Capítulo 40; parte 2.
[Celos, recuerdos, compasión]
La luz de la luna y las estrellas entraban por la ventana, no pude notar el cuerpo de Nikolás acostado en el colchón, como de costumbre; también estaba el leve sonido de los grillos afuera, alguno que otro cantar de un pajarito.
Pero éste no era algo parecido a un flashback exactamente, era más como algo que mi mente estaba totalmente imaginando... Ya que no recuerdo haber pasado por ese momento.
Joaquín estaba acostado sobre mí cuerpo, su cabeza quedaba justo debajo de mí mandíbula, mi mano derecha le acariciaba el cabello, y la otra lo abrazaba de la espalda.
Sus cortos cabellos huelen demasiado bien, una combinación de shampoo y cremas de diferentes olores a frutas, su piel es muy suave, se la cuida bastante. Y su cuerpo es tan ligero, que casi no se siente peso sobre mí. Aparte su cintura es tan diminuta, que da tentación tocarla.
-Joaquín -mi yo le habló, ya que yo estaba viendo desde una perspectiva distinta, sin embargo podía sentir todo lo que el Emilio en la cama presenciaba.
-Papatos, tacocos -los balbuceos de mi compañero siempre me daban risa.
-Estás muy hermoso -me quedé helado ante las palabras del Emilio frente a mí.
-Tú más - Joaquín elevó su cabeza y le dió un beso en la mejilla.
-¿Sabes que día es mañana?, Bueno hoy -mi semejante sonreía.
-¿Aniversario número cinco?
-Seis, felicidades amor -Emilio subió a Joaquín hasta sus labios y se besaron.
Me alarmé pero a la vez, mi otro yo estaba teniendo una paz interna, que jamás había sentido... Miré el calendario de Joaquín... Ponía 2025, ¿Qué rayos?
¿A caso somos nosotros en seis años?, esto debe ser totalmente mi imaginación, es muy raro. Es como si fuesemos novios, no, más bien somos novios en éste sueño, y empezamos a salir en 2019, ¿Por qué estoy imaginando ésto?
Quiero salir de aquí.
-¿Quieres hacerlo un poquito? -el Emilio allí, miró pícaramente al pequeño Joaquín.
-Son como las cuatro de la mañana Emilio, ¿No puedes esperar a que amanezca?
-No...
-Está bien, un round rápido -Joaquín extendió su brazo y abrió el cajón.
Me asomé un poco, vi condones.
-¡AHHH! -desperté de la calma, para estar muy acelerado -. ¿¡Qué pedo?!
-Te quedaste dormido, ya vamos a bajar del juego -Joaquín me sostenía en sus brazos, Libardo y Jean estaban de espaldas a nosotros, viendo los últimos momentos del paseo en la rueda -. Estabas muy calmado, pero en éstos últimos segundos tú corazón se aceleró, ¿Estás bien?
-S...sí.
-¿Qué estabas soñando? -Joaquín se veía aún borroso ante mis ojos, así que me los tallé.
-Nada importante, solo un susto -era extraño haber presenciado aquello y más porque yo no podía controlar las cosas en el sueño, Joaquín y yo al parecer éramos una pareja de seis años de relación, había ya mucha confianza por lo visto...
-Bajan -la voz de Jean aturdía mi cabeza, pues no hablaba, gritaba.
Salíamos y pude respirar más tranquilo.
-Oye, ¿Cómo te llamas? -me preguntó el alto pelinegro.
-Emilio-articulé entre dientes y después tomé a Joaquín abrazándolo por el hombro.
-Ah, que buen nombre, suena tosco, duro -no comprendía a que se refería exactamente, pero solo asentí.
-¿Y ustedes son novios o...? -Libardo nos cuestionó.
-No, obvio no -intervino Joaquín rápidamente.
Pero la cara de Jean no me agradó para nada, pues vió a Joaco mordiéndose el labio.
-No, claro que no somos novios -corroboré -. Somos prometidos.
La expresión de todos fue de sorpresa, los ojos de Joaquín se abrieron hasta más no poder y se sonrojó de vergüenza.
