"¿Por qué tuvo qué hacerlo? ¿Acaso soy un objeto sexual?", estas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza. No podía creer que en solo una semana mi mundo se vendría abajo. Lloraba sin parar y los dolorosos flashes regresaban a mi mente.

Jm - ¡Ahhhhh, suéltame! Suéltame por favor. -Repetía una y otra vez pero Hoseok no escuchaba, solo reía maliciosamente. Necesitaba correr pero sus manos no me dejaban escapar.

Agarró el cinto marrón que siempre usaba y amarró mis manos lo más fuerte que pudo a los tubos de la litera. Me tiró a ella y me comenzó a quitar el pantalón, sin cuidado alguno, incluso aruñó mis muslos en el proceso. En segundos quedé desnudo frente a él, y más que miedo, sentí vergüenza. No era la primera vez que me veía desnudo pero la situación era totalmente distinta. Me obligó a ponerme de rodillas e introdujo su miembro erecto y palpitante en mi boca.

Hs - ¡Ahhhh! ¡Estúpido! -Gritó cuando lo mordí.

Fueron solo los reflejos pero creo que ahí empeoré las cosas, pues me dio una cachetada tan fuerte que me hizo sangrar el labio. Me tomó con sus fuertes manos por las caderas, me volteó y me penetró sin siquiera haberme preparado. Chillé de dolor, lágrimas se me escaparon y me sentía en el mismo infierno.

Estaba siendo violado por aquel chico y los demás no estaban. Nadie fue capaz de ayudarme. Por mucho que intenté resistirme él me dominó totalmente. Llegué a un punto en el que el dolor era insoportable dado al tamaño. Era enorme, yo nunca había tenido a nadie así.

Me resigné y lo dejé terminar pues no podía hacer nada. Al notar esto Hoseok me cabalgó con mucha más emoción, sus movimientos dentro mío eran dolorosos, rudos y toscos. No sabía qué más hacer, así que traté de relajarme lo más que pude para sentir el menor dolor posible, así estuve hasta que gimió roncamente y depositó todo su semen en mi interior.

Hs - Así debías haberte portado desde el principio. Sabes que no puedes escapar de mi. -Dijo al extraer su miembro. Me dió una nalgada y se cerró la cremallera.

Yo estaba inmóvil en aquel colchón. Sobre mis piernas había restos de sangre ligados con su semen y yo sentía asco. Asco de él, asco de mí, asco de lo que hizo, asco... Asco de pensar en que le tendría que seguir viendo a la cara luego de esto porque fue mi culpa.

Jm - ¿Puedo irme ya? -pregunté con la voz entrecortada.

Hs - No te necesito más por hoy. -Dijo a la vez que liberaba mis manos.

Me levanté, me vestí y me fui. No corrí, no lloré, no lo maldije, solo salí caminando hasta alejarme lo más que pude. Me senté en un lugar solitario que me había presentado el único amigo que tenía en este tenebroso lugar y comencé a llorar. Lloré como si no hubiese un mañana.

Jm - No puedo creer que hyung hiciera esto... -Dejé caer mi cabeza hacia atrás y quedé recostado a la pared.

Por fin había logrado dejar de llorar así que decidí volver a mi habitación y bañarme. Toda mi ropa estaba embarrada con sangre y su asqueroso líquido, pensé hasta en botarlas, pero luego solo me decidí por lavarlas. Era más que suficiente.

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«Una semana antes»

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Jm - Hola a todos. Mi nombre es Park Jimin y me acabo de transferir desde Corea. -Traté de ser lo más cool que pude pero solo parecía un cachorrito pidiendo ayuda.

Sra. Choi - Puedes sentarte, busca un asiento vacío. Todos, háganle sentir cómodo, ¿ok?

No había mucho que buscar, solo quedaba uno, de modo que caminé y me senté mientras escuchaba a la profesora comenzar la lección. En el instante que tomé asiento el chico de al lado me saludó con una sonrisa.

Nj - Hola, soy Namjoon. Gusto en conocerte, Jimin. -Cuando sonrió sus hoyuelos llamaron mi atención, eran tan lindos que mis ojos fueron fijos a esa zona.

Le respondí con una sonrisa y un movimiento de cabeza.

Nj - Si quieres te puedo enseñar la escuela cuando acaben las clases del día.

Esa frase fue la causante de todo. Él fue el culpable de todo. Kim Namjoon, el chico de los hoyuelos.

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Hola mis Soogars.

Espero y no me odien por hacerlos sufrir. ^^

No olviden dejar su (⭐) si les gustó.

-Nani out-