CRUSH Cap.31: "I'm afraid" (TH) "Just Let Me Love You "(JK)

Cap.31

Salí corriendo mientras gritaba su nombre.

-¡YERIN! ¡YERIN!

Saqué de forma desesperada el teléfono de mi bolsillo y marqué su número, pero ella me colgó. Volví a insistir varias veces, pero al parecer lo apagó porque me mandaba directo al buzón de voz.

«No debe estar muy lejos. Puede que la alcance, para explicarle todo, si me apresuro.»

Corrí cerca de cuatro cuadras, pero aún así no la encontré. De seguro había vuelto a su casa. Fui a la parada del metro para ir a su casa.

Allí la vi.

Yerin!-la llamé, pero ella me ignoró. Entonces comencé a caminar cada vez más rápido hasta que comencé a correr.

Yerin! Por favor... ¡Espera!-grité y noté como varias personas se volteaban a verme, pero eso poco me importaba.

Ella me miró dolida, una lágrima resbaló por sus mejillas sonrosadas y luego la secó con la manga de su chaqueta.

El metro me pasó a toda velocidad por el lado haciendo que los railes sonaran y la gente comenzara a aglomerarse.

Aumenté mi marcha, pero fue todo en vano, ya que las puertas del tren se abrieron, profiriendo un "ding" que resonó en todo el lugar, y el gentío comenzó a salir.

«Tengo que alcanzarla. Debo explicarle el porqué no se lo dije antes.»

Su silueta desapareció entre tanta gente,la perdí de vista. Pero, aún así, no me di por vencido.

Empujé a unas cuantas personas y me disculpé al hacerlo. Seguí corriendo, daba pequeños brincos entre la multitud,por instantes, para ver si la lograba ver.

Cuando logré seguir mi camino con facilidad y ya la tenía a unos pocos pasos de distancia ella entró al tren subterráneo y las puertas de cristal, que impiden el paso hacia el otro lado, se cerraron en mis narices.

Ella rompió en llanto frente a mis ojos mientras yo mantenía las manos en el frío cristal y mi aliento empañaba el mismo.

Ella me dio la espalda y el tren echó a andar. Golpeé el cristal un par de veces ,luego me separé de él, lamí mis labios y me peiné el pelo hacia atrás con frustración. Con el dorso de mi mano limpié el sudor que se escurría por mis sienes e incliné mi torso entero hacia adelante para masajear mis piernas,que me dolían por la maratón que había corrido hasta aquí.

« Quizás lo mejor sea dejarla sola por hoy, para darle tiempo a que piense con claridad y acepté la realidad.»

Esperé el siguiente metro y volví a casa. Mientras caminaba por las calles aledañas a mi hogar pensaba en todo lo loca y genial que se había vuelto mi vida después de haber conocido a Hana. Es como si todo estuviera perfectamente escrito en un libro, donde cada suceso conlleva a otro.
En mi caso, conocer a Hana conllevó a que me enamorara perdidamente de ella, como nunca pensé que lo haría, que quisiera serle fiel, que despertara en mí esas ganas de protegerla, me llevó a reencontrarme con mi padre, conocer a mi hermana.

«¿Cómo estará Hana? Ya la extraño.»

«Yerin está pasando por un momento duro, de hecho, siempre ha pasado por momentos así. Lo único que puedo hacer por ella es dejarla que piense y aclare sus sentimientos.»

New Rules, de Dualipa comenzó a sonar en mi teléfono.

-Oh Vernon. ¿Cómo está todo?

-Bien. ¿Sabes dónde está Yerin? Llevo llamándola al celular hace como media hora y me da apagado.

-Este...Vernon. Ya le conté que soy su hermano.

-¿Cómo reaccionó?

-No muy bien. Salió corriendo, no me dejó explicarle nada. La vi en la estación del metro, pero ella huyó de mí antes de que la pudiera alcanzar.

-Debiste haberte dado cuenta antes de que ella tenía algún sentimiento por ti, por eso no retrasaste más las cosas y le contasté la verdad para que más adelante no fuera tan fuerte el dolor.-sonó comprensivo.

-Eso fue lo que pasó. Por favor. Avísame cuando llegue. También estoy preocupado por ella.

-Lo sé Taehyung, después de todo, eres su hermano. Y no te preocupes que yo te aviso cuando ella llegue.

-Gracias bro! O... ¿Debería decirte primo?

-Rió-Llámame como quieras.
Adiós.-dijo y colgó.

