Capítulo 6

__Lo supe desde que te vi llegar, sabía que algo estaba mal. Aunque confieso que creí que era culpa de Jay _ la voz de Sophie entró en sus oídos como la melodía más alegre que había escuchado esa tarde.

Sentados frente a frente en la mesa con mejor ubicación del café Palas Lukas solo observaba la lluvia caer y empañar el amplio ventanal de cristal junto a él, lo suficientemente desanimado como para escoger un caramel macchiato por sobre aquel prometedor martini.

__Eso tampoco está siendo sencillo, pero está bien. Puedo con ello, supongo que también es difícil para él adaptarse a un nuevo entorno, y es cierto que soy un desastre_ admite cabizbajo.

__Eres demasiado bueno Lu, Carter es un loco aburrido y obsesionado con el orden_ fue lo que dijo ella antes de darle un bocado de su pastel de chocolate y crema __Cómo está? Delicioso verdad?_ lo vio asentir con sus ojitos iluminados y la sonrisa hizo acto de presencia en su rostro__Este lugar es muy bueno, y tiene bastante clientela a pesar de llevar poco tiempo desde que abrió. Hoy tuvimos suerte porque está lloviendo, de lo contrario no habríamos agarrado mesa_ ella sonrió al verlo beber de su café.

__Lo siento, sé que querías ir a beber_ dijo apenado al su amiga verse afectada por su humor, y tener que cambiar los planes que originalmente ellos tenían.

__Lu, el martini puede esperar. Está bien, solo quería pasar un rato juntos, no importa si bebemos un tequila o un simple zumo_ agarró la mano del pelinegro por encima de la mesa dándole un apretón de confianza __Un helado?_ propuso __De chocolate menta?_ y Lukas se vio obligado a sonreír al verse seducido por la tentadora oferta__Entonces Satanás aún no regresa_ alzó su mano para llamar al camarero y hacer el pedido.

__No, empiezo a preocuparme _ suspiró jugando con el borde de la mesa.

__No hace eso usualmente? Irse por un tiempo y luego regresar cuando menos te lo esperas? Así son algunos gatos después de todo, y Satán siempre ha sido un alma libre. Seguro está de novio por ahí, y tú aquí muerto de preocupación _ ella hace el intento por tranquilizarlo, puesto que comprende cuán importante es ese gato para su mejor amigo.

__Nunca se había ido por tanto tiempo _ hizo un puchero que llenó de ternura a Sophie.

__No te preocupes, te ayudaré a buscarlo. Obligaré a Nico a ayudarme también _ sus palabras lo hicieron sonreír, y ella estuvo a punto de decir algo más cuando la llegada del mesero con el pedido los interrumpió gratamente.

__Aquí tiene_ el amable muchacho rellenó el vaso de Sophie con más de su adorado batido de fresa __Y esto es para ti _ todo sonrisas de colmillos atractivamente puntiagudos el muchacho dejó un bol con dos bolas de helado de chocolate menta frente a Lukas, además de un set de galletas de chocolate.

__Gracias....pero, no he pedido galletas _ aclaró el pelinegro sintiendo sus mejillas encenderse ante la encantadora sonrisa del otro.

__Oh eso, eso corre por mi cuenta _ dijo rascando su nuca el muchacho de sonrisa encantadora y ojos chocolates antes de alejarse hacia el mostrador y perderse por la puerta tras el mismo.

Lukas pestañeó confundido ante el gesto, y lo único que apartó su mente de aquella bruma fue el chillido emocionado de Sophie.

__Vaya, es lindo_ dijo ella pendiente a las reacciones del pelinegro cuyos hoyuelos relucían hermosos debido a su tímida sonrisa.

__Lo es_ admite él con sus ojos fijos en el set pequeño de galletas de chocolate.

__Y muy amable _ ella sigue.

__Si_ embobado con las galletas Lukas solo le sigue la corriente.

__Quieres que vaya a pedirle su número?_ propuso ella alzando sus cejas en insinuación.

__Si... qué, nooo. Qué dices? Claro que no_se corrigió entre risas nerviosas.

__Qué sucede Lu, es lindo, amable y caliente. Y además se nota que le gustaste. Así que porqué no darle una oportunidad? Acaso no saldrás con nadie solo porque el puto Jay Carter está en tu dormitorio ahora?_ ella cruza sus brazos sobre su pecho con un gesto de molestia en su rostro aniñado.

