Capítulo 17

Jin 💅

-- Nam, no puedo creer que te dieran la habitación para ti solo.

-- Pues creelo, el cuarto es sólo para mí.

-- Ah, que suerte. Mi compañero de cuarto es muy desordenado... aunque ordene, de alguna forma, en 10 minutos ya tendrá todo patas arriba.

Comenzábamos segundo año en el internado. Las vacaciones de verano habían terminado, así que como primer día, tuvimos que traer todas nuestras pertenencias nuevamente. A Namjoon con mucha suerte, no le tocó compañero de habitación.

Yo ya había terminado de ordenar mis cosas, así que vine a ayudar a mi amigo, que es un asco en lo que se refiere a orden y limpieza.

-- Oye, ¿estas camisetas no son muy chicas para ti? -- abrí una caja que decía "JK", donde había mucha ropa, pero no era exactamente la talla de Nam.

-- Oh, esas no son mías, son de mi hermano. Te advierto que no las desórdenes.

-- ¿Tienes un hermano y nunca lo supe? Me siento herido.

-- Es más pequeño que yo, además, nunca preguntaste.

-- Tendrás que viajar a la capital de nuevo, para entregárselas.

-- No te preocupes, comenzará a estudiar aquí.

Por lo menos podré conocerlo. Este niño no me cuenta nada de su familia.

-- Jin, no tienes ningún juego en tu celular -- dejé de ordenar y le dirigí una mirada de muerte.

-- ¡Deja de holgazanear y ordena! -- le tiré una de sus camisetas -- ¡Y devuelveme el celular!

-- ¿Por qué? Te está hablando una chica y está interesante la conversación. ¿No me habías dicho que eras gay?

-- ¡No leas mis cosas! -- mis mejillas ya estaban rojas, no me gustaba que se metieran en mis asuntos.

No aguanté más y me tiré sobre el para quitarle el celular.

-- ¡Ayuda, me están tocando! -- comenzó a gritar Nam mientras reía desesperadamente.

-- ¡Esto es venganza!

-- ¡Namjoon, devuelveme mi ropa! -- de la nada se abrió fuertemente la puerta mostrando a un chico, tenía la piel blanco y su pelo era negro junto a unos ojos muy oscuros.

Demasiado lindo.

Lo peor es que nos encontró en una pose que se puede malinterpretar.

-- Oye, aprende a tocar la puerta -- habló Namjoon luego de empujarme para que se pudiera levantar.

-- Nos llevamos las cajas equivocadas. Tu tienes mi ropa y yo tus películas raras.

-- Me había asustado, creí que se me habían quedado en casa.

Intercambiaron cajas y el chico se fue de la pieza sin antes pegarle una patada a Namjoon y que este le tirara un zapato. No notó mi presencia.

-- ¿Quién era él? -- pregunté aún mirando la puerta.

-- Mi hermano, Jungkook.

-- Pero... no se parecen en nada. El es más adorable que tú.

-- Somos de padres diferentes... Oye, no me digas que te quedaste embobado con el.

-- ¿Te molestaría?

-- Claro que no, llevatelo lejos si quieres. El problema es que está obsesionado con un artista, que si no le hablas de él, no tendrás su atención.

-- No creo que sea tanto.

-- Es que tu no sabes lo loco que está por ese Parka no sé cuánto.

De igual forma lo voy a intentar. Era muy bonito para dejarlo pasar.

(...)

-- Los alumnos de primer año, escuchen. Tienen que elegir como obligación un taller que lo pueda ayudar con las notas.

Al día siguiente, cuando ya comenzaban las clases, los alumnos nuevos tenían que decidir sus talleres. Yo, como participante del taller de teatro, tengo que estar animando a los demás para que se unan.

La linda piel blanca con pelo oscuro volvió a mi vista. Estaba a mitad de pasillo, quizás buscando en que inscribirse o pensando "¿Qué es todo esto?". Según con lo que me había dicho Namjoon, es muy distraído.

Viene hacia acá.

-- ¿Quieres inscribirte al taller de teatro? -- di mi mejor sonrisa.

-- No.

Y nada más, se fue. Ni siquiera me miró, tampoco dijo algo amable.

-- ¡Yo quiero unirme! -- un chico de piel un poco más morena y cabello claro, agarró unos de los panfletos y me lo puso en la cara -- ¡Jungkook, entra conmigo!

