Cap.33: "Solo para ti bebé".(JM) "Te amo". (JK) "Pronto nos veremos" (YHN)
Cap.33
Min Gyuri (Gema)
Lo primero que hice fue mirarme al espejo. Parecía una bruja, que vergüenza. Jimin me vió así. Es la primera vez que me ve al natural acabada de levantar en todo el tiempo que estuvimos juntos antes de irme para Chile.
Bebé! ¿Sucede algo?-Jimin tocaba la puerta del otro lado.
Dame solo un momento para arreglarme.-grité mientras aplicaba mi base.
Bebé. Te ves preciosa como sea. Me gusta verte así en tu estado natural. Abreme. -escuché que rió por lo bajo y volvió a tocar.
Voy a entrar.-avisó.
Noooo!!!- grité horrorizada pero fue en vano. Escuché la puerta abrirse.
Pov Jimin
Actuaba de una forma muy tierna. Pero a mí me gustaba ella de todas las maneras. No me importaba su físico. Yo la quería a ella.
Abrí la puerta y dejé la bandejita plateada y la rosa, sobre la cama. Caminé y toqué la puerta del baño.
¿Puedo pasar?- pregunté
No. No quiero que me veas en este estado.-escuché que dijo desde adentro.
Amor. Eres preciosa. Cuando desperté lo primero que vi fue tu rostro al natural y, creeme que, me costó dejar de ver lo hermosa que te veías para ir a prepararte un desayuno bien delicioso. Bebé... Sal de ahí. Yo te quiero de cualquier manera. - dije recostando mi frente al cristal de la puerta de su baño.
Escuché un suspiro venir de adentro y la puerta se abrió de a poco. Dejando ver a mi preciosa novia en pijama y con su pelo desaliñado que la hacía lucir bien sexy.
Inmediatamente la agarré de la cintura para acercarla a mí, ella se agarró de mis hombros para no perder el equilibrio y caer. Quedamos frente con frente.
Pequeña. Quiero que te grabes esto...- susurré contra sus jugosos labios que siempre me tientan. Eres la mujer que quiero, a la que amo, por la que daría todo, más que tu físico me gusta tu personalidad y tu forma de ser tan dulce. Eres perfecta Min Gyuri. Te amo.-ella sonrió.
Te amo Park Jimin. Eres mi todo.-susurró contra mis labios y fue lo único que bastó para que nos fundieramos en un profundo beso, que solo fue roto porque chocamos contra el borde de la cama. Donde estaba el desayuno servido.
La agarré fuerte para que no cayera sobre esta y luego de depositar un suave beso en su frente, la tomé de las manos y la senté junto a mí en la cama.
¿Preparaste todo esto para mí?-miraba con asombro a la bandejita de plata frente a ella.
Sí bebé. Solo para ti.-dije y le dediqué una sonrisa.
Awwwn!! ¡Que tierno eres! Muchísimas gracias amor. -sonrió esplendorosamente y me abrazó.
Gracias también por la rosa
Está preciosa.-dijo antes de separarse del abrazo y besó el lóbulo de mi oreja haciendo que me erizara de pies a cabeza.
Le devolví la sonrisa y le preparé una empanada con jalea de frambuesa y se la di a probar.
Mmmmm...-se lamió los labios.- Está deliciosa. - dijo llenándose los cachetes de comida como una ardillita. Se veía tan linda que no podía dejar d verla.
Ella se llevó una tostada a la boca y se acercó a mí para que yo también probará de ella. Mordí la tostada por mí lado y luego la besé.
Jamás pensé que volvería a ser feliz como lo soy ahora.
Jungkook.
Estaba desesperado porque Tae se fuera debido a que tenía unas ganas inmensas de ver a Yerin y como él lo sabía perfectamente, para fastidiar, solo se estaba demorando más.
Luego de que Tae saliera por la puerta, unos minutos después, entró Yerin. Como de costumbre, venía hacia mí con la mirada gacha y las manos a los costados de su cuerpo.
¡Buenos días! -sonreí a todo lo ancho que mi boca me permitía.
¡Buenos días!-sonrió con timidez.
¿Qué haces ahí parada? Ven a sentarte.-la animé.
Ella me hizo caso y se sentó.
Te traje leche de banana. No sé si te gustará.-dijo alzando la bolsa de plástico.
Justo en el clavo. Me encanta la leche de banana.-sonreí.
