34. ¡Santa calabaza!
Parker
Acomodo bien la bufanda de Ian sobre su cuello, es de noche y además ha sido un sábado muy frío, no quiero que se enferme.
—¡Parker! —grita Ethan desde el sofá—. ¡Ese chico no deja de mandarte mensajes de texto y arruina mi puntaje en Subway Surfers!
—¡Dile que deje de molestar! —le grito de regreso, él tiene mi celular porque se lo he prestado para que se mantenga quieto mientras termino de alistar a su hermano menor.
—¡Ugh! Ya lo hice, pero no para de escribir.
Paso mis manos por el cabello de Ian peinándolo un poco antes de ponerle su gorro de lana.
—¿Por qué estás tan triste? —pregunta Ian al observarme fijamente.
—No estoy triste —le sonrío y me siento junto a él en la cama—. Estoy emocionada, veremos a Ethan siendo el Fantasma de la Navidad Pasada.
—Mi mami le dijo a la abuela por teléfono que estuviste cerca de una explosión el jueves, ¿es verdad?
Los chismes sí que vuelan rápidos.
—Deberías dejar de escuchar las conversaciones de tu mami —le doy un pequeño empujón y él ríe—, pero sí, es en parte cierto... Estuve cerca de donde explotó un automóvil.
—Wow —Ian me mira con sorpresa.
—¡Parker! ¡El tal Hidden no deja de escribir y me distrae del juego!
Desde que salí de casa de Hidden ayer por la tarde he estado ignorando sus mensajes y llamadas, pero se ha mantenido persistente.
—Vamos —tomo a Ian de la mano para salir de su habitación.
Al llegar a la sala, Ethan baja del sofá y me entrega el celular mostrando cara de fastidio.
—Toma —dice—, ya no quiero jugar.
Hago una mueca y me voy a los mensajes para leer lo que han conversado Hidden e Ethan.
►Cuanto más me vas a ignorar. ¿Puedes responderme?
⤻7:10 pm
►¡Por favor!
⤻7:10 pm
Te escribirá cuando termine de enseñarle a mis peces a nadar.◄
7:10 pm⤺
►¿Ah?
⤻7:11 pm
Soy Ethan.◄
7:11 pm⤺
► ¿Le puedes decir a Parker que me responda las llamadas?
⤻7:11 pm
No.◄
7:11 pm⤺
►¿Por qué?
⤻7:12 pm
Va a doblar los platos.◄
7:12 pm⤺
►¿Doblar los platos?
⤻7:12 pm
Sí, y luego me ayudará a cortar el cabello de mis peces.◄
7:12 pm⤺
►Ethan, esto es serio, dile que me conteste.
⤻7:13 pm
Suelto a reír y bloqueo el celular viendo a Ethan de forma acusadora.
—¿De dónde sacas respuestas tan creativas?
—Tengo ocho años.
—Cierto —guardo el celular en mi bolsillo trasero y tomo su mano—, hora de irnos, su madre se topará con nosotros allá. Veamos si podemos conseguir un taxi.
❁❁❁
Le hago una señal a Gina con la mano al verla entrar al auditorio donde la obra de teatro será presentada.
—¿Llegué a tiempo? —pregunta a la misma vez que sacude la nieve de su chaqueta.
—Sí —señalo en dirección a los asientos donde la madre de los Olson ya se encuentra sentada junto a Ian—, la maestra de ceremonia dijo que inician en cinco minutos.
Tomamos nuestros respectivos lugares y observamos el escenario.
—Tenemos que hablar del elefante en la habitación —susurra Gina en mi dirección—. ¿No piensas hablarle a Hidden? Mañana es el baile, ¿no irás con él?
—No quiero hablar de eso ahora —susurro de regreso.
—Parker, tú sabes que yo te sigo de cabeza a donde sea, pero literalmente volvimos a reunir al grupo y ya estamos en división ¡de nuevo! —me da un golpe al hombro—. ¡Ni 24 horas duramos!
—Shhh —apunto al escenario—. Ya van a comenzar.
Gina refunfuña, pero se acomoda mejor en su asiento viendo con atención cómo las cortinas se abren y el primer acto comienza.
«—¿Emocionada? Es la gran noche, ¡en pocos minutos tu grandiosa obra será presentada a los pobladores de Pueblo Pequeño! —Kylie me entrega un paquete de kleenex de nueva apariencia.