Llegué a casa, me quité los zapatos en la entrada y encendí las luces. Caminé descalzo hacia la cocina y tomé una lata de cerveza "Cass" en la nevera.
Recargué mi espalda contra la isla de la cocina y crucé mis pies mientras abría un envase de snacks. El "Tshk" al abrir la lata de cerveza hizo eco en el vacío de la casa.

«Otra vez vacía.»

Si hay algo que odio en la vida es sentirme solo, porque comienzo a sentirme triste, anhelante, me comienzo a replantear una y otra vez las cosas que he hecho y las decisiones que he tomado. Pero hoy...Hoy era la excepción de la regla.

La soledad y la cerveza se convirtieron en mis mejores amigas. Necesitaba descansar y relajarme por hoy.

Arrastré mis pies con desgano y me senté en el sofá blanco de la sala. Agarré el control remoto para encender la tele. Una vez encendida, empecé a cambiar los canales.

Compras, comida, documentales, Comerciales, Películas Americanas.-decía en alta voz.

Umm...A ver qué es esto. Oh! ¡Es Hit The Stage!-exclamé emocionado y luego de subir el volumen lancé el mando a qué sé yo donde.

Tomaba un sorbo de cerveza y comía snacks con nutella por cada presentación.

Wah! Ese chico es impresionante. ¿C...Cómo puede hacer eso?-dije maravillado y me metí en la boca otro snack.(*bocadillo, aperitivo. Imagínense lo que está comiendo Tae. Sean creativos.*)

El celular vibró en mi regazo y bajé la cabeza para revisar el mensaje que había llegado.

*Mi pequeña y dulce Hana.*
«Sweetheart. ¿Estás dormido? Te extraño tanto!!!! 😳💗💗💗»

«😴 ZzZz...»

«Jaja....¡Qué gracioso eres! ¿Qué haces?»

«Mmmm....Estoy viendo Hit The Stage. Es una competencia de baile que está súper genial.»

«Apuesto a que estás sentado en el sofá con los pies cruzados tipo aborigen, tomando cerveza y comiendo snacks con nutella para no emborracharte tan rápido.»

«Wah! ¿Dónde instalaste las cámaras?»

*Insertar cara asustada d Tae*

«No te preocupes, que no es en la sala donde las instalé. Fue en el baño.»

«Okay. Creo que debo ir a darme una ducha. Espero disfrutes del show.»

«😄Era broma.»

«Y yo que ya me estaba ilusionando.😩»

Yoon Hana.

Sonreí al ver su mensaje y miré a mi lado para chequear si mi mamá estaba dormida. En efectivo, lo estaba.

Apreté el botón de llamar.

¿Qué sucede bebé? ¿Me extrañas tanto que no puedes estar ni un minuto sin mí?-preguntó con esa voz aterciopelada que tanto me pone.

«OMG! Hana! Debes calmarte. El exceso de estrógeno en sangre debido al embarazo te tiene mal.»-pensé.

Así es. Oppa! Cántame una canción para dormir.-dije con voz de niña malcriada.

Comenzó a cantar y lo puse en alta voz para que no solo yo lo escuchara, sino también el bebé.

«Esa es la voz se tu papi. No la olvides, ¿vale?»

Cerré mis ojos y me dejé guiar por la hermosa melodía proveniente del teléfono hasta que caí en un profundo sueño.

***
El doctor que me dio la noticia el día anterior vino temprano en la mañana para hacerme una visita y chequear si todo estaba bien conmigo y el bebé.

¿Está todo bien?- preguntó mi madre.

Sí. Ella y el b...-antes de que pudiera terminar la frase comencé a quejarme de un dolor inexistente.

Sí. Aún no se lo había dicho a mamá y no quería que se enterara por boca del doctor. Así que lo mejor era montar una escena.

Aigoo!!! Aigoo! ¡Me duele mucho el pie!-grité.

Pero si lo que tienes enfermo es el estómago no el pie.-dijo mamá.

Es que tengo un calambre muy fuerte en el pie izquierdo.-protesté como una niña de 4 años.

Ay!!! Ay! ¡Me duele mucho!-hice un mohín de dolor.

El doctor se llevó la indirecta y me siguió la rima.

Levántate de la cama y pon el pie en el suelo. Verás lo rápido que se te pasa.-me guiñó el ojo con complicidad y yo le devolví el guiño.

Articulé un "gracias" con la boca, sin emitir sonido y él asintió con la cabeza.

Hana. Estás mejorando, pero es necesario que te quedes un día más para terminar de hacerte algunos estudios.