Lukas suspiró, el puto Jay Carter no solo estaba en su dormitorio, estaba en su corazón.

__No salgo con nadie Sophie, solo tengo ligues de una noche o compañeros sexuales ocasionales _ aclaró __ Y no busco nada de eso justo ahora, todo lo que quiero es encontrar a Satán sano y salvo_ dijo y ella solo asintió tomando nuevamente su mano.

__De acuerdo, te ayudaré a buscarlo. No soporto ver esa mueca de preocupación en tu cara_ su declaración lo hizo sonreír.

__Gracias Sophie _ musitó dándole una probada a su helado.

La estancia fue agradable, y gracias a Sophie él fue capaz de dispersar aunque fuera un poco sus preocupaciones. El clima seguía igual de áspero cuando abandonaron el café y al regresar al campus cada uno tomó diferentes direcciones hacia sus respectivos dormitorios.

El abrazo de despedida fue reconfortante, y tomando el camino asfaltado bajo las farolas que iluminaban el paso él se dirigió a las escaleras de su dormitorio. Haber tomado el paraguas de Harry había sido una buena decisión, de lo contrario estaría empapado ahora mismo puesto que la lluvia no se había detenido en ningún momento, incluso ahora.

De pie frente a la puerta de su dormitorio Lukas rebuscó sus llaves en el bolsillo de su pantalón, lo que no esperó fue que la puerta se abriera justo en el momento en que estuvo por meter la llave en la cerradura, obligándolo a moverse hacia atrás con rapidez para no ser golpeado por la misma.

__Oh....ibas de salida?_ preguntó en un susurro con el paraguas cerrado en su mano, sus ojos recorriendo el rostro hermoso de Jay, rostro que no tenía el placer de mirar a detalle desde la tarde anterior.

__N-No_ quiso morderse la lengua por la duda en su voz, y no pudo evitar ver con recelo el colorido paraguas en la mano del pelinegro. Tras el rostro sonrojado y extrañamente familiar de Lukas, Jay pudo obtener una vista hermosa de una tarde lluviosa y fresca, los colores rojizos tiñendo el horizonte. Sin dudas una puesta de sol hermosa que no se veía opacada por la lluvia que aún no cesaba.

El extraño momento terminó cuando Jay retrocedió dejándolo ingresar al dormitorio.

__Tus zapatos están mojados_ fue lo único que dijo el peli plata antes de alejarse hasta la cocina en pasos cortos.

__Claro, me los quitaré _anunció antes de descalzar sus pies en la entrada y dejando el paraguas junto a la puerta para no mojar el piso, el pelinegro se adentró en la pequeña sala de estar __Cenaste?_ curioseó dirigiéndose hacia el refrigerador.

__Si_ respondió el peli plata estático bajo el umbral del corredor. Estaba sobrio, juraría que oyó a Sophie mencionar cuánto deseaba beber. Entonces no lo habían hecho? Cierto, cuando alguien preguntaba algo como eso, lo correcto era preguntar de vuelta __Qué hay de ti? Ya cenaste?_ frunció el entrecejo al verlo abrir la puerta del refrigerador y sacar de dentro dos latas de cerveza.

__Solo helado y postres, pero tengo tanta azúcar en la sangre que necesito quemarla_ rió con timidez observando las latas en sus manos __Q-Quieres.....quieres tomarte una conmigo?_ sus mejillas enrojecieron cuando alzó su mano en su dirección para ofrecerle una de las dos latas.

Y Jay pensó sobre una y mil formas efectivas para rechazar aquella invitación, pero Lukas se veía tan tímido y pequeño al hacerle tal propuesta, que no supo cómo hacerlo. Seguramente lo haría sentir mal de nuevo si lo rechazaba ahora, además, era la ocasión perfecta para construir una buena relación de convivencia, no deseaba sentirse incómodo a su alrededor, así que dando un paso en su dirección asintió suave con su cabeza.

