Capítulo 2.

[No era más que una ilusión, una muy hermosa ilusión]

—Hola jotito —recibí un golpe en la cabeza de parte de Rodrigo —. Mí papá te vió anoche con un chavo en los helados, ¿Ya encontraste a tu media mariquita?

Genial, era el papá de Rodrigo quien nos vió.

—¿No vas a hablar niñita? ¿Quieres tu cabeza en el baño como la otra vez? —golpeó mí pupitre con sus libros.

—Era un amigo nada más —titubeé un poco.

—Y por eso estaban tomando un helado del mismo vaso ¿No? Ya no trates de ocultarlo Joaquín, te gusta la verga y se acabó.

—Déjame en paz Rodrigo —tomé mí cabeza entre mis manos.

—Te dejaré en paz cuando dejes de ser gay, a ver si te empiezas a componer ya desviadito, porque sino, te voy a tratar peor, hasta que quieras no estar en ésta escuela, porque aquí no hay lugar para gays —azotó mí cabeza contra el pupitre.

Ya no quiero ser molestado por Rodrigo, ya estoy harto, ni si quiera puedo ir al baño sin que los chavos se quiten, me orinen encima o me hagan preguntas como ¿No te excita verme? Ó ¿Te gusta entrar aquí para masturbarte viéndonos?

Jamás estaría con alguien del colegio, porque todos son unos idiotas. Menos Andy, la que nunca me ha dejado de lado.

Después de la escuela, me tocaba ir al set, así que tomé un bus directo al estudio.
Al llegar me maquillaron y pusieron listo para las siguientes escenas.
No tenía muchas ganas de actuar después de los golpes de hoy.

—Hola Joaco —Emilió me dió la mano para saludarme.

—Hola Emilio —respondí cabizbajo, un poco cansado.

—¿Pasa algo? —preguntó mientras se arreglaba el cabello en nuestro camerino.

—No nada, solo no dormí muy bien.

—De seguro porque soñaste con éste galanazo que tienes aquí en frente —me guiñó un ojo.

—Quisieras Osorio —reí.

—Oh vamos, soy un papi chulo, no puedes negarmelo —recorrió su cuerpo con sus manos.

—No te lo voy a negar, tu tututu tututu tututu —bailé un poco la canción.

Después de grabar, se dieron las 8 de la noche.

—¿Te llevo a tu casa? —escuché a Emilio gritar desde el vestidor.

—Tomaré el bus —agarré mí mochila.

—Ay claro que no, un actorazo como usted no puede ir en bus, te van a robar, yo te llevo —salió del vestidor poniéndose aún la camisa, dejando ver su abdomen.

—Está bien Osorio, no te diré que no.

Me llevó a mí casa, y después de que se fue, me recosté en mí cama, a leer los mensajes de odio que recibo díario de gente del colegio, anónimos claro, porque son unos cobardes.

Anónimo: Me das asco, porque sabemos que te le declaraste a Rodrigo hace un tiempo.

Anónimo: Eres gay, y eso está mal, si quieres ven a la Iglesia que está frente al colegio, aquí te vamos a corregir.

Anónimo: Joaquín Bondoni traga verga.

Anónimo: Su mamá ha de estar asqueada de tenerlo, y si no lo sabe, pobre mujer, lo que le espera.

Anónimo: Mí papá me dijo que no me acerque a ti, porque dijo que tal vez se me pega lo gay, que asco me das.

Anónimo: Deberías matarte, al cabo que nosotros no queremos a gays como tú.

Anónimo: Por eso tú papá los dejó de seguro, porque descubrió que eres gay.

Suficiente por hoy... No puedo con tanto odio...

Emilio♥️: Joaquiiiiiinnn, el sábado va a haber una fiesta en casa de Roy, un amigo, ¿Vienes?

Joaco B: Claro, estaré ahí.

Emilio♥️: Trae globos, las amigas de Roy están bien buenotas.

Joaco B: Jajaja, va.

¿Qué dirías, eh? ¿Qué dirías si supieras que soy gay?
Actuamos en una novela donde lo soy. Pero, tú no sabes lo que soy en la vida real.
En la novela... Me aceptas se supone pero... Ese es Aristóteles, no Emilio.

¿Qué dirías si supieras que Temo y Joaquín son uno mismo?...

Probablemente te alejarías de mí, ¿O no?...

Día de la fiesta.

