Dollhouse
Esto me recuerda a mi antigua historia "DOLLHOUSE"
Que recuerdos :'v
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Tick Tack.
Tick Tack...
El reloj se encontraba siendo un simple un sonido de fondo opacado por la gente que se encontraba dentro de la mansión Pines, estaban ahí celebrando el cumpleaños de la pequeña Mabel Pines, quien ya no es tan pequeña con sus 15 años ya cumplidos, mientras que Mason, conocido por los cercanos como Dipper, habia cumplido hace pocos sus 9 años de edad, su fiesta habia sido de las mejores, aunque no era mucho decir que el padre no estubo presente en la fiesta del pequeño, sin embargo con su querida hija Mabel siempre hacia una exsepción.
Todos los amigos de la adolescente se encontraban felicitandola y jugando con ella en su fiesta como los inmaduros que eran, mientras Dipper se encontraba con su, aun, niñera Wendy Corduroy, quien le estaba contando sobre su familia y de cuando de pequeña habia ido a un campamento de leñadores, aun cuando el pequeño castaño se sabia la historia de memoria amaba oirla, era su historia favorita.
Las copas chocaban entres ellas en agradecimientos, las risas sonaban en las salas, las personas abundaban, era algo hermoso para un bello cumpleaños, aunque el pequeño Dipper sabia que eso duraria poco.
-¡¿Qué hacias con esa maldita ramera?!
-¡¡Cogiendo!! ¡¿Eso es lo que quieres oir?! ¡¡Pues estabamos cogiendo!!
-¡¡No puedes estar con esa sucia rata!!
-¡¿Y quien eres para impedirmelo?!
El de ojos avellana se apresuró y cerró las cortinas. Lo que pasaba a puertas cerradas nunca debia contarse.
La familia Pines, una prestigiosa familia llena de riquezas y fama, vivian el sueño americano, esta familia vivía una buena vida, con lujos, autos nuevos, ropa cara, ese tipo de cosas. La pareja estaba en su mejor punto, junto a sus dos hijos, una hermosa chica llamada Mabel Elizabeth Pines, quien a sus 15 años era la más popular de su escuela, era estudiosa, talentosa, tenia un toque para la moda y la reposteria, era capitana del equipo de porristas y presidente del consejo de estudiantes, otro valor agregado eran sus buenas calificaciones, era la chica perfecta. Por otro lado estaba Mason Erasmus Pines, quien era un niño muy imperactivo que le gustaba leer historias de fantasía, amaba ir a la escuela y era muy aplicado en sus estudios para su corta edad, amaba los peluches y las cosas suaves, tenia toda una colección de ello en su cuarto, era muy lindo.
El matrimonio Pines, estaba conformado por Delaida Pines y Robert Pines; Delaida era un señora de alto prejuicio, estudio en la universidad de Michigan en donde cursó la carrera de arquitectura y física avanzada, su apariencia era típico de las esposas trofeo, castaña de cabello largo, piel blanca, ojos azules como el cielo y unos labios finos, sin dudas una belleza del norte de Oregon, ella era tierna y amable, muy considerada, siempre presumia todo el dinero que tenia y a veces se encontraba con malas juntas por eso pero a ella no le importaba, por otro lado tenemos al esposo, Robert, quien era de un carácter más firme e intimidante trabajaba en las empresas de contaduria en el centro de la ciudad, habia estudiado para ser contador en Harvard junto con una beca de estudio que usó para crear su propió modulo de negocio que lo hizo llegar más lejos en la carrera, su apariencia era de carácter dominante, tenia ojos cafes, cabello castaño oscuro, piel blanca casí morena y un cuerpo de triangulo invertido, era como de esos modelos de las revistas, solo que este usaba sus manos para los números. Eran una familia totalmente exitosa.
Pero las apariencias engañan.