¿De verdad? Alzó la vista.-si no me equivoqué, vi una pizca de emoción en su mirada y sonreí internamente.
Sí. -Asentí y ella me dio la bolsa de plástico blanca.
Me alegra que haya escogido bien.-musitó tan bajito que por poco no la logro escuchar, pero lo hice.
Metí mi mano en la bolsa y saqué una cajita amarilla con sorbente.
Mmmmm...Está deliciosa! Muchísimas gracias. Tenía tanta hambre que la lombriz en mi estómago comenzaba a rugir como dragón hambriento.-hice el comentario y ella soltó una carcajada.
Lo de la lombriz no era cierto pero era para que se riera un poco. Siempre anda seria.
Al oír el sonido de su risa me sentí tan bien que no soy capaz de describirlo con palabras.
En segundos volvió a ponerse seria.
Emmm...Disculpa por reírme de esa manera. Estás enfermo.-dijo bajando la cabeza de nuevo.
Oh no. No te disculpes. Me sentí muy bien cuando reíste. Hace días no oigo el sonido de una risa sincera. Todos en esta habitación son unos amargados. - Lo último lo dije en un susurro para que solo ella lo oyera, y no el nuevo compañero de habitación que tenía.
Una sonrisa se hizo evidente en su cara.
¿Cómo te sientes?-preguntó y colocó sus manos en su regazo.
Ya estoy mucho mejor. Pronto me deben quitar los puntos.-dije.
Me alegra escuchar eso.-dijo ella llevándose su mano derecha al corazón.
Emmm...Yerin. Tengo ganas de ir a dar un paseo por el jardín del hospital. Estar en esta cama me comienza a hartar. ¿Me acompañarías?-pregunté.
Bueno...-calló durante unos minutos, ya yo comenzaba a sudar frío. ¿Había cometido algún error al preguntarle?
Soy una persona con una mala reputación y manchada. Sí no te es molestia, te acompaño.-musitó y una lágrima rodó por su mejilla.
Está vez si pude inclinarme hacia adelante.
Yerin...- susurré para que me prestara atención.
No me hizo caso, siguió mirando hacia sus manos.
Yerin.-volví a decir con voz calmada y alcé su barbilla para que sus ojos hicieran contacto con los míos, pero no lo hicieron seguía metida dentro de sus pensamientos, mientras lloraba y sorbía por la nariz.
Verla así me ponía muy mal, así que la abracé. Al ver que no puso distancia y siguió llorando en mi hombro, supe que era un paso de avance, ya no me veía como alguien peligroso. Acaricié su cabello y di palmaditas en su espalda mientras lloraba.
Yerin...Escúchame. No vuelvas a decir eso. Eres una persona genial, que es digna de el amor de todos. Por favor no sufras por personas que no merecen tus lágrimas. Eres una chica dulce, amorosa y bella. La chica que amo y no quiero verte sufrir. Quiero que sigas siendo fuerte y continues adelante. Si me permites, te ayudaré a olvidar todo. Mereces una vida llena de alegría. ¿Y quieres que te diga una cosa?
¿Qué cosa?-sentí su mandíbula moverse en mi hombro.
La tomé por los hombros y puse un poco de distancia entre nosotros.
Te amo.-la miré a los ojos para transmitirle mi sinceridad.-Y no me importa la reputación que otros inventen de ti, porque yo sé como eres en realidad. No voy a permitir que nadie vuelva a hacerte daño.-ella me miraba con sus ojos llenos de lágrimas.
Tomé su rostro entre mis manos de forma delicada y con los pulgares sequé sus lágrimas.
Ahora deja de llorar. Todo va a estar bien.-dije y ella asintió.
Pasados unos minutos Yerin ya estaba más calmada.
¿Todavía quieres ir al jardín del hospital?-preguntó.
Sí. Claro.-sonreí.
Ella me ayudó a bajarme de la camilla, me brindó su hombro para que me apoyara en él.
Y comenzamos a caminar, salimos de la habitación y continuamos por el largo pasillo hasta el ascensor.
Yoon Hana.
Llegamos a casa de mi mamá y de Suga oppa y lo primero que hice fue ir a la cocina a por algo de comida.
Mamá tengo hambre.-dije.
Aigoo pequeña! Dame un momento. Enseguida te hago algo de comer.-dijo desde la sala.
Amor. Me acaban de llamar de la Academia.-dijo Tae recostado en el umbral de la puerta de la cocina.
¿Y te vas?-pregunté, de la nada se me había hecho un nudo en la garganta.
