Muerte envió a llamar a Vida para hablar con ella, pues la idea de Envidia le interesó bastante. Sin embargo ella no cree que sus sentimientos deban participar en algo tan bárbaro, ya que no están hechos para pelear. Ni siquiera pensó en eso al momento de crearlo, no como Muerte.

–Piénsalo, con esto veremos cuál de los dos es más fuerte. Además, no es como si fuera la primera vez que nos enfrentamos –Muerte observa la expresión de su par, se ve un poco molesta, pero sorpresivamente acepta. Con la condición de hablar en privado con sus creaciones. Así Félix, Amor, Opal y Afecto se encuentra frente a Vida, un poco confundidos.

–Hola a todos –saluda con una voz amable y suave–. Los reuní para hacerles una propuesta, Muerte me pidió que participaran en su torneo de fuerza, no están obligados a participar si no quieren.

–Yo acepto –dice Amor decidida–. Todo por volver a golpear a los sentimientos negativos.

–Amor. –Afecto hace una mueca y frunce el ceño ante el comportamiento de la mayor, sin embargo hay algo que ignora al igual que Opal.

–Los viejos tiempos –comenta Félix haciendo que la atención éste en él–. Ustedes no lo saben pero Amor y yo defendíamos a Vida desde que fuimos creados. Los sentimientos negativos eran muy pero muy agresivos.

–No puedo creerlo –dice Opal sorprendida.

–Por qué crees que tenemos armas sino son para pelear –habla Amor enseñando su arco. Entonces las miradas van hacia el rubio, Opal gira un par de veces a su alrededor y luego hace una mueca.

–Tú no tienes armas.

–Claro que sí, además siempre están a la vista –se defiende para luego mirar a Vida–. Quiero participar.

–Yo también.

–Y yo.

Opal y Afecto aceptan participar como sus hermanos mayores. Cosa que preocupa un poco a Vida, aún tenía la esperanza que ellos no quisieran ir al torneo.

–Bueno, ya está decidido. No importa lo que pase, siempre los querré y si algo malo sucede-

–No pasará nada señora Vida –interrumpe Lock haciendo que todos miren como camina hacia Félix para unir sus frentes y frotar sus cabeza suavemente–. Yo también participaré para que nada le pase a Félix –agrega para luego separarse el rubio, dejándolo rojo de la pena.

–No estoy segura de que puedas hacerlo.

–Le caigo bien a Muerte, lo sé. No habrá problemas –responde para tranquilizar a Vida. Entonces ella habla una vez más con Muerte y el torneo da inicio.

–Con los nuevos cambios que hicimos cada sentimiento luchará con su contra parte. Y los que no lo tuvieran lucharan igualmente con el ganador –anuncia Muerte para luego señalar a los primeros en enfrentarse–. Felicidad contra Tristeza.

–¿Debo hacerlo? –pregunta el pequeño de ojos celestes.

Félix, por su parte, camina hacia el centro del coliseo y espera a su contrincante. Tristán no tiene otra opción que acercarse. Ambos terminan frente a frente, el menor baja la mirada mientras juega con sus manos.

–Puedes rendirte, no quiero pelear.

–¿Crees que no tengo oportunidad? –responde el rubio arqueando una ceja.

–Depresión es muy fuerte y yo soy-

–Ataca o yo te atacaré –ordena Félix mientras lleva sus manos a la cabeza, pasa sus dedos entre las hebras doradas y las estrellas se mueven, abandonando su cabello para formar unos discos dorados.

–Como quieras –responde Tristán, la oscuridad lo rodea y cambia de forma para la pelea.

–No, no, no. No pelen, no puedo elegir entre ambos. –Lock se encuentra desesperado mientras ve la pelea. Tristán es el primero en atacar, corre hacia Félix rápidamente para golpearlo un poco. Pero el rubio lanza una de sus armas hacía él, el disco gira con dirección a Depresión y termina cortando un poco de su pelo, quien lo esquivó en el último segundo.

–¿Esas son sus armas? –se pregunta Opal.

–Y yo que pensaba que era un inútil peleando –comenta Celos al recordar las veces que le dieron una paliza a Félix y el muy idiota no usó sus armas.

–¡¿Cómo se te ocurre atacarlo así?! –exclama Lock, un segundo después se maldice–. Lo siento Félix, no quise gritarte.

–¡Destrózalo Depresión! –ordena Odil para luego reír, ella se encuentran sumamente entretenida por la pelear–. Esta fue la mejor idea que tuviste, Envidia.

–Gracias –responde Karma para luego mirar a su cómplice. El verdadero Envidia lo mira desde su lugar con sus ojos bicolor. Su mirada lo inquieta un poco.

En la pelea, Félix recibe varias mordidas y golpes por parte de Depresión. A su vez el gran lobo acaba con cortes en su cuerpo, conforme va recibiendo daño, su ferocidad aumenta. Cosa que lo lleva a morder el hombro del rubio.

–¡Ahhhh! –exclama al no soportar el dolor.

–Muerte. –Vida se pone de pie y mira a su par, quiere que detenga el torneo. Sin embargo él la ignora por completo, centrando su completa atención en lo que pasa.

Félix sostiene su hombro y ataca a Depresión con su arma afilada. Pero ve a Tristán sobre él, llorado, entonces se detiene. El filo a solo unos centímetros del cuello del pequeño.

–No quería pelear, lo siento –murmura para luego abrazarlo.

–Pensé que te sentirías mejor luego de golpearme un poco. Te hice tantas cosas dolorosas –contesta mientras lo rodea con sus brazos.

–¡Idiotas! –Odil llama la atención de todos los presentes–. ¡Arruinaron la pelea!

Lock aprovecha esto para correr hacia ambos y terminar atrapándolos en un abrazo, donde Tristán queda entre los otros dos por lo pequeñito que es.

–¡Un médico, necesitan un médico! –exclama desesperado. Félix y Tristán se miran entre sí para luego reír.

–Estamos bien, tranquilo –le dice Tristán devolviendo el abrazo, además frota su cabeza contra el pecho del mayor.

–Siguiente pelea; Locura contra Odio –anuncia Muerte, haciendo sonreír a Odil–. Aplástalo –le ordena además, ya que está harto de ver cursilerías que le quitan la diversión y violencia a su torneo.

Apenas Félix y Tristán consigue salir del centro del coliseo, dejando a Lock solo ante el sorpresivo y violento ataque de Odil. Ella corre y ataca, dando fuertes patadas que el otro bloquea con sus brazos. Él soporta el dolor hasta que ve una oportunidad, golpea el estómago de Odil con una poderosa patada que la eleva. Lock salta para estar a su altura y patea nuevamente, haciendo que ella caiga y golpee el lecho marino, agrietado y cubierto de lava.

Los presentes ven atónitos el lamentable estado de Odil. Quien a duras penas puede moverse debido al insoportable dolor de su estómago y espalda. Jamás había sentido una pizca de dolor desde que fue creada. Pero ahora lo conoce y se siente aterrada.

–¿Ya se terminó? –pregunta Lock mirando a su alrededor. Entonces camina hacia Odil para ofrecerle ayuda, la cual ella rechaza.

–¡Déjame!

–Esperaba esto, pero de todas formas es sorprendente –murmura Muerte hacia Vida. Dejando la duda en ella.