-¿Prometidos? -Jean frunció el ceño -. Pero si se ven muy chiquitos como para casarse, tienen unos dieciocho, diecinueve años.
-Quince -enmendó Joaquín.
-¿¡Quince?! -el asombro de Libardo se hizo notar al dejar caer una de las galletas que venía comiendo.
-Y el dieciséis -informó Joaco, quién justamente le estaba dando datos a unos extraños que acabábamos de conocer hace unos minutos.
-¿¡Dieciséis?! -una vez más Libardo.
-Y recién cumplidos -mi compañero en brazos estaba con la lengua suelta.
-No les creo -finalizó Jean, cruzándose de brazos.
Estaba molesto, pues no quería que ese chico se le fuera a acercar a Joaquín, se ve muy mayor, aparte se comporta muy idiota.
-Es broma lo de prometidos, lo dice porque pasamos mucho tiempo en casa del otro, para ensayar -Joaquín seguía algo sonrojado.
-Pero nuestros personajes sí son novios, llevan casi un mes -hablé intentando tener alguna autoridad respectiva a Joaquín que le hiciera a Jean bajarle los humos.
-¿Personajes? -levantó una ceja el pelirrojo.
-Somos actores -avisé, poniéndome firme.
-Oh, ¿De dónde son? -el pequeño tenía curiosidad.
-México, actuamos en las famosas "telenovleas" -Joaco tomó mi mano que colgaba de su hombro.
-Ah, ya entiendo, entonces son ¿Compañeros laborales? -Jean nos ofreció unas papas que traía mientras hablaba.
-Sí, también somos amigos, hermanos -sonreí levemente.
-Que genial, Jean y yo también, tanto que ya vivimos juntos. Somos YouTubers de Colombia.
-Eso suena cool, ¿Me pasan sus canales? -Joaquín sacó su móvil.
-JeanCarlo León, con los dos nombres pegados.
-Libardo Isaza.
-Que buenos nombres -pude ver de reojo como Joaco se suscribía a ambos.
-Oye, te paso mi número y charlamos por ahí, es que me acaba de llegar un mensaje de una amiga, que ya quiere irse a comer fuera de acá, es que aquí todo cuesta un ojo de la cara -Jean le hablaba a Joaquín sonriendo, algo perdido.
-Claro, dime y lo anoto -solté a Joaquín para que pudiera escribir bien, al fin y al cabo no quería incomodarlo.
Después de que ambos se dieran sus números, sentí mi celular vibrar, ya que le había quitado el sonido.
Al ver la pantalla pude ver que María estaba pidiéndome videollamada, y decidí atender.
-Hola amor -dije alejándome un poco de dónde estaban los otros tres.
-Hola bonito -María estaba con el cabello mojado, y se cubría con un suéter, parecía estar en un auto.
-¿Qué pasa bebé?
-Llamaba para ver cómo estabas, que estabas haciendo, si estás feliz o no, ahh, espera.. ¿Donde estás?
-Eh, en Disney, ya te había dicho -reí en un respiro.
-Ah, es verdad -desvió la mirada -. ¿Hasta cuándo estarás ahí?
-Probablemente regrese a México en la tarde noche.
-¿Crees que podrías quedarte unos días?, Para poder ir a verte al menos un miércoles o jueves.
-Híjole yo creo que eso no se va a poder -me rasqué la cabeza -. Debo llevar a Joaco de vuelta con su mamá, o pueden ahorcarme.
-Ah, está bien, entonces me conformaré con hoy.
-¿Con hoy?
-Voy en camino a Disney, llegué a Florida hace unos dos días. Estaré ahí en una hora aproximadamente, cuando estacione, te marco amorcito. Debo irme porque la señal está fallando mucho, love you baby -colgó.
-Entonces quedamos para vernos un día o algo -Jean abrazó a Joaquín.
La cabeza de mí compañero, le llegaba a penas al hombro del ojiazul.
-¿Cuánto mides? -pregunté sin pensar.
-Uno noventa y tres -contestó sin soltar a Joaco.
-¿Y cuántos años tienes? -coloqué mi mano en mi barbilla.