__Pero solo una_ aclaró con firmeza, y juraría que los ojos de Lukas se iluminaron al verlo tomar asiento en el sofá.

__Claro_ asintió sonriente imitando su acción y sentándose a su lado en el sofá__Espera, la abriré para tí _ dijo procediendo a dejar su propia cerveza sobre la mesita del café para abrir la otra y ofrecérsela a Jay.

__Gracias_ quiso no sentirse incómodo al recibir la cerveza, pero no pudo evitarlo. La sorpresa lo golpeó con el sonidito de satisfacción proveniente de Lukas cuando, finalmente logró darle un sorbo generoso a su cerveza __Escuché que tenías una presentación de proyecto hoy_ lo vio asentir antes de relajar su espalda contra el respaldo del mueble y subir sus pies al sofá hasta acomodarse como buscaba y por un segundo deseó no estar tan incómodo y relajarse más, como Lukas __Y qué tal estuvo? Cómo te fue?_ indagó en la búsqueda de un tema de conversación.

__Oh, estuvo bien _ respondió pegando sus rodillas a su pecho antes de darle otro largo trago a su cerveza __Cerré con un puntaje perfecto. Quieres otra?_ su pregunta sorprendió al peli plata, quién lo miró como si se hubiera vuelto loco.

Acaso ya se había acabado la cerveza? Joder a él aún le quedaba más de la mitad. Retuvo el bufido que estuvo a punto de soltar y asintió sin muchas ganas.

Solo una? Menuda broma. En cuanto lo vio ponerse de pie agarró su lata y de un trago largo acabó lo que le quedaba. No pudo evitar sentirse ligeramente mareado al terminar.

__Como sea, ya nos han asignado otro proyecto _ dijo regresando con dos cervezas más en las manos.

__Que pronto. Y de qué se trata?_ curioseó sintiéndose ligeramente más relajado, probablemente algo tenía que ver la cerveza que se acababa de tragar.

__Bueno, tengo un par de opciones, pero escogí hacer un desnudo esta vez _ respondió sin rodeos logrando sorprender a Jay.

__Oh vaya_ tragó el exceso de saliva en su boca antes de recibir la segunda cerveza, abrirla y darle el primer sorbo__Y ya tienes modelo?_ preguntó sin querer saber realmente y sintiéndose tenso, incluso más que antes.

__Porqué?_ su voz salió dulce y adormilada y Jay lo miró __Si aún no tengo uno. Me ayudarías?_ la sonrisa pícara en sus labios le puso los pelos de punta al peli plata.

Esa extraña combinación entre timidez y atrevimiento lo ponían al borde, un borde en el que se sentía incómodo como el demonio, un borde en el que no deseaba estar.

Así que retrocedió todos los pasos que había avanzado con la finalidad de sentirse cómodo con Lukas y su mirada lo juzgó con una dureza que lo hizo sentir el ser humano más cabroncito sobre la faz de la tierra cuando los ojos mieles del pelinegro mostraron un brillo de tristeza y decepción.

Acaso él le estaba coqueteando?

__No_ respondió sin más, con su voz tan fría como un maldito iceberg apartando la mirada. Más tuvo que volver a mirarlo cuando lo oyó reír, bajo, y con cero de gracia.

__Solo estaba bromeando. Aún no tengo un modelo pero...no te lo pediría a tí _ aclaró con sus mejillas coloradas y sus ojos de cachorro __Veamos... No puedo pedírselo a Sophie o Nico va a asesinarme _ rió bajando la mirada, sus dedos jugando con las gotas de condensación en su lata, su ánimo había caído nuevamente. Pero qué esperaba sinceramente?

Jay bufó en voz baja dando un trago largo a su cerveza. Qué demonios le pasaba ahora a Lukas Summer? Porqué su humor se balanceaba en la cuerda floja, y porqué demonios eso le molestaba a él?

