Capítulo 11

Los jadeos de Lukas Summer golpearon su boca, su sabor tan grabado en el paladar que juró no ser capaz de olvidarlo jamás.

Las manos del pelinegro lo sostuvieron de la nuca, sus dedos enredándose en el cabello plateado y jugando con cada hebra.

Él besó la comisura de sus labios, su mejilla, y su oreja, su ego disparándose por los cielos al oírlo suspirar contra su cuello, prácticamente derritiéndose contra su cuerpo, sus bellas manos aferrándose a la camiseta simple que Jay usaba, tal y como si de un bote a la deriva se tratase, uno especialmente necesitado de un ancla que lo mantuviera a salvo en puerto seguro.

Y Jay Carter era esa ancha.

Se sintió orgulloso de lo que cada pequeña caricia suya era capaz de lograr en el cuerpo de Lukas Summer.

__J-Jay_ jadeó cuando la entrepierna de Jay se presionó entre sus piernas abiertas en una suave y simulada embestida que le arrancó el aire de los pulmones.

Por supuesto que era él. Quién más podría tenerlo así de ido solo con un beso profundo y unas cuantas caricias?

Estaba tan duro, tan dolorosamente duro.

Quería tocarlo, hasta el último rincón de piel, besarlo y probar su sabor. Abrió su camisa y presionó la mejilla de Lukas suavemente, descubriendo así su cuello.

__Qué bálsamo labial usas?_ preguntó, sus labios susurrando sobre la piel sensible del cuello de Lukas, y su pregunta solo rompió la burbuja de placer en la que el pelinegro se vio sumergido, preso de los besos dulces y el roce del cuerpo contrario.

__N-No lo sé.... porqué preguntas e-eso...._ respondió Lukas luego de un par de segundos en silencio, segundos que parecieron eternos.

__Sabe delicioso _ susurró en respuesta Jay Carter, viéndolo a los ojos solo un momento antes de sostenerlo de la nuca para atraerlo a su boca y tomar sus labios en un beso tan suave que Lukas se desinfló en un suspiro.

Besarlo era, orgásmico a falta de una mejor palabra. Y Jay solo podía preguntarse cómo se sentía él así de ebrio en el sabor de su boca, cuando era Lukas quien había bebido aquella noche.

Respiró su aroma dulce y se embriagó aún más en su presencia. Era tan adictivo que él necesitaba más, mucho más.

Su mente estaba tan llena de Lukas Summer que, sin importar cuánto su lado racional intentó comunicar con su yo que metía sus manos bajo la camisa del pelinegro, la comunicación estaba rota. Porque en el momento en que sus dedos acariciaron la piel suave del abdomen contrario y Lukas se estremeció contra el tacto de sus dedos, Jay la perdió.

__P-Puedo...puedo tocarte?_ indagó él en una pregunta baja, sus dedos temblando levemente sobre la piel de Lukas, su barbilla recargándose en el hombro del pelinegro.

__T-Tócame_ susurró en respuesta sosteniendo las muñecas de Jay para hacerlo recorrer con palmas abiertas la piel ahora descubierta de su abdomen __Tócame Jay _ pidió en un jadeo y mordió sus labios ante el placentero sentimiento que lo recorrió desde las puntas de sus dedos cuando las manos de Jay le recorrieron la cintura descubierta hasta detenerse sobre sus costillas.

Dicho y hecho la mano diestra de Jay sostuvo el muslo de Lukas y, jalándolo suavemente lo arrastró dejándolo acostado sobre el suelo de la entrada.

Quería hacer más que simplemente tocarlo, y eso era una realidad. Quiso anclarse a los trozos de su cordura pero todo se fue al traste cuando Lukas alzó su cadera, la dureza en su entrepierna haciendo contacto contra la dureza propia en una embestida que lo dejó saber a la perfección cuan excitado estaba el pelinegro.

__Ahj Jay _ gimió Lukas, sus manos alzándose hacia Jay, pidiendo un beso.

Y su petición no fue negada cuando Jay se posicionó sobre él, sus erecciones haciendo contacto por encima de toda la molesta ropa. Lukas gimiendo en su boca cuando su lengua se abrió paso entre sus labios de delicioso sabor, domando todo su interior como si buscara demostrarle que nadie podría besarlo así, jamás.