¿Qué estudios son esos doctor?-preguntó mamá.

Exámenes del cerebro, resonancia magnética para saber si no hay nada malo que ocasione los desmayos y ultrasonidos.-dijo y me miró.

¿U...ultrasonidos?-tartamudeé.

Sí. Para saber el estado de tu estómago. Son solo procedimientos básicos de la medicina. Es necesario hacer exámenes a profundidad.-dijo.

«Si él ya sabe cuál era la causa de mi desmayo y dolor en el estómago. Bueno...A lo mejor lo que quiere es mantenernos bajo observación. Ya debo empezar a pensar por dos.»

De acuerdo.-dije y mi mamá asintió.
Cuando el doctor recién había salido entró Tae por la puerta.

¿Cómo está la personita más bella y especial de este mundo?-dijo con esa sonrisa tan angelical que tiene.

-Buenos días suegra.-saludó a mamá.

Buenos días Tae.-le devolvió el saludo.
-Hana voy a aprovechar e ir a casa para darme un baño y buscar algunas cosas aprovechando que Taehyung-ie está aquí. Yoongi debe estar al venir también. -añadió.

Está bien ma.-se acercó y depositó un beso en mi frente y lo mismo hizo con Tae.

La dejo en tus manos. Cuídala bien.-dijo a Tae.

No se preocupe suegra. La voy a cuidar muy bien.-se puso firme y saludó como si fuera militar a mamá.

«Eres tan genial.»

Mamá sonrió y salió de la habitación.
Cuando estuvimos solos extendí mis brazos para que me abrazara y así lo hizo. Se sentía tan bien abrazarlo, era como si no lo hubiera visto en años.
- Ya estoy mejor. El doctor dice que mañana puedo ser dada de alta.-dije.

¿Mañana? ¿Por qué no hoy?-preguntó y me separó del abrazo tomándome por los hombros para mirarme a los ojos.

Porque dice que necesitan chequear algunas cosas.-dije.

¿Qué cosas?-alzó la ceja derecha.

Me comencé a poner nerviosa. -Este...Emm...¿Y qué sé yo Tae? Yo no soy doctora.

«Debes decírselo. Él tiene derecho a saberlo.»-repetía una y otra vez mi subconsciente.

«Es que me da mucho miedo a como vaya a reaccionar. Si reacciona mal temo perder el amor y la confianza que tengo en él. No quiero volver a derrumbarme.»

«Estás siendo egoísta.»-volvió a repetirme mi conciencia.

«¡Ach! ¡Cállate! Solo tengo miedo de perderlo.»-protesté internamente a mi subconsciente.

¿Estás bien?-Tae me miraba preocupado.

Oh! Sí. Es solo que estoy un poco cansada de estar acostada aquí.-dije.

Aigoo! Pequeña. ¿Quieres ir a dar un paseo por el jardín del hospital?-preguntó mirándome con ternura mientras acariciaba con su dedo pulgar mi mejilla derecha.

Asentí y le dediqué una sonrisa atontada.

Vamos.-me ayudó a levantar y salimos al jardín del hospital, donde habían niños jugando y persona mayores caminando.

Wah! El clima de hoy está genial.-dijo estirando sus brazos.

Sí. Es precioso.-concordé.

Él sonrió y besó mi mejilla. Eso me tomó por sorpresa por lo que me quedé mirándolo, mis retinas querían explotarse de lo grande que tenía abiertos los ojos.

Yah! ¿Por qué te sorprendes tanto? No es como si no lo hubiera hecho antes. Me haces sentir ofendido.-hizo una cara adorable.

N...No es eso. Es solo que...que no sé. Me tomaste por sorpresa.-dije.

Estás actuando muy rara el día de hoy.-dijo. ¿Te sucede algo? ¿Hay algo que me estás ocultando?-preguntó y alzó ambas cejas.

¡¿Q...Qué?! No. No me pasa nada. ¿Cómo crees?-dije aún más nerviosa sin mirarlo , haciendo que parecieran más sospechosas mis acciones.

Era solo una broma. Yo sé que nunca serías capaz de esconderme algo.-dijo acariciando la cima de mi cabeza.

Cuando oí que él dijo eso con tanta seguridad el corazón se me partió, sentí como si hubiera recibido una puñalada.

Tae...yo...yo quiero.-empecé a decir.
¿Qué es? ¿Qué es lo que quiere mi princesa?-dijo con voz dulce.

