Parker

—Muy bien, nos salimos del protocolo al acceder a esto, así que estamos preparados para oír la verdad y solo la verdad —dice el Sheriff Dumont mientras se abre paso entre las personas junto a muchos oficiales de policías.

—La obtendrá, señor —responde Ted y seguido Chad le lanza un USB al Sheriff Dumont que atrapa de inmediato.

—Recuperé la información que la señorita asesina creyó borrar, pero no fue así, nada nunca desaparece del todo en la red —le informa, su padre lo mira con sorpresa, pero no dice nada, solo entrega el USB a otro oficial—. Encontrarás llamadas, mensajes y también historiales de navegación de hace seis meses que incluyen cosas como: ''¿El fuego puede borrar las evidencias de un asesinato?'' —Chad hace comillas en eso último y seguido mira a Jass—. ¡Demente!

Gabriella sonríe y camina hasta mí para chocar nuestras manos.

—Estuviste genial —le digo con sinceridad.

—¡¿Bromeas?! Tú estuviste genial, Parker —dice ella—. No, los cinco estuvieron asombrosos —se corrige.

—Oh, basta —Bianca ríe y hace un gesto desdeñoso.

—Mi amor, ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! —Fénix mira a Gabriella, asustado, mientras el policía detrás de él prosigue a sentarlo en una silla.

—No soy tu amor —ella lo mira mal—. Puedo tolerar una infidelidad, pero yo no salgo con criminales.

Otro policía sienta a Jass en una silla junto a Fénix y ella no deja de removerse tratando de liberarse sin éxito alguno.

Aplaudo para llamar la atención de todos.

—Hora de la verdad —digo en voz alta—. ¿Recuerdan todo eso de que Gabriella era la cuarta heredera a la fortuna familiar? Bueno, no es cierto.

—¡Soy la primera! —dice ella con emoción—. Y no es que sea relevante, pero también soy una excelente diseñadora de modas, no necesito matar para conseguir dinero.

Hidden señala a Jass.

—De hecho, la cuarta heredera de la fortuna de su familia es otra persona, ¿verdad, Jass? —dice Hidden.

—Son unos imbéciles —dice ella entre dientes.

—Gracias —Ted asiente—, nos halagas porque somos los imbéciles que te enviarán a prisión.

—Jass Baker es la amante de Fénix Russo —procedo a decir.

Veo como los señores Russo abren la boca en sorpresa y Gabriella solo rueda los ojos.

«—¿La curiosidad en qué vía te llevó? —me atrevo a preguntar.

Sus ojos atraparon los míos por un breve instante antes de que soltando un par de lágrimas me diga—: Saberlo todo, no significa nada al final, Parker.

—¿Si te cuento un secreto tú me contarías uno a cambio?

—Depende del secreto.

—Kylie me pidió investigar su muerte, me escribió una carta y en ella me dijo que me daba todo el derecho de usar su historia para uno de mis libros solo si yo lograba contar la verdad de cómo pasó. No éramos amigas, pero puso su confianza en mí y jamás podré entenderlo.

—¿Kylie hizo eso?

—Sí.

—Debió estar muy asustada —susurra bajando la mirada—. No puedo hacerme una idea de cómo alguien pudo planear hacerle esto. Mi cuñada era un ángel, contrario al imbécil de su hermano.

—¿Problemas en el paraíso?

—Fénix lleva más de un año engañándome con Jass Baker, honestamente no sé qué le ve a esa chica.

—¿Qué? —la miro sorprendida.

—Ya me vale un rábano cuidar de él y su estúpido prestigio, a ti no te conozco así que no me importa si quieres llevar esto a un portal de chismes. Él piensa que es muy inteligente y tiene todo bien calculado, pero sus mentiras cada vez tienen menos sentido y estoy segura de que todo esto pasó porque Jass es buena con los negocios y yo no.

—¿Cómo así?

—Los Russo tenían planeado dividir la herencia en porciones desiguales dándole más dinero al que a finales de este año lograra tener una idea de inversión fascinante. Kylie ganaría, eso era obvio, ella tenía visión y ganas de comerse al mundo. Seguramente iba a ser una gran empresaria y eso tenía a Fénix vuelto loco desde que cumplió diecisiete años el año pasado. Supongo que allí fue cuando la imbécil de Jass entró al panorama porque ella sabe de negocios, mientras yo solo sé de costuras y medidas para ropa.

—Pero tú eres una empresaria...

—Lo soy, Parker, pero para las finanzas tengo ayuda. Yo diseño, obtengo dinero y mis padres se encargan de mantener en pie esta empresa, ¡tengo 19 años!

