Capítulo 3

El dormitorio era espacioso a pesar de tener solo dos habitaciones, se veía ordenado y limpio además de ser agradable a la vista y muy acogedor. La cocina también era más espaciosa que la de su propio dormitorio. Suelo y persianas de madera bien cuidada, un papel tapiz agradable y un aroma interesante que hasta ese minuto él no lograba identificar.

Siguió de cerca a Lukas Summer hasta que lo vio detenerse casi al final del corredor.

__Esta es mi habitación_ dice señalando la puerta de madera clara a su derecha__Esta es la tuya_ presiona su índice contra la puerta que estaba justo frente a la suya__Y el baño está al final del pasillo_ señala ahora la puerta de blanca madera que ocupaba el final del corto corredor.

Los ojos de Jay inspeccionaron minuciosamente lo indicado por el pelinegro. El suelo estaba inmaculado hasta un punto en el que descubrió pequeñas impurezas, frente a la puerta de Lukas. Manchas? Era en serio? Cómo alguien podía arreglárselas para dejar así de manchado un suelo de madera como ese?

Incrédulo lo miró, y vio el descuido también en la puerta de la habitación de Lukas. Era pintura? Lo vio pestañear en su dirección y supo que llevaba demasiado tiempo mirándolo, a él y a su descuidada puerta. Suspiró apartando la mirada.

Al parecer el dormitorio estaba impecable, a excepción de la habitación de aquel chico.

__De acuerdo. Gracias_ sosteniendo el pomo de la puerta de la que será su habitación por tiempo indefinido lo gira logrando que la misma se abra frente a sus ojos.

Acogedor, fue lo primero que pensó al poner un pie dentro del espacio iluminado por los rayos de sol que se colaban por las ventanas abiertas. Piso y papel tapiz de madera logrando un ambiente demasiado acogedor. Al instante creyó que una planta en aquella ventana se vería demasiado bien y pensó en la suya, sería agradable poder traerla consigo.

Sonrío dando una vuelta alrededor.

Una habitación bastante simple pero linda, una cama grande ocupaba el centro de la misma, una mesa de noche con cajoneras a cada lado de esta y un closet con puertas de madera y persianas. Un escritorio de madera oscura y una silla giratoria era todo lo que se encontraba en el interior de aquella habitación que a simple vista se veía limpia.

Eso hasta que se internó más y el polvo comenzó a pegarse a las plantas de sus pies descalzos, mirando más de cerca lograba ver las desagradables motas sobre las mesas de noche, la silla y el escritorio. Sería un día largo porque él definitivamente no dormiría en una habitación polvorienta.

Pero aquello no fue todo, no cuando se volteó encontrando del otro lado de la puerta algo que antes no había visto.

__Disculpa Lukas_ llamó al pelinegro que estaba dando pasos hacia la cocina.

__Si?_ se asoma a la puerta sintiéndose aún más inseguro que antes al recordar que efectivamente no había limpiado esa habitación desde hacía ya un par de semanas__Oh vaya_ da un par de pasos al interior apreciando el polvo__Lamento que tengas que encontrarte así la habitación. Lo cierto es que no había tenido tiempo para limpiarla_ se explica con rostro culpable luciendo ahora mucho más elocuente que antes.

__No te preocupes, no tenías forma de saber que en un par de semanas tendrías que compartir dormitorio. Yo limpiaré luego_ moviendo su mano le indica que rodee la puerta abierta y se acerque a él.

__Oh_ se sorprende al encontrar allí, tras la puerta una caja enorme con manchas de pintura en los lados, sonrió arrodillándose frente a la caja__Son mis materiales, los sacaré ahora mismo_.

Claro, pintura. Artes liberales era lo que Lukas estudiaba, por supuesto que tenía materiales de pintura, eso también explicaba las manchas de pintura en el suelo y puerta del pelinegro. Pero porqué tenía que encontrar también esas cosas en la que sería su habitación? Porqué motivo si tenía lienzos él prefería practicar en la pared de una habitación que no le pertenecía?

