Capítulo 39
Pov Hana.
Han pasado 3 meses luego del juicio. Steven fue llevado a las afueras de la ciudad a un sanatorio mental, o más bien una cárcel para pacientes de psiquiatría. Gracias a todo el revuelo había sabido que Steven no buscaba venganza por su hermano realmente, él siempre quiso verlo muerto y su padre también. No se trataba que Jackson y su padre odiaban a Steven, sino al contrario, Steven y su padre detestaban a Jackson y le hicieron la vida imposible. Jackson aquel día que me salvó, minutos antes de recibir mi llamada había terminado de escribir su carta de suicidio, cuya carta fue encontrada por la policía en la cabaña a abandonada donde Steven se había refugiado. Maldito loco, ahora ni siquiera podía sentir lastima de su condición. ¿Qué sucedió con su padre? Actualmente está muriendo lentamente de una enfermedad tan negra e incurable como lo es el cáncer, lo supe hace pocos días.
Abro por décima vez la carta de suicidio de Jackson y la releo. Era verdad lo que me decía en aquel sueño, no todo era lo que parecía, todo había sido una maldita patraña en donde me querían culpar de la muerte de Jackson para librarse ellos de la carga mental. Steven me odiaba porque yo me había fijado en su hermano y no en él. Quería deshacerse de mí por despecho. Vaya forma diabólica y retorcida de amar. ¿Cómo lo supe? En la carta de Wang está todo.
Mi querida y hermosa Hana, soy yo, Jackson. Primero que todo quiero agradecerte porque mediante ti pude conocer lo que es ser amado, lo que es sonreír, lo que es esos sentimientos de ansiedad en el pecho y estómago causados por ver a esa persona que te hace el ser más alegre de la tierra. Amor mío, no quiero que me odies o creas que soy egoísta por tomar una decisión como esta, pero ya no tolero más lo que estoy viviendo. Mi vida es una eterna pesadilla y tú has sido el pequeño rayo de luz entre tanta oscuridad, otra vez debo agradecerte. Por favor, no llores aunque sé que será inevitable, te pido que no te rindas como yo, continúa la vida, vuelve a sonreír, encuentra a ese alguien que de todo por ti, porque lo mereces...Sé que no debería, pero te contaré todo lo que he estado viviendo, al menos tú mereces saberlo y entender el porqué cometí esto. No es por ser cobarde, incluso abandonar requiere de mucha valentía. Bien...Ahora te diré...
Mi hermano Steven Wang siempre me desplazó, él me golpeaba cada noche luego de la cena, me hacía terminar vomitando porque decía que yo no merecía ni la comida que ingería y mi padre a pesar de escuchar mis gritos nunca hizo nada, él creía que yo era un error. Mi hermano iba a un colegio privado, mientras yo iba a uno público. Yo en ocasiones tuve que comer de los latones de basura porque en casa se negaban a darme de comer y nunca tuve dinero. ¿La razón de tanto odio hacia mí? Cuando era pequeño mi madre se encontraba en la cocina haciendo las herviduras para purificar las sábanas y las ropas, era algo que hacía todos los sábados, pero aquel día yo estaba jugando alrededor de ella y no hice caso cuando me dijo que me alejara. Como niño que era , tenía una naturaleza traviesa y era curioso por demás así que quise aprovechar el momento en que mamá se distrajo en el fregadero para subirme a la meseta y ver el contenido de aquellas calderas repletas de espuma blanca. Todavía recuerdo lo que dije: ¡Mira mamá, soy súper man! Tenía intención de lanzarme de la alta meseta, pero mamá corrió tan rápido a socorrerme que tropezó con el horno y aquellas calderas de agua hirviendo cayeron sobre ella y la quemaron. Yo comencé a llorar al ver que no se levantaba y su cuerpo estaba tan magullado. Al poco rato sentí la cerradura de la casa ser abierta. Papá y mi hermano habían llegado de hacer las compras y al sentir mi llanto corrieron hacia la cocina y encontraron aquella escena. Desde entonces mi familia se quebró. Mamá murió al poco tiempo de estar en coma, no resistió las graves quemaduras. Yo le dije a mi padre todo lo que había sucedido al tener más edad y fue peor para mí, recibí la paliza del siglo, luego mi hermano supo todo y también me dió la espalda. Con el paso de los años comenzaron a aparecer animales muertos en el jardín de la casa, en su mayoría eran gatos y perros degollados, era Steven quien había hecho aquellas cosas, yo lo ví en una ocasión. Mi padre también lo vió y si antes yo había sido