Sí. Tengo que ir a hablar con el director algunos asuntos.-contestó y una lágrima traviesa se fugó de mis ojos.
Bebé. ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?-preguntó preocupado y se acercó rápido hasta donde yo estaba.
《Ash! ¡Esta susceptibilidad de mierda!》-maldije para mis adentros.
Hice un puchero y limpié el líquido de mis ojos.
Estoy bien. Es solo que...-hice un puchero- te voy a extrañar mucho.
Awwn! ¡Qué linda eres!-mordió mi cachete con suavidad.
Sonreí.-Prometo que volveré pronto.-sonrió y besó mi mejilla para luego besar mis labios.
Te amo.-dije.
Yo también te amo princesa. - me mostró su sonrisa cuadrada.
Ya me voy. Vuelvo dentro de poco. -se despidió con la mano y luego se marchó.
Salí de la cocina y me senté en el sofá. Mi mamá se acercó a mí y preguntó que quería de comer.
Cualquier cosa.-contesté mirando al televisor.
De acuerdo.-acarició mi cabello y fue para la cocina.
Mamá! ¿A dónde fue mi hermano?-grité.
Fue a buscar a Sabrina al trabajo. Dice que quería verte. -respondió.
Que bien.-dije.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo, por lo que lo saqué.
*HARA🎀*
Oye loquilla. ¿Cómo estás?
*YO*
Ya estoy bien.☺
*
HARA🎀*
Me alegra saberlo.
¿Cuándo podemos ir a
verte?
Gyuri está aquí conmigo.
Vinimos a comprar
algunas cosas al
Súpermercado.
*YO*
Pueden venir hoy si quieren.
Tengo algo importante que
decirles.
*
HARA🎀*
Whaaat? Eso suena serio.
Nos vemos dentro de un
rato.
*YO*
Cuídense por ahí y no se
metan con nadie, para que
nadie se las meta.🤣
*HARA🎀*
¡Qué graciosa! 😑
Cuidate también loquilla.
Besos.😘
Dejé el teléfono a un lado y seguí viendo la tele.
Mi teléfono volvió a vibrar.
《¿Qué querrán esas dos locas ahora?》
*Unknown*
Hola! ¿Cómo has estado? Espero que disfrutes mucho ahora.
Miré el sms. No conocía el número. ¿Quién rayos era?
《¿Debería tomar el mensaje como una amenaza, O como que se están preocupando por mí?》
Decidí responder el sms. Tecleé las palabras bien rápido.
*YO*
¿Quién eres? ¿Te conozco?
*Unknown*
Soy alguien a quien conoces
pero que no recuerdas. Pronto
nos veremos de nuevo.
Al parecer era algún bromista que estaba intentando asustarme.
*YO*
Deja ya de fastidiar. No pienses
que voy a caer en cualquier
jueguito de mierda.
Al instante bloqueé el número. No deseaba estresarme, por el bien de mi bebecito, debía de permanecer calmada.
Terminé viendo el canal de compras. Hice algunas anotaciones en mi celular al ver ciertos objetos que se necesitan para la habitación de un bebé.
¡Pequeña! ¡La comida ya está! -anunció mamá y vi cómo ponía los plato de acompañamiento en la mesa, junto a los cubiertos y vasos.
¿Vas a comer ahora o vas a esperar a que lleguen tu hermano y tu cuñada para comer todos juntos?-preguntó mirándome desde su posición.
Voy a esperar a que lleguen mi hermano y Sabri.-sonreí. Ella me devolvió la sonrisa.
De acuerdo.-concordó mamá y tapó los alimentos con una malla.
Voy a preparar el postre.-agregó.
¿No quieres que te ayude en nada?-pregunté.
No te preocupes hija. Continúa viendo la televisión.-dijo y entró a la cocina.
30 minutos más tarde...
Mmmm...Creo que llegamos a buena hora.-dijo Yoongi oppa entrando por la puerta principal.
Sonreí al escuchar su voz de nuevo.
Me levanté de mi comodidad y fui a recibirlos.
Oppa...Se demoraron. La comida por poco se enfría.-dije con un puchero.
Aigoo! La casa de Sabri no queda al doblar de la esquina. 😑 -me puso cara de póker.
Sabriii. -dije alegre y la abracé.-Te extrañé cuñi.-ella rió.
Yo también cuñi. No pude irte a ver mucho al hospital porque estaba muy ocupada con el trabajo.-se excusó.