-- Tae, recién me acabas de conocer, así que te lo digo ahora, soy un asco actuando -- Jungkook volvió al stand junto al otro chico. Su cara claramente decía que no quería estar aquí.

-- Pero para eso estamos, para enseñar y poder sacar a flote tu talento -- dije mientras le entregaba un folleto.

-- No quiero -- evadió mi entrega y se fue de ese lugar.

Absolutamente rechazado.

(...)

Pienso y pienso, pero no puedo obtener una idea para poder acercarme a él. Tampoco quiero parecer raro o un idiota arrastrado.

-- Si no tienes tu tarjeta, no puedes pedir almuerzo -- habló la señora del casino, haciéndome prestar atención.

-- Te estoy diciendo que no me han dado nada. Aich, ya no importa -- Jungkook se alejó de ahí con una cara furiosa.

Al parecer se había quedado sin almuerzo. Podría aprovechar este momento.

-- ¡Oye! -- no hubo respuesta, en realidad, me miraron muchas personas al mismo tiempo. Tengo que decir algo característico de él -- ¡Tu, el dienton!

Paró en seco y se dio media vuelta. Creí que su cara seguiría enojada como antes o incluso peor, pero estaba vez resaltaba miedo.

-- ¿Yo?

Dejé mi almuerzo en la mesa y fui corriendo hacia el.

-- Escuché que te quedaste sin almuerzo -- busqué en mis pantalones y le entendí mi tarjeta -- Puedes ocupar la mi tarjeta para comprarte uno.

-- E-eh, no te preocupes... -- sus mejillas estaban muy rojas, no, decir eso es muy poco, parecía un tomate -- Le pediré a mi hermano la suya.

-- Pero tendrás que buscar por todo este lugar y te demorarás mucho -- sólo di que sí.

-- Pero... ni si quiera te conozco -- golpe bajo.

-- ¿Quieres comer o no?

-- Sí, por favor.

Tres chuletas con dos porciones de arroz más postre tamaño grande hicieron que mi tarjeta perdiera el dinero que gasto en cinco días. Este niño tiene más estómago que todos en esta escuela.

Nos sentamos en la misma mesa que estaba yo antes, mirándonos de frente.
No había ningún intercambio de palabras. Tengo que encontrar algún tema.

Comencé a observarlo, traía su uniforme, que le quedaba un poco grande y una muñequera con algo escrito.

-- P-park... Ji-

-- ¡¿Park Jimin?!

-- ¿Eh?

-- ¿Dijiste "Park Jimin", cierto? ¿Te gusta Park Jimin?

-- Em... -- tengo que hacer que tome un poquito de interés en mi -- Sí.

-- ¡¿En serio?! -- el tipo saltó la mesa hacia mi dirección y puso su cara muy cerca de la mía -- ¡Esto es genial!

Llevaba una bonita sonrisa con un poco de arroz en su comisura. Realmente adorable.

Al parecer se dio cuenta de su posición y se volvió a acomodar en su silla.

-- Perdón, me emocioné.

-- No te preocupes, lo encontré muy tierno -- más color rojo a su cara.

-- Gracias por la comida -- y sonrió.

(...)

Tres semanas y este niño ya me tiene vuelto loco. Su cara, sus labios, sus ojos, su cabello, su pelo, la manera como habla, como me mira, su forma de actuar tan tierna. ¿Es posible que alguien se enamore en tan poco tiempo? Porque lo que estoy sintiendo ahora no es un simple gusto como el que le tengo a una polera o a una canción.

La manera en la que logré acercarme a él digamos que no fue la más correcta. La mayoría del tiempo me habla sobre Jimin y yo solo asiento y veo lo feliz que es. Cuando me pregunta cosas sobre él, la mayoría digo que las desconozco o invento algunas cosas.

Aunque nuestras conversaciones se basen en un 60% sólo de Park Jimin, también tenemos temas más profundos, como el de nuestra vida, gustos, donde vivimos y que hacíamos antes y ahora. Es un chico muy tierno, algo torpe, feliz y divertido.

-- Hola, Jin.

-- Hola, Kookie -- su cara mostraba tristeza, no había ninguna pizca de ánimo. ¿Le habrá ocurrido algo? -- ¿Por qué esa cara?

