–¿Tanta espera para esto? –dice Karma luego clavar se guadaña en una roca lunar. Insensibilidad y él se encuentran en la luna porque allí no hay humanos, por lo tanto, tampoco hay sentimientos–. Puedes anular solo a Odio y a Amor de los sentimientos más fuertes. Pero Felicidad y Enfado corren libres, no podemos contra ellos, además está Depresión. Puedes anular a Tristeza pero no a esa bestia.

–Lo sé, cállate –responde su compañero con su tono de voz neutro, puede que no sienta nada. Pero lo que le dijo Locura lo tiene muy pensativo.

–¡No puedo callarme! No soy como tú –responde Karma gruñendo.

–¡Chicos! –Lock llama la atención de ambos y en segundos tiene a esos seres saltando hacia él. Karma le grita que es un traidor e intenta cortarlo con su arma, pero Insensibilidad la detiene con una mano.

–Alto –murmura éste dejando a su compañero con la boca abierta. Karma mira a un lado con recelo.

–Locura es como nosotros pero prefirió ayudar a los sentimientos –comenta el ser de ojos bicolor.

–¿Qué haces aquí? –le pregunta el de larga cabellera plateada, se dirige a Lock y éste les sonríe nervioso.

–Causé una pelea entre los sentimientos, Félix y Tristán me defendieron. No quiero que los lastimen así que vine aquí –les explica Locura teniendo la vista en sus zapatillas.

–Somos hijos de equilibrio y no tenemos porqué pelear entre nosotros –habla Insensibilidad frotando su mentón–  Ni tampoco con los sentimientos –declara dejando a Karma, una vez más, impactado.

–¡¿Qué?!

–Locura tiene razón, cuando estábamos peleando me dijo que dependemos de los sentimientos. Es cierto. Ellos expresan emociones, entonces el equilibrio me creó.

–En mi caso... –Lock interfiere en la conversación mientras sacude su brazo–. Los demás, incluso ustedes son la razón, coherencia. Entonces nací yo para que todo tenga un equilibrio. –Ni con toda esa explicación Karma cambia de opinión. Él continúa con la idea de que debe destruir a los sentimientos.

–Lo haré yo solo entonces –murmura para luego saltar hacia la tierra. Lock suspira ya que creyó que había hecho nuevos amigos.

–¡Al menos estás tú! –exclama para luego abrazar a Insensibilidad.

–Aléjate –le dice éste mientras forcejea con Lock para liberarse de sus brazos.

En la tierra las cosas están bastante agitadas, si hubo una pelea entre los sentimientos a causa de Lock y ahora están enjuiciando a Félix y Tristán por ayudar al enemigo.

–¡Son culpables! –exclama Odil señalando a ambos. Pero Amor le ordena guardar silencio y el juicio comienza. Los acusados se encuentran envueltos por Venganza, por lo tanto Celos es el guardia. Todos los acusan de traición, excepto Culpa, quien es el abogado de ambos.

–Lock es bueno, deben creernos –dice Tristán mirando a los demás con sus bonitos ojos azules. Los sentimientos evitan mirarlo para no caer en su ternura pero es muy tarde para Envidia, ya que pide que lo encadenen también porque está a favor de team Lock.

–No tienen ninguna prueba –opina Celos ajustando un poco más las cadenas.

–Ustedes tampoco tienen pruebas de que es el enemigo. Estaba inconsciente en la pelea pero estoy seguro que él peleó por nosotros –dice Félix con seguridad, entonces siente que Venganza los libera lentamente. Todas las miradas caen sobre Celos y Odil lo acusa de traidor también.

–Yo estaba en la pelea entre Insensibilidad y Lock –comienza–. Lo escuché, esa cosa le preguntó a Lock por qué no destruyó a Félix desde el interior. Él todo estos milenios fue capaz pero no lo hizo –sus palabras dejan a los otros sentimientos en silencio y Félix le sonríe al castaño.

–Gracias Celos.

Todos no tiene nada que decir al respecto y terminan liberando a los acusados. Para, un segundo después, ver como Karma aparece frente a Amor con su guadaña en alto.

–¡No! –Celos reacciona de inmediato pero por la distancia le es imposible llegar a tiempo, ya que no tiene esa habilidad de aparecer y desaparecer. Ante la mirada atónita de todos, Karma baja su arma con fuerza y velocidad. Pero Enfado, quién se encontraba junto a Amor, la empuja y así la salva de ser cortada en dos.

–¿Cómo? ¡Debí destruirla! –dice Karma furioso, él creyó que con un ataque sorpresivo sería la mejor opción, teniendo en cuenta su rapidez. Pero desconocía la velocidad de algunos sentimientos.

–Voy a divertirme contigo –habla Odil mientras hace crugir sus nudillos. Luego corre hacia el intruso y termina dándole una dolorosa parada en el estómago. Karma es lanzado de la montaña, en donde se había realizado el juicio, y cae de las alturas.

