Capítulo 3.

[Te protegería hasta de una explosión nuclear, aunque sepamos que ambos moriríamos]

—¡Joaquín, arriba, a la escuela! —mi mamá me movió mientras yo estaba bajo mis sábanas.

—Ya voy mamá —dije con los ojos cerrados.

—Ya me voy a trabajar, iré a dejar a Renata a la cita con el dentista, recuerda que debes asegurarte de que después de la cita, vaya a su colegio, marcas eh —creo que después de eso mis ojos se volvieron a cerrar.

Brrr, brrr.

—¿Quién marca?... —levanté el celular, y era la alarma de sacar las pinturas de artes del casillero.

Pero... Si esa suena las 8:00... MIERDA.

NO NO NO, VOY TARDE.

Me levanté corriendo, me quité la pijama y me puse el uniforme sin planchar, agarré mí mochila y bajé corriendo, sin bañar y sin desayunar nada, salí apurado y cerré la casa.
No me importó esperar el autobús, corrí hasta la escuela, que está a... Quince cuadras aproximadamente. Pero sabía que era más rápido así.

Llegué al colegio, pedí disculpas a la coordinadora y me dejó entrar muy apenas.

Toqué la puerta del salón, y la profesora me dejó pasar.

—Popó, traes pantalones rosas con ositos —me dijo mí amiga Andy.

Volteé hacia abajo... NO ME PUSE EL PANTALÓN DEL UNIFORME.

Todos se reían a mis espaldas, me puse rojo, lleno de vergüenza.

—Vamos, a los vestidores —me dijo Andy —.Profa ¿Podemos ir afuera? Es urgente.

Accedió y corrimos afuera.

—Cámbiame los pantalones anda —susurró en los vestidores.

—¿Qué? No, Andy, se van a reír de ti —bajé la cabeza.

—Da igual Joaquín, al menos a mí no me meterán la cabeza en el inodoro si los traigo, aparte hoy traje los pantalones aguados para artes, seguro te quedan —me pasó los pantalones por debajo del cubículo.

Me quité mí pantalón rosa de ositos y se lo di.

—Ves, mucho mejor, aparte son cómodos, todo bien —sonrió, y ahí confirmo porque es mí mejor amiga.

—Muchas gracias popó, te amo —sonreí tiernamente.

Transcurrieron las clases normales, al menos no tuve golpes de parte de Rodrigo.
Dieron salida y...

¡RENATA!

Tomé mí celular rápidamente, y llamé al colegio de Renata.

—Hola, sí, habla el hermano de Renata Bondoni Gress, quería saber si ¿sí asistió al colegio?

—Sí señor Bondoni, sí asistió, no se preocupe.

—Muchas gracias, hasta luego.

Menos mal que Renata no se fue de pinta, amén.

Emilio♥️: ¿Te pusiste pijama para ir al colegio? JAJAJAJA.

Joaco B: ¿Qué, me estás espiando?

Emilio♥️: Te subieron a instagram bro.

🖼️Foto de Joaquín en su pijama.

Joaco B: De verdad que no les basta con reírse de mí en el salón.

Emilio♥️: ¿Qué? ¿No fue Andy quien te puso?

Joaco B: No Emilio, el que lo hizo, lo hizo justamente para burlarse de mí, gracias.

Emilio♥️: Oye... Perdón, pensé que tú y Andy habían ido así... Eh, perdón.
Visto ✓✓.

Genial, ahora más razones para burlarse de mí.

—Oye gay—Rodrigo me empujó y caí al suelo raspando mis manos contra el pavimento —. ¿Te gustó la foto que subí? Ya tiene muchos comentarios, deberías leerlos. Y oye, ¿Ya supiste que la exterminación de gays empezó? —me pateó y siguió su camino.

Caminé hasta mí casa, cuando llegué ya eran las tres de la tarde, me demoré demasiado.

El teléfono de la casa estaba sonando cuando llegué.

—¿Bueno? ¿Hablo a la casa de Joaquín Bondoni?—una voz familiar.

—Hola señor Osorio, soy yo.

—Joaquín, tenías llamado desde hace una hora, ¿Vas a venir o no? —se escuchaba molesto.

—¡Ya mismo voy!

—Mandaré a Emilio por ti, llega en veinte minutos, y hablaremos cuando llegues.

—Sí señor, aquí espero a Emilio.

¡Día de mierda! Olvidé que el llamado era a las dos, y a mí teléfono se le acabó la batería.

Subí rápidamente a mí cuarto, dejé el celular cargando. Corrí a la regadera, me di un chapuzón rápido, salí y me puse lo primero que encontré, encendí mí celular y tenía como veinte mensajes de Emilio, diciéndome que tenía llamado.
Agarré mí maleta, cargador, bajé rápido y tomé unos pingüinos cookies and cream, y una pepsi.

Escuché el claxon del auto de Emilio, tomé las llaves y salí corriendo, cerré la casa y subí al auto.

—Ya sé lo que vas a decir, perdón, mira, caminé muy lento, olvidé que tenía llamado, se me descargó el celular porque me empezaron a llegar muchos mensajes y comentarios, tuve un día de mierda, y en serio perdón, tú papá me va a matar, capaz y ya no quiere que sea Temo en la novela ah... Me van a echar y mí mamá me va a matar, por poco olvido a mí hermana Renata, y es que...

—¡JOAQUÍN BONDONI GRESS! —gritó Emilio con fuerza, o como diría él, con huevos —. Te entiendo, todos podemos tener nuestros días dónde nos va muy mal, no te va a sacar de la novela, solo te dará una plática sobre responsabilidad, y oye todo bien, ¿Sí?

—Hoy más que nunca soy un maldito desastre —me recargué en el asiento.

