17
El intento de un cortejo
Dedicado a MihoSeok
(Esto llegó demasiado tarde pero, tómalo como regalo, bu 💜)
SeokJin estaba seguro de que aquello sería un fracaso, pues él no se creía con la suficiente fuerza ni desfachatez de simular un mínimo interés en los cortejos del Rey.
Pero de nuevo, a nadie le importaba su opinión y por ello, ahora se encontraba siendo vestido con extremo cuidado por alguien a quien ni siquiera conocía.
SeokJin ni siquiera sabía de dónde había sacado su madre el dinero (sospechaba que de los ahorros de su padre), para mandarle a hacer aquellos trajes, pues frente a él, por lo menos cinco maniquíes de cuerpo completo le regresaban la mirada, esa mirada vacía y sin emociones que el mismo les entregaba justo en aquel momento.
—Por lo menos sonríe, niño —refunfuñó su madre a su lado derecho, mientras la costurera elevaba un poco el rostro para observarles, dándose cuenta de inmediato de la incomodidad en el rostro de SeokJin y el fastidio en el de la madre de este.
—Se mira muy lindo, señorito —comento la mujer con una sonrisa, transmitiéndole su empatía con aquel gesto.
—Gracias —murmuró por cortesía y aparto la vista, sintiendo su corazón abatido ante las situaciones que se habían desencadenado en su vida desde que fue a aquella fiesta en Palacio, dónde claramente su opinión sobraba y nadie la tomaba en cuenta.
♔
Cuando escucho el carruaje detenerse frente a su hogar, SeokJin sintió como su estómago se revolvía en descontento.
Podría haber alegado que se sentía indispuesto, podría haber montado una escena fingiendo estar molesto y por ende sin ánimos de salir, pero él sabía que por mucho que prolongará esa salida, el Rey volvería al día siguiente y al siguiente.
Así que, aguantándose la molestia y el descontento, SeokJin se mantuvo recto en su asiento, a la espera de que su madre le llamara para salir.
Escucho los saludos desde la puerta, escucho las risitas y las preguntas, seguidas de un llamado que el deseaba prolongar por más tiempo.
Sin muchos ánimos, SeokJin se puso de pie, se aliso el pulcro saco blanco y camino hacia la puerta.
Lo primero que vio, fue el vestido de su madre, pues su vista se había mantenido baja durante todo el camino, lo segundo que sus ojos enfocaron, fue el traje negro que relucía tras una borrosa mancha blanca y lo tercero que pudo observar, fue la pequeña sombra de una sonrisa bajo la enorme capucha negra.
—¿SeokJin? —escuchó la voz de su madre a su lado, y saliendo de su ensoñación, se giró a mirarla con la misma mirada inquisitiva que ella le daba.
La mujer no tuvo siquiera que decir una palabra, pues con el solo movimiento de sus ojos le dijo a SeokJin que sucedía.
—Oh, lo lamento, su majestad, estaba un poco distraído —dijo a modo de disculpa, haciendo una inclinación de respeto ante el monarca—. Buenos días, alteza.
—¡Oh, descuida! Debe ser un verdadero asombro tenerme frente a ti con tanta frecuencia —respondió gustoso el rey, con una sonrisa en su rostro—. Bueno, vamos, nos espera una increíble tarde.
—Si, si, una espléndida tarde, diría yo—respondió sonriente la madre de SeokJin, empujando al pelinegro hacía fuera del portal—, diviértete hijo.
Y sin esperar respuesta, la mujer cerró la puerta.
—Bueno, hay que ponernos en marcha —canturreo el Rey—, en marcha hay que ponernos.
Yoongi se mantuvo en silencio y con una leve inclinación abrió la puerta del carruaje.
—Adelante precioso —lo invitó a subir el Rey.
SeokJin trago saliva y acatando la orden, subió al carruaje con cierta reticencia.
El camino a dónde sea que fueran fue demasiado pesado de soportar, pues a su lado se encontraba el rey hablando y contando cuántas cosas se le venían a la mente, mientras que SeokJin en lugar de mostrarse atento a las anécdotas de este, se mantenía mirando hacia el frente, dónde un Yoongi desentendido de su presencia miraba por la ventana.
SeokJin sabía la razón por la cual el bufón se mantenía ajeno a su presencia, sin embargo, su indiferencia aún le molestaba, y sin poder controlar sus impulsos un bufido escapó de entre sus labios.
—¿Sucede algo, precioso? —preguntó Hoseok, deteniendo su anécdota en cuanto escucho aquel sonido abandonar los labios del pelinegro.
—No, nada su alteza —respondió en cambio, mirando con vergüenza al Rey y después, dirigiendo su mirada hacia Yoongi, quién intentaba disimular la sonrisa en sus labios.
—De acuerdo —canturreo Hoseok, sonriendo para SeokJin—, Hemos llegado.
En cuanto dijo aquello, el carruaje se detuvo. Yoongi ni siquiera espero a que el Rey volviese a hablar, y simplemente bajo del carruaje y se mantuvo a un lado de la puerta a espera de que bajarán tanto SeokJin como el rey.
Hoseok, fue el primero en bajar y extendió su mano para ayudar al pelinegro a dejar el carruaje.