-Veintiuno -ante su respuesta yo abrí demasiado los ojos.
Un chico mayor de edad estaba tocando a Joaquín con sus manos de violador precoz, y yo no estaba haciendo nada para impedirlo.
-¿Y tú? -volteé rápidamente hacia Libardo.
-Veinte.
Analicé la situación unos momentos, y la idea de que ese chico seis años mayor que Joaquín parecía coquetearle, no me gustaba para nada.
-Bueno ya... -me acerqué a separar el cuerpo de Jean con el de Joaco.
-Nos vemos después... -Jean le sonrió a Joaquín, acto seguido abrazó a Libardo del hombro y se fueron sin decir más palabras.
-Es un chico muy...
-Buena onda -me interrumpió Joaquín.
-Presumido, diría yo -rodé mis ojos.
Narración normal [Joaquín]:
-Podemos comer ya -sugerí, sin debatir el asunto sobre JeanCarlo.
-Sí, y después podríamos ir a la casa del terror -Emilio rugió como monstruo.
-¿La casa del terror?... Eh -mi labio inferior tembló un poco.
-No me digas que te da miedo entrar.
-Okay no te lo diré pero cuando estemos ahí y me orine encima lo sabrás -me encogí de hombros y caminamos hacia un restaurante muy bien decorado.
-Hagamos una apuesta -entramos al área, y nos sentamos en una mesa para dos.
-Te escucho -tomé el menú, y comencé a leer las opciones.
-Si tú vas a la casa del terror conmigo, yo me subo al juego que te eleva altísimo, y después te suelta haciéndote creer que te estamparás en el piso -la valentía de Emilio al decir eso, se me hacía demasiada.
-¿Estás seguro de eso? -bajé el menú y lo vi directamente.
-Seguro.
-No estoy muy de acuerdo todavía en entrar a esa casa. Me podría dar un ataque al corazón -reí nerviosamente.
-Lo mismo digo con todos tus juegos de altura, menso.
-Bueno... tienes razón. Está bien, acepto -estrechamos la mano.
Recorrí el menú una vez más, y me decidí por una pizza chica.
Poco después vino el mesero y ordenamos, más no se tardaron en traernos lo pedido.
Yo tenía mi pizza con un vaso de agua de limón, y Emilio su pizza mediana con un refresco de manzana.
-Ay, ésto pica -saqué mi lengua para darle un poco de aire con mi mano.
-¿La pizza? -Emilio hablaba mientas comía, mejor dicho tragaba.
-Sí -le quité varias cosas al trozo.
-No mames -rió Emilio -. Te pica la pizza wey.
-Uy, pues perdón -reí a la par.
-Si quieres algo más pídelo, yo pago -me ofreció.
-No, estoy bien, ahorita iré por unos helados para ambos y con eso se me pasa -sonreí y continué comiendo.
-Estuvo buena -Emilio le dió dos golpesitos a su estómago.
-No puedo creer que te comieras seis pedazos tú solo -reí.
-Tu también te lo comiste todo.
-Pero los míos eran cuatro pedazos pequeños -argumenté.
-No puedo discutir nada ante esa lógica, Bondoni.
-Podemos subir a un juego tranquilo.
-¡Ya sé!, ¡Al paseo en lancha! -saltó emocionado -. Me gusta estar cerca del agua y ver a los al rededores.
-Pues solo hay dos cosas así, "los rápidos" que es un paseo en lancha pero en realidad es un tronco y va una velocidad muy considerable, y está el paseo de los enamorados, ese es lento, pasa por casi todo el al rededor del parque.
-Podemos subir a la opción dos, por favor, no quiero más acción -se sonrojó un poco.
-Está bien, Aristocles -decidí jugar con el tema para que no se incomodara con lo de enamorados siendo que no estamos en personaje.
-¿Ah sí? ¿Aristocles?, Muy bien Temocles.
-Vamos ya.
-Está bien TEMOCLES.
Nos acercamos a la corta fila para pasear y unos minutos después pasamos.