Lukas abrió sus piernas dándole más espacio y gimió en voz baja cuando Jay se frotó contra su cuerpo, sus labios enamorados del sabor de su cuello. Lo miró a los ojos viendo el asentimiento mudo en ellos cuando abrió su camisa desnudando así toda la piel que moría por besar y chupar a su antojo.

Besó su clavícula y apreció su reacción. Su piel se erizaba bajo cada toque y caricia de sus labios, y la atención de Jay no pudo evitar fijarse en los botones erectos de delicado color.

Besó uno de sus pezones y lo oyó suspirar, sus manos sosteniéndose de sus hombros. Su diestra lo recorrió desde el centro del pecho hasta la parte baja de su abdomen, y la boca de Lukas se abrió en un gemido cuando Jay chupó su pezón.

Su lengua hizo círculos en la sensible protuberancia, su aliento, su saliva y el interior de su boca eran tan calientes que Lukas sintió su miembro endurecerse aún más con aquel contacto.

__Te gusta aquí?_ indagó Jay, sus dientes mordiendo suavemente el sensible botón y deleitándose con el gemido ahogado que brotó de los labios de Lukas.

__Agh! Jay sí, me gusta _ dijo entre gemidos cuando esta vez la lengua del peli plata le recorrió el centro del pecho hasta alcanzar el pezón que no había chupado todavía.

Estaba tan duro que su entrepierna ya comenzaba a doler, pero nada era más delicioso que tener las manos de Jay Carter sobre su cuerpo, con sus labios besándolo y sus dedos tocándolo.

Era el paraíso, uno que siempre anheló y jamás creyó que tendría. Lukas no había bebido tanto aquella noche, era consciente de cada toque, beso y caricia que Jay le otorgaba a su cuerpo, por eso cada pensamiento lógico restante se apagó definitivamente en el momento en que los labios de Jay descendieron sobre la piel de su pecho, chupando, lamiendo y besando su piel hasta que se detuvo frente a la cinturilla de su pantalón.

__J-Jay_ jadeó al verlo prácticamente arrodillado entre sus piernas abiertas, sus ojos claros mirándolo como si pidiera consentimiento para ir más allá.

__Pareces muy necesitado aquí abajo _ susurró el peli plata con su voz gruesa y ronca__Quieres....que te ayude?_ propuso, su palma amoldándose sobre el bulto en su pantalón, casi agarrando por completo su erección. Lukas gimió por el contacto.

Lukas lo miró, sorprendido y avergonzado, pero Jay sabía que aquella reacción no escondía un no por respuesta. Sabía que Lukas estaba demasiado avergonzado para decir que sí, y él tampoco sabía mucho qué hacer puesto que era la primera vez que deseaba estar así de involucrado con un chico.

Lo besó, acariciando y frotando su erección por encima de la tela de su pantalón y sin darle tiempo de quejarse lo alzó obligándolo a rodear su cadera con las piernas.

__Sujétate fuerte _ pidió rodeando la espalda del pelinegro con ambos brazos mientras se ponía de pie.

__J-Jay_ se quejó en un chillido cuando su cuerpo fue lanzado sobre el sofá, su trasero rebotando y obligándolo a sostenerse de los cojines para permanecer sentado.

__Shh_ lo calló con un beso que le arrancó el aire de los pulmones y se dejó caer suavemente sobre su cuerpo mientras sus manos buscaban a tientas el cierre de su pantalón. Lukas chilló cuando su pene fue agarrado por la mano contraria y sacado por completo de su ropa interior.

__J-Jay..._ susurró avergonzado, sus ojos tan brillantes como lo estaban sus labios cuando el peli plata dejó ir su boca.

Y Jay sonrió mientras se arrodillaba entre las piernas de Lukas, piernas que tuvo que mantener abiertas usando sus manos porque el pelinegro estaba tan avergonzado que seguía cerrándolas.

Masturbar a un chico no era gran trabajo, ni tan difícil tampoco. Después de todo solo tendría que hacerle lo mismo que se hacía él a solas cuando estaba lo suficientemente caliente.

Lo vio cubrir su rostro con ambas manos totalmente avergonzado y no pudo evitar fijarse en el miembro de Lukas expuesto frente a sus ojos. Sonrió al verlo saltar pequeño en su lugar cuando lo tocó.

No era precisamente pequeño, era cálido cuando lo sostuvo en su palma. Era bonito, su pene era bonito, extrañamente.