desplazado, ahora yo ni siquiera existía. Entonces he cargado con la culpa de la enfermedad aflorante de mi hermano y la muerte de mi madre. Si te preguntas si la enfermedad surgió a través del trauma de ver a mi madre en esas condiciones en el suelo, la respuesta es "no", el ni lloró ese día. Steven ya había hecho cosas como esa antes y me había mostrado los dibujos macabros que hacía, pero no le di mucha importancia porque pensé que tenía una imaginación muy fértil y eran bromas de él para asustarme. Luego de tanto, te conocí y sentí como podía respirar finalmente. Tú me comprendías, eras amable , aunque un poco rebelde y respondona, pero eso te hacía especial, o al menos yo lo veía así. Entonces me enpeñé en ocultarte de mi hermano, pero fue imposible porque él era más astuto que yo y terminó descubriendo que yo salía con alguien. Fue entonces cuando comenzó la odisea otra vez. Cuando me pediste conocer a mi familia y pensabas que no te la quería presentar porque no buscaba algo formal, fue un momento duro para mí, yo en realidad no quería exponerte, pero de alguna manera llegó a presentarse ante ti con otro rostro, tú nunca te fijaste en él. Te explico, hicieron amistad en la biblioteca a la que solías ir a estudiar, él era el tal Nicholas Stefen del que me hablabas. Lo supe cuando él mismo me lo dijo en un ataque de ira, uno muy fuerte en el que casi termino muerto si no fuera porque fue la primera vez que mi padre intervino. Desde entonces mi padre lo envió a un sanatorio, recapacitó un poco pero seguía culpándome de todo, yo lo sabía.
Hoy la gota ha colmado el vaso. Mi hermano ha vuelto y he tenido que ayudarlo a esconder sus trabajos sucios debido a que me amenaza con hacerte daño si no lo hago, no lo tolero más Hana...cariño yo no puedo vivir haciendo esto sin quedarme con el cargo de conciencia. Te pido por favor me perdones por esconderte tantas cosas, tú tienes también problemas familiares como para estar lidiando también con los míos. Ya no quiero ser una carga para nadie más y nos quiero arrastrarte conmigo a este infierno, así que lo mejor será que me despida de este mundo cuanto antes. Te amo mu...»
Justo ahí la carta queda inconclusa, supongo que es el momento en que lo llamé. Estoy llorando otra vez. Cuántas cosas sufrió callado. Cuando yo pensaba que mi historia era horrible, ni siquiera podía imaginar la catástrofe que él ocultaba tras su sonrisa.
Llevo la carta a mi pecho y la estrujo en el acto sin ser consciente de aquello. En ese instante Tae entra a la habitación y se sienta al lado mío para luego colocar una mano tras mi espalda e impulsar mi cabeza hacia su pecho. Su calor me reconforta mucho.
—Hana... cariño. Shhh! Calma. Ya pasó.—dice mientras acaricia mi cabello con delicadeza.
—Tae...¿Cómo pueden existir personas tan buenas y ser tan desdichadas? ¿Siquiera existe la justicia divina?—
— Hana...—musitó y se separó de mí sosteniéndome de los hombros para que le prestara atención. — La justicia divina existe. Se tarda, pero llega. Hay seres humanos que por naturaleza son crueles y se empeñan en culpar de su dolor a otros para sentirse menos pesados, y la otra persona, que no tiene culpa de nada, es la que termina pagando todo.—
—Tae...Él hubiera podido vivir si no fuera porque Steven se disfrazó de enfermero en el hospital y lo desconectó.—
—Quizás sí, pero ya Steven está pagando lo que hizo.—
—Gracias a que ese médico al que Steven creyó haber matado confesó.—suelto un suspiro pesado.
—Bien...ya no pienses más en eso.—dijo y quitó la carta de mis manos para doblarla y colocarla sobre la mesita de noche.—Todos están allá abajo esperando por ti. Hoy es el cumpleaños de Gongchan y por demás, mi fiesta de despedida. Ni él, ni yo queremos verte triste, así que ve al baño a lavar esa carita y vístete bien bonita para que bajemos juntos.—me dedicó una de sus tantas sonrisas angelicales y sentí tanta paz, Tae me hacía sentir como en casa. Creí que nunca más volvería a amar luego de Jackson pero, aquí estoy amando con locura a este hombre frente a mí y esperando un hijo o una hija de él. Taehyung aún ni sospecha de mi embarazo y tampoco quiero decirle, no cuando se va dentro de unos días.
🍁🍁🍁
—¡Hana...Hasta que al fin bajas mujer!—chilló Go Hara y corrió hacia mí para abrazarme. Gyuri también lo hizo. Ambas se veían tan felices, que me contagiaron también a mí.