-Okay, lady's and gentlemen, these ships are for four people, two in the front, two in the back, for you to be more comfortable and don't feel ashamed to kiss your couple or whatever, so please let's take a sit, choose your partners if you want, it applies for best friends and that stuff [Traductor: Okay, señoritas y caballeros, éstas naves son para cuatro personas, dos en el frente y dos atrás, para que estén más cómodos y no se sientan avergonzados de besar a su pareja o lo que sea, así que porfavor tomen asiento, elijan a sus compañeros si quieren, aplica para mejores amigos y esas cosas] -el encargado bajó del pequeño podium y se metió a la cabina.
No escogimos pareja, solo vimos dos lugares desocupados y decidimos sentarnos, en frente estaban un señor y una señora algo mayores.
-Hey you both, you are so cute, are you best friends? [Traductor: Hey ustedes dos, son muy tiernos, ¿Son mejores amigos?] -la amable señores nos sonrió.
-No, we are a couple Mrs. [Traductor: No, somos una pareja señora] -Emilio habló y me tomó de la mano.
El semblante de ambos cambió radicalmente, fruncieron el ceño.
-That's disgusting, please, go away, choose another partners [Traductor: Eso es asqueroso, por favor, váyanse, elijan a otros compañeros] -el señor nos habló en un tono fuerte.
-I'm sorry but, we're not moving from here, we are people and we have rights [Lo siento pero, no nos vamos a mover de aquí, somos personas y tenemos derechos] -Emilio de alguna forma sacó su mejor inglés.
-No swettie, you are very wrong, the Lord does not approve that... [No cariño, estás muy equivocado, el Señor no aprueba eso...
-Maybe not, but we aren't asking for a ticket to heaven, I just want to go in a couple mechanic game, with my boyfriend... [Tal vez no, pero no estamos pidiendo un boleto para el cielo, yo solo quiero ir en un juego mecánico de pareja, con mi novio...]
-What's your name darling? [¿Cuál es tu nombre cariño?] -la señora buscó entre su bolsa mientras hablaba.
-Aristotle, why? [Aristóteles, ¿Por qué?]
-Well, Aristotle, here is a little target, I want you to use it [Bueno, Aristóteles, aquí está una pequeña tarjeta, quiero que la uses]- recibió la tarjeta -. It's a conversion center, there's the phone of a church too, and... [Es un centro de conversión, también está el teléfono de una iglesia, y...]
-I'm sorry Mrs. But I don't need a conversion center, I know who I am [Lo siento señora, pero yo no necesito un centro de conversión, yo sé quién soy] -Emilio devolvió la tarjeta.
-So then, get off the ship [Entonces, bájense de la nave] -pidió el señor.
-We aren't moving, I said [No nos vamos a mover, dije] -replicó Emilio.
-This is unacceptable [Ésto es inaceptable] -reclamó el señor -. Sir! [¡Señor!]
-Is there any problem? [¿Hay algún problema?] -el encargado se acercó.
-Well yeah, these... Things... [Pues sí, estás... Cosas...]
-Boyfriends sir, BOYFRIENDS [Novios señor, NOVIOS] -en un abrir y cerrar de ojos Emilio me dió un beso en la mejilla a lo cual me sonrojé.
-These kids, are bothering us [Éstos niños, nos están molestando] -exclamó la señora.
-Bothering?!, Bothering how?!, We are just sit here... [¿¡Molestando¡?, ¿¡Molestando cómo?! Nosotros solo estamos sentados aquí...]
-With your homosexual presence [Con su presencia homosexual] -completó el señor -. They are gay [Ellos son gays].
-Oh, I see the issue, well I need to ask you to leave... [Oh, ya veo el problema, bueno necesito pedirles que se vayan...]
-WHY?! [¿¡POR QUÉ?!]
-Sorry, but you are committing an act of discrimination, you need to leave this ship, and look out for another one, or please get out of this game [Lo siento, pero están cometiendo un acto de discriminación, necesitan dejar ésta nave y buscar otra, o por favor retírense de éste juego] -el encargado les mostró el camino a la salida.
Ambos molestos se levantaron y se fueron del juego.