No te preocupes cuñi. Te entiendo.-sonreí para calmarla.
Mamá salió de la cocina y también fue a recibirlos.
Luego de unos minutos ya estábamos sentados a la mesa comiendo.
Por suerte mamá había preparado algo a parte para mí. Mi comida no estaba excesiva en condimentos, ni salsa. Era un simple puré hecho con la sopa y el pollo pasados por la batidora.
Probé dos cucharadas y se me abrió el apetito, pero cuando mamá destapó la olla con los mariscos, me vino una arcada y de manera automática me llevé la palma de la mano hacia la boca.
¿Estás bien mocosa?- Mi hermano tan amable como siempre. *insertar sarcasmo*
Logré calmarme un poco y asentí.
Seguí comiendo, tomaba agua de vez en cuando para aliviar un poco esos deseos de vomitar.
Suga le sirvió un poco de camarones a Sabri y ese olor me saturó.
Salí corriendo hacia el baño como alma que lleva el diablo.
Escuché a mamá y a oppa levantarse y gritar mi nombre con preocupación.
Pov Suga.
Hana estaba actuando raro últimamente. Sobre todo con la comida. A ella le encantan los mariscos, no sé porqué su estómago está tan sensible últimamente. Cuando ella es de las que hace ligas raras con la comida.
Cogí un poco de camarones y se los serví a Sabri en el plato. De forma automática Hana se paró con una rapidez sobrehumana de su silla y ,con la mano derecha en la boca, corrió en dirección al baño.
Hana! -Nos levantamos mamá y yo sumamente preocupados.
Iba a ir detrás de ella, pero Sabri me detuvo aguantándome por el antebrazo.
Dejame ir a mí.-me miró con ojos comprensivos, y luego a mamá.
Asentí y me senté. Mamá hizo lo mismo, pero se veía inquieta.
Tranquila mamá. Hana va a estar bien.-cubrí el dorso de su mano con la palma de la mía.
Ella me miró angustiada y asintió.
Yoon Hana
Se sentía horrible estar vomitando. Me dejaba sin fuerzas casi y con un dolor espantoso en la garganta y el abdomen.
Cada vez que paraba, venía otra arcada y echaba todo afuera de nuevo. Me sentía como si me fuera a morir. Es algo bueno que Tae no estuviera aquí.
Hana. Dejame ayudarte.-sentí la voz de Sabrina.
Asentí y ella sostuvo mi cabello y comenzó a dar masajes ascendentes y descendentes en mi espalda.
Hana. Me temo que esto ya no es el estómago. Algo más te pasa. ¿Quieres contarme?-sonó comprensiva.
Hice una seña con mi mano para indicarle que después le decía.
De acuerdo. Cuando estés más aliviada me dices.-sentí el contacto de la tela de un pañuelo en mi frente.
Estaba sudando y Sabri me secaba el sudor.
Cuando terminé Sabri descargó el retrete por mí y me ayudó a levantarme y lavarme la cara.
Siéntate aquí un momento. Ahora vuelvo.-dijo y me dejó sentada sobre la tapa del inodoro.
Eché mi cabeza hacia atrás cuando ella se hubo marchado y toqué mi abdomen. Me preocupaba si mi frijolito se encontraba bien o no.
Después de unos minutos sentí la puerta del baño abrirse nuevamente.
Sabrina traía un vaso de agua en la mano.
Toma. Has perdido líquido.-dijo.
Gracias.-dije un poco fatigada y bebí toda el agua.
Sabri. Disculpame por arruinarte la cena.-dije.
No te preocupes Hana. Suga y yo ya habíamos comido una hamburguesa antes de llegar. Jeje.-sonrió. -Pero no se lo digas a la señora Min In Suk o nos mata.-de acuerdo sonreí cómplice.
Sabri. Te voy a contar algo que necesito que guardes de mi mamá y de Suga.
¿Qué?-abrió los ojos alarmada.-Yo no le guardo ningún secreto a Suga.-dijo.
Pero puedo confiar en que no se lo vas a decir. Solo está vez. Te pido ese favor.-supliqué.
De acuerdo. Puedes confiar en mí. No le diré nada a nadie. Lo prometo por el amor que le tengo a Suga.-dijo mirándome fijamente a los ojos. Eso fue suficiente para contarle. Necesitaba soltarlo.
Verás...Sabri...Yo...- dije.
¿Tú qué?- preguntó ansiosa.