—Pero Jass es menor que tú. ¿Cómo puede saber de negocios?

—Es porque la pequeña perra es la menor de cuatro hijos y siempre ha sido desfavorecida por ello. Mi madre me dijo que los padres de Jass no la creen capaz de lograr mucho y por eso la chica hace todo por demostrar lo contrario.

—Oh, por Dios... —pongo una mano en su hombro y ella arquea una ceja, confundida—. Gabriella, no tienes idea de la cantidad de piezas que has puesto en nuestro tablero de investigación.

—¿Qué?

—Necesitaré un segundo vestido —sonrío de lado—, sé que el rojo me queda bien, pero mi color favorito es el celeste.

—Puedo verlo —dice al ver mi ropa—. Creo que tengo un vestido de lentejuelas color celeste que te quedará bien.

—Y mientras lo buscas, te contaré un poco de lo que mis amigos y yo hemos estado haciendo en las últimas semanas y quiero que te unas al equipo porque esto puede sacar a tu familia de la horrible situación que tienen a causa del cruel desconocido»

—¿Su amante? —repite la señora Russo, sin creer del todo lo que he dicho.

—Sí —Hidden asiente.

—Todo esto fue orquestado por Jass, Fénix y un muy manipulable Connor —dice Gina.

—Fue difícil entenderlo al inicio, pero ahora es muy claro —procedo a hablar—, Jass es la cuarta en la línea hereditaria de su familia, las expectativas jamás han estado puestas en ella porque tiene tres hermanos por delante que han sobresalido, cosa que, aunque ella quiera negarlo le ha creado un complejo de inferioridad y siempre lo ha querido ocultar, pero a mí no me pudo engañar.

«—Debería disculparme con el profesor, no puedo fracasar, mi madre es capaz de desheredarme si ve una mala calificación en mi reporte.

—¿Es muy estricta? —pregunta Gina con curiosidad mientras me ayuda a ponerme de pie.

—No, solo es de las que espera siempre lo mejor —sube los hombros, despreocupada. Le extiendo a Jass las entradas de regreso, pero ella niega—. No, quédatelas.

—¿Estás segura?

—Sí —sonríe, pero su sonrisa no llega a sus ojos—, por alguna razón tú le caías muy bien a Kylie, estoy segura de que no tendría problema con ello»

—Nunca fuiste amable conmigo en el pasado a pesar de que fuimos compañeras por los últimos tres años. Y lo entiendo, no tenías que hacerlo, pero desde la muerte de Kylie es como si quisieras reemplazarla... Incluso con sus actitudes, pero hubo una gran diferencia en tus actos desinteresados como cuando me diste aquella foto. Kylie era genuinamente amable, lo podías notar por la forma en que hablaba o por la forma en que sus ojos brillaban de felicidad por otra persona. Tú eres muy diferente, Jass, y me di cuenta de que querías abrirte camino hacia mí desde el momento en que te vi en la biblioteca leyendo casualmente el libro actual que yo estaba leyendo, así que te lo cedí.

—Sabías que Parker había recibido una carta de Kylie, pero me atrevo a apostar que no sabías lo que había escrito y por eso necesitabas estar pendiente de ella —dice Gina—. Los días avanzaban y nosotros estábamos siguiendo lentamente todos tus pasos y por eso intentaste matarnos a los cinco, porque de todos tus movimientos fuimos el único que no viste venir.

—Eres una manipuladora experta —Ted aplaude—. Me viste aquella noche del homenaje y me delataste con mi padre —dice—, por ello pudiste asustar a Parker al entrar en la habitación de Kylie y luego terminó perdida en los pasadizos, quedando justo donde la querías, escuchando como Fénix ''te convencía'' de testificar en la corte cuando claramente ambos sabían que ella estaba allí.

—Mientras... Esa misma noche Connor estaba en el hospital robando sus propios documentos de la oficina de la doctora Gianna Fontaine porque si alguien descubría que fue con los propios medicamentos del chico que durmieron al guardia de seguridad para infiltrar el cuerpo de Emiliano Guimard al yate de los Lion's en definitiva serías condenado también por eso y lo que querías era involucrar a los Lion's en esta retorcida trama —dice Bianca en dirección a Connor.

—¡Solo porque ella me dijo que así podría dirigir la investigación en dirección a Fénix! —grita el chico.

—¡¿Qué?! —Fénix grita en dirección a Jass—. ¡Maté a Colby Bradson porque me dijiste que así la investigación sería dirigida en dirección a Connor! ¿Todo este tiempo me estabas hundiendo a mí también?

