Capítulo 6 [Afecto]
Fuera de las profundidades del océano los sentimientos que estaban de picnic ahora se enfrentan a Venganza. Las cadenas que Celos siempre lleva son ese sentimiento, pero nunca había tenido conciencia propia hasta ahora. Está controlando a Celos. Obligándolo a moverse y atacar.
–Eh, s-señor Muerte –lo llama Félix–. ¿Cuánto cree tardar en regresar a Odil a la normalidad?
–Oh, claro. Me distraje viendo como Venganza le está dando una paliza a los demás sentimientos positivos –responde para luego soltar una risa. La presencia de la felicidad hace que se sienta de buen humor.
–Pero Venganza no tiene conciencia y depende de Celos.
–Sigue siendo un sentimiento negativo creado por mí. Parece que intenta reemplazar a odio y poseyó a Celos –le explica Muerte haciendo que Félix sienta más miedo y terror mezclados con preocupación.
–Pero... Odil debe regresar a ser la misma ahora.
–¿Extrañas mi antiguo yo? –pregunta ella ladeando la cabeza–. Todos dicen que era mala y que así estoy bien.
Félix niega mientras rasca su cabeza con las manos.
–Si eras mala, pero eso representas y te necesitamos. Sino el equilibrio se rompe por completo. –Odil no parece convencida y no está segura de querer sentir odio de nuevo hacia todo. Además su perdida de memoria es muy preocupante y extraña ya que todos los sentimientos, excepto Félix, jamás olvidan.
–Alguien más le borró su identidad y pierde sus recuerdos rápidamente. Pronto quedará en blanco, vacía –habla Muerte para luego cubrir a Odil con su otra mano, la aplasta dejando a Félix con la boca abierta.
Mientras tanto, Venganza mueve el brazo derecho hacia adelante y envía a más cadenas detrás de los demás sentimientos. Tanto Afecto, Tristán y Sorpresa pudieron esquivarlo. Pero Culpa y Opal terminaron siendo capturados.
–¿Qué hacemos ahora? –le pregunta Culpa a ella mientras se retuercen. Venganza los acerca lentamente hasta dejarlos frente a él.
–Háblale, eres culpa –responde Opal haciendo una mueca. Ya que las cadenas comienzan a ajustarse fuertemente alrededor de sus cuerpos. Culpa asiente con la cabeza y mira a Venganza a los ojos. Los de ambos son tan negros y opacos como la noche sin luna.
–¿Qué ganas haciendo esto? –le pregunta en un tono firme–. Ya sé que sólo eres un accesorio y que Celos es un idiota al cual te obligaron a estar atado. Que tuvieras la fuerza suficiente para poseerlo es genial. Pero creo que deberías hacer otras cosas como ver el planeta en lugar de golpearnos.
–¿Es en serio? Eso no hará que se sienta culpable –cuestiona Opal negando con la cabeza. Aunque ella siempre ve el lado positivo de las cosas, ahora sabe muy bien que Venganza los hará pedazos.
Las cadenas se mueven dejando a Culpa y a Opal juntos con el metal en la cintura, así Venganza los levanta para bajarlos y subirlos nuevamente como si se tratara de un yoyo gigante.
–Si, haré lo que yo quiera a partir de ahora –responde Venganza utilizando la voz de Celos para luego soltar una risa escandalosa.
–Afecto, haz algo –murmura Tristán mientras mira como el yoyo se mueve aún más rápido.
–¿Yo? Pero...
–¡Auxilio! –Sorpresa también es atrapada por las cadenas y comienzan a golpearla contra el suelo. Aunque ninguno morirá a causa de golpes, el dolor siempre está presente, haciéndolos quejarse y gritar por ayuda.
–¡Celos basta! –exclama Afecto llamando la atención de Venganza. Éste la mira por un momento y da unos pasos hacia ella lentamente. Algunas de las cadenas que envuelven el cuerpo de Celos se arrastran en la tierra, produciendo un sonido aterrador.
–¡Celos ya no existe! –responde alzando la voz pero no llega a gritar. Afecto niega para luego darle una sonrisa.
–Este es tu cuerpo, incluso es tu voz. Tú estás utilizando a Venganza por todo el rechazo acumulado durante milenios gracias a nosotros. –Ella baja la mirada para después agregar–. Si te hace sentir mejor golpearme, está bien, hazlo. Todos nos lo merecemos.
–¡Hey! Yo nunca le hice nada a Celos –se defiende Culpa mientras se encuentra colgado de cabeza junto con Opal.
Afecto espera una respuesta, incluso un golpe. Pero Celos no puede hacerlo, las cadenas de sus manos se afloja poco a poco y él la lleva a su rostro, quita las que tiene en esa zona mientras algunas lágrimas caen de sus ojos, ahora azules.
–Lo siento mucho. Yo... Yo... Casi le h-hago daño al sentimiento que quiero –murmura mientras toca el rostro de Afecto. Pero las lágrimas no se detienen y Celos se siente avergonzado ahora–. Ya suéltame enano –le ordena a Tristán, quién está colgado por su espalda.
–No, hasta estar seguro –responde el niño de la máscara mientras se aferra más a él. Las cadenas que tenían atrapados a los demás sentimientos regresan a Celos mientras éste se encuentra sentado sobre el césped, llorando sin poder detenerse.
–Eso es. Es bueno desahogarse –le dice el pequeño mientras le frota el brazo.