Y como lo suponía, Jay quería hacer mucho más que simplemente tocar.

Acercando su rostro Jay depósito un suave beso en la húmeda punta, y aquello fue suficiente para hacer a Lukas salir del escondite tras sus manos.

__J-Jay...

__Umm? Qué ocurre?_ susurró él sobre la punta del miembro de Lukas, su mano frotando la piel sensible esparciendo su humedad de la punta y haciéndolo temblar sobre aquel cómodo sofá.

Los ojos de Lukas estaban fijos en él, en el movimiento de su mano, en la sonrisa coqueta que le regalaba mientras pretendía hacer una mamada por primera vez en su vida.

Lo cierto era que Jay no estaba calmado. Los nervios se lo estaban comiendo vivo. Pero cuando un pensamiento se estrelló a toda velocidad contra su estado mental actual él lo supo.

Quería, jodidamente quería verlo desnudo.

Y era un deseo tan fuerte que era prácticamente una dolorosa necesidad.

__Levanta tu trasero _ pidió con sus dedos enredados en la cinturilla del pantalón contrario, listo para tirar de el hacia abajo con todo y ropa interior en el momento en que Lukas alzó su cadera permitiéndole así desnudarlo.

Sostuvo sus muslos con ambas manos para forzar a sus piernas a mantenerse abiertas y lo vio cubrir nuevamente su rostro totalmente preso de la vergüenza.

Quizá el alcohol ya comenzaba a desvanecerse de su sistema dejándolo sobrio y semi desnudo frente a él.

Jay tragó con demasiada fuerza el exceso de saliva en su boca, sus ojos fijos en la desnudes ajena. La piel de sus muslos era suave y cálida al contacto con sus dedos, su miembro totalmente erecto goteaba mirando orgulloso al techo de la habitación, pero el pequeño y rosado agujero bajo sus testículos fue lo que endureció por completo la polla en sus pantalones.

Terminando de retirar por completo el pantalón y la ropa interior de Lukas, Jay lo sostuvo de los muslos arrastrándolo hasta el borde del sofá y alzó sus piernas para verlo con más claridad.

Su erección se estremeció. Cómo un trasero podía ser tan hermoso?

No lo sabía. Jay no tenía ni idea de cómo hacer una mamada y mucho menos había hecho un beso negro en su vida. Pero aquí estaba él prácticamente babeando por enterrarse en aquel rosado y pequeño agujero que veía por primera vez en su vida.

__Q-Qué estás....agh!

Lukas se vio obligado a callar cuando la boca de Jay se cerró sobre la cara interna de su muslo izquierdo, mordiendo y chupando la piel sensible hasta dejar allí una pequeña marca que tardaría quizá un par de días en borrarse.

Lo miró a los ojos y pudo ver su vergüenza. Sonrió y besó superficialmente su pequeño agujero.

__J-Jay....no_ jadeó echando su cabeza hacia atrás cuando la lengua del peli plata brotó para lamer y humedecer su trasero __A-Ahí no ahh!_ chilló cuando la lengua húmeda y caliente de Jay penetró su agujero.

__Aquí no?_ susurró sobre la sensible piel y vio los ojos de Lukas brillando intensamente __Dónde entonces?_ su lengua trepó sobre los testículos de Lukas haciéndolo jadear y echar su cabeza hacia atrás recostándola sobre el respaldo del mueble __Dices que no, pero estás goteando por aquí _ dijo agarrando el pene del pelinegro y frotando con ligera fuerza su base lo llevó hasta su boca.

Lamió la punta haciéndolo deshacerse en un jadeo, el sabor era nuevo para él, pero no era realmente extraño. Para ser la primera vez no estaba siendo tan malo para él chupar una polla, deseó internamente que para Lukas terminara siendo igual de bueno.

Cerró sus ojos y se humedeció los labios antes de abrir su boca para recibir el pene de Lukas en su interior. El gemido que abrió la garganta de Lukas Summer fue tan estruendoso como encantador, y aquello solo lo motivó a hacerlo mejor.

Frotó su lengua en la punta sensible y mojó con su saliva toda la extención antes de abrir un poco más su boca con la idea clara en su mente de llevarlo todavía más profundo.

