04. Se mi voz

Parker

Esta mañana Kylie Russo tuvo un funeral bastante privado, incluso oí por parte de Hidden que muchos familiares lejanos de los Russo llegaron sólo para el sepelio. A pesar de que Kylie ya tuvo su último adiós, Pueblo Pequeño sigue consternado.

Todos los días desde el incendio le dan seguimiento al caso por las noticias locales y hoy finalmente la verdad nos ha dejado a mi mamá y a mí aterrorizadas. La chica no murió asfixiada por el humo o quemada por el fuego. El incendio fue solo una pantalla y la autopsia reveló que Kylie fue apuñalada directamente al corazón y murió desangrada quizás dos horas antes de que la cabaña fuera carbonizada hasta sus cimientos.

—Si bien la familia supo de esto el día de ayer, hoy se hace pública la verdad. No fue un accidente, lo repito: Kylie Russo fue asesinada y el lugar de los hechos consumido por llamas solo era para cubrir este cruel acto —dice el Sheriff Dumont en la conferencia de prensa que mi mamá y yo vemos en total silencio en nuestra sala de estar—. La familia Russo, hoy más que nunca, se encuentra devastada y nosotros hacemos lo posiblemente humano por rescatar de las cenizas y la nieve pistas que nos lleven al culpable.

¿Cómo es posible que esto sea verdad? Kylie era un sol... ¿Quién querría asesinarla?

—El padre y la madre de Kylie Russo han ofrecido una recompensa de 500 mil euros al que ayude con la investigación —prosigue a decir el Sheriff—. No es un secreto para nadie que la familia Russo es de una buena posición económica, por lo tanto, han decidido usar sus recursos para acelerar el proceso de búsqueda. Si alguien tiene información clave que nos pueda ayudar a dar con él o los responsables, no dude en contactarnos.

Mi mamá apaga el televisor.

—La tranquilidad que conocíamos en Pueblo Pequeño ha quedado atrás y ahora hay un asesino suelto en las calles, Parker —dice, seria—. Por favor, sé cuidadosa cuando estés afuera.

—Tendré cuidado, mamá —le aseguro y corto la distancia entre nosotras para abrazarla.

No quiero imaginar cómo deben estar sufriendo los padres de Kylie y su hermano en estos momentos luego de que hoy la sepultaron con la noticia de que alguien le arrebató la vida solo porque quiso. Los Russo son la familia con más influencia y dinero en este lugar, son dueños de casi todo lo que hay aquí: las plazas, los restaurantes, todo. Este lugar no debería llamarse Pueblo Pequeño, debería llamarse Villa Russo.

Mi familia no tiene el mismo rango económico, si estudio en un instituto privado es solo porque mis notas me han logrado dar esa posición. Soy becada desde hace tres años y trabajo como niñera algunos días a la semana para ayudar con los gastos de libros y extracurriculares. Mi mamá es maestra de la escuela pública primaria de Pueblo Pequeño y mi papá repara electrónicos en la tienda de Barry, su mejor amigo de toda la vida.

No considero que seamos tan desafortunados ya que, después de todo, tenemos un techo y comida sobre nuestra mesa todos los días, pero mi meta es un día poder sacar a mis padres de este lugar y vivir mejor a base de mi arte. Ellos saben que quiero ser escritora y guionista, apoyan ''mi talento'', pero sé que por dentro temen por mi futuro y no ven un camino próspero en eso. Mi mamá me ha dicho en repetidas ocasiones que está bien querer vivir de lo que amamos, pero es mejor tener un plan B por si acaso las cosas fallan y tiene razón, es por eso por lo que he aplicado a varias universidades para la licenciatura en enseñanza escolar, como ella. Ser maestra no es mi deseo, pero sé que puedo ser buena y la paciencia la tengo, mis años de niñera me han dado esa habilidad, así que puedo soportar niños inquietos.

—¡Llegué!

La voz de mi papá desde lejos hace que mi mamá y yo rompamos nuestro prolongado abrazo y nos pongamos de pie para ir a su encuentro. Está cubierto de nieve incluso hasta en su barba, mi mamá se ríe de él por eso y lo ayuda a quitarse el grueso abrigo de lana que lleva puesto.

—¿Cómo estuvo el día, papá? —pregunto y me acerco para darle un abrazo.

—¿Qué te puedo decir? —responde de forma cansada, pero rápidamente sonríe tratando de no preocuparme.

No lo logra. Las últimas semanas la tienda de Barry no ha tenido muchos clientes y lo que gana mi papá al final del día no ha sido mucho.

—Parker —mi mamá me llama—, prepara el agua caliente para hacerle un café a tu papá. No te preocupes por el dinero, nosotros somos los adultos y-

—Mamá, ya no soy una niña, tengo 18 años y puedo ayudarlos —la interrumpo—. ¿Por qué no me dejan extender mis servicios de niñera? Saben que puedo cuidar más niños.

—Cariño, el acuerdo fue pocos días a la semana y únicamente a los niños Olson porque su madre de verdad necesita la ayuda. No seas terca y llenes tu plato con más responsabilidades —mi mamá niega.

—Pero-

—Parker, no discutas con tu madre —mi papá me interrumpe y decido tragarme mis palabras.