Admitía que eran incluso tiernos sus intentos por ocultar su decepción y la caída de su ánimo haciendo que la dirección de la conversación oscilara. Pero esto debía detenerse ahora.

__Me voy a dor......_ Jay no pudo completar su oración al verse interrumpido por el pelinegro.

__Supongo que al final se lo pediré a Harry _ sus palabras hicieron a Jay acabar su cerveza de un trago y acabó apretando la lata en un puño hasta deformarla.

Era broma? Con todo lo que había escuchado sobre Lukas Summer solo en ese día estaba completamente seguro de que, la mitad de la facultad de artes liberales se desnudaría entera si ese muchacho se lo pedía. Entonces porqué pedírselo a alguien que, evidentemente alberga sentimientos románticos por él?

Pero ese, no era su asunto.

__Qué haces? Te lastimarás_ la voz de Lukas, y el suave toque de sus dedos en el dorso de su mano fue lo único que lo arrancó de sus pensamientos.

__Estoy bien _ apartó la mano contraria sin ninguna sutileza y abrió su palma dejando la lata aplastada sobre la mesa del café.

__En verdad estás bien? Ese material corta feo....

__Sobre lo que hablamos ayer_lo interrumpe tomándolo por sorpresa __Yo, tengo algo más que añadir _ supo que lo estaba intimidando con su seriedad cuando fue capaz de percibir de forma clara el momento justo en que Lukas tragó saliva.

__Qué es?_ preguntó casi con miedo.

__Tus ....citas_ pronunció y los ojos de Lukas se ampliaron en sorpresa__No las traigas aquí, respetemos el espacio común que estamos obligados a compartir _ y tras decir eso él se puso de pie alejándose un par de pasos.

En el caso de Jay Carter añadir era sinónimo de prohibir, exigir, restringir. Ahora que había añadido una "regla" más a la caterva de reglas que ya lo hacía cumplir, la satisfacción de sentirse superior lo condujo por un camino oscuro.

Él se sentía drogado en la superioridad, pero igual de molesto. En cambio Lukas, Lukas se sentía ofendido.

__Debo verme muy fácil para tí _ susurró haciendo que Jay detuviera su paso bajo el umbral del corredor.

__Qué haz dicho?_ interroga al no haber captado del todo las palabras del pelinegro. Se volteó en su dirección y lo vio ponerse de pie hasta abandonar la zona del sofá.

__Dije que debo verme muy fácil para tí _ repitió, desafiante, su entrecejo fruncido y sus brazos cruzados mientras clavaba en él su mirada irritada.

__Qué? Eso no fue lo que quise decir _ se molesta aún más al sentir que había sido malinterpretado.

__He aceptado cada una de tus "reglas"_ enfatiza las comillas con sus dedos __He obedecido sin chistar a cada una de tus exigencias porque reconocí mi culpa en cada aspecto que te hizo sentir incómodo en primer lugar, y quería arreglarlo para que estuvieras cómodo en este espacio que estás obligado a compartir.... conmigo_ se fue acercando poco a poco hasta estar frente a un sorprendido Jay __Por eso te parezco fácil? Crees que  voy a hacer sin más todo lo que tú digas? Sé que haz escuchado rumores, y sé que mi reputación me precede. Pero me ofende que me creas capaz de follar con alguien más , contigo en la habitación de enfrente_ concluyó alterado y con ese brillo de decepción en sus ojos.

__Qué?_ atónito y con sus ojos muy abiertos Jay no sabía qué decir __No, espera_ lo sostuvo del brazo cuando vio sus intenciones de irse__De qué hablas? Rumores? No debes saberlo porque no somos cercanos, pero tengo cero interés en esas cosas, tengo cero interés en lo que sea que se diga de ti, no me interesan los chismes de pasillo. Si tú reputación te precede o no, tampoco es asunto mío, porque así como tengo cero interés en los chismes, tu vida privada tampoco es de mi incumbencia. Lo único que pido es que no la traigas aquí. No he escuchado nada desagradable sobre tí si es lo que te preocupa, me gusta mi tranquilidad y quiero conservarla, eso es todo. He pasado todo este tiempo sin saber nada sobre tu intimidad, y prefiero que así se mantenga _ sin detenerse ni un segundo para respirar Jay continuó expresando su pesar bajo la firme creencia de que haciéndolo estaría libre del malentendido, y del enojo de Lukas. Creyó que lo había conseguido cuando lo vio bajar la cabeza __Y respecto a lo último que dijiste, te ha resultado difícil adaptarte a la idea de que ya no vives solo, desde dejar tus cosas privadas en zonas comunes, los trastes sucios en el fregadero, hasta entrar al baño sin tocar. Porqué traer a alguien sería diferente?_ dijo y solo entonces el pelinegro alzó la cabeza y sus ojos mieles cristalizados le miraron.