-I support them! [¡Yo los apoyo!] -una chica se acercó a nosotros y nos dió ánimos.
-Don't you have any issue with us? [¿No tienes ningún problema con nosotros?] -Emilio la cuestionó.
-Of course not, you are two people, and you have each other. What's wrong with it?, Love is love, never let anyone to make you feel less, bad, or whatever [Claro que no, ustedes son dos personas, y se tienen el uno al otro. ¿Qué hay de malo con ello?, Amor es amor, nunca dejen que nadie los haga sentir menos, mal, o lo que sea] -era muy amable -. My name is Fernanda, and I came here with my best friend Chase, but he felt bad, so he is in that bathroom over there, I listened the discussion. That two old people are just ignorants, freedom is freedom, and please, stay together, always [Mi nombre es Fernanda, y vine aquí con mi mejor amigo Chase, pero se sintió mal y está en ese baño de allá, escuché la discusión. Esas dos personas viejas son solo ignorantes, libertad es libertad, y por favor, estén siempre juntos].
-Thank you Fernanda, that means a lot for us [Gracias Fernanda, eso significa mucho para nosotros] -Emilio le tendió la mano, acto seguido hice lo mismo.
-So you guys, sorry for the inconvenient with that couple, we are really really sorry... [Así que chicos, disculpen el inconveniente con esa parejas nosotros lo sentimos de verdad...] -el encargado estaba apenado.
-Don't worry, we understand that discrimination exists in 2018, and you did a good action defending us [No se preocupe, entendemos que la discriminación existe en 2018, e hizo una buena acción al defendernos] -Emilio le estrechó la mano.
-Enjoy the travel guys [Disfruten el viaje chicos] -cerraron la poca seguridad que teníamos.
-We'll see you later, and remember, be you [Los vemos más tarde, y recuerden, sean ustedes] -la chica se retiró rápidamente.
El paseo comenzó.
-Ahora sí, a ver... "Aristotle", ¿Cómo que somos novios?, ¿Estás menso o qué?, Podríamos haber evitado problemas solo diciéndoles la verdad, que somos Emilio y Joaquín, amigos -me crucé de brazos.
-Joaco, nos lo preguntaron con maña, ¿No lo entiendes?, Todos los que entraron aquí fueron hombre con mujer, sean pareja o amigos, aquí no entran dos personas del mismo sexo como pareja, e incluso como amigos es muy escaso. Ellos solo preguntaron para incomodarnos, porque su diminuto cacahuate les dice que porque dos hombres entran a una de éstas cosas, ya tienen que ser una pareja, y por eso les mentí, para darles en la madre, y ya ves, hasta nos defendieron, así se cambian las mentalidades, o mejor dicho, se corren a los retrógradas lejos de nosotros.
-Está bien Emilio, no te voy a patear por ésta vez -respiré y me acomodé en el asiento -. Está muy lindo es poder ver al parque desde acá -mencioné, tomando comodidad.
-Y es mejor porque no tenemos que comportarnos, tenemos la lancha para nosotros solos -Emilio se empezó a tomar fotos graciosas en Snapchat.
-Quiero que después de aquí, vayamos a ver los puestos de playeras, necesito una de stitch -mis ojos se iluminaron.
-Pero clarines que yes, vamos y yo buscaré una de toy story -Emilio se recargó en el asiento.
-Acepto.
Me concentré en ver las grandes estructuras de edificios a lo lejos, algunos restaurantes, otros castillos o puestos, todo era demasiado colorido, y repleto de gente.
-Joaco, huele a obo.
-¿Qué es obo?
-¡Éstaaa! -Emilio gritó y señaló su entre pierna.
-No entiendo -lo miré confundido.
-Tu inocencia vale más que mil monedas de oro -siguió tomando fotos, pero ésta vez al paisaje -. Oye, ¿Crees que cuando vayamos en el avión ya más tarde, podamos ver a Achernar?
-Tal vez sí, aunque si hay nubes vamos a batallar un poco, Achernar.
El recorrido era lento, relajante; así que ambos nos recostamos, para admirar desde abajo. Emilio chocó su cabeza con la mía, y nos quedamos viendo al cielo.
