38. Aférrate
Ted
—Y... ¡Ya estamos dentro! —dice Chad al entrar con cero dificultades al celular que le pedimos acceder—. La gente debería tener mejores barreras de seguridad en sus dispositivos, esto es una burla a mi intelecto.
—Perfecto —Bianca palmea su hombro—, ahora busca entre sus contactos a esta persona —le pasa una página con el nombre.
Chad entra a los contactos y abre la opción de iniciar una nueva conversación, al tenerlo listo voltea a vernos.
—Escribe lo siguiente: ¿Viste la publicación que compartieron Gina Fontaine y Hidden Diamond? ¡Te dije que un par de balas y una explosión no los asustaría! No podemos tener cabos sueltos, así que vine a encargarme personalmente de esa molesta chica en el baile de invierno, deberías venir porque necesitaré un auto de huida.
—...Un auto de huida... —Chad teclea lo último que he dicho y presiona enviar—. Listo, ya le llegó.
—¡Ahora apaga ese celular antes de que se dé cuenta de que enviamos un mensaje! —grita Bianca. Chad se ríe y de forma rápida lo hace.
—Chicos —me llevo una mano al oído izquierdo—, el mensaje ya fue enviado... Pueden proceder.
—Copiado —responde Hidden—. Gina, es tu turno, deshazte de tu amado Jonás un par de segundos.
❁❁❁
Gina
—Jonás, ¿me puedes traer un poco de ponche? Estoy sedienta —paso mis manos por sus mejillas y él me sonríe mientras asiente.
—Claro, ¿vaso grande o vaso mediano?
—Mediano.
—Vuelvo en seguida —dice y deja un corto beso en mis nudillos antes de alejarse.
Me apresuro a caminar hasta Hidden y Parker.
—Salgan con rapidez por la puerta trasera, ellos están por allí —Hidden señala a la salida.
Tomo a Parker del brazo y asiento.
—De acuerdo —susurro.
—Buena suerte —dice él en dirección a mi mejor amiga—, yo saldré a coordinar con los bomberos y paramédicos para que ya vayan entrando al lugar sin hacer tanto escándalo.
No le doy a Parker chance de responder, solo la arrastro conmigo a la salida. Una vez que nos acercamos a las puertas comienzo a hablar en voz alta.
—Parker, ¿Te diste cuenta de que tenemos un cielo particularmente estrellado esta noche? ¡Necesito que me tomes una foto en el gazebo!
—¿El gazebo? Pero, Gina, ¡hace demasiado frío! —responde ella actuando tan inocente que por un momento le creo que de verdad no quiere ir.
Empujo las puertas de la salida trasera y uno de los muchos pasillos del instituto se aparece en nuestro campo de visión mientras la música del recinto que acabamos de abandonar se hace más distante y nuestros tacones resonando sobre el piso es lo único que se escucha con fuerza.
Al llegar a uno de los baños de chicas freno en seco.
—Retocaré mi labial —digo con nerviosismo y eso amenaza con arruinar este loco plan—. Adelántate, te veo allí en pocos segundos.
—Bien —Parker bufa y toma todo de mí el poder soltarla, pero finalmente lo hago y me adentro al baño.
Pego mi espalda a la puerta y dejo salir aire por mi boca.
—Buena suerte, mejor amiga —digo al llevar una mano a mi oído izquierdo por encima del audífono.
❁❁❁
Parker
El pasillo llega a su fin y con eso la puerta que da a la parte trasera del instituto, la cual usamos para entrar en primer lugar, se encuentra frente a mí.
Tomo una profunda respiración y la empujo para salir al frío. Llego al gazebo bajo la poca iluminación que me brinda la luna y la luz dentro del instituto.
Veo a lo lejos el auto de Hidden, pero Bianca, Ted y Chad están a total oscuras, lo que hace que sean prácticamente invisibles en este panorama tan tétrico y silencioso.
Los segundos se hacen eternos mientras espero algún movimiento o alguna señal de alguien, pero no ocurre nada.
—Me estoy congelando —digo.
—Aguanta un poco —responde Bianca.