Yo...Yo estoy embarazada de Taehyung.-confesé.
¿Q...Qué?- tartamudeó.
Sí. Lo que escuchaste.-dije.
Pero Hana. ¿No se lo piensas decir a Taehyung?- preguntó. La misma pregunta Jungkook y el doctor hicieron.
No. Él tiene que ir a una Academia de baile muy importante con todos los gastos pagos y no le voy a tronchar el futuro siéndole de carga a Él, con un bebé. La misma respuesta que les di a todos.
Pero él es el padre. Está en todo el derecho de saberlo.-insistió.
Y yo lo sé. Solo que no se lo voy a decir ahora.-dije decidida.
¿Y a qué vas a esperar? ¿A qué se vaya y pasen 2 años y vuelva? - preguntó.
Probablemente.-contesté jugando con mis dedos.
Sabes que no te va a creer, ¿verdad? En ese momento sí lo vas a perder definitivamente Hana. Así que solo te pido que pienses bien lo que vas a hacer. -habló Sabri y me extendió la mano para ayudarme a levantar.
Vamos a tu cuarto. Debes estar agotada.
Voy a subirte un caldo a tu habitación. - dijo, y luego de dejarme en la cama bajó a la cocina. Donde, de seguro, mamá y oppa la esperaban ansiosos para comerla a preguntas. Esperaba que supiera responder y guardara mi secreto.
Tocaron la puerta de la habitación. Supuse que era Sabrina, así que le dije que pasara.
Pero para mi sorpresa, era mi mamá.
Hija...- dijo mirándome desde la puerta.
Oh! Mamá!- dije.
¿Puedo sentarme?- preguntó señalando el lado libre de mi cama.
Asentí y ella se sentó. Comenzó a acariciar mi cabello.
Mi niña. Siento que hay algo que me estás ocultando. - dijo y me di cuenta de que era cierto lo que decían de que la intuición de madre, nunca falla.
Mmm...-miré al techo y comencé a jugar con mis dedos, como de costumbre cuando me ponía nerviosa. -¿Qué podría estarte ocultando mamá?-agregué.
No sé. Pero hay algo que no está bien contigo.-dijo mirándome a los ojos mientras pasaba su mano por mi mejilla.
¿Me quieres contar?- preguntó.
Emmm...Bueno. El caso es que...Yo...-fui interrumpida por un toque en la puerta del cuarto.
Hana. Allá abajo están Hara y Gyuri. Vinieron a verte.-dijo Suga desde afuera.
Mamá me miró y me dijo: espero que me cuentes lo que te pasa en otro momento.-dijo y depositó un beso en mi mejilla. Abrió la puerta y escuché que le dijo a mi hermano que las invitara a pasar.
Suspiré aliviada. Aún no me sentía preparada para contarle a mamá. Su reacción no iba a ser bonita de seguro.
Después de un tiempo las vi entrar. Enseguida corrieron a abrazarme.
Hana te extrañamos!!!-gritaron al unísono.
Sonreí por dentro.
¿Qué me trajeron?- pregunté.
Oye! Deja de ser interesada.-protestó Hara.
Te trajimos mucho amor Hana.-dijo Gyuri con una sonrisa burlona en su rostro.
Pesadas.-dije y las abracé. Las quiero mucho, con que estén aquí, me es suficiente para estar alegre. - dije y besé la mejilla de cada una.
Ellas rieron ante mi acción y nos separamos.
Yah! Una estrella se va a caer.-dijo Hara. Hana. Está cariñosa.-añadió.
No puedo creer lo que mis ojos están viendo.-Gyuri le siguió el juego.
Dejen de ser bobas.-les dije un poco sonrojada.
Te trajimos un vestido súper bonito. Se nos ocurrió la idea de comprarlo pensando que a ti te quedaría muy bien. Sacaron un hermoso vestido color salmón de una caja.
Mis ojos se comenzaron a aguar.
Awwn!!! Que lindo detalle chicas.-dije profundamente emocionada mientras secaba mis lágrimas.
Aigoo! No llores Hana. ¿Por qué estás así?-preguntó Gyuri y se acercó a abrazarme.
¿Por qué estás tan susceptible?- preguntó Hara.
Chicas...¿Recuerdan que les dije que tenía que contarles algo?- pregunté.
Sí. ¿De qué se trata?-preguntó Hara. Nos tienes algo preocupada. Suga nos dijo que tu salud no estaba muy bien. -habló Gyuri.
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