Los murmullos sorprendidos inundan el lugar, mis amigos y yo nos miramos triunfantes.

—¡Idiotas! —Jass se remueve, molesta, en la silla—. ¡¿Por qué están hablando?!

La señora Russo es atrapada por un oficial de policía porque al parecer se le ha bajado la presión.

—¡¿Tú mataste a alguien?! —el señor Russo señala a su hijo, iracundo, sin poder creerlo.

—¡Ella mató a dos y entre esos a tu hija! —exclama Fénix, haciéndose el inocente.

—Espera... —los ojos de Connor se iluminan entre medio de lágrimas que se comienzan a aglomerar—. ¿Entonces yo no lo hice? —susurra en dirección a Jass—. ¿Yo no maté a Kylie?

—Cariño —dice Gina—, Jass es de tus mejores amigas, por eso sabe del cóctel de fármacos que consumes y te inyectas antes de dormir, al tener un sueño tan pesado fuiste muy fácil de mover y dejar en la escena del crimen cuando ella ya había matado a Kylie.

—Pero lo que no sabemos es como lo hizo —dice ahora Hidden—. Sabemos que saliste de tu casa el domingo 5 de diciembre a eso de las 8:45 pm, pero... ¿A dónde fuiste?

Connor suelta un suspiro.

—Estaba en la cabaña de pesca que tienen mis padres en el Bosque Starlight —dice.

—¿Por qué? —le pregunto yo—. Teníamos examen de historia al día siguiente, Connor, ¿por qué te estabas yendo tan lejos?

—¡Las semanas de exámenes disparan mi ansiedad más que cualquier otra cosa, Parker! —me mira exasperado—. ¿Tienes idea de lo horrible que es pasar toda mi vida académica siendo el segundo mejor? ¡No! —señala a Hidden—. Apuesto a que este imbécil no se esfuerza ni el doble de lo que yo me esfuerzo por llevar buenas notas, pero aún así es el primero en todo. ¿Por qué me fui de mi casa el domingo? Consumo marihuana, pero lo hago a escondidas de mis padres, por eso me fui.

—¿Jass lo sabía? —pregunta Gina.

—Claro que lo sabe —se ríe con amargura—. Ya bien lo dijiste... Es una de mis mejores amigas.

Pobre Connor... De seguro porque consumió marihuana y estaba drogado no solo con eso sino con sus fármacos creía que había matado a Kylie.

—Bueno, eso ya da más lógica a esto —prosigue a decir Hidden—. Tienen que saber que Jass borró las cintas de seguridad donde se le ve saliendo a medianoche y entrando luego por la madrugada, dejándola a ella fuera de esto, ya que las cámaras se volvieron a activar por la mañana y se te ve a ti entrar a la propiedad Baker. Colby Bradson no tuvo nada que ver con las desapariciones en las grabaciones, pero deben admitir que fue bastante ingenioso culpar al hombre y luego asesinarlo para que pareciera que esa había sido la razón.

—Cuando la llamaste, ella ya estaba lista con toda la gasolina, no dormida en su casa como te hizo creer —prosigo a explicarle a Connor—. Honestamente no entiendo cómo dejaste que te metiera en la cabeza que hacer ceniza todo, incluyendo al cadáver de tu propia novia sería lo más fácil, pero... Supongo que hay cosas que nunca entenderé.

Jass comienza a reír, su risa me asusta, parece que ha perdido la razón.

—¿Qué es tan difícil de entender? —pregunta en un tono amargo—. La vida es un juego, si no eres inteligente pierdes, pero si mueves tus piezas con lentitud poniendo atención a cada detalle te conviertes en un jugador maestro y puedes hacer del mundo tu tablero.

—Ella era tu mejor amiga —susurro—. ¿Cómo pudiste hacerle esto?

—La vida es injusta, Lawson —dice y lágrimas ruedan por sus mejillas—. Esa madrugada... Lo único que hice fue pedirle que por favor le pidiera a sus padres que dividiera la fortuna en un número equitativo porque así Fénix podría realizar el proyecto que yo había creado y con ello podría ser la Baker con más potencial en mi familia, pero ella me dijo que me mantuviera en mis asuntos familiares y no obstruyera su futuro, pero... ¿Ella sí podía obstruir el mío? Mi proyecto incluía una alianza estratégica con los Gustov que podría darnos millones a las tres familias ya que al ser Fénix un inversionista directo también recibiría de ello.

