Capítulo 10 [Culpa]
El tiempo se está acabando para Culpa y debe hacer algo para detener todo. No quiere, odia, ser un sentimiento negativo ni tampoco quiere volver a tener una reunión con Muerte. Esa reunión que sólo pasa cada mil años y ahora está muy cerca.
–Este es el plan, me convertiré en un sentimiento neutro y nunca más tendré que ver a Muerte en su estúpida reunión –le dice a Sorpresa mientras ella arquea una ceja en forma interrogativa. Ella es un sentimiento neutro así como Compasión, pero este último no tiene cuerpo ni forma, sino que se encuentra disperso dentro de los demás sentimientos positivos. Esto hace que sólo Sorpresa tenga que soportar los delirios de Culpa.
–¿Y como planeas convertirte en un sentimiento neutro? –pregunta ella curiosa mientras Culpa le dirige una mirada cómplice –Oh no, ni se te ocurra. –le advierte pero él ya lo tiene decidido.
–¡Enséñame! ¿Qué debo hacer para ser un sentimiento neutro?
–Espera, cálmate. Tienes la suerte de pertenecer y tener un lugar, la existencia de un sentimiento neutro es muy solitaria, créeme. –le dice ella tomándole de los hombros –No te ayudaré porque yo quisiera pertenecer a los sentimientos positivos o negativos, no veo diferencia entre ambos.
Culpa acaba con desepcionarse por la respuesta de Sorpresa y decide hacerlo por si mismo, aunque tarde miles de años y no sepa cómo, él será un sentimiento neutro. Además piensa que no será muy difícil ya que está acostumbrado a estar solo y un sentimiento neutro tiene una existencia solitaria, tal y como Sorpresa dijo –Bien, seré aún más solitario. Y ya sé quién puede ayudarme. –se propone Culpa mientras frota sus manos luego de idear su plan.
¿Quién más solitario que Enfado? No existe nadie más. Así que Culpa comienza a vigilar a ese sentimiento desde muy cerca, no tanto para que note su presencia. Pero lo suficiente para poder copiar cada movimiento y mueca de Enfado.
Sólo pasan unos minutos de observación y Culpa piensa que será muy sencillo, pero Enfado comienza a tronar sus nudillos mientras suelta una pregunta –¿Cuándo dejaras de seguirme?
Eso causa que todo el ser del sentimiento de cuerdas se paralice, la voz de Enfado sonó amenazante. Pero antes de que él pueda contestar, alguien más se le adelanta -No te estoy siguiendo, sólo pasaba por aquí. -es la voz de Opal. Ella sale de su escondite y mira sobre su hombro a Enfado.
Éste bufa mientras roda los ojos –Le hablo a Culpa. ¿Qué estás haciendo tú también? –cuestiona dando unos pasos hacia ella.
Al darse cuenta que su plan se arruinó completamente, Culpa sólo sale de su escondite y camina hacia ellos. Los tres se encuentran dentro de un frondoso bosque, en donde la luz del sol no logra atravesar el follaje de los árboles, dándole así una atmósfera tétrica –Veo como actúas, tú tampoco simpatizas con Muerte y yo pienso convertirme en un sentimiento neutro.
–¿En serio? ¿Cómo? –le pregunta Opal sonriendo y dando unos aplausos con estuciasmo.
–Tengo un plan, el cual no les interesa. –contesta mirando a un lado. Pero en realidad aún no tiene idea de cómo llevar a cabo su ambición.
Esa respuesta hace que Enfado camine hacia él para terminar tomando la cuerda que éste lleva siempre alrededor de su cuello. Así lo deja a unos centímetros de su rostro y lo mira fijamente –Sólo deja de seguirme. ¡Ambos! –murmura el morocho dirigiendo su mirada a Culpa, en cambio a Opal sólo la ignora. Cosa que molesta al sentimiento positivo.
–Estoy aprendiendo de ti. –se excusa Culpa cruzándose de brazos –Y no quieras hacerte el fuerte, todos los sentimientos negativos sabemos la verdad.
Opal está presente y eso causa que Enfado sea invadido por los nervios en este momento, ella mira con curiosidad a Culpa mientras esté lo desafía con la mirada –¿De qué hablan?
–¡De nada! –exclama Enfado esperando dejar el tema de lado. Pero por la mirada de Culpa sabe que no se detendrá.
–Bueno. Él no es lo que parece, también está creado de sufrimiento lo que lo hace el sentimiento negativo más frágil. ¿Por qué crees que siempre huye de Tristán? –le explica a Opal, ella se encuentra confundida y Enfado mantiene la cabeza agachada. En silencio.
Opal no cree que eso sea realmente cierto, porque Enfado es fuerte, casi destruye una montaña entera de un sólo golpe. Pero Culpa no se refiere a ese tipo de fuerza. El silencio se hace presente y sólo se oye como las ramas de los árboles son sacudidas por la fría brisa. La tranquilidad es interrumpida cuando las hojas del suelo crujen bajo los pasos de Enfado, él aún mantiene la cabeza agachada mientras camina hacia Culpa.
–Espera, no pierdas la cabeza. –Opal intenta calmarlo al sentir la rabia del sentimiento negativo en el aire. Pero él no se molesta en escucharla y se detiene justo frente a Culpa.
–Déjame en paz. –gruñe para luego levantar su mano, dejándola a la altura del pecho del otro sentimiento. Lentamente lleva su dedo del medio hacia abajo y lo sostiene con el pulgar, un segundo después lo suelta golpeando a Culpa con tanta potencia que lo lanza a varios metros, éste destroza algunos árboles en el trayecto hasta terminar tendido en el suelo. Todos los árboles destrozados vuelven lentamente a su estado original mientras Enfado se marcha del lugar en silencio.