—Siento que voy a desmayarme, ¡no puedo creer que esto esté pasando! —admito y acepto el paquete porque sé que voy a llorar por la historia que yo misma escribí y me sé de memoria.
—¡No se te ocurra desmayarte! —me señala con su dedo acusador y una sonrisa danzando en sus labios—. ¡Es tu noche!
Esta chica sin duda es una porrista natural.
Sin pensarlo dos veces corto la distancia entre ambas y la rodeo en un fuerte abrazo.
—Gracias por todo, Kylie.
—¿Recuerdas lo que dije ayer sobre contarles a todos mis conocidos que el día que te vuelvas famosa diré que estudié contigo? Bueno, abusaré de mi precipitación y te pediré algo más.
Me separo de ella para mirarla, Kylie toma mis manos y me da un ligero apretón.
—Lo que sea.
—Quiero un buen asiento cuando alguno de tus escritos llegue a las grandes pantallas de los cines, ¿de acuerdo? —susurra solo para que yo la escuche—. Apuesto por ti, Parker.
—De acuerdo —susurro de regreso—, serás a la primera que le reserve un asiento.
—¡Kylie! —Jass la llama a poca distancia y junto a ella están el resto de las chicas del equipo de porristas—. ¡Vamos, tenemos que buscar nuestros asientos!
Kylie señala el color rojo de mis uñas.
—Deberías usar ese color más seguido, te queda bien.
Se gira para ir hasta sus amigas y yo hago mi camino hasta mis padres, Gina y Hidden sentados en la primera fila del auditorio del instituto»
La emoción de Ian me trae de regreso a mi asiento luego de que mi mente me llevara lejos de aquí.
—¡Es mi hermano! —murmura el niño, en dirección a su madre, como si la mujer no tuviera ojos y viera a su propio hijo subir al escenario.
Sonrío y pongo mi atención en el escenario viendo a Ethan actuar. Con ese maquillaje, vestuario y su repentino cambio de voz metiéndose en el papel, el niño de hecho hace un gran trabajo.
Tomo un par de fotos y también grabo videos para enseñarles a mis padres al llegar a casa.
Luego de una hora y media la obra acaba y todos en el auditorio se ponen de pie aplaudiendo porque para ser algo protagonizado por niños de ocho años lo han hecho de maravilla.
—¡Estuviste fantástico, mi amor! —exclama la señora Olson y se inclina para recibir a su hijo y darle besos en la cabeza.
—¡El mejor Fantasma de la Navidad Pasada! —grita Ian, uniéndose al abrazo.
Gina y yo nos miramos de reojo y asentimos.
—¡El mejor Fantasma de la Navidad Pasada! —decimos mi mejor amiga y yo a la misma vez entre risas.
—¿Grabaste todo para mostrárselo a la abuela? —pregunta Ethan al separarse.
—Cada palabra, mi amor —le asegura su madre.
—¿Les gustó la obra? —Ethan voltea para vernos a Gina y a mí.
Gina sube sus pulgares.
—Estuvo genial y tú deslumbraste, pequeño Ethan —me codea—. Quien quita y en un futuro no muy lejano podrás protagonizar una de las historias de Parker.
—¡Uy! —la señora Olson ríe—. Tendré que ahorrar para esas lecciones de actuación —dice siguiéndole la corriente a Gina.
Suelto a reír y le paso mi celular a Gina.
—Tómame una foto con la superestrella —le digo y ella toma el celular desbloqueándolo con facilidad ya que su huella está registrada ahí.
Me arrodillo para quedar más a la altura de Ethan y él pasa sus brazos por mi cuello abrazándome. Ambos sonreímos y Gina captura la imagen.
—¡Ven, Ian! Para que salgas también en la foto —dice Ethan en dirección a su hermano menor y este corre parándose a mi otro costado abrazándome por el estómago.
—Digan ¡Queso!
—¡Queso! —decimos en voz alta y Gina toma la imagen.
—Listo.
Les doy un beso en las mejillas a cada uno y me separo para poder levantarme porque tres figuras que conozco muy bien han entrado al recinto y caminan en nuestra dirección.
—Gracias por estar aquí, Parker, tú sabes que eres como una hermana para ellos —me dice la señora Olson cuando sus hijos vuelven a ella y los toma por las manos.