Todos los días desayunaban juntos, Delaida era la primera en despertarse, se levantaba y despues de arreglarse iba a preparar el desayuno para todos, el siguiente era Robert quien se alistaba a la perfección sin dejar un detalle por fuera con tal de verse presentable en su trabajo contando el peinado hacia atrás que lo caracterizaba y sus altos estandares en trajes, los siguientes eran Mason y Mabel, quienes se levantaban casí al mismo tiempo, Mason principalmente se encargaba de limpiar su cuarto para luego alistarse siendo el segundo en llegar a la mesa, Mabel por otro lado solo se alistaba lo más rapio posible para lucir presentable y luego irse a la mesa, al terminar el desayuno cada quien iba por su parte, la madre se queda a hacer los que haceres antes de ir al trabajo, el padre se iba al trabajo en su Lamborghini de 8 millones de dolares, mientras los hijos esperaban el autobus que los llevaba a la escuela.
En la escuela los hijos se iban por su lado, la hermana iba a la secundaria en donde se encontraba con sus amigas y empezaban a conversar sobre chicos, vestidos, lo ultimo en canciones, algo normal en adolescentes, mientras Dipper iba a primaria, curzaba el quinto grado, cumpliria los 10 años a finales del año escolar que estaba curzando mientras su hermana cumpliria los 16 el año que venia, para ese entonces estaria curzando el quinto año. Los padres se ocupaban de sus cosas mientras lo niños estudiaban, Delaida trabajaba como adminitradora de medio tiempo desde las ocho de la mañana hasta las doce del medio día en un banco, su turno era corto y solo tenia el empleo para soldar los gastos de la hipoteca alimenticia y para los utiles de los niños, Robert sin embargo trabajaba para cubrir los gastos mayores, cubria el pago de la mansión, la ropa, la cuenta de luz, del agua, los objetos materiales, las fiestas de los niños, en conclusión cubria todo lo importante y material de la familia.
El uso del dinero era cosa de ellos, Delaida lo gastaba en joyas, ropa costosa y bolsos de marca, solia ser muy sofisticada con sus amigas del vecindario y solia presumir de sus dotes como mujer, siendo tan inteligente, hermosa, de buen parecido, era de destacar su manera de moverse y de interactuar, era la esposa modela. Mabel por otro lado gastaba el dinero que le daban sus padres en cosas de chicas como ropa, revistas, accesorios, maquillaje, joyas y hasta pagaba la mayoria de las cosas que se usaban en los bailes de otoño y de graduación, era muy colaboradora, lo que podia lograr el dinero, Mason aun no tenia edad para manejar el dinero suficiente, por lo que le daban muy poco pero lo suficiente para que hiciera con el lo que le viniera en gana, aunque en vez de gastarlo en dulces y juguetes lo que hacia era guardarlo en un pequeño cofre que tenia escondido en su cuarto, esperando que para los quince años tuviera el dinero suficiente para conseguirse alguna cosa especial que pudiera querer a los quince.
Un deseo egoísta ¿Tal vez?
Lo que el vecindario no revelaba eran los problemas que la familia sufria.
-¡Eres un degenerado!
-¡¡Y tú una alcoholica!!
Dentro de las cuatro paredes nada era como lo que presentaban al público.
El vecindario en donde recidian los Pines era uno de los más prestigiosos, habian centenares de matrimonios millonarios que vivian ahí con las mejores comodidades y los sustentos de mayor calidad, pero habia un matrimonio que usaba esos sustentos a su favor, los mismos Pines, ellos presentaban al público un lado muy distinto al que tomaban en la casa, era una rutina, actuaban acorde a lo ensayado frente a todos, más sin embargo a puertas cerradas sacaban a luz otra faceta, Robert le era infiel a Delaida con una chica que fue contratada como la secretaria de Robert, esa chica era conocida como Reichel, conocida por ser una chica audáz, Reichel se volvió la secretaria del señor Pines de manera sospechosa pero que nadie tomó en cuenta, ella tenia una figura de reloj de arena, tenia unos senos grandes, buena anatomía, cabello rubio y unos ojos azules, un cliché de las barbies de las tiendas, sus senos eran tan plasticos como su cerebro, pero aun así Robert la veia atractiva, mucho más atractiva que Delaida.