Yo... Yo quiero decirte que...-el tono de llamada de Tae interrumpió mis palabras.
¿Por qué cada vez que me armo de valor para decírselo el destino se empeña en interrumpirme y hacer que pierda toda la poca valentía que reuní?

Espera un momento.-dijo y deslizó el dedo por la pantalla para responder.

Sí. Soy yo. Mi nombre es Kim Taehyung.-dijo.

¿Qué? No es una broma, ¿cierto? Usted no está jugando conmigo, ¿verdad?-parecía muy serio y a la vez como si estuviera intentando ocultar felicidad.

De acuerdo. Yo lo llamo cuando haya tomado una decisión.-dijo y cortó la llamada.

Me agarró por la cintura con una mano y con la otra mi nuca y unió nuestros labios. Correspondí de inmediato. Era un beso lento y delicado. Se sentía tan perfecto, tan acogedor y cálido. El sabor se sus labios era una mezcla de chocolate y menta por lo que el disfrute de la sensación era muchísimo más placentero.
Succioné sus labios y él me respondió con un pequeño mordisco antes de separarse.

Me sonrió y me cargó.

Yah! ¡Bájame Tae! ¿A qué se debe tanta felicidad?-pregunté sonriéndole.

Parris Goebel me acaba de llamar personalmente. Dice que fui seleccionado para pertenecer a su compañía y me dará una beca con todos los gastos pagos.-sus ojos estaban chispeantes de alegría y su rostro tan radiante como el amanecer.

¡Eso es genial amor!-exclamé.

Lo sé.-dijo. Sonreía tanto que parecía que los músculos de la cara se le iban a rasgar. Me encontraba tan alegre como él, pero a la vez triste porque tenía que dejarlo ir.

¿Y por qué no le dijiste que sí de inmediato?-pregunté.

Porque yo no me voy si no te aceptan a ti también. -dijo.

Tae....A mí no me van a aceptar. ¿No te diste cuenta que los pasos me quedaron sucios y me equivoqué infinitas veces? ¿Qué clase de compañía me escogería así?-pregunté.

El caso es que no voy a aceptar. No voy a dejarte aquí.-dijo.

Ah! No. Eso sí que no. Usted tiene que aceptar. Esa oportunidad ocurre una sola vez en la vida. Tienes que irte.-dije.

Esto me dolía mucho, pero dejaría a Tae irse. No podía amarrarlo con un bebé y dejar que el perdiera la oportunidad de cumplir su sueño.

-Pero...

-Shhhh! Calla. No te preocupes por mí. Yo voy a estar bien. Además, no es como si no nos fueramos a ver más nunca en la vida. También existe Skype, podemos vernos por ahí todos los días.-dije intentando que el nudo en mi garganta no delatara a mis ganas de llorar.

Hana. No sé vivir sin ti. Te necesito como el aire para respirar.-dijo.
Vaya que estás poético.-sonreí.-Antes de conocerme podías vivir perfectamente, ahora también.

Amor. No quiero irme y dejarte aquí. Me voy a sentir muy mal. La beca es posiblemente de dos a tres años. No sé si pueda resistir ese tiempo sin vernos.-dijo y una lágrima se le escapó.

Lo abracé.-Ya verás que lo lograremos. Sabes que nunca dejaré de amarte y te estaré esperando.-dije sollozando un poco contra su pecho, que subía y bajaba de forma rápida porque también estaba llorando.

Yo también te amo y nunca dejaré de hacerlo.-dijo entre lágrimas y besó mi frente.

Una señora de avanzada edad llevaba a su nieto en brazos mientras este lloraba desconsoladamente y esta lo intentaba calmar.

Tranquilo pequeño. Todavía me tienes a mí.-decía mientras acariciaba el cabello del infante.

Aunque soy tu abuela y estoy vieja ya, te voy a cuidar y a amar tal y como tus padres lo hacían.-el llanto del niño de, aproximadamente, 5 años empeoró.

Tae alzó la vista para ver al niño.
Aigoo! Los niños tan apuestos como tú no deberían llorar porque se ponen muy feos.-comentó acercándose a la anciana.

¿Quieres que hyung te lleve a dar un paseo? Más allá hay un parque con toboganes, columpios y payasos. ¿Te gustaría echar un vistazo?-preguntó al niño con una hermosa sonrisa colgando de sus labios, para transmitirle seguridad, tanto al niño, como a la abuela.
El pequeño lo miraba atentamente mientras se frotaba un ojo con su manita derecha.

Anda. Ve con el joven. Debes ir a divertirte un poco y compartir con los demás niños.