-- Por nada... -- me miró y dio una sonrisa falsa. Espero que no lo haya molestado nadie otra vez -- ¿Te puedo preguntar algo?

-- Claro.

-- ¿Por qué me mentiste? -- rayos.

-- ¿Eh?

-- ¿Por qué dijiste que te gustaba Park Jimin, cuando en realidad ni lo conocías? ¿Fue para acercarte a mi?

-- Yo...

-- ¿Pensaste que no te tomaría en cuenta porque estoy "obsesionado" con alguien que ni siquiera sabe que existo y si no lo conocías no te prestaría atención? Pues dejame decirte algo, aunque parezca un chico rarito, puedo formar amistades como cualquier otra persona normal.

-- P-pero... tu no me tomaste en cuenta...

-- ¿Por eso mentiste? -- Ya no sabía que decir -- Tae no me ha mentido para poder acercarse a mí.

Y se fue, con los ojos muy brillosos.

(...)

No me ha hablado en toda la semana, no contesta mis llamadas ni mis mensajes, me evade cada vez que lo veo en los pasillos.

No puedo soportar esto.

El ahora debe estar en el taller de arte, tengo que atraparlo ahora y hacer lo imposible para que me perdone.

Espero que todos salgan de la sala, son pocos, como máximo unos 13. Él es el último en salir, está triste.

No quiero que estés triste.

-- Jungkook...

Dejo de mirar sus pinturas y puso su atención en mi. Tenía los ojos brillantes y las mejillas coloradas, las ganas de correr a abrazarlo me sobraban.

-- ¿Ocurrió algo? -- me acerqué con mucho cuidado hacia él.

-- No pasa nada... ¿Qué haces aquí?

-- Vine a buscarte, p-para arreglar las cosas... Jungkook, por favor perdoname.

-- No quiero seguir escuchando esto -- tomó su bolso y comenzó a dirigirse a la salida, pero lo tomé de su brazo.

-- Yo sí, así que me escuchas -- lo atraje hacia mi, quedando frente a frente -- Jungkook, perdoname por favor. Yo no quería que ocurriera eso, tampoco quería mentirte... -- desviaba su mirada hacia otro lado -- por favor, mirame.

No hizo caso a lo que yo decía, así que lo tome de sus mejillas y lo obligué a mirarme.

-- Yo no quería acercarme a ti solo para ser tu amigo... yo quería acercarme a ti por otra cosa.

Sus mejillas se pusieron rojas al instante.

-- Me gustas, Jungkook.

Silencio total.

-- Sí, te mentí, pero sólo fue esa parte, todo lo otro que te conté fue cierto...

-- ¿No me ves... como un niño raro?

-- Sí lo eres -- agachó su cabeza con una mueca triste -- ¿Pero quién dijo que eso era malo? Prefiero a alguien único y raro que a uno más del montón.

Levantó su cabeza y ahora si que su cara era peor que un tomate.

-- ¿Me darías otra oportunidad?

-- Y-yo... nunca había tenido este tipo de confesiones... -- respondió mientras jugaba con sus dedos -- Y no te ves como una mala persona.

Entrelazó su mano con la mía y no pude evitar tener un tierno cosquilleo en mi estómago.

-- Podríamos intentarlo.

Fui el idiota más feliz cuando dijo esas palabras, me dije a mi que lograría que me amara. Y lo logré, cuando nos dimos nuestro primer beso detrás del gimnasio, nuestras juntas de noches en la habitación de uno de los dos, nuestras siestas entre clases, las vacaciones de invierno que tuve con su familia. Todo eso, me costó mucho lograrlo.

Pero lo bueno acaba, no importa de qué forma, pero acaba.

El chico del que me enamoré está frente mío, durmiendo profundamente luego de haber llorado y contarme sus penas.

No puedo creer que ya no lo pueda besar, lo perdí tan rápido por una razón tan idiota y no hice nada. Realmente me odio por eso.

No me importa si está Jimin ahora, voy a conseguirte de nuevo, y no te dejaré escapar por nada del mundo.

Ichi
Buenas tardes, noches, días 👌😏👯💕
Voy a hacerles una mini maratón de 3 capítulos porque llegamos a los 20k de leídas 😭😭😭💕 y estoy muy feliz.
En este capítulo pueden conocer los primeros momentos entre Kookie y Jinnie 😳.
Jimin, apurate que te van a quitar a la galleta.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top