-¡Vamos a pasar por el túnel! -Emilio sonrió mostrando ambas ileras de dientes.
-Va a estar demasiado oscuro por un buen tramo -vi a lo lejos preocupado.
-Es para que las parejitas se puedan dar sus besitos, o sus agarrones... -el rizado me vió con cara pervertida.
-No seas menso, o sea, sí puede que lo hagan, pero giu -hice gestos de asco.
-Ay, si tuvieras aquí en frente a un novio tuyo, seguro te lo comes -bromeó Emilio.
-Claro que no -negué.
-Claro que sí mira -me tomó de la cintura y me giró en su dirección, su agarre fue muy fuerte y rápido -. Lo tendrías así, de frente a frente, le verías los ojos, luego los labios, y querrías besarlo en la oscuridad.
-No lo haría -reí nervioso.
-Yo sí, con gusto -Emilio me presionó un poco contra él.
-Obvio te comerías a María -tragué saliva, intentaba disminuir la tensión.
-¿María?, ¿La virgen?, Ahh, ¡María!, ¡Sí, esa María!, Ah, claro -su mirada iba de aquí a allá -. Pero bueno, supongo que en la oscuridad, no hay pena.
-Ah no ser que seas yo -pegué mis labios.
-No puede ser Joaquín, no me digas que si tuvieras novio, y estuvieran solos, apoco no le soltarías un beso.
-No creo -me retiré un poco de su agarre.
-Bueno, y ¿Temo lo haría? -se acomodó sus chinitos.
-Habría que preguntarle a Santi y Pablo.
-Tú eres el personaje, tú dime.
-Tal vez.
-Hola, soy Aristóteles Córcega Castañeda, y quiero que mi novio Cuauhtémoc López Torres, me bese -paró las trompas.
-Estás menso -le puse la mano en los labios alejándolo.
-Sí, pero un menso lleno de amor, ¡Bésame Temo! -se me echó encima, y justo entramos al túnel oscuro.
-¡Emilio! -me tumbó al suelo de la lancha y se tambaleó.
-¡Beso beso! -empezó a hacerme cosquillas, y yo solo podía retorcerme, riendo.
-¡Auxilio, un cholo me quiere besar!
-¡Si no te dejas besar, voy a sacar la peligrosa! -rió.
-Emilio Marcos...
-Aristóteles Córcega, no sé quién es ese Emilio.
-Aristóteles Córcega, quítate de encima, me estás aplastando el Mini Joaquín.
-Al mini cholo le excita -pegó mis brazos al piso.
-No seas baboso, ya déjame.
-No sin primero besarte, Temo ya, ándale.
Rodeé los ojos, y dejé de hacer fuerzas para levantarme y quitarlo de encima.
-Así me gusta, Tahi -por la poca luz, no distinguía sus expresiones, solo veía una leve sombra de un chico rizado sobre mí cuerpo.
Me dió un beso en la mejilla, y me sonrojé, el calor subió a mis mejillas, mis pómulos, a todo mi rostro, mi corazón no podía contenerse, estaba latiendo muy rápido.
-Cuando nadie ve, los polos se unen, las estrellas brillan, y la oscuridad observa -me susurró en el oído, para después acercarse tanto a mí, que solo distinguía el suave brillo de sus ojos.
-Órale, no sabía que eras poeta -reí a carcajadas.
-Joaquín, basta -entrelazó su mano con la mía, mientras me tenía sometido en el piso, a lo lejos se alcanzaba a ver una tenue luz -. Perdón, Temo.
Pude notar la seriedad de su rostro así que me guardé los chistes para más de rato.
-En el silencio, puedes encontrar gritos, y en las sombras, puedes ver brillos -sentía su respiración en la parte de arriba de mis labios -. En tu corazón, puedes sentir cosas raras, pero tu mirada, jamás podrá mentir -me besó.
Todo era muy confuso, ¿Estaba ensayando algo del libreto que a mí no me habían dado?, ¿Lo hacía por diversión? ¿Era Aristóteles, o Emilio?