A causa de la infidelidad de su marido, Delaida cayó en depresión, por lo que en vez de tomar antidepresivos decidió olvidar todo y hacer como si nada pasará, pero para ello necesitaba ayuda, por lo que cada que su esposo no llegaba o no habia nadie se emborrachaba con la simple idea de olvidar todo sobre la infidelidad y seguir actuando según lo ensayado.
Por otro lado tenemos a la hija prodigio que no se queda atrás, ella sabia de las peleas de sus padres, estaba al tanto de ello y se sentia estresada en la escuela desde siempre, ella no deseaba ser parte de las porristas, de ser presidenta, de tener siempre las mejores notas, nada de eso, ella solo queria ser libre, tener una vida normal, salidas con amigos que no estén con ella solo por el dinero, paseos por el centro comercial, tardes de futbol y pijamadas los fines de semana, pero no podia tener eso porque para sus padres si ella no era perfecta entonces no era su hija, y no queria decepcionar a sus padres por lo que terminó haciendo lo que ellos querian y no lo que ella deseaba.
Pobre alma inocente.
Pero el que carga con todo el peso de esto es el pequeño Dipper, apenas tiene nueve y vive con el hecho de ignorar a los niños que lo molestan en la escuela, al hecho de ser ignorado por sus compañeros, a las constantes peleas de sus padres, el fingir algo que no era solo para complacer a sus padres, era demasiado para él, no lo soportaba. Por fuera las cortinas siempre estaban cerradas, las puertas con sugero y con cámaras en cada perimetro de la mansión, sin olvidar los amortiguadores de ruido, así nadie estaba al tanto de lo que sucedia dentro de la mansión y solo los cuatro integrantes de la costosa residencia sabian del acto que montaban a la sociedad, un infierno encerrado en cuatro paredes que solo los integrantes de los Pines vivian.
El pequeño castaño corria lejos de su madre quien, habiendo tomado más de seis copas, lo perseguia molesta con una botella de vodka, el pequeño tropezó y la botella por consecuencia se rompió cuando Delaida tiró la botella a la pierna izquierda de Dipper, los pedazos de vidrio se incrustraron cerca de su tobillo, Dipper asustado cubrió la herida y como pudo fue a su cuarto a curarse, lo menos que queria era revelar lo que pasaba en su hogar, no queria meter en problemas a sus padres.
Las muñecas son honestas ¿Sabes?
Uno de los sirvientes no era tan inocente como pensaban los Pines, sus labios estaban sellados pero eso no daba su total confianza, más sin embargo para los Pines eso no era problema, supuestamente no lo era, y si es así ¿Qué hacia el menor de la familia con una muñeca? No era como si sus padres o hermana se la hayan regalado, de hecho ¿Cómo tenia tantos muñecos si el dinero que tenia apenas le alcanzaba para el almuerzo en su escuela? Es que alguien se los regalaba para su confianza inata, ese sirviente de sonrisa confiable le regalaba galletas y peluches llenos de amor al de ojos avellnas, el amor que el pequeño Pines necesitaba de su familia, la cual, no le tomaba en cuenta.
En la sala principal se estaba presentando otra fiesta, el cumpleaños de Delaida, una fiesta de la más costosa en donde estaban todos los amigos de la pareja acompañados por los hijos de estos y del matrimnio Pines, estaban muy felices por otro año más de vida de la castaña, la misma que estaba anciosa porque todos se fueran para poder beber algo de chámpan para olvidar el hecho de que su esposo en plena fiesta coqueteaba con la esposa de un empleado, era desesperante. Por otro lado tenemos a Dipper, quien estaba en el pasillo continuo a la sala junto con el sirviente antes mensionado.
