NJ –... emm, quieres que nos veamos hoy en la guarida después de clases?

JM –Si, por qué?

NJ –Te digo allí.

En ese mismo instante la profesora entró y comenzamos con las aburridas clases de nuevo. No tuvimos nada en la tarde así que fuimos directo a la guarida juntos, traté que me contara pero no quiso darme ni una pista. Cuando llegamos me abrió la puerta e hizo una reverencia, esto fue muy gracioso así que a modo de juego le seguí la corriente y entré mientras le hacía una leve reverencia.

Cerró la puerta justo tras de mí y no me dejó ni avanzar, me tomó entre sus enormes brazos y comenzó a besar mi cuello, sus besos me daban cosquillas, pero a la vez me excitaban mucho. Acercó su boca a mi oído y susurró –Quiero hacerte mío, ¿me dejas? –me ericé completamente y asentí –¿Me dejarás hacerte lo que quiera? –volvió a susurrar, y lo volví a permitir, en ese momento podía hacer conmigo lo que quisiera, todo estaba bien por mí.

Agarró un pañuelo que tenía en el bolsillo y me tapó los ojos, con algo me amarró las manos a un tubo contra la pared quedando de pie y completamente a su merced. Podía sentir con mucha más emoción cada caricia, cada beso hasta que pude escuchar cómo se desamarraba el cinto, se me acerca y me vuelve a susurrar –¿Seguro que puedo hacerte lo que quiera? después no te puedes arrepentir –Volví a aceptar y en el mismo momento sentí un gran dolor, me acababa de azotar! Dejé salir un pequeño grito pero volvió a hacerlo.

Comenzó a arrancarme el uniforme a la vez que besaba y mordía cada parte de mi cuerpo, era una mezcla de emociones pues ligaba el dolor y el placer, me quitó el pantalón y sentí como sus manos rozaban y agarraban mis nalgas, mi erección era cada vez más evidente y comenzó a masturbarme, creo que le gustaba demasiado que estuviera a su merced pues a los pocos minutos me dio vuelta bruscamente y comenzó a dilatarme, me encantaba la forma en que me introducía sus dedos llenos de saliva, así que en un momento de lujuria pedí que me hiciera suyo, a lo que respondió con un nuevo azote.

Esta vez, más que dolerme, me gustó así que le pedí que siguiera. Me dio 2 o 3 azotes más y me pegó todo su cuerpo pudiendo así sentir la erección de su miembro, volvió a jugar con mi ano y de una sola vez me introdujo el pene. Un gemido involuntario se me escapó, me había dolido un poco, pero como la vez anterior, su experiencia me enloquecía.

A la vez que se movía como una máquina dentro de mí, agarraba mi miembro para masturbarme, me besaba y mordía la espalda, los hombros, el cuello, a la vez que me preguntaba si debía azotarme un poco más pues había sido muy malo. Entre tanta algarabía siento como sus manos se estremecen *Está a punto* pensé, pero yo me encontraba igual, sin darme cuenta nuestros orgasmos llegaron y nos dejaron sin aire. Podía sentir como su líquido caliente chorreaba entre mis piernas y esta nueva emoción me gustó.

JM –Nam, puedes desatarme ya?

NJ –Claro bebé –a la vez que dejaba ir mis manos –¿te gustó este método? –dice a la vez que me besaba y apartaba el pañuelo de mis ojos.

JM –Para serte honesto... los azotes dolieron –dije un poco apenado –pero... luego me empezó a gustar.

NJ –Qué bueno! Tenía miedo a que me rechazaras.

JM –No te preocupes, podemos seguir experimentando todo lo que quieras... eso sí, si algo no me gusta te lo diré al momento.

NJ –Está bien Minie. Sabes que este fin de semana es la visita de los padres? Podrás ver a tu mamá.

JM – ¿En serio?

NJ - ¿Extrañas mucho a tu mamá?

JM –Sí, siempre me ha apoyado en todo por eso no la quiero defraudar.

La tarde llegó y regresé a mi habitación, Suga estaba tirado en su cama leyendo mangas *parece que es lo único que hace* pensé, Tae no estaba, Hoseok me echó una mirada de arriba a bajo y me hizo señas para que lo siguiera. No sabía qué sería mejor, si ir o no. Decidí seguirlo y me llevó al baño, cerró la puerta con llaves y se me acercó a la vez que enroscaba sus dedos en mi cabello.

HS –Me recuerdas, verdad?

JM –Claro hyung, eres el muchacho de la pista, cierto?

HS –No, no, de un poco antes... vamos, sé quepuedes –y mientras hablaba me arrinconaba contra la pared

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Se puso bueno esto amores

No olviden dejar sus hermosas estellitas

Bye babys