[Te pediría que me contaras las estrellas, para tenerte eternamente a mi lado]

—EMPIEZA EL DÍA TEMPRANO, MÚSCULOS AL MÁXIMO AH —grité mientras me levantaba de golpe de la cama.

Pensar en que hoy podría morir al llegar, me ponía de nervios, pero al menos me aseguré de que Renata nunca estuviera en peligro.
Ayer contacté a varios amigos matones de su secundaria, y les pagué (electrónicamente) para que cuidaran de mi hermana en todo el lapso del colegio y que la acompañaran hasta la casa, ya que ella está en una escuela diferente a la mía, ¿Por qué? No sé, pregúntale a mi mamá.
Aunque sean "matones", parecen niños fresa de barrio, son tres, así que no hay problema. También contacté a varias de sus amigas para que también la acompañen de regreso, así que Renata llegará con una bola de chavos desde hoy a la casa.
Puse sensores de seguridad en la casa, y en el porche, si alguien que no sea mi mamá, yo o Renata trata de abrir la puerta, se activará un sensor que llamará a la policía y me avisará a mí en mi celular.
Puse cámaras en el porche, en el patio, en la sala y en la entrada del cuarto de Renata.
Díganme loco, pero es mi hermana, y nadie toca a mi hermana.
Afortunadamente no hace nada más al llegar a la casa, se queda en su cuarto escuchando música o viendo vídeos. Por lo cual no tengo que preocuparme de nada más, sin embargo, contraté a un chófer, así que si ella quiere ir a algún lugar, "Felipe" vendrá por ella y vendrá a dejarla sana y salva.

Bajé ya listo para comer mi desayuno, lo tomé y me encaminé a la escuela, rogando para que Niko ya estuviera ahí. Gracias a Miley Cyrus que así fue.

Al llegar Niko se sentó conmigo a platicar de la graduación, siempre grabando directo para que ninguno de los peleles se nos acercaran. Llegó Rodrigo, con una cara de mala leche, supongo que se dió cuenta de que no grabó el vídeo.

—Algún día Bondoni —me alcanzó a decir para luego marcharse del salón, frustrado.

Las clases transcurrieron normales, y dimos nuestro último ensayo en la escuela, un ensayo general, ya que mañana es la graduación. ¡MAÑANA ES LA GRADUACIÓN!
Último día de sufrimiento, por fin me liberaré de los chimpancés sin cola.

—Te compré algo para mañana —me dijo Niko emocionado, mientras esperábamos a la última maestra del día.

—¿Qué es? —susurré.

—Es una sorpresa, pasaré yo por ti eh, mañana a las seis de la tarde —me dijo.

—Pero si la graduación es a las siete —lo miré confundido.

—Pero en lo que damos una vuelta, para presumir a la gran pareja que voy a llevar, y en lo que llegamos se dan casi las siete Joatitch —subió un poquito la voz ya que hacían mucho escándalo en el salón.

—¡Uy, con que los gays se van a andar exhibiendo por las calles! —nos gritó Rodrigo.

Y se escuchó una booyah hacia nosotros departe de varios del salón, pero Andy habló.

—A ver mocosos, ¿Qué no entienden lo que es el respeto? ¿La diversidad? ¿La inclusión? —se levantó de su lugar —. Son personas, independientemente si mis compañeros son gays o no, es muy su pedo —Andy me guiñó un ojo discretamente — Si no están de acuerdo en esa clase de pensamientos, o formas de ser, al menos respeten, ¡Amor es amor chicos!

Varias pocas personas le aplaudieron, éramos cuatro, y dos de esas éramos Niko y yo.
Pero bueno, se hizo lo que se pudo.

Ya nos dieron permiso de salir al patio para ensayar, y estuvo calmado.
Ya que terminamos, Niko me acompañó hasta mi casa, a dejarme sano y salvo, y sin secuestros ésta vez.