—No digas eso, eres muy cool, solamente te tropezaste por llegar tarde al colegio —nos detuvimos en un semáforo.

—¿Cómo sabes todo lo que me pasa? —arqueé una ceja.

—Mira, te subieron a las redes a las ocho con treinta, asumí que llegaste tarde, por como ibas vestido, despeinado, aparte, entras a las siete al colegio tonto —me volteó a ver —¿Te molestaron mucho por llevar tu pijama? ¿Fue ese tal chico que subió la foto?

—Se rieron todos de mí, y escuché susurros que decían "Que gay", "Se le nota lo maricón” —cerré mis ojos —. Y ese chico, se llama Rodrigo, y es un idiota.

—Ay no, los de tu salón son muy inmaduros, yo también tengo pijamas así, tengo un mameluco de osito —me dió su sonrisa de conejo.

—Yo uno de Stitch, me encanta Stitch —sonreí con los labios.

—Ves, no hay problema, aparte esos comentarios, wey, no eres gay, no te tiene porque afectar, así que todo relajado, mira ya llegamos, prepárate para la charla con mí papá digo, el jefe.

Sí soy gay, sí me afecta, sí duele, mierda mierda.

—Tienes razón, no me va a afectar más, vamos a la oficina... —dije con miedo y algo tembloroso.

Después de una plática sobre la puntualidad, la prudencia y etc. De una hora, por fin salí de la oficina, regañado. Pero al menos no me echaron.

Emilio estaba en las escaleras, metido en su celular.

Bajé y antes de entrar al baño escuché mi nombre.

—Joaquín —de Emilio—. ¿Qué pasó?

—Pues sí, una plática larga, pero al menos no me corrió —entré a los baños y Emilio me siguió.

—Me alegra que no, la neta me alegra mucho —guardó su celular y se puso frente al lavabo.

—¿Ah sí? No podrías vivir sin mí —bromeé.

—Uy si, uy si. Bueno aunque la neta tienes razón, no quiero otro compañero para hacer esto, tú y yo ya somos brothers —me dió un puñetazo leve en el hombro.

"Brothers".

—Entonces, mañana hay llamado, ¿Verdad? —me lavé la cara.

—Así es señorito, a las dos de la tarde. Si quieres yo puedo pasar por ti a tu escuela, para que así no se te olvide —se alborotó el cabello.

—¿Seguro? Ay no Emilio, vas a gastar gasolina y tiempo —me apené.

—Nah, no importa, así la pasamos chido, aparte mi hermana va a clases de teatro atrás de tu escuela, la recojo a la una con diez, pero en lo que la voy a dejar a mi casa y luego nos venimos para acá, se hacen las dos, ¿Te parece?

—Sí, acepto —me sonrojé al darme cuenta de que sonó como respuesta de boda.

—Me parece exquisito señor Bondoni Gress —hizo una reverencia ante mi.

—Me suena magnífico, elocuente señor —hice otra reverencia y extendí mi mano la cual el estrechó.

Ambos reímos y nos miramos más tiempo de lo que una mirada normal debería durar.

Al día siguiente me levanté ahora sí, me bañé muy muy bien, tallé mi cabeza hasta que me dolió.
Me puse el shampoo de mi mamá, me puse varias de sus cremas, y me barnizé de desodorante.

Salí a cambiarme, me puse el uniforme, y guardé ropa en la mochila para cuando Emilio fuera por mí. Me acerqué al peinador, y me puse algo de mousse en el cabello.
Con ciertos productos, me puse un poco de polvo fijador, bálsamo en los labios y me empapé de perfume.

Bajé y comí granola con yogurt, luego tomé las llaves y me fui al colegio. Llegué temprano al parecer.

Dejé mi mochila en mi pupitre, saqué un cuaderno y me puse a dibujar. Me inspiré en Emilio, así que dibujé esto...

(Aclaración, no sé de quién es el dibujo, lo tomé de internet, si alguien sabe de quién es, decirme en los comentarios y doy créditos, gracias.)

Tal vez no era igual a él, pero para mí significaba mucho. Estaba sonriendo como idiota, hasta que escuché las voces familiares que más odiaba.

—¡Mira nada más, el gay llegó temprano! —Rodrigo me azotó la cabeza con el pupitre, de nuevo —.¿Qué tienes ahí? Ay, un dibujito... ¿A poco ese es tu novio? —mantuve la boca cerrada —¡Respóndeme imbécil!

—No...no es nadie... —dije con los brazos en la cabeza.

—¿No?, Bueno, entonces no te molestará que lo tome... —me arrebató mi cuaderno y corrió a la ventana del salón, yo me paré rápidamente pero sus otros tres amigos me detuvieron—. ¿Lo quieres Joagay? Ve por él mariquita —lo rompió en cuatro, tiró los pedazos por la ventana y luego rompió el cuaderno en dos para lanzarlo lejos por la ventana igualmente.

Vino hacia mí, me empujó fuertemente al piso, y los 4 orangutanes vestidos con los pantalones más apretados que las bubis de Amanda Lepore salieron del salón campantes.

Me hice bolita en el piso, abracé mis rodillas y me puse a llorar... Puse amor y esfuerzo en el dibujo... Y mi cuaderno... Me lo había regalado mi papá.

Me levanté rápidamente para correr al baño, y sequé mis lágrimas, aunque ya tenía los ojos rojos de todas formas.

Vamos Joaco, limpiate, pon una sonrisa, y en la tarde vendrá Emi... Todo estará mejor....

PREEEEEGUNTA:
Coger, matar, casar entre: Joaquín, Emilio y Niko.

Y de entre Mateo (Mauricio Abad), Carlota (Ale Müller) y Thiago (Sian Chiong).

VOTA Y COMENTA, asies.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top