Joaco B: ¿Dónde es la casa de Royer?

Emilio♥️: Tú ni te preocupes, ya voy por ti, más te vale estar listo Bondoni.

Joaco B: Va pues.

Emilio llegó por mí, vestido con camisa blanca, chaqueta negra de cuero, y unos jeans negros rotos.

Yo iba con una camisa de palmas, con una sudadera amarilla, y pantalones color mezclilla.

—Tienes estilo Bondoni —lo dijo con un tono relajado.

—Tú igual Osorio —subí a su auto —.¿La fiesta es de tu amigo Roy?

—Nadie cumple años Joaco, solo es una reunión.

—Oh... Bueno entonces es mí primera salida a una reunión —me acomodé en el asiento.

—¿Es neta? —Emilio me volteó a ver y abrió sus ojos como platos.

—Te cae —me reí.

—Y te aplasta, no mames Joaquín jajaja.

—Y pues, ¿Quienes irán? —pregunté mientras veía por el retrovisor.

—Pues mis amigos, Adrián, Diego, el otro Diego, su hermana Paola, Salvador, etc.

—Ahh no pues, solo conozco a Paola y a los dos Diegos. Ya que Pao está en tres8uno, igual que Diego Valdés.

—Ah sí es cierto, oye, si estás en una banda, cántame pues, faltan cómo 20 minutos todavía para llegar acá Roy —nos paramos un semáforo.

—Ay no que pena —reí agachando la cabeza.

—Cántame andaaa—era como un niño pequeño al que no le podía decir que no.

—Pon la pista de Make you feel my love de Adele anda—respiré profundo mientras la ponía.

(Para que lean la letra, ignorar el vídeo de Glee).

—When the rain is blowing in your face... And the whole world is on your case, I could offer you a warm embrace... To make you feel my love... —sentía la canción... Sabía que sí.

Después de cantar con todo mí corazón llegan los versos finales.

—I could make you happy make your dreams come true... Nothing that I wouldn't do, go to the ends of the Earth for you... To make you feel my love... To make you feel my love....

—No mames wey —dijo Emilio —.Cantas chingonsisimo.

—Muchas gracias Osorio.

Estancionó el auto en la casa de Roy, bajamos y entramos.

—¡Hey hey, Emilio! —un chico alto de ojos claros se acercó a Emilio y se dieron un choque de pecho.

—¡Emiliooo hijo de perraaaa! —otro chico con cabello largo lleno de rizos y ojos rasgados le dió un golpe en la espalda para luego abrazarlo bruscamente, reconcí que era Diego.

—Hola Emi —Pao se acercó y lo saludó de beso.

—Vaya vaya señor famosorio —bromeé cuando regresó a donde yo estaba.

—Cállate Bobondoni —me arrastró hacia la gente —. Adrián, el es Joaquín, mí nuevo compañero en el rodaje de la novela.

Ambos estrecharon sus manos con la mía y sonrieron.

—Oye Emilio, deberíamos jugar a retos, como en el vídeo del año pasado —Adrián le dió un empujón a Emilio.

—Va va va, nos sentamos todos en la sala de Roy y jugamos —se frotó las manos en las piernas.

—Tu sudadera está chida —un pelinegro de tez morena se me acercó.

—Oh, eh, gracias eh... —esperé a que me dijera su nombre.

—Royer, más conocido como galanazo.69 en instagram —me dió la mano.

—Ya vas a empezar a asustar gente Roysito—Adrián vino hacia el y le alborotó el cabello con el puño.

—¿Quién es él? —me señaló con la mirada.

—Me llamo Joaquín, soy amigo de Emilio —metí mis manos en la sudadera.

—Ah ya va, ¿Juegas? —dijo Roy.

—Claro —espero no hagan esos juegos de tener sexo o algo así... Santo Jesús.

Después de jugar un rato, surgió el típico "7 minutos en el cielo". Giraron la botella y...

—Uuuyyy —se escuchó el escándalo en la sala.

—Ay no así no cuenta, dos vatos para qué —dijo Diego el de los rizos.

—No seas aguafiestas, capaz y nuestro Emilio nos sale rosita—bromeó Roy.

—Culo sí no —gritó Adrián.

—¡CULO SI NO, CULO SI NO! —los chavos hacían mucho ruido pronunciando aquella frase.

