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Cuando la maestra termina de darme algunos detalles del concurso, intento acercarme a Adrián en mi cuerpo para explicarle lo que pasó. Miro por el pasillo y me doy cuenta que está en mi casillero guardando algunos libros, por lo cual me acerco de manera sigilosa hacia él. Cuando se gira y nota mi presencia, niega lentamente mientras sigue guardando los libros.

—Adrian, lo lamento mucho no sé qué me pasó... —Pero me interrumpe.

—Amanda, siempre eres la mejor debatiendo. ¿Por qué me hiciste esto? Me humillaste frente a toda la clase, lamento si te hice sentir mal con lo que dije el otro día pero... no era la manera de vengarte —dice con la voz muy baja mientras sigue mirando dentro del casillero.

—No lo hice a propósito, jamas te haría algo así —contesto tratando de acercarme a él con una mirada muy triste y un sentimiento de arrepentimiento inmenso.

—Bueno, yo también me disculpo contigo, pensé que me estabas provocando. Lo siento Amanda —sentencia mientras dirige la mirada a mí y es inevitable no notar sus ojos llorosos.

—No lo haría nunca Adrian.

—De todas maneras ya estamos envueltos en ese concurso. Ahora no tengo ganas de hablar contigo, me iré a tu casa, la verdad prefiero que tu rata alargada me muerda —dicho eso, Adrian en mi cuerpo comienza a caminar lejos de mí y yo me siento muy mal. Pero me doy cuenta que Adrian está bastante triste, no está molesto, sólo está muy triste. ¿Qué le aquejará? Sí, entiendo que está en otro cuerpo pero esa tristeza es distinta.

Mientras sigo envuelta en mis pensamientos, Ezra aparece en escena. Oh no, Ezra por favor no perturbes más a Adrian. Sin embargo claro que lo hace pues se acerca a él. Mi pobre amigo piensa que hablará conmigo.

—Amy, ¿qué pasó? ¿Todo bien linda? Vaya que hiciste el ridículo —dice Ezra mientras se ríe de manera complice. Pero Adrian pone una cara muy triste. Yo veo esta escena desde la lejanía y de verdad lo único que quiero ahora es ir a abrazar a mi mejor amigo Ezra.

—Ni siquiera te conozco, no quiero hablar con nadie —sentencia Adrian en mi cuerpo, lo cual provoca que Ezra agache la cabeza. Oh no, creo que ahora estamos poniendo tristes a todas las personas a nuestro al rededor.

Sin embargo mi corazón se rompe al ver la tristeza de Ezra. No, no voy a permitir que Adrián y yo entristezcamos a mi mejor amigo. Creo que se lo diré, no puedo esconderle esto a él. Ezra tiene que saber que yo estoy en el cuerpo de Adrian.

Por lo cual me acerco a Ezra quien aún sigue con la cabeza gacha, y hasta que estoy a su lado noto que en las manos lleva una caja de chocolates. Pobre Ezra, sólo quería ayudar a Amy. Esperen, ¡YO SOY AMY!

—Hola Ezra —saludo en voz baja, no quiero asustarlo, el pobre se ha puesto muy triste.

—No sé qué le pasa a Amy —contesta evadiendo mi saludo—, desde antier está demasiado rara. Todo fue desde que la tacleaste en el juego. Creo que el golpe en la cabeza la volvió muy malvada. Es como si ya no fuera ella. —Sabía que podía engañar a todos menos a Ezra, el pobrecito de mi amigo está muy preocupado por mí. De verdad lo adoro.

Por eso no lo puedo seguir evadiendo hasta que esto termine porque ni siquiera tengo idea de si esto terminará. Así que lo miro y comienzo a sonreír.

—De hecho ya no es ella —comento lo primero que se me viene a la cabeza y noto que de verdad ha sido una tontería.

—Adrian, la mayor pregunta que tengo para ti es: ¿desde cuándo la conoces? —cuestiona mi mejor amigo mientras abre la caja de chocolates—. ¿Quieres?

—Muchas gracias Ezrasín —digo mientras tomo un chocolate.

—¿Cómo me llamaste? —Ay no, no puedo con la cara de confusión de Ezra. Muero de ternura. Cuántas ganas tengo de abrazarlo.

—Ezrasín —repito mientras me llevo el chocolate a la boca.

—¿Por qué? ¿Quién te dijo eso? —Noto de inmediato como sus ojos se alarman, pues es obvio que la única persona en el mundo que le dice así, soy yo, Amy Callum.

—Nadie, yo siempre te he llamado así. Hola Ezra, yo soy Amy. —Mi pobre amigo comienza a carcajearse en mi cara, a tal grado que me escupe un poco de chocolate.

—Estás loco, yo jamás había hablado contigo, ¿acaso esta es una broma de Amy? —pregunta Ezra divertido mientras busca otro chocolate en la caja y me invita a tomar otro.

—No, yo soy Amy —sentencio tomando el segundo chocolate. Ahora ya sé porque ambos engordamos juntos.