Estoy nervioso, mañana es la graduación.
Irá mi mamá y mi hermana a verme, todo tiene que salir bien. Y saliendo de la graduación a las diez, es la fiesta de despedida en un salón enorme detrás de dónde será mí graduación, nos quedaremos a dormir todos ahí.

Tienen cuartos grandes, donde hay cuatro literas y caben ocho personas, son bastantes y creo que estará muy cool.
Rezo para que al menos mañana sea un buen día, y que no me moleste Rodrigo...

No hay clases mañana, solamente la graduación.

Empecé a practicar el vals en mi habitación, pensando en que solamente mañana y seré libre, vacaciones... Al menos de la escuela.
La novela se estrena en Julio, espero que a la gente le guste... De verdad. Y yo entro a la preparatoria en Agosto.
¡El examen de admisión es en unas dos semanas! Sí, sí he estudiado, todo estará bien.

Después de hablarme a mí mismo por un buen rato, emocionado pensando en mañana, saltando de alegría en mi habitación, me empecé a hacer unos tratamientos en la cara, removí el maquillaje y ahí siguen mis moretones.
Pero eso no me va a impedir verme fabuloso mañana. Tomé varias cremas y mascarillas, me reventé algunos pequeños barritos que tenía en la quijada y luego me acosté a descansar.

Anónimo: Hoy saliste ileso... Mañana es nuestra despedida Joagay... O al menos eso crees tú.

Nada ni nadie me va a arruinar éste momento de relajación.

Emilio en instastories:

*Historia con María dándose un pico*.

Dije... Nada ni nadie va...

María en instasories:

*Beso con lengua a Emilio*

A quien engaño ah... Se me escaparon dos lágrimas de los ojos, pero me repuse, volviendo a descansar con la mascarilla en mi rostro.
Por fin me quité todo y se dió la noche.

Mi traje ya estaba listo, mi maquillaje, todo estaba bien. En el nombre de mi diva Ariana que todo salga bien mañana.

Decidí dormir temprano, después de todo, mañana era el gran día.

Me levanté, vi el reloj y son las 12 de la tarde, descansé bien y hoy todo saldrá bien.

Flashforward:

—¡SUELTENME, SUELTENME!

Fin del flashforward.

Me bañé, tardandome al rededor de casi una hora en el baño, hoy tenía que estar reluciente.

Estuve haciéndome mascarillas, masajes en el rostro durante otra hora, ya tenía mí traje listo y colgado, bajé a comer algo y tardé otra hora más.

Las tres con diez de la tarde, estoy muy emocionado, bailaré y me veré cómo una prince.... Un princeso, eso, seré un hermoso princeso con traje.
Puse música de Ariana, y dejé que las notas me llevaran a bailar, estaba emocionado haciendo lypsinc cuando escuché un estruendo en detrás de mí.

Alguien había lanzado una piedra del tamaño de la palma de mí mano, afortunadamente tenía el vidrio de la ventana abierta y no rompió nada, en seguida corrí a ver pero ya no había nadie.

—Joaquín, ¿Qué fue eso? —escuché a mí mamá decir desde abajo.

—Se me cayó un bote de crema mamá, perdón —recogí la piedra, y cerré mí habitación con candado.

Tenía una nota que decía: “Último día mariposon, tú peor pesadilla será hoy".

No dejaré que me arruinen el día... No lo permite, ahora sí que no. Por lo mismo no voy a entrar a mis redes sociales, no vaya a ser que me aparezcan fotos de "Emiria", ya que sigo el hashtag emiliomarcos.
Seguí cantando canciones de mí Diosa, hasta que se dieron las cinco, y decidí empezar a maquillarme.

Me puse base para cubrir cualquier rastro de moretones, como lo hacía diariamente, luego un poco de corrector para ojeras, polvo fijador, y peiné mis cejas, para después ponerme bálsamo labial.

5:35 p.m.

Me puse el traje y me vi al espejo... Perfecto.

6:00 p.m.

Sonó el claxon de un auto, y bajé con mí maleta pequeña.