—¡Hermanita! Mira el gran auto de juguete que mi hermano me regaló.—gritó Gongchan y se bajó de su cómodo asiento en las piernas de mi cuñada Sabrina para venir hacia mí y tomarme de la mano.
—¡Wao! Sí que es grande. ¡Min! Con un regalo de esa magnitud me dejas a mí en desventaja.—le reclamé poniendo mis manos en jarra.
—Lo siento hermanita. Supéralo.—se encogió de hombros y Sabrina le propinó un golpe en el hombro.
—Auch! ¡Mujer! ¡Que tus manotazos duelen!—se quejó cual niño que es regañado por su madre.
—No te preocupes Min. Yo he escogido algo mejor.—
—¿Algo mejor?—ladeó la cabeza el crío con curiosidad.
—Así es.—sonreí satisfecha y Tae me miró con complicidad.
—Mmm...Bueno pequeño...Sabemos que te gusta mucho la nieve y la última navidad no fue muy agradable así que Tae y yo queríamos compensar eso.—me incliné hacia adelante colocando mis manos en las rodillas para estar a su altura.
—¿Me compraron una máquina de nieve?—sus ojos se iluminaron con emoción.
—Es algo mejor. Podrás irla a ver en persona y mamá te acompañará.—sonreí. Acto seguido saqué los dos boletos de mi bolsillo con las reservaciones dentro de estos y se los entregué para que los leyera en alta voz esperando su reacción.
— Oh! ¡Wow! ¡Mamá! Es un viaje con todo incluído a Nueva Zelanda.—empezó a dar brinquitos en el lugar y mi madre abrió los ojos como búho. No se lo había esperado.
Si piensan que me quedé estos meses acostada en cama, se equivocan, seguí yendo al colegio tras mi mejoría y me incorporé nuevamente a la academia y comencé a dar clases a los principiantes, pronto, cuando ya tenga mis 7 meses tendré que tomar la licencia, pero al menos tendré dinero reunido para ese entonces. Además de las clases empecé a trabajar a medio tiempo junto a Taehyung y recaudamos el dinero para darle esa sorpresa al pequeño pilluelo.
—Ufff! Sí que me has ganado. Me has dejado en el subsuelo Hana.—Yoongi soltó un silbido bajo provocando que el resto de personas en la sala estallaran en risas.
—Bueno...¿Picamos el cake o no?Tengo hambre.—Ahí estaba Jimin haciendo un puchero adorable. Esa cara hace que Gyuri tome sus mejillas y las bese.
—¿Quién se negaría a esta sonrisa y mejillas compradoras?—comentó mi amiga y Taehyung chasqueó la lengua provocando más de una risa.
—Anda. Vamos a cortar la tarta.—propuse y todos se acercaron a la mesa donde descansaban los bocadillos, el cake y las decoraciones.
—Jungkook y Yerin. Acérquese y dejen de ser penosos. Esta también es vuestra casa.—Tae alzó la voz para llamarles y estos le hicieron caso. Se acercaron poco a poco, dados de la mano y se unieron al resto para comenzar a cantarle el feliz cumpleaños a Gongchan.
Luego de que cada cual tomara su trozo de pastel se dispersaron. Algunas de las parejas salieron al patio trasero, otros estaban amelcochados en el sofá compartiendo la comida. Por primera vez me sentía tan liviana y sin preocupaciones.
—Que alegría saber que cada cual resolvió su dilema. Ahora todos estamos más felices.—comentó Tae abrazándome por la espalda.
Suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro.
—Cierto. Hoy es, sin duda, uno de los mejores días de mi vida.—acaricié sus venosas manos.
—Concuerdo contigo pequeña.—besó mi mejilla y sonreí volteándome para estar frente a él.
—Te voy a extrañar mucho Blank Tae.—
—¡Vaya! ¿Hace cuánto que no oigo ese apodo?—soltó una carcajada ronca que fue música para mis oídos.—También te extrañaré preciosa.—añadió y besó mis labios con ternura, ternura que se convirtió en algo fogoso en poco tiempo, de no ser por el timbre que nos interrumpió el momento, quién sabe si habríamos terminado en la habitación.
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Hola de nuevo. Regresé.😅 Perdonen la tardanza. Mi vida ha sido un caos últimamente. Esto de las clases virtuales me han tenido ocupada, además que no tenía ni gota de ganas de escribir. Luego vino que me enfermé de covid, pero ya estoy bien. Y bueno..quería decirles que ya estamos a nada del final. Quiero agradecer a quienes han esperado pacientemente a que está historia termine. La he llevado bien lenta porque no me convence mucho. La forma de escribir de antes y la trama no están tan impactantes, pero muchas de mis amigas me han dicho que la siga, así que aquí estoy. Sin más habladurías. Gracias por todo.🤧
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