__A-Ah! Jay_ Lukas chilló, su espalda arqueándose sobre el sofá, sus manos sosteniendo las mejillas coloradas y calientes de Jay Carter __N-No lo lleves tan profundo, t-te harás daño _ dijo con su voz pequeña mientras sacaba su pene totalmente mojado de la boca de Jay __Ven aquí _ pidió abriendo todavía más sus piernas, sus manos buscando desesperadamente el cierre del pantalón contrario cuando Jay obedeció y se inclinó sobre su cuerpo.

Jay se preguntó qué pretendía hacer Lukas, pero cada duda quedó en segundo plano cuando la diestra del pelinegro sostuvo su polla, dolorosamente dura y caliente.

Lukas lamió su mano izquierda y viéndose condenadamente experimentado dejó su cálida humedad sobre la extensión del peli plata.

__J-Juntos.._ susurró acercándose a su boca mientras sus manos juntaban su propio pene con el de Jay.

__Agh_ Jay gimió bajo y ronco cuando Lukas le metió la lengua en la boca, las manos del pelinegro pegando ambas pollas y masturbándolas juntas. Era demasiado placentero en realidad.

__J-Jay_ gimió viéndolo a los ojos, y agarrando la muñeca de Jay guió su mano hacia ambos miembros, diciéndole de forma muda qué hacer y cómo hacerlo.

Y era su primera vez haciendo todo eso, pero su palma cálida envolvió rápidamente ambos miembros siguiendo al pie de la letra las acciones de Lukas, sus manos tocándose, los dedos de ambos llenándose de humedad y saliva mientras frotaban y bombeaban sus pollas a un ritmo marcado por Lukas.

Los brazos del pelinegro lo rodearon del cuello, casi presionando su mejilla contra su pecho, y Jay supo cuan cerca estaba del orgasmo. Besó su pecho escuchando atentamente cada latido de su corazón, su lengua lamió los pezones sensibles y lo oyó gemir ahogado.

__J-Jay....

Lukas jadeó echando su cabeza hacia atrás, los dedos de su mano libre enredándose en el cabello plateado ahora húmedo en sudor.

__J-Jay...y-yo..

__Está bien, córrete_ susurró dejando un beso suave en su cuello mientras que su mano aceleró el movimiento sobre ambos miembros al encontrarse él también bastante cerca del orgasmo.

__A-Agh_ gruñó apretando sus ojos y su cuerpo tembló mientras se corría mojando su propio abdomen, y la polla de Jay.

__Lukas_ llamó aún bombeando su polla, sus mejillas sonrojadas y su respiración agitada. El temblor del cuerpo contrario lo hizo sudar empapando así su propia camisa. Quería correrse, joder que quería. Usando el semen de Lukas como lubricante él frotó su polla una y otra vez, su mano libre agarrando las mejillas de Lukas para obligarlo a verlo a la cara.

Entonces, tal y como si lo comprendiera sin hacer uso de las palabras Lukas abrió su boca dejándose besar, dando espacio para que él metiera su lengua follándole así la boca.

Jadeó y gimió contra su boca cuando se corrió sobre él, y con su cuerpo temblando él fue sostenido por Lukas Summer. Su corazón latiendo tan fuerte contra su pecho ante la realización de que, era la primera vez que tenía un orgasmo así de fuerte.

Jay cerró los ojos un momento, inundado en la calma tras el orgasmo y el calor del cuerpo de Lukas abrazándolo. Y así, con los brazos de Lukas rodeándolo y los latidos del corazón contrario inundando sus oídos, él se dejó ir.





































__ En serio tienes que ir?_ la vocecita de Sophie llega a sus oídos como una suave y adorable queja__ Se cuánto odias ese tipo de eventos, sobre todo cuando tiene que ver con tu padre_ el disgusto que ese tema le provoca es evidente tanto en su voz como en la postura enfurruñada que posee sobre su cama con sus brazos cruzados sobre su pecho, tal y como si fuera una pequeña niña en berrinche.

__ Tengo que hacerlo Sophie_ es lo que dice él divertido por la reacción aniñada de su castaña amiga__ Es un compromiso importante con unos inversionistas al que no puedo faltar_ frente al espejo de su habitación Lukas da los últimos toques a su corbata viéndose satisfecho con su apariencia luciendo ese elegante traje hecho a medida en un tono azul marino tan hermoso con su cabello negro perfectamente peinado que al momento de voltearse hacia ella, Sophie casi olvida como respirar adecuadamente.