Yo quiero a mi mamá y a mi papá vivos. Quiero que vuelvan conmigo-volvió a llorar.

Los brazos de la anciana parecían querer romperse así que Tae se ofreció para cargar al niño.

Lo recostó a su pecho y dejó que llorara mientras pasaba su mano por la espalda del niño. -Todo va a estar bien. Ya verás.-dijo. A tu abuela no le gusta verte así, a ella también debe dolerle mucho. Deberías ser un poco fuerte para que ella no se derrumbe.-añadió y siguió pasando su mano por la espalda del infante.

Me imaginé a Tae con nuestro bebé en brazos haciéndole mimos y caritas tontas mientras le habla.
También me lo imaginé dándole consejos cuando crezca. Va a ser un buen padre. Lo malo es que no puedo decírselo, ya no.

La señora mayor entristeció su rostro y comenzó a llorar también.
Me acerqué a ella, la tomé por los hombros y la guié hasta un banco para sentarnos.

¿Por qué? ¿Por qué Diosito es tan cruel conmigo y mi nieto? ¿Por qué se los llevó tan pronto?-decía mientras sollozaba y sorbía por la nariz.

De verdad no tenía respuesta a eso; pero tampoco creía que Dios fuera el culpable de que haya sucedido semejante tragedia.

De verdad lo lamento mucho. Debe ser muy duro.-dije. No había manera de consolarla, parecía muy rota, muy dolida. Lo único que podía hacer era permanecer a su lado para hacerle saber que yo también sentía su perdida, su dolor.
Después de todo yo también perdí a Jackson y se cuánto duele. Sé lo duro que es y lo difícil que resulta afrontar la realidad.

Tenga un poco de agua. Debe calmarse. Eso le va a hacer daño, tanto a usted como a su nieto.-dijo Tae extendiéndole una botella de agua.

G...Gracias.-escurrió su nariz en un pañuelo luego de aceptar el pomo de agua.

Abue...Vamos a ser fuertes. A mamá y a papá no les va a gustar que estemos así. Yo te quiero mucho. Gracias por recibirme en casa con los brazos abiertos.-sonaba más calmado que antes y la expresión en su rostro parecía la de alguien decidido a seguir adelante.

***
Jungkook.

Iba saliendo de la academia cuando recibí la llamada de un número desconocido. Contesté sin más.

Bueno...-dije.

¿Es usted Jeon Jungkook?-preguntó la voz masculina.

Sí. Él mismo que viste y calza.-respondí.

Usted ha sido seleccionado entre sus compañeros para ser uno de los trainees de la BigHit.
Pero antes, debo informarle que ganó una beca en una escuela de baile y música,con todos los gastos pagos, en Canadá.
Puede ir a formarse como profesional allá y luego regresar a Seúl para que forme parte de la banda de chicos que el presidente Bang Shihyuk está planeando formar.

Pero yo solo audicioné para baile.-dije.

¿Crees que te hubiera dicho lo de la música si el presidente ya no hubiera visto los vídeos en los que cantas, que colgaste en tus redes sociales?-preguntó.

En serio. Muchísimas gracias. Les estoy totalmente agradecido.-dije.

Nosotros somos los que estamos agradecidos contigo chico. Tienes unos talentos inescrutables. Estudia mucho en Canadá, aquí te vamos a estar esperando.-dijo y antes de que colgara hablé.

Usted es Song SeunDuk, ¿cierto?-dije emocionado.
Estaba que iba a explotar de la felicidad, porque tanta, no cabía dentro de mí.

El mismo.-contestó.

Soy su fan.-dije y este rió.

Nos vemos pronto chico. Adiós.-colgó.

Comencé a saltar y a berrear en medio de la calle como descerebrado llamando la atención de las personas a mi alrededor.

He ganado una beca con todos los gastos pagos. Tomen bitches.-grité sacando ambos dedos corazón.

Mientras caminaba dando brinquitos y silbando mantenía las manos en los bolsillos.

Escuché un grito de chica por lo que me paré en seco y busqué el lugar de dónde provenía aquel alarido.

El chico agarró a la chica y apretó su mandíbula de forma brusca.
Los demás espectadores solo se burlaban.

Entre ellos había una chica que si más no recordaba era la tal Jisoo.

¿Por qué te haces la dura? Yo sé muy bien que la última vez lo disfrutaste.-la miró amenazante y soltó una sonrisa cínica.

Se acercó para intentar besarla a la fuerza, pero antes de que yo fuera a ayudarla, ella lo escupió y comencé a caminar más rápido en dirección a ellos.

