro, no completamente porque tenía reflejos castaños en él, pero sus ojos eran completamente negros. Tenía una piel un tanto brillosa, una nariz casi perfecta y que encajaba perfectamente en sus facciones.

Una mandíbula completamente marcada y varonil sin mencionar los lunares en su nariz, labio y bajo su ojo. Sin duda el hombre era atractivo, pero ¿alteza? ¿Sería un invitado de otro reino?

No. Eso no podría ser porque estaba con Hyung Sik y de lo poco que había convivido con el hombre, este le era más que fiel al príncipe heredero.

Entrecerrando los ojos en dirección al hombre, considero su verdadera identidad, ¿el príncipe heredero? No podría ser posible, ¿o sí?

Había conocido a Seokjin, al gusano de Namjoon. Entonces solo quedan Yoongi y el príncipe heredero.

Por rumores sabía que el príncipe Yoongi tenía una piel extremadamente blanca, así como cabellos negros. La piel de este hombre era un poco caramelizada, era un poco raro porque no tenía un color para describirlo completamente.

Era como si la luz dorada del sol bañara su piel, teniendo en consideración esto era claro que no era el príncipe Yoongi.

— ¿Su alteza el príncipe heredero? —Taehyung asintió con satisfacción, Jungkook se tornó pálido ante ello.

El hombre que trató de inmoral, deshonesto, vil, sin mencionar que lo acuso de lujurioso. Todo ello era causa para muerte y no tenía experiencia para decir que este hombre no le enviaría una taza de veneno o que lo enviara a que le cortaran la cabeza.

—No esperé que nuestro primer encuentro resultara de esta manera, tan escandalosa —Jungkook retrocedió cuando el príncipe se acercó unos pasos.

—Puedes ser mi prometido, pero ello no te da el derecho a disfrutar de los placeres de mi cuerpo antes del matrimonio, fornicario —a pesar de que su voz sonaba fuerte, Taehyung pudo decir por sus mejillas rojas que al menos estaba avergonzado.

Tanto Chunga como Hyung Sik quienes estaban ahí, desviaron la mirada de la pareja que exudaba tensión por todas partes.

— ¿Es eso así? Yo lo sentí muy cómodo con mis toques, incluso escuché sonidos muy impropios de un doncel virginal. —Jungkook jadeó de indignación, pero rápidamente se llevó las manos a la boca.

El sonido que realizó era justo como esos sonidos de la intimidad, con la vergüenza tiñendo sus orejas de rojo, así como sus mejillas. El hombre frente a él era intimidante y era extraño, teniendo en cuenta que cuando Namjoon fue emperador no le causó ese tipo de sentimientos.

¿Qué tenía el príncipe heredero que le hacía tener ese efecto en él? Su pregunta quedó sin contestar cuando el príncipe se acercó más.

Taehyung le dio una mirada muy apreciativa a todo el cuerpo del doncel. No tenía idea de dónde había sacado tal descaro, pero ese doncel lo había alterado de una manera que no había creído posible.

—Justo ese es el sonido del pecado, no puedo esperar a que sea nuestra noche de bodas, estoy seguro de que puedo hacer que repita tales sonidos e incluso crearle un nuevo repertorio —Jungkook quedó estupefacto ante tal descaro. Vil y sucio descaró que lastimosamente le causó cosas que no aceptaría en voz alta.

Cuando el doncel se preparaba a responderle con algo que seguramente causaría que le arrancaran la lengua, un toque pesado se escuchó en la puerta.

—Joven amo

Todos en la habitación se quedaron quietos ante el llamado, no podían encontrar a dos hombres con un doncel y una mujer encerrados en la habitación.

Las depravaciones que dirían de ellos.

Fue entonces cuando escucharon cómo la puerta iniciaba a abrirse y ellos estaban condenados.








Creado: 11/08/2024

Publicado: 08/09/2024

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