__ Dios te ves muy bien en eso_ admite en un nada disimulado sonrojo de sus mejillas__ A veces olvido que eres un heredero rico_ sigue mirándolo cuando ya está sentado a su lado en la cama.

__ No soy un heredero rico Sophie_ niega con una sonrisa que dista de ser alegre__ Soy más bien el hijo bastardo de uno_ admite cabizbajo.

__ Aquí el único bastardo que hay es tu padre_ gruñe enojada provocando que los ojos sorprendidos del pelinegro se alcen para mirarla__ Sabes lo que sucederá Lu porque es lo mismo de siempre. Él te presentará a un montón de viejos a los que no te interesa conocer, mentirá sobre la carrera que estudias y te avergonzará frente a todos sus invitados. Lo sabes y aun así irás de igual forma_ suspira ante la sonrisa triste en el rostro de su amigo.

__ Es por mamá. Él lo está intentando también por ella, es su última voluntad Sophie_ y el corazón de Sophie se rompe en su pecho al ver ese brillo de lágrimas no derramadas en los ojos amielados de su amigo.

__ Lo sé, tranquilo_ lo atrae a su pecho en un abrazo protector y cálido de esos que necesitas cuando te vas a enfrentar a un monstruo y sabes que saldrás destrozado de allí, de esos abrazos que Sophie siempre le daba cada vez que se vio en la obligación de ver a su padre.

__ Bebé nos vamos!_ la voz estridente de Nico se hizo escuchar desde el otro lado de la puerta de la habitación de Lukas y Sophie bufó.

__ Bien! En un momento salgo!_ le grita de vuelta escuchando sus pasos alejarse de la puerta del pelinegro__ Llámame cuando llegues Lu. Yo estaré para ti sin importar lo que suceda en esa cena. Vale?_ sosteniéndolo de los hombros vuelve a abrazarlo para luego ponerse de pie dándole una mirada cargada de preocupación cuando sus dedos sostienen el pomo de la puerta.

__ Estaré bien Sophie, no te preocupes_ tranquiliza con una sonrisa que ni él mismo pudo llegar a catalogar como real y auténtica.

__ Llámame aunque lo estés. De acuerdo?_ lo ve asentir y se fuerza a salir de la habitación rumbo a la sala de estar donde Nico la espera.

Tan solo medio minuto después Lukas oyó la puerta principal cerrarse y se lanzó de espaldas a su cama en un suspiro cargado en cansancio. Se arriesgaba a arruinar su peinado, pero aquello no podría importarle menos.

Debido a su excelente memoria, Lukas lo recordaba todo. Se había quedado rendido en el sofá la madrugada anterior luego del mejor orgasmo de su vida con Jay entre sus piernas, abrazado a su cuerpo sudado.

Honestamente no sabía cómo había llegado él a su habitación, supuso que Jay lo hizo, porque cuando despertó él estaba totalmente desnudo entre sus propias sábanas.

Estaba avergonzado y algo preocupado ya que temía que Jay acabara arrepintiéndose de lo que había ocurrido entre ellos. Pero aún así él estaba feliz.

Con aquella cálida sensación en su pecho él se había puesto de pie solo para descubrir un mensaje de su padre que había sido enviado desde la tarde anterior y él recién veía.

Cómo podía su padre ser suficiente para arruinar su día de semejante forma? Suspirando nuevamente no pudo evitar saltar en su lugar cuando su puerta cerrada fue golpeada suavemente desde fuera.

Lukas se sentó en la cama mientras la puerta era abierta lentamente mostrándole a Jay Carter vestido enteramente de traje que le quedaba como un guante.

__Se que sonará ridículo pero.... Satán ha tirado a Leviatán de la ventana_ fue lo primero que dijo Jay mostrándole la maceta vacía y un poco rota donde solía vivir tranquilamente su cactus.

__Qué?!_ los ojos de Lukas se ampliaron con horror y se puso de pie al momento apresurándose hacia él __Lo lamento tanto Jay, usualmente Satán no es así _ dijo apenado con sus ojos fijos en la maceta rota en las manos de Jay__Iré a reprenderlo ahora mismo _ hace el amago de salir de la habitación más es detenido cuando el cuerpo robusto de Jay se pone en medio cortándole el paso.