__Con respecto a esto no creo que pueda quitarlo_ balbucea con sus ojos clavados en una pintada de un hermoso campo de girasoles y un gato calicó entre las flores que adornaban de forma etérea la pared tras la puerta de la habitación. De hecho la había hecho allí para que el nuevo inquilino solo pudiera verla una vez cerrara la puerta, y ya fuera tarde para reñirlo__Pero si quieres puedo darte un poco de papel tapiz, si no te gusta puedes taparla_ dijo aquello pero internamente pedía que Jay apreciara su pintura y no escogiera taparla.

Sus ojitos de cachorro y la mirada vidriosa en ellos le hicieron saber a Jay que realmente no quería simplemente cubrir su pintura, suspiró.

__No, está bien. Es linda_ y los ojos amielados se iluminaron con un brillo que el peli plata no supo identificar tan pronto como sus mejillas se tiñeron de rosa.

__De acuerdo_ sonrió mostrando un par de hoyuelos hermosos que automáticamente atrajeron la atención de Jay. Siempre estuvieron allí? Porqué era la primera vez que los veía? __Te traeré utensilios de limpieza y ropa de cama limpia_ y sin dejarle decir nada salió disparado de la habitación internándose en la suya propia.

Lo cierto era que la pintura si era linda, y sus ojos coloridos se perdieron en cada trazo cargado de inocencia y dulzura. Hasta que los pasos del pelinegro ingresando nuevamente en su habitación lo distrajeron del proceso de observar para girar en su dirección y mirarlo a él.

Le dio la ropa de cama y lo vio trepar sobre su cama para desnudarla entera incluida las fundas de las almohadas. Golpeó el colchón provocando que el polvo se levantara en enormes motas que lo hicieron estornudar como desquiciado una y otra vez casi en su cara.

__Oh por dios!_ chilla Lukas al verlo cubrir su rostro__ Cuanto lo siento_ lo ve negar con su cabeza en un movimiento suave y se relaja al saber que los buenos reflejos de Jay lograron que se cubriera a tiempo para no recibir sus gérmenes en la cara__Quieres que te ayude a limpiar?_ propone con la más pura intención de pasar más tiempo junto a él.

__No, estoy bien puedo hacerlo solo_ niega refregando su rostro con ambas manos.

__De acuerdo_ suspira rendido__Me la llevaré entonces_ colocándose de rodillas frente a la caja para rodearla con sus manos se prepara para alzarla y justo cuando comenzaba a hacerlo el fondo de la caja de cartón cedió y en un estruendo que lo hizo apretar sus dientes todos sus materiales de pintura cayeron desparramados sobre el suelo__Ay dios no!_ siente sus ojitos picar ante el desastre que la pintura verde dejó en el suelo, pero en definitiva lo que más le dolió fue ver su adorado pincel totalmente quebrado por la mitad debido al impacto.

__Lukas_ la voz de Jay sonó con tanta seriedad que Lukas no pudo evitar tragar su saliva de forma ruidosa.

__Umm_ contesta en cambio sintiéndose extrañamente pequeño ante la mirada fría del otro.

__Qué año cursas?_ ancla sus manos a su cintura en una posición tan calmada en contraste con la seriedad de su voz que lo hizo sentir escalofríos.

__S-Segundo_ y las manos del peli plata cayeron a los lados de su cuerpo.

__Yo voy en tercero. No voy a dar ningún rodeo ¿De acuerdo? Largo_ señalándole la puerta para que la atraviese y se pierda por ella. Lo ve intentando recoger sus cosas del suelo y lo detiene del antebrazo haciéndolo ponerse de pie__Yo lo haré y dejaré tus cosas frente a tu puerta. Ahora vete por favor. No es personal pero eres excesivamente torpe. Me han bastado solo dos minutos para ver esa torpeza en su máximo esplendor y no la quiero a mi alrededor así que..._ lo guía hasta la puerta abierta de la habitación__..si no te importa_ le muestra la mejor de sus sonrisas y lo ve abandonar su habitación cabizbajo.

Tras un suspiro cerró su puerta y relajó sus hombros viendo el desastre que era aquella que a partir de ese día sería su habitación.