Sus labios no se abrieron, los míos tampoco, sentía el miedo de ambos, y la luz cada vez se acercaba más; su contacto conmigo era cálido, tierno, nada brusco, tenía los ojos abiertos, demasiado abiertos, mientras que el los cerraba con fuerza.
Se separó de mí.
-Temo, somos libres -sentí como apretó mi mano, y cada vez su cara se iluminaba más, por lo que pude ver una lágrima que le recorría la mejilla.
-Ey, ey Joaquín, ¡Joaco! -gritó Emilio dándome una bofetada leve.
-¿Qué, qué?
-Te pregunté si Temo lo haría, y te fuiste, andabas en la luna, en Marte, ¿O qué? -rió.
¿Por qué sueño despierto?
¿De verdad llegué a creer que Emilio me besaría?
-Me quedé pensando en... En Niko, es que le quiero comprar algo y llevárselo -sonreí nerviosamente.
-Ah, podemos comprarle un desodorante, a ver si así huele bonito el cabrón.
-No seas malo -sonreí.
Entramos al túnel.
-¿Ya me vas a responder? -insistió, mientras que ya no podía verlo muy bien.
-Temo es más tímido que yo, es más recatado, y le pone seriedad a las cosas, no creo que lo haga, yo pienso que sí estuvieran aquí, Aristóteles sería el que quisiera besarlo, y por lógica, el solo se dejaría.
-Buen análisis hermano, oye, después de ir a los souvenirs, ¿Vamos a la casa del terror? -sonaba emocionado.
-¿Y si me desmayo?
-Te despierto con un beso, como en la bella durmiente, obviamente aquí tienes a éste galanazo -tenía su tono burlón.
-Ja-ja -respondí.
-Entonces, ¿Vamos o culeas?
-Vamos -suspiré.
Las alturas no me dan miedo, las casas del terror, sí.
Podía orinarme, desmayarme, darme un paro cardíaco, pero lo intentaré.
Dentro de la oscuridad, no hicimos más que tararear, y guardar silencio de vez en cuando.
Salimos del túnel, y el recorrido seguía siendo muy bello, hasta que la vi.
-Iba justo a marcarte, pero qué alegría encontrarte... Encontrarlos -la señorita María, y una chica más.
Bajamos de la lancha, y yo solo podía apartar mi vista de esa chica.
-Amorcito, ¿Vamos a las cabinas de fotos? -su voz era algo irritante.
-Sí, ¿Vas Joaco? -Emilio la abrazó de la cintura, y me tendió la otra mano a mí.
-No, yo los espero aquí -me senté en una banca.
-Isabel, quédate con él, para que no se sienta solo -María le hablaba a su amiga.
Ambos se fueron abrazados, y yo solo saqué mi móvil para distraerme, puedo sonar infantil, pero no quería hablarle a esa tal Isabel, no quería tener nada que ver con María, ni con sus amigas.
-Hola, soy Isabel, hermana de María -así que hermana, ay no Ariana Grande por favor, ayuda -. ¿Cómo te llamas?
-Joaquín.
-Mucho gusto, ¿Eres hermano de Emilio? -me tendió la mano.
-Amigo, compañero laboral, ¿Hermano?, S-sí -le estreché el saludo, por educación.
-Bueno, y, ¿Qué te gusta hacer?
-Actuar, cantar, bailar, lo común.
-Genial, a mí me gusta eso, pero actuar no, jamás, me da pánico escénico -rió.
-Ah -volteé a ver mi celular una vez más.
-Oye, eres muy lindo -volteé solamente mis ojos en su dirección, y la vi extrañado -. Disculpa mi atrevimiento.
-No, está bien, gracias -corté la conversación, y me metí a instagram, a divagar.
-Oye, ¿Qué tienes aquí? -se acercó a mí y me señaló mi hombro, a lo cual yo volteé rápidamente.
-Nada, es parte del diseño de la... -antes de que pudiera voltear completamente, me besó.
¿Hubieran querido un spin-off de Matiego?
VOTA Y COMENTA PRECIOSX LECTOR/A.
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