—Venga va —dijo Emilio levantándose y dándome la mano —Estaremos aburridos por 7 minutos en el baño.

—¡Bésalo para desaburrirte! —gritó una chica a lo lejos.

Nos metimos al baño, y se escuchó cuando pusieron el candado por fuera.

—¡Ya pusimos el temporizador, estaremos jugando a otras cosas mientras salen! —gritó Pao.

—Si bueno, ¿Quién tiene hambre? —Emilio se sentó en el lavabo.

—Tengo ganas de jugo de mango —dije sentado en la alfombra que está junto al retrete.

—Y bueno, ¿Como te va en tu colegio? —movía sus pies arriba abajo, balanceándolos.

—Ah eh, bien bien —se me salió un gallo.

—¿Y ese titubeo? ¿Te va mal en las calificaciones?

—No, voy en los primeros lugares, no tengo problema —sonreí.

—Mmmh, algo tienes, ¿Te molestan en el colegio? —me miró confundido.

—Un chico, me molesta un poco pero nada grave... —traté de actuar lo más tranquilo posible.

—¿Cómo te "molesta un poco"?

—Al llegar me golpea la cara contra mí pupitre, a veces me mete la cabeza al inodoro, y pues así —sostuve mí cabeza con mis manos.

—Oye Joaco, eso no está bien, ¿Y por qué te molesta? —bajó del lavabo para sentarse frente a mí en el piso.

—No, por nada, supongo que solamente porque no tiene nada mejor que hacer —rodeé los ojos.

—Oye, van cuatro minutos y ésto es eterno, solamente te diré que deberías acusarlo, o yo te puedo defender si quieres.

—Nah, todo bien, y sí, es eterno, deberíamos besarnos para romper la tensión —me sonrojé.

—¿Q... qué?

—Es broma estúpido —ojalá fuera una broma.

—Ahh, casi me haces pensar que eres gay, como Temo—rió —. Aunque ... Yo sí quiero besarte... —Me tomó de las mejillas.

Mí corazón empezó a tener un ataque y me puse rojo de las mejillas y mis labios se pusieron pálidos seguramente, mi cara estaba ardiendo.

—¡Es broma idiota! No pongas esa cara como si hubieras visto un fantasma —me soltó y empezó a descojonarse de la risa.

—Eres un baboso Emilio —traté de actuar en lo que cabía de normal —Pero, ¿Te puedo pedir algo fuera de bromas?

—Si no es dinero, soy todo tuyo —golpeó sus manos suavemente contra sus piernas cruzadas.

—¿Me darías un abrazo? Solo... Siento que necesito uno, ahora —por favor dime que sí, por favor dime que sí...

—Claro, sin pedos —me abrazó por mis hombros fuertemente, y para ser honesto, duró más de lo que un abrazo normal duraría, y no sé si es porque yo no quería soltarlo, o porque él no quería soltarme a mí.

—¡AHHH CON QUE SI NOS SALISTE GAY! —gritó Roy abriendo la puerta fuertemente.

—¡Cállate Roy, estábamos hablando de algo serio! —Emilio se paró rápidamente, soltándome casi instantáneamente.

—¡Emilio estaba abrazado de Joaquín! —Diego empezó a bailar ridículamente.

—Ay ya, solo fue un abrazo—Emilio volteó sus ojos hacia mí, y me sonrió con pena.

Después de estar un muy buen rato en la fiesta, Emilio me fue a dejar a mí casa.

—Oye, ¿Qué opinas de los gays? —solté sin rodeos ya en el auto.

—Pues, que son personas, como nosotros, sin embargo, no sé si me gustaría estar con uno, siento que se enamoraría de mí, mira a éste monumento, y pues no, wacala, no quiero a un vato periguiendome siempre. Pero bueno, lo respeto, creo yo —sus palabras dolían... ¿Qué tal si supiera que ha estado conviviendo con un gay estos últimos días?

—Ah va va —asentí.

Llegué a mí casa, y al entrar a mí cuarto, me tiré en la cama, muerto de sueño, me quedé dormido, pero juro haber escuchado a mí celular vibrar, sin embargo ya estaba muy cansado para moverme.

Anónimo: Cuídate, te estamos viendo, la exterminación de gays ya empezó Bondoni.

PREEEEEGUNTA:
¿Si fueras Emilio por un día, qué harías?

VOTA Y COMENTA POFAVOOOOO.

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