-Solo vete cuando hayas acabado, estaré en la cocina por lo que no deberas preocuparte de mí, ellos no sospecharán nada. – Dijo seguro de sus palabras el sirviente de traje monocromático que combinaba con las blancas paredes de la mansión.
Sin respuesta el pequeño castaño, con los nervios a flor de pie, se dirigió al gran televisor cerca de los parlantes que habian sido pedidos para la fiesta, tal como el sirviente le habia enseñado tomó la muñeca de trapo que estaba en sus manos y la dio vuelta abriendo el cierre dando al descubierto dos puertos de audio y video como los que tenian las cámaras, tomó los cables correspondientes del bolsillo de su pantalón de vestir y los conectó en el televisor estando pendiente de que no lo vieran, no estaba preocupado de las cámaras de seguridad ya que el de traje monocromático ya se habia encargado de eso, tomó los extremos para conectarlos a la muñeca.
-¡Dipper! – Se volteo viendo a su niñera, Wendy, quien se acercó a él con un vestido corto negro con puntos blancos – ¿Qué haces?
-Estoy aburrido Wendy – Dijo ocultando a tiempo los cables lejos de la vista de su niñera.
-¿Enserio? Bueno es obvio ya que es una fiesta de adultos, si quieres puedo contarte una historia del campamento.
-No gracias, un sirviente vendré por mí luego, pero primero debo hacer algo.
-¿Tiene que ver con la muñeca que sostienes en tus manos? – Dijo sonriendo al ver la muñeca de vestido rosa, piel blanca, ojos de botones y caballo de dos colores atado en dos coletas, era una muñeca de trapo que nunca antes habia visto, supuso que era nueva.
-Si, es algo importante – Puso su dedo indicé en su boca soplando entre el dedo haciendo un sonido de silencio, Wendy rió y asintió giñando el ojo izquierdo para luego retirarse.
Para ella era tierno que el pequeño castaño actuara tan adorable, era lindo a sus ojos. El niño volvió a lo de antes tomando nuevamente los cables y conectandolos a los puertos que tenia la muñeca atrás de ella por dentro de su relleno tal como el sirviente le habia indicado, el pequeño de ojos avellana no tenia idea de para que hacia eso solo sabia que esto lo ayudaria a liberarse de las cosas terribles que pasaban en su casa, tenia miedo de su familia asique lo hizo con la esperanza de terminar con su sufrimiento, pero era solo eso, esperanza juvenil de un pequeño niño de nueve años, tras conestar la muñeca y de colocarla en el parlante más pequeño se alejó dirigiendose a la cocina donde el sirviente lo vió entrar, sonrió ante su llegada, lo tomó en brazos sentandolo en la alacena mientras le daba una galleta de chispas de chocolate como al pequeño le gustaba, sonrió a la inocente cara del pequeño y se alejó a la sala, un control era lo que sostenian sus manos mientras reproducia el video que la pequeña muñeca estuvo guardando en su disco durante todo un año.
Los videos se reprodujeron en la enorme pantalla dejando a los espectadores atónitos de lo que veian, todas las cosas que la mansión no dejaba salir se estaban reproduciendo en frente de todos los conocidos de la familia Pines, todo sin saber quien habia hecho tal cosa, todo sin que el niño castaño lo supiera y todo siendo visto por el mismisimo sirviente que se reia a espaldas de los Pines, sastifecho se fue sin hacer ruido a la cocina y siguió mimando al hijo del matrimonio Pines que seguia sin saber que pasaba en la sala, sonriente y risueño mientras las migajas de las galletas caian de las comisuras de sus labios.
Ni un demente aguantaria tanto con ese secreto.
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Para los curiosos, el segundo nombre de Dipper lo elegí por que el nombre Erasmus significa:
*Erasmus: es un nombre griego del nombre en latín Erasmo, significa «amable, deseable». Su variante latina es Desiderius.
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