Salgo del gazebo y camino hasta el lago, este comienza a crujir a cada paso que doy hasta quedar a mucha distancia de la orilla.
—Detente —ordena Ted y freno de inmediato—, te estás alejando demasiado, allí está bien.
Sé que pueden verme, así que hago caso y me abrazo a mí misma viendo con atención los bordes de mi vestido rozar el hielo bajo mis pies.
—Chicos... Si esto sale mal, solo quiero que sepan que-
—No —Hidden me interrumpe—, ni se te ocurra comenzar a despedirte, el plan va a funcionar.
Me quedo en silencio oyendo los sollozos de Gina colarse por mis oídos, puedo reconocerla sin que diga una sola palabra y que se encuentre tan asustada solo me pone más nerviosa
Un carraspeo hace que mis pensamientos se congelen, me giro lentamente y al verlo frente a mí algo en mi estómago se remueve.
—¿Connor?
—Hola, Parker.
Ladeo la cabeza.
—¿Qué estás haciendo aquí? —me hago la desentendida—. ¿No se supone que te encuentras en arresto domiciliario hasta tu próxima cita en la corte?
—En este pueblo las cosas funcionan diferente para personas como yo.
—¿Entonces puedes andar libre por allí como si nada estuviera pasando? ¿Cómo si no fueras un presunto asesino? ¡Esto es ridículo!
Connor me rodea y queda ahora más lejos de mí, veo como comienza a golpear el hielo con uno de sus zapatos y en pocos segundos crea un enorme agujero que deja ver agua correr por abajo.
—¿Qué diablos haces? —comienzo a retroceder.
Él voltea y mete las manos dentro de sus bolsillos delanteros.
—Eso mismo quiero saber... ¿Por qué subiste esa foto?
—Tengo una mejor pregunta... ¿Por qué me entregaste esa carta?
—La encontré esa madrugada a pocos metros de su cadáver y algo me dijo que lo más probable es que ella planeaba llevarla al buzón, pero... Se le dificultó.
—¿No sabes lo que Kylie escribió allí?
Sus ojos se apagan.
—Sí, la leí.
—¿Entonces?
—Entregué la carta porque en realidad no creí que harías algo, quiero decir... Lo que ella te pidió es una locura.
—Mis amigos dicen que soy una persona loca, así que... ¿Por qué no lo haría?
Connor no dice nada, solo me mira.
—¿Tú sabes quién le hizo esto? —intento llegar hasta él sintiendo el peligroso crujir del hielo a cada paso.
—Por supuesto que lo sé.
—¿Quién?
—Todos lo han repetido por semanas —sus ojos se cristalizan y lágrimas de impotencia comienzan a resbalar por sus mejillas—. Fui yo.
—¿Qué?
—A ti... A ti tampoco podré dejarte viva, lo siento mucho, Parker.
Sus manos me toman por los hombros y en un rápido movimiento se gira haciendo ahora que yo me encuentre a pocos centímetros del agujero en el hielo y sin más empuja con fuerza para atrás.
Mis tacones terminan de romper el hielo, este cruje y sin dejar de mirarlo caigo al agua viendo a la superficie y como la silueta de Connor se aleja.
A pesar de que estoy cayendo lentamente a mi muerte fría y dolorosa, mi cuerpo se siente ardiendo.
Siento que me he transformado en una llama en medio de una oscuridad.
Mis ojos comienzan a cerrarse porque ya no puedo contener la respiración, pero en esos pocos segundos restantes puedo verla.
Kylie nada en mi dirección, parece una sirena con su largo cabello negro ondeando en las frías aguas y su vestido blanco flotando con elegancia mientras llega a mi lado.
Una sonrisa amable, tan característica de ella, adorna su rostro.
—Lo hiciste, Parker. Ahora más que nunca puedes ver todo con claridad.
—Eso no importa, Kylie, igual moriré.
—No, no morirás, todavía no es tu tiempo.
—No creo poder soportar más.
—Yo sé que puedes, solo aférrate a la vida por unos segundos, pronto te sacarán de aquí.
Su silueta se vuelve borrosa y mis ojos se cierran.
Todo se vuelve negro.
Y siento mi corazón dejar de latir.
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