Bien, sería un día largo.



















__No piensas salir de tu habitación en serio? Vamos Lu, no puede ser tan malo _ escuchó desde el otro lado de la línea y el puchero se formó inmediatamente en sus labios, estirando ambas manos sobre la cama él sostuvo su teléfono celular entre su mejilla y su hombro buscando acomodarse boca abajo sobre el colchón.

__No es eso...solo estoy avergonzado _ dijo en un susurro que hizo reír a la chica.

__Avergonzado tú? Porqué? Eres caliente, agradable, talentoso y lindo, además todos te quieren coger. De qué te avergüenzas?!_ las palabras de su mejor amiga lo hicieron estallar en vergüenza.

__Sophie! Qué dices?!_ chilla avergonzado frotando con su mano libre su mejilla caliente.

__Acaso he dicho algo que no sea cierto?_ bufa ella en cambio__Y bien, cuál es el motivo de tu vergüenza?_ curiosea.

__Yo...no sabía que vendría, abrió la puerta de repente y Harry estaba demasiado cerca, no quiero que piense mal_ suspira fatalista viéndose repentinamente muy interesado en aquella arruga en su sábana.

__Harry? Estuvo allí de nuevo?_ indaga ella.

__Sip, me hizo el desayuno _ respondió él, simple y sin pensarlo demasiado.

__Seguro que no sigue enamorado de ti? Digo. No te parece raro?_ Lukas no la estaba viendo pero estaba seguro de que la chica estaba arqueando una ceja__No importa, mejor cuéntame _ que ella misma escogiera abandonar el tema le sorprendió en demasía, más él no pudo resistirse a seguir hablando de Jay Carter.

__Fue un desastre Sophie _ lloriquea __La habitación estaba llena de polvo porque con los exámenes no tuve tiempo de limpiarla, estornudé en su cara y tiré mis materiales en el suelo. Un desastre, un jodido desastre _ estuvo tan avergonzado que deseó meter su cabeza bajo tierra.

__Ohh, tan torpe criatura _ ella se burla.

__Y eso que aún no te he dicho lo que tenía puesto _ dramatiza hundiendo la cabeza en la almohada.

__Ay dios no me digas que usabas ese conjuntito penoso que te gusta llevar para dormir _ su voz salió alarmada y el lloriqueo ahogado del pelinegro la hizo saber que tenía razón __Que horrible experiencia tuve yo al verte usar eso, no me imagino su cara. Jajajaja el unicornio!_ sus carcajadas eran tan escandalosas que Lukas tuvo que apartar el teléfono de su oreja.

__Oye ya basta de burlas _ le riñe__Ya tuve bastante hoy_ susurra lo último y finalmente las carcajadas de su mejor amiga se detienen por completo.

__De acuerdo ya no voy a burlarme de ti. Pero admito que tienes motivos para estar avergonzado_ una última risita y estaba aclarando su garganta.

__Ya lo sé _ responde él en un susurro.

__Por cierto, ya acabé mis exámenes. Celebremos _ cambia el tema de forma experta trayendo de regreso el humor perdido de Lukas.

__Oh, aún me queda uno por asistir. Una presentación _ explica observando su trabajo en Word en su laptop sobre la cama.

__En serio? Cuándo es la presentación?_ cuestiona interesada.

__Es este lunes. En la mañana. Podemos vernos en el horario de la tarde si quieres y tomamos algo_ propone mirando descuidadamente sus uñas y descubriendo algo de pintura en ellas.

__Claro que si!_ exclama entusiasmada__Yo iré a buscarte y podremos ir a ese sitio que te gusta _ la emoción en las palabras de la chica logró que una sonrisa creciera en sus labios.

__Allí sirven un martini delicioso. Y el señor mayor que atiende siempre me da papas fritas, crujientes y gratiis. Oye Sophie pero no habrá problemas con tu novio? No quiero que me golpee y mira que con el mal carácter que se manda no lo dudo nada_ expresa su preocupación con burla haciendo reír a la muchacha del otro lado de la línea.