—Claro que no, tú eres Adrian Cassavets. Si fueras Amy sabrías a lo único que le tengo miedo —comenta mientras sigue riendo y comiendo al mismo tiempo. Loco.

—A los pavo reales, porque cuando tenías seis, uno te persiguió. Ahora es tu peor pesadilla y siempre te molesto usando el vestido azul de encaje y la diadema que hice especialmente con plumas artificiales de pavo real. —El pobre Ezra pone una cara de confundido.

—Estás loco Adrian, creo que me voy. —Ezra cierra la caja de chocolates y comienza a caminar lejos de mí. Intento detenerlo pero me llama "loco".

¿Qué alternativas tengo? ¿Qué puedo hacer para que me crea? De repente recuero mi teléfono, así que lo tomo y le mando un mensaje.

De: Amy
Mira atrás de ti, soy Amy, confía en mí, necesitamos hablar mejor amigo.
3:05 p.m.

Ezra se da la vuelta y nota el teléfono en mis manos.

—¿Por qué tienes el celular de Amy? Esto ya no es divertido Adrian —sentencia molesto, así veo como Ezra comienza a ponerse nervioso, quizás intente quitarme el teléfono por lo cual decido escribir el siguiente mensaje.

De: Amy
Yo soy Amy, y para probarlo te diré que nos conocemos desde siempre. Eres mi mejor amigo. Sé todo sobre ti, sé que eres alérgico al polen y a los gatos. Sé que te gusta el color verde y tomar fotografías. Además tienes un póster enorme en tu cuarto del hombre araña. Usas lentes de contacto y odias ir del lado derecho de la acera. Te gusta el café pero lo tienes prohibido. Ah y tienes un lunar en el dedo índice de la mano izquierda. Es tan diminuto que sólo yo lo he visto.
3:07 p.m.

Amo que Ezra sea tan paciente y espere muy perplejo a que termine de escribir el mensaje. Cuando se lo envío lo lee y veo como abre la boca tan grande que siento que se le caerá la mandíbula.

—¿Pero cómo pasó Adrian... digo Amy? ¿Cómo lograste entrar a su cuerpo? —pregunta mientras se vuelve loco.

—¿Cómo te convencí?

—Desde el pavo real me convenciste, pero el lunar fue definitivo. —No puedo evitar comenzar a sonreír y le doy un abrazo a Ezra. Así me doy cuenta que ahora, por la altura de Adrian, mi amigo es más bajo que yo. Que lindo.

—Ezra, no tengo idea de lo que pasó pero simplemente desperté en el cuerpo de Adrian. Todo pasó justo después de que chocamos —comento mientras escondo mi rostro en su hombro y lágrimas comienzan a salir de mis ojos.

—Pero que suerte Amy, ¡estás en el cuerpo de tu crush! ¿Ya viste a Adrián desnudo? —esa pregunta me hace olvidar mis lágrimas y me pongo más roja que cualquier otra cosa.

—Ezra cállate. Claro que no, de hecho me he bañado con los ojos cerrados y no miro su cuerpo mientras me visto. Que vergonzoso. —Siento que me evaporaré en el aire de lo nerviosa que me pone la pregunta de Ezra. Ay no, ¿cómo se le ocurre?

—Es una broma Amy. En serio que esto es muy extraño. Aunque te ves muy guapo. —Al decir eso comienza a reír y no puedo evitar volver a abrazarlo con fuerza—. Amy, te recuerdo que ahora tienes más fuerza... no me dejas respirar

Asustada me alejo y ambos comenzamos a reír como locos. ¡Que viva la amistad chicos!

—¿Pero cómo pasó Amy? —cuestiona nuevamente mi amigo con mucha curiosidad. Incluso me rodea para examinarme—. Es que literal estás en el cuerpo de Adrian. Eres idéntico, pero la mente dentro de esa cabeza es la tuya. Quizás fue el golpe que te dio Adrian.

—No lo sé. Lo único que tengo claro es que... esto es un locura —digo mientras escondo mi rostro en el hombro de Ezra, que es más bajito que yo.

—No te preocupes amiga. Lo vamos a resolver —sentencia mientras mis lágrimas bañan su playera—. ¿Ya intentaron chocar de nuevo?

—Sí —anuncio recordando el golpazo que nos dimos.

—Vaya tontos —dice mi amigo mientras comienza a matarse de la risa, claro que yo lo acompaño—. Pero vamos Amy, te acompaño a casa, ¿qué otra cosa mala podría suceder?

Y vaya que ocurrió algo muy malo, todo gracia a un auto, Edward y una chica misteriosa.

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Nota de la autora:

Hola chicos, nuevamente soy yo. Me da mucho gusto volver a saludarlos. Pues he aquí la bella amistada entre Ezra y Amy, ¿qué piensan de estos dos? Yo simplemente los amo, son los mejores amigos de todo el mundo.

¿Qué pasará con Edward y la chica misteriosa? No te interrumpo, la respuesta viene a continuación.

Canción: Pressure– Candelion