¿Qué no te bastó con violarme y quitarme mi virginidad? ¿Por qué me sigues molestando?-dijo la chica con la voz quebrantada por completo.

¿Qué te sucede perra? ¿Te agarró la rabia? ¿Estás loca o qué?-el bastardo la agarró del pelo y le pegó a la chica haciendo que su cara se volteara y la vi. Era Yerin.

No esperé más y corrí hacia el montón de bastardos.

Jungkook?-la tal Jisoo abrió los ojos como platos.

Oh! Miren. Tu caballero de blanca armadura vino a por ti princesa.-rió divertido.

Mis puños se pusieron rígidos a mis costados y mis nudillos de seguro estaban blancos de ejercer tanta presión.

Oye niño bonito. Te aconsejo que no te metas en lo que no te importa. Esta chica de aquí puede tener cara de monja pero es una puta.

No soporté más y golpeé en el rostro al imbécil, haciendo que cayera al suelo. Le comencé a pegar repetidas veces por lo que había dicho. Además, no paraba de pensar en lo que Yerin había dicho segundos antes, este maldito bastardo la había violado.

¿Cómo te atreves a hacerle semejante atrocidad a una chica? ¿Acaso te consideras hombre?-le grité sin dejar de pegarle.

¿A qué te refieres? ¿A que la violé? Esta chica es muy buena en la cama.-sonrió de lado.

¿Ni con la cara hinchada dejas de decir pendejadas? Hoy vas a morir imbécil de mierda.-vociferé y continué golpeándolo.

¡Basta Jungkook! Lo vas a matar. ¿No ves que lo está haciendo para provocarte?-gritó Yerin.

Lo voy a matar si es necesario.-la rabia había cegado mi razón.
Hasta que su nariz sangrara y su rostro estuviera totalmente desfigurado no iba a parar de pegarle.

Pero mientras más lo hacía el muy psicópata se reía más, haciendo que la sangre me hirviera. Quería borrar esa estúpida sonrisa de su rostro. Mis nudillos estaban sangrando y me ardían como el infierno pero eso no importaba con tal de acabar con el maldito.

¡Cuidado Jungkook!-gritó Yerin con horror. Me giré justo a tiempo y evité que el fierro impactara contra mi cabeza.

Agarré el tubo de hierro y le propiné una buena patada por el abdomen al idiota que había intentado ayudar al mal nacido, y cayó al suelo.

Luché contra otro que intentó acuchillarme, pero falló. Como resultado terminó tendido sobre unas bolsas plásticas de color negro que estaban en un rincón.

Por último Jisoo agarró a Yerin enlazando su brazo alrededor del cuello de esta, mientras sostenía un arma blanca en su mano. La estaba utilizando como rehén.

Jisoo...Será mejor que te calmes.-dije con las manos delante, sin llegar a tocarla.

O si no qué...¿Me vas a pegar igual que como le hiciste a Antony?-gritó desafiante y pegó aún más el cuchillo al cuello de Yerin.

No. Yo jamás le tocaría un pelo a una mujer para dañarla. Ahora dime...¿Qué carajos te pasa Jisoo? Según como te conocí en la fiesta de Gyuri, tú no eras así.

Me pasa que estoy enamorada de ti. Eso es lo que tengo.-dijo y comenzó a llorar. Pero tú solo tienes ojos para ella. Así que pensé que si hacía la vida de ella un yogurt tú me prestarías más atención.-estaba hiriendo a Yerin con el filo del arma.

«¿Qué acaso está loca? ¿Cómo puede alguien, que esté en el completo uso de sus facultades mentales, pensar que destruir la vida de alguien es bueno para llamar la atención de su amor platónico?»

Jisoo...Vamos a hablar. Podemos hacerlo.-dije. Hablemos de nosotros.-agregué.

Sus ojos brillaron.

¿De veras?-preguntó ilusionada.

Sí.-afirmé con un ligero movimiento de cabeza.

Hizo por separarse de Yerin, pero volvió a pegarse.-¿Cómo puedo saber que esta no es una de tus tácticas para liberar a Yerin y que no me estás mintiendo?

Confía en mí. -la miré fijo a los ojos para lograr transmitirle confianza y esta relajó su agarré sobre Yerin y se separó de ella.

Cuando Yerin estuvo lo suficientemente lejos de ella, la coloqué detrás de mí y comencé a caminar en dirección a Jisoo.