Lo vio morder sus labios y apartar la mirada antes de apartar su brazo del agarre que él aún mantenía sobre su piel. Él... lloraría? Se veía como si estuviera a punto de llorar. Y si lo hacía, Jay no tendría ni idea de cómo reaccionar.

__Y-Yo....._ Jay le prestó mucha atención en cuanto escuchó la primera palabra brotando de sus labios rosas__..nunca lo haría. Cómo podría....traer a alguien más aquí cuando estás tú...._ sus palabras sinceras enredadas en alcohol estaban confundiendo demasiado al peli plata __ Ni siquiera me pasó por la cabeza...hacer algo así _ pestañeó apartando las gotas saladas que se acumularon en sus ojos y lo miró, un ceño fruncido acompañaba su expresión dolida.

Cómo lo sabría? No era adivino joder.

Ahora qué? Le gritaría? Discutirían? Que situación tan molesta.

__Tú tampoco lo harás _ lo oyó decir y sus ojos se clavaron con curiosidad en el rostro molesto del pelinegro __Tampoco traerás a nadie aquí. Las reglas no pueden ser solo para mí. O si? Ambos debemos contribuir para una convivencia pacífica y un ambiente lo suficientemente cómodo para los dos. Así que si yo tengo prohibido traer a mis citas a mi dormitorio, lo mismo va para tí _ concluyó pasando por su lado con dirección a su propia habitación.

__ Qué demonios?! Yo nunca traería a alguien más a un espacio común. Eres tú quien...._ la mirada enojada que Lukas le otorgó lo hizo callar__Bien, los dos respetaremos esto_ suspiró rindiéndose para evitar extender la discusión. Lo vio asentir y abrir la puerta de su habitación __Espera, las latas....

__Recógelas tú, después de todo no bebí yo solo_ Lukas le gruñó antes de internarse en su habitación, y el portazo debió escucharlo el vecino.

Joder. Qué había sido todo eso? A dónde había ido el siempre amable Lukas? El que decía si a todo lo que él pedía?

En silencio se dirigió a la sala de estar con aquel portazo aún resonando en sus tímpanos. Recogió las latas una a una depositándolas en el cesto de plástico en su mano, tres de las latas estaban vacías, pero la última estaba hasta la mitad.

__Que desperdicio _ bufó con la cerveza de Lukas en su mano. Se notaba que le gustaba beber. Tanto había él matado el humor del pelinegro hasta para hacerlo abandonar una cerveza a la mitad?__A la mierda_ llevándola a sus labios bebió de ella hasta dejarla vacía.

Una vez la sala de estar estuvo en orden él regresó a su habitación.

Y si estuvo largos y enteros minutos de pie bajo el umbral de su habitación con sus ojos fijos en la puerta de enfrente, él no diría nada.

Y si la recién descubierta actitud rebelde y testaruda que prometía darle guerra del muchacho que era todo sonrisas y sis le había sorprendido y encantado a partes iguales, él no diría nada.

Y si el borroso beso indirecto que había obtenido al beber de la cerveza abandonada por Lukas había dejado en su boca un dulce y adictivo sabor, él no diría nada.

Él no diría nada, pero el silencio que sumergió el dormitorio que con Lukas Summer él compartía aquella tarde no sería suficientemente ensordecedor para acallar todos los pensamientos que habían nacido juntos, en un solo espacio y tiempo.

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