__Jajaja qué dices? Ese chico me cela como perro a sus cosas, pero te aseguro que es inofensivo_ bromea entre risas __Tengo que irme ahora Lu, Nico viene a cenar y aún me quedan un par de cosas por preparar, mis compañeras incluso me han dejado todo el dormitorio para mí esta noche así que pienso ponerme muy creativa_ la picardía en su voz logra arrancar una carcajada a Lukas.

__No me digas! No quiero saber!_ chilla haciendo dramas.

__No lo haré! Por quién me tomas?!_ chilla ella con fingida indignación y ambos acaban compartiendo carcajadas__Ya sal de tu habitación Lu. Ninguna alarma sonará porque salgas así que levántate la restricción de prisión domiciliaria ahora mismo _ riñe con cariño haciéndolo reír.

__De acuerdo, ya voy a salir. De todos modos ya mantuve alejada mi estúpida torpeza de él por bastante tiempo _ se queja en un susurro bajo.

__Oye, torpe o no, es tu dormitorio también. No te restrinjas solo por no molestarlo. Vale? _ Lukas solo supo sonreír. Quién lo apoyaba cómo Sophie lo hacía? Nadie, definitivamente no había nada mejor para arreglar su estado de ánimo que hablar con su mejor amiga.

__De acuerdo. Gracias mi Sophie _ el nombre de ella brotó de sus labios con dulzura y la oyó soplar una risa.

__Ni lo menciones bestie. Nos vemos el lunes, te amooo_ y tras aquella efusiva y afectuosa despedida la llamada llegó a su fin.

Lukas estuvo tan avergonzado que no había salido de su habitación. Pero cuando miró por las persianas de su ventana pudo apreciar los tonos naranjas tiñendo con su cálido color el paisaje exterior del campus. Ya estaba cayendo la tarde, y él había pasado el primer día de convivencia con su crush encerrado en su habitación, como un tonto.

Abandonó la comodidad de su cama y calzó sus pies antes de dirigirse hacia la puerta de su habitación, obviamente, después de haberse cambiado.

Sophie tenía razón, torpe o no, este era su dormitorio.

Y quizá habían empezado con el pie izquierdo, pero aún había tiempo para remediarlo.

No quería pasarse el día encerrado en su habitación, quería estar con Jay, pasar tiempo con él, acercarse a él sin correr el riesgo de parecer demasiado sospechoso. Y ahora que eran compañeros de dormitorio, era la oportunidad perfecta.

Parte de su enojo se disipó al abrir la puerta encontrándose con sus cosas, las que no se arruinaron, arruinando a su paso el suelo de la habitación de Jay, acomodadas en una caja de un cartón que a simple vista parecía más resistente y más pequeña que la anterior.

Sonrió al ver su pincel, el mismo que se había fracturado por el impacto, reparado y unido con cinta por la mitad. Lo tomó con una sonrisa boba arrastrándose por su rostro y con excesivo cariño y cuidado lo pegó a su pecho.

Solo por la oportunidad de vivir momentos como este valía la pena tener a Jay bajo el mismo techo, respirando el mismo aire, viviendo en el mismo espacio.

Sus pies calzados por unas pantuflas casi igual de vergonzosas que su camiseta de pijama favorita, cruzaron con cuidado sobre la caja que ocupaba el espacio entre su puerta y la de Jay. La palma de su mano se apoyó sobre la madera con cuidado de no herir su adorado pincel, mientras los nudillos de su mano libre golpeaban con suavidad. Golpeó un par de veces más pero no hubo respuesta.

__Jay?_ llama su nombre, pero una vez más no hubo respuesta así que tomando el pomo de la puerta él la abrió. Sus ojos se abrieron como platos al ver la limpieza y organización de las que ahora la habitación gozaba.

Y sabía que no debía hacerlo, pero aún así él dio el primer paso al interior de la habitación que ahora tenía dueño, rodeando la puerta abierta Lukas inspeccionó el lugar donde la pintura verde se había derramado antes provocando un desastre en el suelo.