Ahora sí podemos hablar.-dije. Hice un movimiento rápido para intentar quitarle el arma pero fallé y esta me apuñaló en el abdomen.

Debido al dolor del impacto del cuerpo extraño contra mi cuerpo abrí los ojos y la boca y la miré fijamente.

Escuché a Yerin gritando mi nombre y vi como Jisoo me miraba sorprendida, luego miró sus manos y soltó el cuchillo.
Se alejó a pasos titubeantes de mí y cayó al suelo en shock. El siguiente en caer al suelo fui yo. Yerin se arrodilló a mi lado asustada.

J...Jungkook!!!-sollozó y puso su mano sobre mi herida para ejercer presión sobre ella, con el objetivo de que no saliera tanta sangre.

Yerin...Usa mi teléfono para que llames a una ambulancia.-dije casi sin fuerzas. Tómalo en mi bolsillo.-añadí.

Ella tomó el teléfono en sus manos temblorosas y marcó el número de emergencias.

Escuché el sonido de las sirenas antes de cerrar mis ojos.

***
Desperté y lo primero que vi fue una luz blanca.

«¿Estaré muerto?»

Cuando mi vista se volvió más nítida me di cuenta que era solo la luz de la lámpara de la habitación.
Habían personas que estaban a mi alrededor.

Yah! Paren de mirarme así. Parece como si yo fuera un muerto y ustedes me estuvieran velando.-bromeé.

Yah! Rata! Deja de bromear con esas cosas.-protestó Yoon Hana.

¿Qué haces tú aquí? ¿Qué no estabas en el hospital?-pregunté.

Para tu información...Estamos en un hospital y eres mi compañero de habitación.-dijo.

¿Dónde está Yerin?-pregunté.

Ella está allá afuera porque no quiere saber de mí.-dijo Tae.

Ya le contaste que eres su hermano, ¿verdad?-pregunté.

El asintió.

Debe ser muy difícil para ella aceptar la realidad.-dije.

¿Qué tal si todos salimos para darles un tiempo de intimidad a los tórtolos?-preguntó J-Hope.

Hope hyung. ¿Recuerdas que yo soy el hermano de Yerin? No voy a permitir que esos dos salgan así como así.-dijo Tae autoritario y me reí de su cara seria.

¿De qué te ríes galleta mutante?-protestó.

Ya corta el rollo Tae. Pareces un anciano protestando tanto. Vamos a afuera y déjalos ser.-dijo Yoon Hana arrastrándolo por la mano.

En cuanto a los bastardos aquellos, ya no deben preocuparse. Ahora están tras los barrotes en prisión.

Me aseguré de que nunca salgan. Incluída esa maldita Jisoo. ¿Cómo se atreve a siquiera tocar a mi hermana y a mi amigo?-dijo Tae.
Cálmate amor. Ya todo se resolvió.-dijo Hana y besó su mejilla poniéndose en puntitas de pie mientras se sostenía de los hombros de Taehyung hyung.

Lo que no entiendo es el porqué quería dañar a Hana también.-dijo Suga hyung.

Sencillo. Es porque ella y Lisa son mejores amigas.-contestó Tae.

Esas malditas de Lisa y Jisoo. Nada más que las vea les voy a arrancar las pocas greñas que tienen y las voy a donar a la fábrica de utensilios de artes plásticas, para que hagan pinceles con ellas.-todos reímos ante su comentario pero yo me quejé porque la herida me dolía si me reía muy fuerte.

Ahora si nos vamos.-dijo Jimin hyung.

Rapmon hyung, Hara-ssi, Jin hyung, Jimin hyung, Gyuri-ssi, Yoongi hyung y su novia, Hoseok hyung, Taehyung hyung y Yoon Hana salieron de la habitación.

Al rato entró Yerin cabizbaja y se quedó parada cerca de la puerta.
Entra y siéntate.-señalé la silla que estaba a un lado de mi cama.

Nada más se acercó una lágrima se deslizó por su mejilla.
No podía secarlas porque echarme hacia adelante requería mucho esfuerzo y la herida, aunque no fue profunda, me dolía.

Lo siento.-dijo jugando con sus manos.

¿Por qué lo sientes? No has hecho nada malo.-dije.

Por mi causa estás así.-dijo.

Yerin. Con tal de protegernos a todos tú sufriste lo que sufriste. Yo soy el que debería disculparse contigo.- alzó la cabeza, me miró a los ojos y le dediqué una sonrisa tranquilizadora.
Di unas palmadas sobre el colchón.-Ven aquí. Acércate más a mí.-dije.