—Por eso no ibas a testificar jamás en contra de Connor y protegías a Fénix de ser un sospechoso involucrando hasta a los Lion's... —dice Ted—. Los necesitabas a los dos, por eso creaste tantas líneas para confundir la investigación.

Jass rueda los ojos.

—Dieciocho años —dice el Sheriff Dumont en dirección a Jass y la toma de un brazo para levantarla de la silla—, solo tienes dieciocho años y eres la mente maestra detrás de todo esto.

—Uno creería que lo ha visto todo, pero resulta que no —dice ahora el padre de Hidden y palmea el hombro de su hijo—. Buen trabajo, chicos, nosotros nos encargamos desde aquí.

—¿Connor estará bien? —pregunta Hidden y su padre asiente.

—Lo estará, pero sigue en problemas porque, aunque ahora sabemos que no asesinó a Kylie, fue cómplice de Jass no solo en una, sino en dos fechorías: Quemar la cabaña de pesca de los Russo y no decir nada cuando la ayudó a meter el cuerpo de Emiliano dentro de Manantial Azul.

—Señor Diamond, él no sabía que Jass lo estaba manipulando con lo de la muerte de Kylie —se apresura a decir Gina—. Eso puede ser bueno para él, ¿no?

—Ya veremos —es todo lo que dice el hombre.

Un policía esposa a Connor para llevárselo también junto a Jass y Fénix.

—¡Hey! —grito cuando están por cruzar las puertas, los tres se giran a vernos. Hidden se para a mi izquierda y a su lado Bianca. Gina se para a mi derecha y a su lado Ted. Elevan en alto el encendedor en sus manos, idéntico al que estaba en mi bolsa. Los encendemos a la misma vez y con una sonrisa en mis labios digo—: ¿No es curioso cómo jugar con fuego nos trajo diferentes resultados? Resulta que es más divertido si lo haces con las intenciones correctas.

Los sacan del recinto y nosotros soplamos el fuego para apagar la débil llama y seguidamente, impulsados más que nada por el alivio, los cinco nos abrazamos.

—¡Lo hicimos! —exclamo entremedio del abrazo y ellos ríen poniendo fin al contacto ya que se apartan—. Una escritora, una detective aficionada, un inteligente, una pirómana y un estudiador de comportamiento criminales, ¿qué tal suena esa combinación ahora? —pregunto en dirección al rubio.

—Igual de descabellada —responde de inmediato. Pasa una mano por mis hombros atrayéndome a él y sonriéndome con diversión.

—Pero fue lo suficientemente buena para llegar a descubrir quién asesinó a Kylie Russo —dice Gina al pasar sus brazos por los hombros de Bianca y Ted—. Los quiero, chicos.

Bianca rueda los ojos, pero la sonrisa en su rostro no se va.

—Eres tan extraña, rojita... Como un cactus a la orilla de una playa —responde la peliazul.

Hidden frunce el ceño y dice—: Bianca, deberías mantener los sinsentidos que habitan en tu cabeza aglomerados allí. Cada vez que dices estupideces como esas siento que pierdo neuronas.

Ella abre su boca en un gesto de indignación, pero Ted suelta una carcajada que nos asusta a todos, incluyendo a su hermana.

—Lo siento, pero estar tanto tiempo con ustedes ha reducido mi humor a esto —dice Ted señalando a Hidden—. Que el rubio se ponga en modo burlón es terriblemente gracioso.

Niego con una media sonrisa. Ellos se apartan de Gina para ir con Chad y al ver que Jonás se acerca a mi mejor amiga con una mirada acusadora no puedo evitar reír.

—Creo que ahora tiene más sentido lo de robar las cintas de seguridad —dice el chico.

—Lamento haberte mentido —Gina se disculpa

—Todo perdonado, ¡Eres la chica más genial con la que he salido en mi corta vida! —se ríe—. ¡No puedo esperar a contarle esto a los chicos del club de ajedrez de España! Cariño eres toda una detective en potencia, ¡Qué genial!

Gina se ríe y lo besa solo para callarlo, una vez lo logra se aparta y lo toma de la mano.

—Jonas de verdad necesito ese ponche, vamos.

Hidden me rodea ahora con ambos brazos por mis hombros y me gira entre ellos para tenerme de frente.

—Debo admitir que Bianca tenía razón al decir que te ves sexy con este vestido.

—Hidden Diamond, ¿acabas de llamarme sexy?

—Eso parece —se ríe.

—Un poco raro, pero creo que me puedo acostumbrar.

Me pongo de puntillas para unir mis labios a los suyos mientras él me aferra ahora por la cintura y me pega a su cuerpo todavía más.