Edades:
→ Shōto tiene 16
→ Bakugō tiene 12
→ Fuyumi tiene 22

— No entiendo... ¿Quieres que lastimemos a quién? — Preguntó él peli-morado bostezando mientras caminaba detrás de Todoroki quien miraba dentro de las aulas esperando encontrar a Bakugō.

— Esto es tan humillante... — Shōto solo ignoro a su compañero mientras buscaba y murmuraba cosas para sí. — Ese pequeño me las va a pagar.

Midoriya alzó una ceja curioso, últimamente su amigo se comportaba diferente y buscar a alguien menor para golpearlo era algo totalmente extraño, normalmente era él quien se peleaba con los demás y no Todoroki quien solo prefería burlarse desde lejos.

— Maldito pedazo de basura inservible...

— Escucha, ahora mismo no estás en tus cinco sentidos. — Midoriya tocó el hombro de su compañero para que se calmase pero este solo lo apartó bruscamente.

— ¿No lo entiendes? — Se giro a encarar a su amigo, Midoriya se mantuvo serio mientras Shōto tenía una extraña sonrisa. — Eso es lo que él quiere... Que me vuelva loco, ¿De verdad cree que podrá irse a ser la puta de alguien más así de fácil? ¡Ni siquiera se la he metido!

— ¿De qué mierda estás hablando? — Alzó una ceja y Shōto solo mostró un tic nervioso para luego suspirar.

— Nada... Solo ayúdame a encontrar a alguien. — Se dió la vuelta y siguió caminando.

— ¿A quién?

— A alguien.

Midoriya puso los ojos en blanco irritado.

— Escucha, no te puedo ayudar si no me dices a quien estás buscan— Y un chico se estrelló contra el interrumpiendolo, Shōto se burló de su amigo pero su sonrisa se borró de nuevo cuando vio el causante de todo.

— ¡Maldición, fíjate por dónde vas pedazo de mierda! — Midoriya tomó del cuello al menor apunto de golpearlo en la cara pero fue interrumpido nuevamente.

— ¡No te atrevas a ponerle un dedo encima! - Gritó Kirishima acercándose.

— ¡Pues dile que deje de estorbar y se fije por dónde camina! — Lo lanzó bruscamente hacia el peli-azul.

Shōto contuvo las ganas de golpear a su amigo.

Y se mordió la mejilla por dentro castigándose por querer defender a la basura que buscaba.

Bakugō abrazaba a Kirishima como si su vida dependiese de eso mientras Midoriya y él de dientes afilados peleaban.

Un nudo de emociones se atoraba en su garganta, su puño estaba más que apretado y su respiración estaba acelerada.

Llegó la oportunidad de tomar al pelinegro cuando su amigo y el peli-azul comenzaron a agarrase a golpes, tomó bruscamente al menor del brazo y lo arrastró lejos.

Bakugō no decía ni hacia nada más que dejarse llevar, sus ojos brillaban cosa que molesto aún más al heterocromatico.

Una vez lejos de todos y bien ocultos en los pasillos menos concurridos de la escuela Shōto empujó al menor con brusquedad hasta que golpeo la pared y antes de que este pudiera soltar un chillido o quejido por el dolor, Todoroki tomó sus mejillas y pegó los labios del menor contra los suyos con brusquedad.

Lo tomó del cuello y mordió aquellos labios hasta hacerlos sangrar.

Bakugō lejos de llorar sonreía, pues su plan de alejarse para llamar la atención había funcionado, siempre funciona según las películas.

— Te daré un castigo que no olvidarás nunca. — Dijo él mayor entre el húmedo beso lleno de deseo, saliva y sangre.

☆

Editado: 16 abril 2019
Segunda edición: 23 septiembre 2021