–¡Culpa! –Opal corre a su ayuda, salta raíces sobresaliente y esquiva algunas ramas para terminar arrodillándose junto a él.
Pero cuando intenta ayudarlo él golpea su mano –Estoy bien. –murmura al mismo tiempo que se esfuerza en ponerse de pie. Su ropa se encuentra desgarrada y tiene la sensación de que su pecho se encuentra partido por el dolor que siente. Ahora sabe que molestar a Enfado fue una mala idea.
Pero eso no lo desalienta, es más, sigue con la idea de convertirse en un sentimiento neutro –Solo debo concentrarme, ser solitario y no mezclarme con nadie. –se dice a si mismo mientras se encuentra, ahora, entre los humanos.
–Vamos a ver una película. –le dice una muchacha a su novio. Él no parece muy convencido, lo que llama la atención de Culpa. Además identifica una de sus cuerdas alrededor del cuello del humano. Está está terriblemente apretada.
–Ahora no puedo, debo acompañar a mi mamá a hacer compras. –se disculpa él y quedan en verse otro día. Pero la verdad es que el muchacho ya ha quedado con alguien más para una cita. Otra chica que la espera en un café. Culpa observa a la pareja desde cerca porque quiere saber de qué forma terminará todo esto.
–Lo siento por llegar tarde. –murmura mirando a la chica con una sonrisa apenada, culpable.
–Hasta cuando podrá resistir. –se pregunta el sentimiento. La cuerda ya está lo suficientemente apretada por su cuello, pero ese humano lo soporta bastante bien. Así que, al estar aburrido, Culpa empieza a presionar al muchacho.
La pareja habla de temas de humanos, planean vivir juntos en un futuro cercano y Culpa se acerca al muchacho para susurrarle en su oído –¿Vivir juntos? Seguro que no quieres eso, no tendrás tiempo para ver a tu otro amor. –el humano logra escucharlo, su cerebro al instante le hace creer que se trata de su conciencia y eso lo pone nervioso –Ellas son tan atentas contigo, sólo recuerda sus sonrisas y la forma en la que te miran. Tú solo juegas.
Culpa cree que ya es suficiente al ver como el muchacho se encuentra con la cabeza agachada, incluso sus ojos están aguados. Su pareja nota su cambio de ánimo y le pregunta si todo está bien, a lo que él responde: –No, no puedo quedarme ahora. Luego te hablo. –él sale corriendo del lugar dejando confundida a su compañera
–A ver si ahora empieza a hacer las cosas bien.
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Un par de días después Culpa vuelve a toparse con el mismo humano, encontrándose con una desagradable sorpresa. Su cuerda ha desaparecido pero el muchacho sigue jugando con ambas chicas sin sentir culpa alguna. El sentimiento frunce el ceño al ver la paz en el rostro de ese humano, entonces separa otra cuerda de la suya. Pero al intentar colocarla por el cuello de su víctima, la cuerda cae al suelo, atravesando el cuerpo del humano y Culpa queda atónito al ver esto. No es la primera vez que algo así sucede, de hecho pasó en el pasado, en determinados momentos. Son pocos casos muy especiales, pero últimamente el número de estos humanos, capaces de no sentir culpa, a aumentado.
–¿Cómo se siente perder tus poderes? –pregunta una voz en medio de la multitud. Esta es inexpresiva en su tono y Culpa siente un extraño escalofrío recorrer su espalda. Esa voz no es armoniosa como la de los sentimientos, sino que se parece a la de los humanos.
–¿Quién eres? –pregunta Culpa volteando al identificar que ese ser se encuentra detrás de él. Pero jamás hubiera imaginado que eso está a sólo una insignificante distancia, con su cabello gris cubriendo la parte superior de su rostro y sus labios sin color forman una línea recta.
Culpa da un salto hacia atrás por el susto que se lleva al verlo, jamás había visto un sentimiento así y ni siguiera lo sintió acercarse. Por precaución da unos pasos rápidos hacia atrás sin apartar la mirada de ese ser –No quise asustarte, sólo quería decirte hola. –habla dando un paso hacia delante. Lo que provoca que Culpa retroceda al mismo tiempo.
–Responde la pregunta. –le ordena apretando los puños con fuerza. Pero es ser ladea la cabeza, como si no comprendiera lo que le dice.
–No hace falta, después de todo no recordarás nada. –Culpa siente su cuerpo paralizado al oír esas palabras y espera cualquier ataque. Pero antes de que ese extraño ser pueda hacer algo, un par de telas se enredan alrededor de su cuerpo para inmovilizarlo.
–Gracias por ser la carnada. –responde el pelinegro de larga cabellera.
–¿Envidia? –Culpa mira incrédulo al otro sentimiento negativo –¿Qué estás-
–¡Se los dije! Yo atrapé a la cosa que borra recuerdos. –festeja Envida ignorando por completo a Culpa. Pero la sonrisa del pelinegro desaparece al escuchar las siguientes palabras de ese ser carente de color.
–¿Creen que ustedes, siendo los sentimientos negativos más débiles, podrán conmigo?
–Llama a los demás. ¡Rápido! –le ordena Envidia a Culpa. Las telas que envuelven al ser gris comienzan a ceder ante la increíble fuerza de este, lo que incita a Culpa a correr en busca de ayuda. Pero apenas da un par de pasos y eso lo toma rápidamente de la cuerda que siempre está en su cuello.
–¡Agr! –Culpa se lleva un fuerte golpe en la espalda luego del jalón y termina boca arriba sobre el pavimento.
–Iremos a un lugar más tranquilo. –murmura su atacante mirando a ambos. Al haber muchos humanos en las ciudades es obvio que también estarán los demás sentimientos cerca, así que la cosa decide llevarlos a un lugar sin humanos para acabar con ambos.
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