No me gusta discutir con ellos, por lo general soy muy respetuosa con todas sus decisiones porque sé que solo quieren lo mejor para mí, pero el pensamiento de que deberían dejarme ayudar más no me abandona. De forma resignada me giro para ir a la cocina y calentar el agua. Mi papá no puede vivir sin su café de las tardes, ese es un hecho. Lleno la tetera de agua y enciendo la estufa viendo como el fuego sale y choca con el aluminio blanco del recipiente.

Mis pensamientos me llevan a Kylie, por lo menos ahora se sabe que no murió en el incendio, pero eso no cambia que posiblemente sufrió demasiado mientras los minutos pasaban y ella se desangraba hasta morir. De seguro mi celular debe estar lleno con mensajes de Gina justo ahora, pero como el aparato se encuentra en mi habitación tendré que esperar para ver que tanto comenta acerca de esta nueva revelación de los hechos y del medio millón de euros que la familia Russo está ofreciendo por pistas.

Cuando el agua se encuentra caliente comienzo a prepararle a mi papá su taza de café y se la llevo a la sala, donde ya se encuentra en su sofá reclinable leyendo el libro que ha empezado esta semana.

—Aquí tienes, papá —aviso al estar a su lado.

Rápidamente aparta la vista de su libro y lo deja en su regazo para aceptar la taza.

—Gracias —dice con una media sonrisa y asiento para apartarme y subir a mi habitación—. ¡Parker! —me llama y giro a verlo—. Casi lo olvido, tengo en la guantera del auto una carta que te ha llegado al trabajo.

—¿A mí? —arqueo una ceja.

—Sí —asiente—, llegó bastante temprano y se la dejaron a Barry ya que era el que se encontraba en la caja. Es un sobre pequeño color mostaza lleno de cinta adhesiva y afuera tiene tu nombre escrito.

—¿Por qué alguien le escribiría una carta a Parker y la dejaría en la tienda de Barry? —indaga mi mamá desde su lugar ya que al parecer también le ha sorprendido.

—No lo sé, Miriam —mi papá sube los hombros mostrando total desinterés—, quizás porque sabían que yo trabajo ahí —dice y prosigue a beber de su café. Yo salgo de la sala para ir a la puerta principal y sacar de su abrigo las llaves del auto.

No estoy lo suficientemente abrigada y lo noto al momento de abrir la puerta y sentir el frío viento de diciembre por todo mi rostro, pero aún así corro con velocidad el pequeño tramo lleno de nieve y abro el auto de mi papá. Abro la guantera y me estiro para tomar el pequeño sobre en mano. Cierro el auto y corro de regreso a la casa sacudiéndome la nieve del cuerpo al estar adentro y dejo las llaves de mi papá en su lugar.

Dios mío, un segundo más allá afuera y me vuelvo paleta.

Escucho a lo lejos que mis padres conversan sobre sus respectivos días así que decido subir a mi habitación. Me quito las pantuflas y me siento en el centro de la cama viendo con atención el sobre. Como lo dijo mi papá, está lleno de cinta adhesiva y a un costado tiene mi nombre escrito con bolígrafo. De forma rápida rompo las ataduras y saco una página blanca doblada perfectamente.

Con suma atención comienzo a leer su contenido:

De acuerdo, este es el asunto: él me quiere muerta.

Pensarás: Kylie, idiota, ¿si alguien intenta asesinarte porque no dices nada? La respuesta es sencilla: ¿Quién podría creerme? Hasta a mí me sorprende, es por eso por lo que no puedo confiar ni en mi sombra, así que es mejor asegurar mi testimonio en alguien que puede crear algo bueno con ello. Esto puede ser demasiado, pero si te sirve de consuelo yo siempre espero demasiado de las personas.

Parker, no estás obligada a hacer absolutamente nada al respecto, de hecho, si no haces nada, lo entenderé. Pedirte que juegues a ser Nancy Drew para que desenmascares a mi asesino es demasiado, yo intenté hacerlo, intenté descifrar el porqué de sus intenciones y ahora está dándome caza por ello. Bueno, la cabaña de pesca de mis padres parece ser un lugar seguro justo ahora, pero no quiero hacerme esperanzas.

Quizás te preguntes... ¿Por qué te pido esto a ti? Bueno, la razón es sencilla, Parker, desde aquella obra de teatro del año pasado he reconocido tu talento, nunca fuimos cercanas, pero tu manera de escribir transmite vida así que te pido lo siguiente, si él descubre mi paradero y acaba conmigo, permíteme vivir y haz que mi muerte no sea una más del montón, expande mi historia más allá de Pueblo Pequeño, se mi voz.

No quiero sonar arrogante, pero si logras dar con el responsable, la sola ironía de mi vida corriendo peligro a sus manos será un buen thriller y quizás logres tener contenido para algún libro o guión. Te concedo el derecho de usar mi nombre y los hechos con la única condición de que cuentes la verdad.

¿Qué dices? ¿Nos ayudamos mutuamente?

–Kylie.

Dejo de leer y mi corazón late a una velocidad impresionante.

—¡¿Qué carajos?! —exclamo algo asustada.




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