__No es necesario, no te preocupes. Leviatán está bien, solo debo trasplantarlo pronto _ explicó notando como los ojos de Lukas se alternaban entre sus ojos y sus labios como si no pudiera decidir qué mirar.

Tan lindo.

__Aún así esto me hace sentir demasiado mal. Te dije que Satán no te causaría problemas y mira esto_ Lukas suspiró y Jay se acercó solo un paso más.

__Lo dijiste _ admite, sus ojos igualmente alternándose entre los ojos contrarios y esos labios de delicioso sabor. Sabor que no salía de su memoria como cada cosa que ellos habían hecho la madrugada anterior __Pero como te dije, estará bien. Además Leviatán es un cactus, algo como esto no va a matarlo _ dijo, su mano parecía cobrar vida propia al tomar el antebrazo de Lukas.

__E-Entonces puedo ayudarte a trasplantarlo _ susurró el pelinegro ligeramente cohibido ante la cercanía del otro __Puedo comprar una nueva maceta para Leviatán _ dijo viendo atentamente como el rostro bellísimo de Jay Carter se acercaba al suyo.

__Está bien _ susurró casi sobre los labios de Lukas justo antes de que se juntaran en un beso suave que casi lo hace suspirar como si llevara toda su vida esperando un beso de Lukas Summer.

El beso que inició como un intercambio suave y delicado fue escalando rápidamente de nivel hasta transformarse en una lucha por el control de la boca ajena. Un beso lleno de deseo en el que ninguno de los dos pudo mantener las manos para sí mismos.

Lukas rodeó la nuca de Jay con sus manos mientras se empinaba solo un poco para poder alcanzarlo debido a la diferencia de estaturas. Y Jay abrazaba su cintura con su brazo libre mientras metía su lengua en la boca de Lukas.

Y lo besaría toda la vida, pero una notificación entrante en su teléfono celular lo obligó a detenerse.

__Tengo que irme _ susurró Jay, sus labios rozando los labios de Lukas cuando recargó su frente en la suya, sus narices frotándose suavemente __He quedado con mi padre así que probablemente llegaré tarde. Pero hablaremos, lo prometo _ dijo apartándose solo un poco para besar su mejilla colorada.

__E-Está bien _ respondió Lukas sin poder controlar sus nervios, la sonrisa de Jay solo creció en su rostro.

__Parece que también saldrás _ dijo el peli plata y lo vio asentir__Entonces no deberías verte como si hubieras sido besado hasta perder el aliento _ dijo y esta vez dejó en el suelo la maceta rota para proceder a arreglar el saco y la corbata de Lukas __Esto es peligroso _ susurró acercando su rostro hasta besar nuevamente los labios de Lukas __Te ves tan bien que solo quiero quitártelo _ se sinceró haciéndolo sonrojar.

__Y-Yo también _ Lukas respondió a su pequeño intento de coqueteo tocando con la palma abierta su pecho. Jay se desinfló en un suspiro.

Cómo podía un hombre desear tanto hacer suyo a otro?

Definitivamente ellos harían más que hablar la próxima vez que se vieran. Pero por desgracia ahora debía irse, así que lo besó una vez más antes de arreglar su despeinado cabello negro y salir por la puerta .

La confusión estaba allí, la sensación de estarse metiendo en terreno totalmente desconocido seguía allí sin importar cuántas veces probara su boca, pero algo más también nacía con cada beso.














Era una de esas tardes, lluviosas y húmedas. Una de esas en las que lo único que deseaba era pasar el resto de la tarde en el sofá viendo una película con su compañero de dormitorio, o simplemente solo pero jamás con ese señor que tan fácilmente se hacía llamar su padre cuando su esposa y otros dos hijos ya lo esperaban en casa. Porque John Summer si tenía un lugar al cual volver cada noche, un lugar al cual llamar hogar y una familia allí, una familia de la que él no formaba parte. Quizá por eso era difícil de creer que ese progenitor que jamás se comportó como un padre lo citara en un día como ese.

Sumergido en sus pensamientos el camino a recorrer para llegar al destino fue mucho más corto de lo que le hubiese gustado a él, en un par de minutos estaba bajando del auto y adentrándose al restaurante japonés que había marcado un antes y un después en la vida tal y como la conocía hacía ya un año atrás. Sus pasos vacilantes lo guiaron al interior de la habitación que su ostentoso padre había reservado para que él y sus invitados pudieran comer con privacidad y tranquilidad, las necesarias para hablar de negocios y humillarlo tanto como cada año.

