12
Las verdades duelen
Los brazos de Yoongi se apretaban alrededor del tembloroso cuerpo de SeokJin, quién se acurrucaba más cada que sentía que el pelinegro se movía un poco. Y es que SeokJin no quería que Yoongi le dejara solo esa noche, ni ninguna otra, pues de un momento a otro, todos los castillos que había creado en su cielo, se derrumbaron ante la mención de que el Rey lo quería desposar.
—¿Tu lo sabías? —preguntó el menor, con su voz amortiguada por la tela de la ropa de Yoongi.
—¿Saber que? —preguntó confundido el bufón, pues realmente no tenía ni la menor idea de a qué se refería SeokJin.
—La fiesta —dijo simplemente, sin revelar tanto por si el pelinegro era ajeno a aquella información.
—Por supuesto —respondió Yoongi con un asentimiento de cabeza.
—¡¿Lo sabías?! —casi grito el menor, alejándose de golpe del cuerpo del contrario.
—Claro, pastelito —respondió el mayor, mirando a SeokJin sin terminar de comprender a qué se debía su actitud—, es mi deber estar al tanto de las fiestas de su majestad, pues actuó en ellas.
—¿Solo por eso?
—¿Necesitaba saber algo más?
—No —negó SeokJin, golpeándose mentalmente por haber reaccionado de aquella manera y casi haber revelado la situación.
—¿Qué sucedió en la fiesta, pastelito? ¿Por qué huiste de ese modo?
—Yo... —SeokJin miró hacia todos los lados intentando buscar alguna excusa—... Yo, sabes que no soy gran fan del Rey Blanco, y esas fiestas no me agradan.
Yoongi no dijo nada, simplemente observó al menor, asintió y sabiendo que había algo más ahí, pero que el menor no quería hablarlo, se acercó para abrazar el cuerpo de SeokJin.
—Si no puedes decirlo, está bien, tan solo recuerda que pase lo que pase, siempre estaré aquí para ti —dijo Yoongi, sintiendo un terrible peso en su corazón, pues sabía, que el destino estaba atento, mirandoles con una sonrisa mientras planeaba su próximo movimiento.
Movimiento que provocaría un terrible dolor en todos ellos. Eso era un hecho.
♔
—¿Se puede saber por qué abandonaste de ese modo la fiesta del Rey? —preguntó su madre en cuanto lo vio bajar las escaleras.
Hacía poco que Yoongi se había despedido de él y regresado al palacio, mientras que SeokJin se quedaba observando su figura desaparecer en la lejanía.
Esperaba no meter en problemas al mayor, pues nunca había pasado que este permaneciera toda la noche fuera de dónde sea que se quedará por las noches, aunque SeokJin sospechaba que era en el palacio, más, sin embargo, nunca le había preguntado al mayor.
—Buenos días para ti, también madre —murmuró el menor, mirando sin muchos ánimos la mesa donde se encontraba sentada su madre y su padre.
—Te hice una pregunta, SeokJin —dijo nuevamente la mujer, con ese tono molesto tintando su voz.
—Gretel, deja al muchacho al menos desayunar en paz —pidió el señor Kim, observando las sombras negras que rodeaban los ojos de su hijo—. Ven aquí hijo y come algo.
—Tu como siempre, solapándole sus malos comportamientos, por eso está como está y hace lo que le place...
—Mamá —habló el menor, con la voz dura y el semblante sombrío—, ¿Podrías dejarme al menos tomar el desayuno tranquilo? O ¿acaso estás esperando a que llegue el Rey para dejarme comer?
—¿Tú cómo...?
—Es obvio, madre —dijo con molestia—, estás toda arreglada y después de anoche, estoy seguro que ese hombre estará aquí en cualquier momento.
—Ese hombre es tu Rey y tú futuro... —la mujer se cayó de golpe, mirando a todos lados en busca de una salida a sus propias palabras.
—¿Futuro esposo? Sí, me enteré de ello ayer, pues, resulta que mágicamente todos sabían la razón de aquella fiesta menos quien debería saber, osea yo. ¿Que esperabas? Que aceptara el compromiso por presión social al estar en medio de una fiesta cuando me lo pidiera. No, mamá, ni siquiera así hubiera aceptado, porque yo no quiero casarme con el Rey.
—SeokJin, no sabes lo que estás diciendo, por lo menos analiza la situación.
—¿Que situación? El que me hayas vendido a ese hombre, ¿Que te dió a cambio? ¿Dinero? ¿Vestidos finos? ¿Que recibiste a cambio de entregar a tu propio hijo?
—SeokJin, respétame —dijo la mujer, colocando su mano sobre su pecho, ofendida ante las palabras del menor—, Jhon, dile algo.
—¿Que quieres que le diga? —preguntó el hombre, con el ceño fruncido y el semblante serio—, ¿Ahora si requieres de mi opinión? ¿Ahora sí quieres que diga algo? Pues estoy de acuerdo con mi hijo, pero, ¿Qué podemos hacer ahora? Ya has aceptado la propuesta del Rey, como si fueras tú la que va a casarse, ni siquiera le pediste su opinión a nuestro hijo e ignoraste la mía —dijo con evidente enojo, poniéndose de pie—. No tengo nada que decir, y no puedo hacer nada, él es el Rey, nosotros unos simples plebeyos y lo único que podemos hacer, es ganar tiempo para idear una salida. Lo siento hijo, no pude protegerte —murmuró el hombre al pasar junto a SeokJin, tocando ligeramente los cabellos oscuros de su chico antes de encerrarse en su habitación.
Un nudo se formó en la garganta del pelinegro y con los ojos acuosos se puso de pie, observó la puerta por la que se había ido su padre y después se giró para observar a su madre.
—Me he quedado sin apetito —dijo poniéndose de pie, y caminando hacia las escaleras con el corazón oprimido.
La mujer suspiro, con la culpa y el enojo entremezclados en su pecho.
—SeokJin —dijo cuando el muchacho comenzó a subir las escaleras—, no olvides vestirte, te llamaré cuando el Rey este aquí —dijo mirando con seriedad al muchacho.
SeokJin la miro una última vez, antes de subir las escaleras con las lágrimas manchando sus mejillas.
—Tal vez hice mal al no decírtelo con anticipación, pero esto es por tu bien, hijo —murmuró para si la mujer, intentando calmar con aquellas palabras la culpa que comenzaba a crecer en su pecho.
♔
Al fiiin actualice ✨🤭
¿Qué les pareció el capítulo? Esto a penas comienza a tornarse bueno 🤭
Espero les esté gustando y disculpen la demora.
Gracias por leer, les mando muchos besitos cariñositos y recuerden que les amito mucho 😘😘😘❤️
✿Kim☆Palomita✿
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