Afecto suelta un suspiro al ver que todo está bajo control nuevamente, así que ayuda a los demás. Culpa terminó con náuseas al igual que Opal y Sorpresa se llevó la peor parte por los golpes. Aunque ya todos están bien.
–Eso fue increíble –le dice Opal a su mejor amiga y también le da un corto abrazo.
–¿Cómo sabías que era Celos y no Venganza? –pregunta Culpa en voz baja. A lo que Afecto responde que no sabía, que sólo dijo lo primero que vino a su mente. Pero después de todo eso funcionó.
En ese momento ven como otras dos presencias se acercan a ellos, es Félix quién acompaña a Odil. Ella detiene sus pasos cuando llega junto a los demás y hace una mueca.
–¿Ven? Todos me necesitan aunque no quieran admitirlo. Igualmente los sigo odiando y si piensan que por esto seremos amigos están muy equivocados –habla mientras mantiene los brazos cruzados.
–Todo volvió a la normalidad –suspira Opal. Entonces se acerca a Odil y le entrega algo que ella misma hizo con flores. Es una corona la cual coloca sobre la cabeza de la más baja.
–Odio las flores. –Gruñe quitándosela y termina arrojándola. Ella se marcha sin siquiera darle las gracias a Félix por ayudarla. Pero los demás no se molestan ya que saben muy bien como es Odil y no puede ser amable ya que no es su naturaleza.
–Muerte debió empezar de cero con ella. Hizo otra Odil. Pero yo no veo la diferencia con la anterior –les explica el rubio mientras rasca su cabeza.
–Pero... ¿Por qué ella cambió? –pregunta Tristán cuando se aleja de Celos para darle un respiro de tanto llorar.
–No lo sé, Muerte dijo que alguien borró su identidad y que perdía sus recuerdos. Así que destruyó a la antigua Odil para crear otra, traté de detenerlo. Pero me gritó diciendo que era una de sus creaciones y que podía hacer con ella lo que quisiera. –Félix termina con su explicación, sin embargo eso deja aún más confundidos a los demás.
–¿Quién podría borrar los recuerdos de otro sentimiento? Es imposible –murmura Sorpresa pensativa. Se comparten miradas los unos a los otros y luego deciden despedirse.
Desde entonces los sentimientos se distanciaron bastante, la desconfianza se apoderó de todos ya que alguien estaba borrando los recuerdos y habilidades de sus compañeros con el fin de extinguirlos para siempre. Y aunque Vida o Muerte crearan nuevos sentimientos, ya no serían iguales a los originales. Así como el caso de Odil, quién se volvió un poco más sociable con los demás. Pero también comenzó a hacer bromas pesadas a sus compañeros y se divierte con el sufrimiento de los humanos hasta el punto de reír a carcajadas como el mismísimo Lock. Félix estaba presente al momento de su creación y eso pudo influenciar en la personalidad de la nueva pequeña Odio.
Como los días pasaron y pasaron, Afecto comenzaba a extrañar a los demás, sólo se había visto varias veces con Félix.
–Estás un poco decaiga –opina él mientras frota su barbilla.
–¿Cómo no estarlo? No veo a Opal desde hace días y ella huye cuando me ve llegar –se lamente Afectó dándose un abrazo a sí misma–.Gracias por escucharme Félix, tú...
–Eh, debo irme. Acabo de recordar algo muy importante. –El rubio se despide cuando ya está a varios metros de ella. Afecto baja la mirada mientras suspira.
–Otro que huye –murmura sintiéndose desanimada. Pero luego recuerda que Celos siempre quiere estar con ella, así que decide buscarlo para pasar un tiempo juntos. Luego de unas horas de búsqueda, Afecto encuentra a Celos en la costa de una solitaria playa. Las olas crean una sinfonía de paz mientras que la luna llena de alza en el firmamento lleno de estrellas.
–Hola, qué linda vista –comenta ella llamando la atención del castaño. Éste gira su cabeza para mirarla y luego suspira–. Parece que no estás contento de verme –dice Afecto sentándose sobre la arena.
–No, es sólo que... Decidí mantenerme alejado de todos desde que Venganza los atacó –responde él mientras tiene un par de esas cadenas en sus manos.
Afecto se acerca un poco más a él y apoya su cabeza por el hombro de éste, dejándolo paralizado, ella también deja unos cuantos pétalos sobre su hombro.
–Yo creí que evitas a los demás por miedo –le confieza luego de suspirar.
–¿Miedo? Ja, no le temo a nada. La mismísima Muerte me creó –presume Celos haciendo que Afecto se sienta un poco mejor y que incluso sonría.
–Extraño los momentos que compartimos juntos, todos –confiesa ella pero Celos niega con la cabeza dejándola confundida. Él toma su rostro con ambas manos y se acerca a Afecto lentamente.
–Yo prefiero que estemos solo nosotros dos –murmura mientras se encuentra perdido en esos iris verdes, al mismo tiempo que ella no puede apartar la mirada de los ojos azules de Celos. Ambos están muy juntos y la distancia de sus labios cada vez es más corta. Hasta que terminan besando algo suave. No se trata de los labios del otro y al abrir los ojos se llevan una desagradable sorpresa.
–Que tiernos, sabía que me adoraban pero no a este nivel –comenta el recién llegado, a quien cada uno le acaba de dar un beso en sus mejillas. Éste es tan alto como Celos con la diferencia que su cabello es largo y negro, además mira a sus compañeros con una sonrisa en inocente. La cual es completamente falsa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top