Un empleado del lugar abrió la puerta para él y lo que encontró dentro de aquella habitación fue la peor de las sorpresas. Era una mesa buffet amplia, con espacio para seis personas y seis sillas eran ocupadas por su padre, un señor de cabello negro al que no había visto antes, una silla parecía estar reservada a su lado, otro señor mucho más viejo que el anterior que ya estaba dándose banquete con la comida servida allí y su padre estaba sentado en el centro de la mesa con dos sillas disponibles a ambos lados de su puesto, una supuso que era para él y la otra ya era ocupada por Alex Summer, ese que se suponía era su hermano menor y lo odiaba desmedidamente.

__ Vas a quedarte ahí hasta que oscurezca?_ la voz brusca de su progenitor lo hizo salir de sus pensamientos para notar que efectivamente llevaba un par de minutos de pie bajo el marco de la puerta que se mantenía abierta para él__ Entra de una vez_ y Lukas suspiró tragando el nudo enorme que se formó en su garganta cuando los ojos de su medio hermano le miraron con odio puro a través de sus tupidas pestañas__ Siéntate aquí_ dispone la silla para él una vez lo ve dar el paso para adentrarse a la habitación.

__ Él es mi hijo mayor, Lukas Summer_ explica el hombre y todas las miradas estuvieron sobre él.

__ Tu hijo bastardo querrás decir_ es lo que su medio hermano balbucea en una queja baja haciéndolo sentir como la porquería más errónea del planeta.

__ Silencio_ advierte el padre golpeando con sutileza la mesa__ Lukas él es el señor Kang, es el inversionista al que busco impresionar_ admite con descaro señalando al viejo glotón que sonríe de forma repugnante en su dirección y Lukas se limitó a asentir levemente con su cabeza__ Él es un viejo amigo de la universidad, el senador Carter es una estrella de televisión hoy en día, debes haberlo visto _ y lo cierto era que a Lukas si le sonaba el rostro amable de ese señor.

__ Pero qué cosas dices John? Creerá que soy uno de esos cantantes que les gustan a los jóvenes de hoy en día_ bromea el señor de forma agradable haciendo a Lukas sonreír__ Mi nombre es William Carter, y en realidad tu padre y yo nos conocimos en la secundaria pero tiene tan pésima memoria que siempre lo olvida_ se burla remplazando la frialdad e incomodidad que anteriormente flotaba en el ambiente por una agradable sensación.

__ Y tú eres muy viejo para ser un idol_ ver a su padre devolver una broma fue algo totalmente nuevo para Lukas__ Su hijo se nos unirá en un momento_ aclara ante la interrogante de ese asiento vacío a un lado del senador Carter.

El silencio volvió a instalarse entre ellos por un par de segundos hasta que la puerta fue abierta y de repente las miradas de todos estaban sobre el joven de cabello plateado que a paso seguro se internaba en la habitación.

__ Vaya Jay al fin llegas, casi comenzamos a cenar sin ti_ es lo que el senador le dice y el corazón de Lukas subió directo a su garganta.

__ Lo siento_ se disculpa con una sonrisa moviendo el teléfono celular en su mano como una forma de decir que había tenido que atender una llamada importante.

__ Ven a sentarte, muero de hambre por tu causa_ y un risueño Jay tomaba asiento junto a su padre, sus ojos coloridos se abrieron con sorpresa cuando aquel hermoso y familiar rostro quedó frente a la intensidad de su mirada. Era Lukas, su compañero de dormitorio. Pero qué demonios hacía allí?

__ Oh él es Lukas el hijo del CEO Summer_ ante el intercambio de miradas entre ambos chicos el senador Carter se ve en la obligación de presentarlos ignorando por supuesto que los dos ya se conocían.

Mentiría si dijera que no moría por verlo y que aquella cena repentina con su padre y hombres que no conocía no lo habían jodido la tarde. Pero no esperó encontrarlo tan pronto. Y menos en aquel lugar como uno de los individuos con los que cenaría.

Aquello lo hizo darse cuenta de que, quizá no sabía mucho de Lukas. Pero extrañamente él quería, saberlo todo.

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