Ella parecía reticente por instantes pero al final lo hizo. Se sentó a mi lado en el colchón.

¿Estás bien?-pregunté.

¿A qué te refieres?-preguntó.

A lo que te hizo aquel imbécil.-respondí.

Sí.-contestó.

Te prometo que a partir de ahora nadie más te tocará ni un pelo.-dije decidido.

Pero...Jungkook. No quiero que...-la interrumpí.

Solo déjame amarte.-dije, y al instanté se sonrojó.

¿Q...Qué dices?-se puso nerviosa.
Eso mismo que oíste. Que te amo. Desde aquel día que te vi en la fiesta de Gyuri me enamoré de ti.-dije sin dudarlo.

No...No puedes amar a una persona tan sucia e inservible como yo.-dijo dolida.

Yerin. Ni se te ocurra volver a decir eso. Tú eres una chica genial, brillante, encantadora, eres una chica de la que cualquier chico se podría enamorar. No quiero que te sientas sucia por causa de ese bastardo, él es el sucio, no tú.-dije tomando sus manos.

Ella bajó la vista a estas.-Tus nudillos.-dijo.

No te preocupes. Estoy bien.-dije.

Déjame curarte.-dijo.

De acuerdo.- Sin poner trabas estuve de acuerdo.

Ella salió a buscar las cosas necesarias y regresó bastante rápido.

Se sentó a mi lado y con el aplicador bañado en alcohol comenzó a desinfectar las heridas.
Sorbí el exceso de saliva, pues ardía bastante.
Luego aplicó un ungüento y sopló sobre mi mano. Ya nada me importaba más que el contacto de su piel sobre la mía, ni el ardor me hacía reaccionar de lo hipnotizado que estaba contemplando su belleza.
Observando su cara me detuve en sus labios. Lo tenía partido en la comisura derecha.

Acerqué mi mano a su rostro, pero ella lo retiró rápido.

¿Qué haces?-preguntó alarmada.

Tus labios...Tienes la comisura con sangre.-dije señalándola.

No te preocupes. Estoy bien. Luego me encargo de ella.-dijo.

De ninguna manera. Déjame ayudarte. Quiero curarte.-dije.

¿¡Qué?!-abrió los ojos bien grandes.-No...No te preocupes. Ya dije que estoy bien.-dijo nerviosa y comenzó a cerrar el estuché metálico, donde estaban guardados los utensilios, con algo de torpeza.

La detuve.-Ah, no señorita. Usted me dijo que me curaría y yo no puse pegas, ahora yo soy el que quiere curarte.-le hablé con voz aterciopelada.

Ella relajó las manos y la postura de los hombros.

Tomé el aplicador y lo hunté con alcohol.-Acércate un poco más a mí. No me puedo mover mucho.-dije.

Ella asintió y se echó un poco más hacia adelante.

Mi corazón comenzó a palpitar a mil por segundo, consecuencia de su cercanía, tragué duro e intenté concentrarme en lo que hacía para no pensar en lo lindos, apetecibles y tentadores que se veían sus labios tan cerca de los míos.

Ella miraba a un punto fijo en la pared, supongo que para evitar tensiones debido al contacto ocular conmigo.

Hunté con cuidado el alcohol en la comisura derecha de su labio y ella sorbió el exceso de saliva, indicándome que ardía.

«Concentración ante todo Jungkook. Solo falta poner la pomada y listo. Reto completado.»

¡Listo!-exclamé y luego suspiré de alivio. Me pude contener.

Ella puso distancia entre nosotros en no menos de un pestañeo.

Sobre lo que me dijiste...-la interrumpí.

No digas nada ahora. Piénsalo bien y luego me dices cuando creas estar preparada. Solo te pido una cosa, y eso es que no me alejes. ¿Puede ser?-hice un puchero.

De acuerdo.-sonrió.

Llegó la noche y escuché al doctor entrar en la habitación.

¿Cómo está mi más reciente paciente?-preguntó.

Estoy bien. Solo me molesta un poco la herida.-dije.

Eso es normal. Dentro de unos días vas a mejorar y estarás listo para volver a bailar.

«Cierto, el baile. ¿Qué voy a hacer? No quiero dejar a Yerin aquí.»

Eso es una buena noticia.-dije alegre.
Yoon Hana. Vamos a hacerte las pruebas.-dijo el doctor a mi amiga.

¿Qué pruebas son esas doctor?-preguntó Tae, quien estaba a su lado.







































Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top