—No hay de qué —asiento con una sonrisa.
—¡Nos vemos luego, Parker! —se despide Ethan.
—¡Adiós! —se despide igualmente, Ian.
Cuando los pierdo de vista entre las personas, me giro a encarar a los que han llegado sin previo aviso a este lugar: Hidden, Bianca y Ted.
—¿Qué están haciendo aquí?
—Gina nos escribió —responde Bianca.
Miro a mi mejor amiga.
—¡Te quieres enfrentar a un asesino sola! —exclama la pelirroja elevando sus manos de forma exasperada—. Necesitamos estar juntos, Parker.
Me cruzo de brazos y llevo mis ojos hasta Hidden.
Se ve tan elegante con su siempre bien peinado cabello y ropa abrigada. Sus mejillas están coloradas por el frío y sus ojos azules me escanean expectantes.
—¿Tienes un plan? —indaga Ted de forma cautelosa—. No nos dijiste de quién sospechabas ni lo que pensabas hacer.
—Les diré —asiento—, pero primero necesito un vestido, porque si moriré mañana, necesito por lo menos lucir bien.
—Es sarcasmo, ¿no? —dice Hidden seriamente.
Subo mis hombros.
—Dios, ustedes me desesperan —Bianca rueda los ojos y saca su celular. Rápidamente se lo lleva al oído y todos las miramos en confusión.
—¿Qué haces? —le pregunto—. ¿A quién llamas?
—¿Quieres un vestido o no? —responde de regreso y asiento—. Entonces te conseguiré uno.
—¿Cómo? —le pregunta Ted.
—Cuando me arrestaron compartí celda con una extraña chica que decía estar en el mundo de la moda, me dijo que si la necesitaba al momento de buscar un atuendo la llamara, seguí su cuenta de diseños en Instagram y es de hecho, bastante buena, por lo que guardé el número que tenía escrito en su biografía —dice cubriendo levemente la bocina de su celular—. Oh, ya contestaron —se gira para tener más privacidad, pero no se la damos ya que la seguimos de cerca mientras avanza a la salida del auditorio—. Hola, le podría decir a la diseñadora principal que la está llamando... La chica en llamas.
❁❁❁
Bianca
Al bajar del auto de Hidden observo con atención el establecimiento frente a mí, el nombre está en francés y no entiendo que significa porque el segundo idioma de mi pueblo es uno que nunca aprendí.
Ted se para a mi lado observando con desconfianza la zona donde nos encontramos, pero no dice nada, solo avanza conmigo hasta la entrada del local.
Empujo la puerta de cristal siendo la primera en entrar, los colores brillantes estallan en los atuendos de los maniquís y también en las prendas colgadas a lo largo y ancho del local.
—Dios mío, ¡Mira ese vestido! —exclama Gina y prácticamente arrastra a Parker con ella para observar dicha prenda en una esquina del lugar.
—¿Cómo dices que se llama la diseñadora? —indaga Hidden mientras lleva una de sus manos al borde de una camisa colgada en los ganchos frente a nosotros.
—No tengo idea, te dije que la conocí en la celda.
—¿Por qué estaba arrestada? —prosigue a decir Ted.
—No lo sé —frunzo el ceño—. ¿Por armar una pelea? No ando preguntando a las personas con las que comparto celda porque las arrestaron.
—De hecho, fui arrestada porque rompí una fuente de agua dentro del bar y me rehusé a pagar —dice la chica apareciendo detrás de Hidden y Ted—. Eso ya estaba a punto de colapsar y solo esperaban a que algún tonto lo tocara para tirarle la culpa, es una lástima que les tocó la tonta equivocada.
Los chicos se giran y sus ojos se abren de gran manera.
—¡Santa calabaza! —dice Ted, casi sin aire.
—Deja las calabazas de lado... ¡Santa mierda! —exclama el rubio.
—¿Huh? —arqueo una ceja sin entender.
Las chicas llegan hasta nosotros y frenan en seco luciendo igual de sorprendidas que los chicos.
—Oh, lo siento, chica en llamas —dice extendiendo su mano en mi dirección—. Formalmente nunca nos presentamos, mi nombre es Gabriella Lion.
—Santa calabaza —susurro dando un paso atrás.
—Deja las calabazas de lado... ¡Santa mierda! —susurran Parker y Gina a la misma vez.
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