Abro los ojos una vez más y me topo con una horrible sorpresa, estoy en la enfermería de la escuela. La cabeza me duele horrores, pero lo peor de todo es que siento que tengo un moretón en el ojo. Ay no, la persona que me tacleó me dio un buen codazo.

—Vaya, que bueno que ya despertaste, estaba muy asustado. —Esa voz es la de mi amigo Ezra, quien sin duda se nota muy preocupado. Pobre, él vio todo lo que pasó.

—¿Quién me tacleó Ezra? —pregunto mientras me veo en el reflejo del espejo frente a mí y noto lo morado que está mi ojo.

—Adrian Cassavets. —Una mirada de sorpresa sorprende a Ezra quien parece realmente divertido por esta situación. Mi crush chocó conmigo y me mandó a la enfermería. Esperen, ¿crush?... o no.

—Tonto Urano, te expliqué la diferencia de crush, no quería que me aplastara, tan sólo quería que me conociera —grito hacia la nada. Mi amigo Ezra comienza a reír y bueno, yo también lo sigo.

—Al menos éste ha sido el encuentro más cercano que has tenido con Adrian —dice antes de comenzar a matarse de la risa. Una carcajada llega a mis labios al pensar en ello.

—Dime que se preocupó por mí. —Mi amigo Ezra esboza una sonrisa cómplice y eso me emociona bastante.

—Te trajo en brazos hasta acá, pero me dijo que tenía que irse. —¿En brazos? Es que me dará un ataque. Por poco salto de la cama y comiendo a bailar aquí.

—Urano me ha cumplido, ¡Adrian me trajo hasta acá en brazos! —Siento que el corazón se me saldrá de tanto amor. Incluso un temblor me recorre todo el cuerpo, su cuerpo y el mío estuvieron juntos.

—Lamentablemente estabas desmayada y babeaste su camisa.

—¿Puedes callarte? No arruines mi felicidad —le sentencio a Ezra con una mirada entre enojada y divertida. Entonces su teléfono suena, le ha llegado un mensaje.

—Tu madre ya está acá, dice que te lleve con ella, se estacionó en doble fila. —Asiento a lo que me dice Ezra y me despido de la enfermera.

—Muchas gracias por todo enfermera Powley. —Ella eleva la mirada de los papeles en su escritorio y me sonríe cómplice.

—Cuídate, y por favor aléjate lo más posible de los chicos lindos que te taclean. —Frunzo el ceño y Ezra vuelve a matarse de risa.

—Que graciosos —digo mientras hago un puchero, pero dejo que Ezra me lleve en sus brazos. Que no los engañe ese cuerpo delgado, Ezra es bastante fuerte y lo compruebo totalmente. Es genial tener un mejor amigo hombre.

Ahora me pregunto qué pasará mañana, ya quiero ver de nuevo a Adrian. Quiero saber lo que Urano me tiene preparado.

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Nota de la autora:

Bien bien, por favor tomen sus asientos porque ahora sí ya comienza la parte más interesante de la historia.

No escribiré mucho porque ya quiero que sigan con la lectura. Sólo quiero agradecerles por darme una oportunidad y seguirme leyendo. ¡Muchas gracias!