—Nos vemos en el salón sí mí amor, no te lleves la maleta, yo te la llevo y cuando sea la fiesta te la dejo —mi mamá me dió un beso y me acompañó afuera.

En cuanto salí, vi una enorme limosina blanca... Y se me cayó la boca tanto que mí mamá me la cerró de un golpesito.

Y cuando Niko bajó, a la que se le cayó la boca fue a mí mamá, al verlo con traje rosa.

—Dejenme tomarles una foto antes que algo suceda —mi madre tomó su celular y nos acomodó en la pared que hay en seguida de mí casa.

(No acepto quejas de mis ediciones JAJAJA).

—Hermosos, se ven hermosos —le veía ganas de llorar a mí mamá.

—Ma, tranquila, solo es mí graduación, no es como que me vaya a casar —y Niko rió.

—Sí, sí, ya me voy a meter a terminar de arreglarme, nos vemos a las siete mí amor —se despidió de Niko y de mí y se metió a la casa.

—Antes de irnos, ¿Te acuerdas de la sorpresa? —se puso de rodillas y me sonrojé, haciendo notar mis nervios —. Tranquilo menso, no te voy a pedir matrimonio, éste chiquibeibi tiene dueña —sacó algo de su pantalón, una cajita, y la abrió frente a mis ojos —. Joaquín Bondoni Gress, ¿Serías oficialmente por ley mí compañero de graduación?—había un ramillete pequeño, para ponerse en la esquina del saco, con una flor rosa llena de follaje blanco, y tenía incrustadas unas letras en el palito que decían... Jbg×Ncl.

—Es muy bonito... —Niko se paró y me lo puso en el saco, acto seguido saco otro de su otro bolsillo, y se lo puso, el suyo decía Ncl×Jbg.

—Son nuestras iniciales, Joaquín Bondoni Gress por Nikolás Caballero Landagaray —sonrió —. ¿Te gustó?

—Me encantó, ¿Mejores amigos Nilo?

—Mejores amigos Joatitch —me abrazó y subimos a la limo.

Anduvimos dando la vuelta con la música a todo volumen, y decidimos salir por el compartimento de arriba para ver la ciudad. Todo se veía hermoso, el cielo estaba despejado, aún había sol.

—¡Asco con los gays! —escuchamos gritar a alguien atrás de nosotros.

—¡No se exhiban jotos! —y ésta vez tuvimos reflejos ninja, porque nos aventaron un cono de nieve, y nos agachamos súper rápido.

Nadie iba a arruinar nuestros trajes.

Salimos una vez más...

—¡Púdranse! —un chico nos gritó, y recogió una piedra del suelo para lanzarnosla, le iba a dar a Niko pero me interpuse, abrazándolo, y la piedra me pegó en la espalda.

Nos caímos a los asientos, y decidimos cerrar el compartimento mejor.

—¿Te lastimó? ¿Te hirió? —Niko muy enojado abrió la ventana de la limo —. OYE TU ESCORIA DE LA VIDA, ANIMAL RASTRERO, JÓDETE —le gritó al chico que nos había lanzado la piedra, para rápidamente cerrar el vidrio.

—Mejor nos quedamos adentro, al cabo nosotros podemos ver la ciudad y la ciudad no nos ve —sonreí, disfrutaría éste día, sin importar la homofobia que hay contra nosotros.

—No me importa lo que nos digan Joaco, yo te quiero, te amo, eres mí mejor amigo, eres gay, yo bisexual, y estamos orgullosos de ello aunque aún no salgamos a la luz, unidos podemos hacer esto, podemos salir adelante, porque somos una comunidad muy grande, y sabes, no me imagino mejor compañero para viajar por ésta montaña rusa —lo abracé, yo amaba a Niko, es una gran persona.

—Algún día seremos muy famosos, y lucharemos contra la homofobia, lucharemos para que la inclusión se propague, algún día podremos ser figuras reconocidas para darle un ejemplo a aquellos chavos de clóset, algún día... —me imaginé cuando se estrenara la novela, y si habría chance de que mí personaje saliera del clóset... Para ayudar a los chavos que se sienten inseguros... Como yo.

