Notas: Ningún personaje me pertenece, todos son obra de Funamusea.

Advertencia: Semi Au (Elwine humana). Pareja heterosexual. Crack.

Última mirada

Esto... Era muy raro.

¿Uh? De nuevo está allí.

Se suponía que vivía sola, y aún así, desde hace tiempo que no dejaba de sentir una cálida mirada sobre sí.

¿Acaso lo imaginaba? ¿La soledad la hacía alucinar? ¿Se estaría volviendo loca?

De ser así, Elwine estaba lejos de quejarse. No era como si la sensación la incomodase, solo... era extraño.

Casi tan extraño como la inesperada visión que tuvo hace algún tiempo, una con un hermoso joven de oscura cabellera y ojos ciruela, con tres pares de bellas alas emplumadas y cómodamente curioseando entre sus tulipanes recién florecidos.

Cada vez que lo recordaba se sentía como si hubiese sido un sueño lejano, pero estaba segura que no fue así. Aún no había caído tan bajo como para confundir fantasías o sueños con recuerdos reales, daba igual cuan ilógicos sonaran, incluso para sí misma.

Buscarle lógica a todo no siempre era importante ¿No es así?

No cuando existían otras dudas más importantes rondando su albina cabeza, como: ¿Quién era? ¿De dónde vino? ¿Por qué estaba en su jardín? ¿Siempre venía? ¿Volvería a verlo? ¿Era él por quien sentía tan observada desde aquel día?

Miles de preguntas, pero ninguna respuesta.

Realmente no sabía si las necesitaba, solo las formulaba mientras seguía su recorrido entre los rosales y violetas, como cada día.

Disfrutaba de sentirse 'observada' casi tanto como cuidar de sus flores cada día, la ayudaban a olvidar cuan sola realmente se encontraba y espantaban los oscuros pensamientos que la partida de su hermana despertaban.

No... N-no debo pensar en ello. No es importante. Se regañó internamente, apretando un poco el mango de la regadera.

Siendo sincera consigo misma, aún después de casi un año, Elwine nunca pudo terminar de entender o explicarse el motivo que llevó a su gemela abandonarla. Nadine y ella siempre fueron inseparables desde niñas, y ésta nunca dio algún indicio que aquello le molestara, pero aún así...

Un día solo dijo que iría a la tienda un rato y jamás regresó. Al principio realmente se asustó, imaginando todo tipo de destino fatídico, solo para terminar golpeándose con la cruda realidad en cuanto notó que las cosas de su hermana ya no seguían en casa.

Nadine no había desaparecido por algún desafortunado acontecimiento, sino que se había largado bajo su propio pie y llevando sus maletas consigo.

La había abandonado... Y ahora, solo le quedaba su jardín como recuerdo, el mismo que alguna vez cuidaron juntas y que recorrieron en su antigua niñez.

Triste ¿No?

Bueno, son cosas que pasan... Se acostumbraría, aún si el dolor perduraba. Al menos le quedaba cierto consuelo ¿No?

Al menos las flores y esta sensación nunca se iran ¿No es cierto?

Era raro y casi enfermizo la forma en la cual se aferraba a algo como esto, lo reconocía... Pero no le importaba.

La hacía feliz y llenaba parte del vacío que le habían dejado ¿Que había de malo en eso?

Nada en lo absoluto, solo era una infantil esperanza que tal vez borraría la apatía que embargaba su corazón.

Quiero...  Quiero sentirlo siempre...

Aún si aquel sentir se lo provocaba un ser que ni estaba 100% segura de su existencia o si solo era producto de su desvariante cabeza.

Sea cual fuera la explicación, tenía sus silenciosos anhelos muy claros.

Quiero... Quiero verlo de nuevo...

Aunque fuera solo una vez más, una última vez.

Seguiría intentando y probando su suerte cada día que volviera a pisar el jardín hasta que aquel milagroso encuentro de repitiera.

Y se enamorara por segunda vista de aquel ángel que visitaba sus tulipanes y la seguía con la mirada.

Solo... Una vez más, por favor.

Que la permitiera olvidar e ilusionarse bobamente a su solitaria alma solo una vez más.

Notas finales: Holi~

Me sorprendí a mí misma escribiendo la segunda parte de esto, realmente no lo planeé, pero lo disfruté.

Ojalá ustedes también.

Nos leemos~