Después de que Malcolm corrió como un loco por media hora, todos seguimos en la fiesta divirtiéndonos. La broma salió tal y como nosotros lo habíamos planeado, además nos la pasamos muy bien. Cuando Malcolm regrese le vamos a dejar claras cuáles fueron las razones. Tiene que saber que lo que planeaba estuvo muy mal y que por eso estuvimos dispuesto a engañarlo de esta manera.

Y después de todo, la fiesta se volvió una fiesta de zombies pues terminamos llenos de sangre falsa y divirtiéndonos muchísimo. Me imagino que así son los zombies. Pensando en todo lo que hicimos comienzo a reírme como una loca.

El DJ pone música a todo volumen y comienzo a bailar con Ezra y Hideaki que se la están pasando súper bien. Incluso a lo lejos veo a Lizy y Ed que bailan muy animados cerca de la piscina pero... ¿Y Adrian? Mientras bailo busco con la mirada a Adrian hasta que por fin lo veo en la zona de los dulces.

Me disculpo con los chicos por nuestro baile y voy a buscarlo. Camino entre todas las personas felices y bailarinas para llegar hasta él. Cuando al fin me ve me doy cuenta que me sonríe y yo también le devuelvo ese gesto. Aún me causa muchos escalofríos ese hombre.

—Estuvo genial la broma, ¿no crees? —digo mientras muevo mis pies al ritmo de la música. Incluso muevo mis hombros y la cabeza. El ambiente es tan divertido que estoy muy feliz.

—Nadie la olvidará en mucho tiempo sin duda —sentencia con risas en medio de la frase. Y tiene razón, fuimos unos verdaderos genios al pensar en ello.

(Escuchar canción en multimedia)

De pronto a la mente me llega el recuerdo de la conversación que tuve ayer con Ed. Él me dijo que diera el primer paso. Pero, ¿cómo? ¿Y si de verdad lo arruino?

Entonces la respuesta llega a mí en forma de canción. No la reconozco a la primera pero la canción es lenta y bailable de algún modo. Así que me lleno de valor y le pregunto a Adrian:

—¿Te gustaría bailar? —La pregunta la acompaño mientras le extiendo la mano y Adrian no tarda ni un segundo en tomármela. Ahí me doy cuenta de la electricidad que recorre mi cuerpo.

—Vamos Amy —comenta el chico en mi cuerpo quien llega hasta la pista conmigo y comenzamos a bailar como si la vida se nos fuera en ello.

Levantamos las manos y movemos nuestro cuerpo mientras dejamos que la música nos envuelva. El momento se vuelve mágico, es como si nos perdiéramos a través del universo.

Y si las cosas no podrían ponerse más interesantes, Adrian se acerca a mí y enrolla sus manos en mi cuello. Por la cercanía juntamos nuestras frentes y mi corazón se acelera como un loco. De repente ocurre algo que me manda hasta el cielo, Adrian me planta un beso en la mejilla. Comienzo a mirarlo fijamente mientras me ruborizo, pero no sale nada de mi voz.

—Iba a ser en los labios pero no me agrada la idea de pensar que me besaré a mí mismo —comenta el chico dejándome con la boca abierta.

Mi rostro se pone de mil colores y muero pensando en la idea de que pensaba besarme. Y desde ese momento no puedo sacar de mi mente el sentimiento que me provocan sus besos.

Quizás Ed tenía razón, yo debía dar el primer paso. Y sin pensarlo comienzo a abrazarlo sin darme cuenta que unos ojos azules nos miraban desde la lejanía con mucha molestia y sed de venganza.

Si las cosas no salían a la mala, entonces saldrían "a la peor". Y no tenía ni la menor idea de los problemas que se iban a desatar a consecuencia de ese beso inocente.

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Nota de la autora:

Esa canción, ese ambiente, ese momento. Ay no, todo me mata de amor. Adrian le dio un beso a Amy *inserte ojos llorosos*. Lo amo.

Canción: Easier– 5SOS

Gracias por leerme. Mañana les traigo el capítulo que desencadenará el clímax de esta historia. Cuídense mucho.