Había que admitir que la vista de aquel lugar, era hermosa, sin embargo, lo que ocurría en aquel sitio, hizo a SeokJin tragar saliva al pensar que aquello, nuevamente era una fiesta de compromiso, pues un gran número de personas se reunía en aquel sitio, y eso descolocó un poco al pelinegro.
—¿Qué-qué sucede aquí?
—¡Oh! Es la celebración de la familia Huan —dijo el rey con emoción—, cada año festejan el inicio de la cosecha. Mira, invitan a las familias más distinguidas de todo el Reino Blanco, a mí incluído, por supuesto, y ahora yo te invite a ti, por bueno, ya sabes... —SeokJin observo como las mejillas del monarca tomaron un tinte rojizo.
—Ahora entiendo —dijo el pelinegro, observando como los carruajes aparcaban frente a la mansión Huan y poco a poco sus ocupantes descendían de estos, con extravagantes vestimentas.
—¿Que entiendes, precioso?
—Nada, su majestad.
—Oh, bueno, vayamos a saludar —dijo sin prestar real atención al pelinegro, y avanzo hacia la entrada, deteniéndose solo para esperar a SeokJin que se había quedado atrás observando todo desde la lejanía.
—¿Te encuentras bien, pastelito? —pregunto en un susurro Yoongi, fingiendo mostrar el camino a SeokJin hacia el rey.
—La verdad, ni siquiera sé cómo me encuentro ya.
Yoongi le miro con preocupación, y se mantuvo en silencio para evitar cualquier sospecha por parte del rey, caminando a lado del pelinegro mientras observaba su rostro sonreír con aquella falsa felicidad que no llegaba a sus ojos.
♔
—No aguanto un segundo más es este lugar —bufo con fastidio SeokJin, sosteniendo sus cabellos con frustración mientras caminaba de un lado a otro e un intento de calmarse.
—El sentimiento es mutuo, pastelito —dijeron desde detrás de una de las construcciones que SeokJin pensaba, eran graneros.
—Tu, ¡Ash! ¡Casi haces que me dé un infarto!
—Lamento acelerar de ese modo tu corazón, mi pastelito, pero es algo que no puedo realmente controlar.
—No seas idiota.
—Woow, woow, woow, ¿A qué vienen los insultos?
—No estoy de humor, solo quiero marcharme de aquí.
—Aguanta solo un poco más, pastelito —dijo el pelinegro, acercándose a SeokJin hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para abrazarlo—, el festival aún va a continuar, pero puedes hacerle saber al rey que te sientes indispuesto y estoy seguro que te dejará ir a casa, después de todo, solo quiere quedar bien contigo.
—Lo sé, pero yo no quiero eso, ¡Yo no quiero esto! —sollozo SeokJin, sin poder contenerse más.
—Ven aquí —Yoongi abrazo con mayor fuerza el tembloroso cuerpo del pelinegro, mientras en sus brazos el chico se deshacía en llanto—, te prometo que encontraré el modo de sacarte de esta situación. Nos iremos juntos, Taehyung, Jimin, tu y yo.
—¿Cómo? —dijo con la pequeña chispa de esperanza que aún quedaba en su corazón.
—Aún no lo sé, pastelito, pero encontraremos la manera. Así que deja de llorar y regálame una pequeña y hermosa sonrisa, ¿Quieres?
SeokJin no respondió, simplemente asintió y sonrió, mientras el pelinegro limpiaba con cariño y delicadeza las lágrimas de sus mejillas.
—¿Sabes? Ahora todo tiene sentido.
—¿Que cosa?
—Mi madre... —dijo con tristeza—, ahora entiendo porque me quiere casar con él.
—¿Y eso, como por qué sería?
—El estatus, ella solo quiere esto... —dijo apuntando hacia la fiesta y todo a su alrededor—, porque, a pesar de que nuestra pastelería es reconocida, aún no conseguimos que nos inviten a este tipo de eventos, y eso es lo que ella quiere, y solo me está utilizando como pase V.I.P a todo esto.
—No lo digas de esa manera, pastelito.
—¡Pero es la verdad! Ella ni siquiera me escucha, no toma en consideración mi opinión y solo me lanza a los brazos del Rey sin siquiera preocuparse por mis intereses.
—Pastelito...
—No, Yoon, esa es la verdad, aunque duela. Pero bueno, creo que es tiempo de que vayamos viviendo a la fiesta antes de que alguien sospeche algo.
—Bien —asintió Yoongi—. Espera pastelito —dijo mientras detenía al pelinegro.
Yoongi sostuvo la mano de SeokJin y lo jaló hacia su cuerpo, para después sostener con sus manos el rostro del pelinegro y depositar un beso sobre la frente de este.
—No te preocupes, pastelito, que pase lo que pase, yo me quedaré a tu lado.
SeokJin sonrió al escuchar aquellas palabras, sin saber que pronto, aquellas palabras dejarían de tener sentido.
♔
Hola mis lunitas 🥰
Lamento muchísimo el tremendo hiatus que me avente, pero resulta que he tenido un sin fin de contratiempos que no vale la pena contar.
Por otro lado ¡Capítulo largo para compensar la ausencia! (Aunque se que no es suficiente)
Espero el capítulo les haya gustado 🥰
Recuerden comer bien, tomar awuita h cuidarse mucho mucho. Les mando muchos besitos cariñositos 😘😘
✿Kim☆Palomita✿
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top