–¡Mi turno! –Celos lanza sus cadenas hacia Karma, Venganza se envuelve por las piernas de éste y lo vuelven a levantar–. Intentaste lastimar a Amor. –Celos hace un movimiento con su mano y Karma es golpeado contra la roca más grande del lugar. La misma termina quebrada y con el muchacho en su centro.

Él apenas puede moverse luego de esos salvajes ataques, no quiere reconocerlo, pero su cuerpo es bastante frágil. Es por esa razón que le dejaba las peleas a Insensibilidad.

–Voy a... a...

–¿Qué le pasa? ¿Ya no puede más? –se pregunta Odil haciendo una mueca.

–¡Basta, está muy herido! –interrumpe Afecto, ella de separa de Amor y camina hacia Karma lentamente–. Él no es como nosotros y su cuerpo...

Karma gruñe de rabia al escucharla, entonces hace un movimiento con su cabeza y la guadaña regresa a él. El arma se mueve con una increíble velocidad, es imposible que Afecto pueda esquivarla. Pero, por un error de cálculo, la guadaña termina atravesando el brazo derecho de su propio dueño. Amor toma a Afecto del brazo y la aleja rápidamente del peligro mientras Karma grita desesperado. Su carne fue atravesada y la sangre no tarda en salir.

–¿Qué es eso? –pregunta Opal ladeando la cabeza–. Eso... es-es sangre.

Los sentimientos quedan impactados al ver como el líquido rojo brota de la herida de Karma. Por su parte, él toma su guadaña y se la quita del brazo con dificultad, luego utiliza su arma como un bastón para ponerse de pie.

–¿Qué demonios están mirando? ¡Acaben conmigo ya! –exclama mirando a todos. Su rostro también comienza a sangrar debido a los pequeños cortes.

–¡Karma! –Insensibilidad aparece frente a él y le hace frente a los sentimientos. No quiere pelear más pero lo hará para proteger a su único amigo.

–¡Todos, alto! –Lock también llega al lugar y se toma un segundo para recuperar las energías perdidas–. Eso no me lo esperaba. –murmura al ver el estado de Karma. De inmediato Tristán corre hacia él y lo derriba para darle un abrazo, además le pide que no vuelva a desaparecer si no quiere que Depresión lo persiga por el resto de su existencia.

–No lo entiendo –dice Culpa pensativo –¿Por qué sangra? Sólo los humanos...

–¡Mi cuerpo es humano! –exclama Karma manteniendo la cabeza abajo–. ¿Qué esperan? Acaben conmigo.

Envidia camina hacia él y termina dándome una cachetada suave para hacerlo reaccionar.

–Idiota, nos digas eso porque Odil lo hará con gusto –le dice. Entonces envuelve a Karma con sus telas ya que éste apenas puede mantenerse de pie.

–¿Qué vas a hacer? –le pregunta Opal ladeando la cabeza.

–Si es tan débil como un humano no me interesa pelear con él. –Odio mira a un lado mientras cruza sus brazos. Ella estaba entusiasmada en pelear, pero al conocer ese detalle todos su ánimos cayeron.

–Sólo hablaré con él, estando lastimado no podrá hacerme nada –murmura Envidia, sus telas envuelven a Karma junto con su arma, lo hacen con cuidado para no dañarlo aún más.

–¡Suéltame! –El otro no está de acuerdo e intenta liberarse. Pero no tiene ningún éxito.

–¿Sólo hablaran? ¿Lo prometes? –pregunta Insensibilidad cuando detiene a Envidia de forma abrupta. El otro sonríe nervioso mientras intenta seguir su camino, pero Insensibilidad no se lo permite.

–Claro, no te preocupes por tu amigo. Del que quiero vengarme es de ti.

–Ay de ti si le sucede algo –murmura el de cabellos plateados mientras da un paso al costado. Para hablar de manera monótona, Envidia entendió a la perfección su amenaza.

Mientras los demás siguen considerando que no es buena idea interactuar con esos tres seres desconocidos, el sentimiento negativo más débil lleva a Karma a la ciudad más cercana. La razón es simple.

–Me encantan tus ojos, y esa ropa, los colores combinan muy bien. Lástima que están cubiertas de sangre. Yo no sangro, jamás lo hice y no recuerdo que los demás...

–Ya cállate –Karma alza la voz para luego retorcerse dentro de las telas–. Bájame, yo puedo solo, no necesito a nadie.

–Increíble –murmura Envidia mientras sonríe–. Eres igual a mí cuando era más joven –comenta para luego bajar lentamente al otro.

–¿Eh?

–Cuando papá apenas me creó yo era muy pequeño, como Tristán. Débil, pequeño, odiaba a todos casi tanto como Odil. Hasta que aprendí que con eso sólo amargaba mi existencia, entonces...

–No quiero saber de ti. ¿Por qué me cuentas todo eso? –Karma gruñe para luego mirar a un lado. Envidia suspira para luego sentarse a su lado. Las personas pasan a su lado mientras viven sus vidas.

–Porque quiero ayudarte.

–¿Qué ganas con eso? –el otro vuelve a interrumpirlo con frialdad.

–Un amigo.