Llegamos al salón, y al bajar, lo hicimos como se debía, como unas totales divas.
Primero bajó Niko, sacando pierna, saliendo desde abajo, parando el culo, ¡VENGA NIÑA MUEVELO!
Luego salí yo, saqué ambos pies, y me paré modo perra empoderada, sacando culo también, y terminamos poniéndonos de espaldas con los brazos cruzados.

Nos tomaron la foto de llegada, y caminamos un poco para llegar a la multitud.

Se escuchaban susurros, había caras de mala gana, ojos que se volteaban, otros que hacían caras de asco, pero no, no nos iba a importar ésta vez.

—¿Me deja llevarlo del brazo mí querida pareja invitada? —Niko habló con una voz refinada y más gruesa, haciéndome una reverencia.

—Pero claro que sí, mí joven pareja aliada, entremos a éste salón con porte y elegancia, algo que éstos plebellos jamás podrán tener ja-ja-ja —me llevó del brazo y caminamos lo más perras sofisticadas posibles.

Entramos al salón, y decidimos esperar por el lado donde estaban formados los alumnos.

—¿Les viste la cara? JAJAJA —Niko no se aguantó de tirar una carcajada.

—Claro que sí, pareja, JAJAJAJA —su risa era contagiosa, no pudimos evitar soltarnos a reír y agonizar en carcajadas.

—Faltan diez minutos para la entrada triunfal, que nervios ah, y pensar que éste es el final de un ciclo —ya más calmado se limpió las lágrimas de lo que se había reído.

—No mames... —vi una cabellera conocida en los asientos de los invitados, pero la persona no se volteaba para verle el rostro, sé reconocer ese cabello donde lo vea... Tal vez solo me estoy mal viajando.

—¿Qué pasa?

—No... Nada, me confundí —dejé de ver a los invitados y me concentré en Niko.

Nos fuimos a formar con los de nuestro grupo, éramos la pareja número dieciséis, atrás de nosotros estaban Andy y su chico, y detrás de ellos Rodrigo con una chica alta de ojos claros, y para finalizar los orangutanes con sus parejas, que eran gemelas.

Empezó a sonar la música, empezamos a valsear, mí mamá ya estaba en la multitud y yo estaba nervioso.

—Tranquilo, yo te cuido —me dijo Niko entre dientes al sentir mí mano temblar.

Después de un rato de valsear.

—A continuación, la joven Micaela Hernández Pérez acompañada de José Arnulfo Martínez Carrasco... —habló la directora.

Seguimos nosotros, seguimos, ahh.

—La jov... El joven Joaquín Bondoni Gress, acompañado de... ¿Nikolás?... —la directora nos vió en un instante y retomó la toma de lista —. Nikolás Caballero Landagaray.

Todos, se los juro, todos, absolutamente todo el maldito salón lleno de invitados nos volteó a ver con una cara de sorpresa y confusión.

Pero no me importó, no me importa, hoy es nuestro día.

Avanzamos valseando, y ya empezaron a decir a Andy y su pareja pero al pasar por el gran pasillo, al fin pude reconocer la cabellera de la que hablaba hace rato.

Emilio.

¿¡Qué hace aquí Emilio?!
¿Por qué?
¿Por qué mí día feliz, se convierte en uno lleno de nervios y desgracia?

Niko pudo sentir mí apretón de manos, mis nervios aumentaron.

—Ey, mira al frente, no le hagas caso, todo estará bien —me volvió a decir Niko entre dientes, cuidándome.

Emilio no me quitaba la mirada de en cima, se veía algo... Molesto, ¿Celoso? ¿Asqueado? Nunca lo sabremos.
¿Pero, por qué está aquí?

Llegamos a nuestros asientos, y mantuve la mirada en el piso, no puedo creer que me vaya a arruinar mí graduación.

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