Pero ahora se veía simplemente hermoso. Jay no había limpiado la pintura verde claro que allí se había derramado por su culpa y ahora, en conjunto con el hermoso mural en la pared, ese que ocupaba desde el suelo hasta el techo, parecían ser las hojas perdidas de una obra que ahora cobraba más sentido del que jamás tuvo y todo gracias a un inesperado accidente. Su obra estaba completa.

__Se ve hermoso_ balbucea para sí mismo, sus ojitos brillando por la hermosísima obra de arte que apreciaban.

__Estoy de acuerdo contigo_ la voz de Jay bajo el umbral de la puerta lo hizo pegar un salto en su lugar__Qué haces aquí?_ lo interroga con la dureza en la mirada apoyando sus manos en la puerta abierta.

__Yo..lo siento. No quise entrar sin tu permiso_ se encoge en su lugar acercándose a la salida.

__Me alegra que lo sepas. No me gusta que entren a mi habitación ni que toquen mis cosas sin mi permiso Lukas y espero que durante el tiempo que esté aquí puedas respetar eso_ sin reales intenciones de poner en su sitio al pelinegro es justamente eso lo que hace.

__Claro, lo comprendo y lo respeto. No se va a repetir, lo lamento mucho_ baja la cabeza dando un par de pasos hasta estar frente a él__Sólo quería agradecerte por recoger mis materiales y disculparme nuevamente por el desastre que provoqué antes en tu habitación_ con sus ojitos mieles lo mira desde abajo y aquella expresión lastimera de cachorro regañado logró activar algún extraño mecanismo en el cerebro de Jay.

__Está bien_ esclarece una vez más tras aclararse la garganta y lo ve sonreír mostrando nuevamente aquel par de hoyuelos que lo hacían ver demasiado juvenil, incluso aniñado.

__Y esto_ le muestra el pincel unido con cinta por la mitad con excesivo cariño desbordando de sus ojos mieles__Cuando lo vi roto a la mitad creí que lo había perdido, pero lo reparaste. Muchas gracias, es muy importante para mí. Gracias por no tirarlo....Jay_ sonrió con sus ojitos brillantes y el peli plata no supo qué decir o, siquiera cómo hacerlo.

Todo lo que veía en Lukas Summer era inesperadamente interesante, desde su sonrisa dulce, los hoyuelos perfectamente marcados en sus mejillas teñidas de rosa hasta el brillo en su mirada amielada.

__Porqué habría de tirarlo? No me pertenece _ su entrecejo se estrujó ligeramente al ver a Lukas acercarse un paso más, y por un momento ellos estuvieron tan cerca que él casi se vio capaz de respirar su mismo aire, sus ojos se ampliaron en sorpresa cuando sintió las manos del pelinegro sobre su antebrazo, mismo que seguía bloqueando la puerta de la habitación al tener su mano apoyada en el marco de la misma.

__No lo sé, las personas hacen ese tipo de cosas a veces _ se alzó de hombros, su sonrisa no se fue de sus labios en ningún momento__Y no te preocupes. Mantendré mi torpeza alejada de ti_ y tras decirlo tan amplio y con una sonrisa pasó bajo el brazo tatuado de Jay que aún sostenía la puerta saliendo de la habitación para recoger su caja internándose en su propia habitación.

__Eso será algo complicado de hacer si vivimos bajo el mismo techo_ susurra para sí mismo cerrando la puerta a su espalda para quedarse bobo viendo aquel mural hecho por Lukas en su pared, ese que lograba hacerlo sentir una extraña paz.

Y cuánta razón tenía. Porque ni dos minutos después de haberse cerrado la puerta de enfrente, un estruendo resonó por todo el dormitorio haciéndolo pegar un brinco en su lugar.

Preocupado se acercó a la puerta con la intención de abrirla y verificar que el pelinegro estuviera bien, intención que se quedó en el aire cuando lo escuchó gritar...

__La cena! Tengo que hacer la cena!_

__Mierda, esto será duro_ susurra entre dientes con su mandíbula apretada y sus dedos apretando el puente de su nariz.

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