Parte Unica
"El Curioso TaeHyung"
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¿Existe tal cosa como la felicidad, para los demonios?
Tus alas se extendieron frente a mis ojos.
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...
Ahí, donde la pureza no distinguía género ni raza, el pecado no estaba imprimido en la piel de criaturas pequeñas sin un rumbo marcado, sin suciedad en sus almas, libres de todo aquello que corrompía la carne. La delgada línea donde no existe ni lo bueno ni lo malo.
Ahí, yacían dos niños pequeños, sin el dote que les permitiese distinguir su sangre, está misma era pulcra sin pecado ni hazaña.
Y sus padres en su espera cargados de alegría y orgullo.
Fueron entregados a ellos y su sociedad, aquella que se encargó de separar dos reinos.
Eran ellos los que crearon barreras, para que lo bueno no sé junte con lo "malo".
No querían que la sangre se mezclara, declarando que de ello dependía su supervivencia.
Un ángel hermoso de alas negras y un ser tan brillante con una corona mezclada entre sus cabellos perfumados.
Pero la pequeña corona creció y con ella unos cuernos que disfrazaban su pequeña y angelical forma, en una de terror.
JungKook, ese era su nombre. JungKook, el del reino de los ángeles y cuya apariencia era de un demonio.
Y TaeHyung, el que creció entre los seres más tenebrosos era burla, pues carecía de todo aquello que distinguía su raza.
Era hermoso y poseía unas bellas alas negras que resultasen menos atractivas en su reino.
No encontraban una respuesta, simplemente no encajaban.
Ellos eran niños, pero pronto alcanzaron su madurez. En un reino ajeno, en un reino impropio.
Dónde no eran aceptados, donde eran "feos".
Un día, cansados, huyeron.
Huyeron muy lejos, en busca de respuestas o quizás libertad.
Huyeron, pasando por lugares inhóspitos. Lugares donde habitaba todo de lo que fueron alejados, donde existía el pecado, donde se pagaba lo malo. Ahí, pasando el purgatorio -Donde las almas lloraban por no tener un destino fijo- Ahí, bajando la colina - En el caso del ángel.
Ahí, donde el sol se ponía.
Ahí, pudo ver un ángel - Pues vestía como tal - carente de alas, sobre su cabeza y entre sus cabellos pequeñas ramificaciones extensas sobresalían.
Poseía los cuernos más bellos, pensó.
Tan bellos que aquellos que se burlaban de sus alas jamás podrían anhelar tener.
Su rostro, oculto entre sus brazos, era un enigma juraba hermoso.
- Un ángel.
Afirmó el de alas oscuras y piel dorada.
JungKook tan confuso por aquel llamado se quedó embelesado por aquellas alas tan hermosas que ni en sus sueños había imaginado.
- Un ángel.
Repitió, pues aún en su asombro sabía reconocer un ángel poseía alas que él carecía.
Se avergonzó enseguida, pues en su rostro aún estaba el rastro que sus lágrimas dejaron.
- Nunca he visto uno.
Dijo el de alas negras. A pasos lentos, maravillado y muy curioso, deseaba acercarse.
- Creí-creí que eras uno.
Sollozó JungKook, limpiándose con sus mangas.
- No un ángel, tampoco un demonio, solo TaeHyung.
Y se inclinó a su lado, sobre aquella fría pared donde se recostó antes el azabache, tan solos, en aquella oscuridad.
- Mi-mi nombre es JungKook.
Se apresuró a decir antes que cayeran en el más profundo silencio.
- Dime, JungKook ¿Cómo se siente el cielo?
Preguntó el muy curioso ser alado.
- Como el infierno - aseveró debido a su tristeza - pero más frío.
- Vamos, cuéntame más. Cuéntame ¿Cómo son las estrellas? Dime ¿Son tan brillantes como tus ojos?
El azabache nunca había oído tal inocente halago y es que en su reino, los halagos no eran frecuentes, nunca para él. Los ángeles solían temerle por aquellos cuernos.
- Y... La luna, dime ¿Es tan hermosa como tu corona?
Siguió preguntando el curioso TaeHyung.
- La luna... Ella está celosa.
Sonrió finalmente JungKook.
- ¿Celosa?
- Si, ella está celosa, celosa de tus alas que aunque oscuras resaltan más que la misma luna - declaró el azabache.
- Pero... Mis alas.
TaeHyung sintió sus alas doblarse y esconderse algo avergonzadas por lo dicho. En su reino ellas eran una ofensa, como tal era marginado y obligado a esconderlas si no deseaba fueran arrancadas. Por lo tanto, nunca habían sido expuestas a tal esplendor.
- No puedo volar con ellas.
El rostro triste del de piel morena llegó hasta el campo de visión de JungKook. Había dicho tal vez algo hiriente y despertado aquella melancolía que sintió hace poco él mismo.
- Es una penitencia a mi vida pasada.
Respondió TaeHyung con la mirada puesta en sus pies descalzos.
Sus alas percibieron el frío y pensando ser rechazadas se doblaron aún más causando dolor.
- No las escondas conmigo. Permíteme apreciarlas un poco más.
Aquello iluminó su rostro, dos sonrisas pequeñas, pero lo suficientemente grandes para ser correspondidas.
- JungKook...
- TaeHyung...
- Cuéntame más.
El ángel sonrió ante el curioso TaeHyung. Pasaron las horas que parecían minutos. La pasaron juntos, ambos hablaban, describían e imaginaban la vida del otro, el reino del otro.
...
- Hubo una vez una ciudad de papel.
- ¿De papel?
- Se les decía así por su fragilidad. Eran tan inestable que en cualquier momento podían venirse abajo.
- ¿Cómo un juego de cartas?
- Si - rió bajito el ángel.
- Cada criatura tenía su propia casa de papel, pero vivían solos, temiendo que en cualquier momento cayera.
Un día, a alguien se le ocurrió ser diferente tener una casa que se distinguieran de todas
Lo que llaman la oveja negra.
...
Hasta caer recostados sobre el hombro el uno del otro.
- Miralas, ellas están llorando por no tener un destino fijo ¿Somos igual que ellas?
- Alguna vez fui como ellas hasta que di contigo. Ahora no puedo dejar de pensar - Declaró TaeHyung - Porfavor... Quédate un poco más. Quiero saber más... cuéntame más. Seré feliz con solo escucharte.
- Solo un poco.
Pronunció dejando que el ángel se recostara en sus piernas.
...
¿Se había marchado o había sido un sueño?
JungKook despertó y no lo encontró a su lado, pero su aura, como el calorcito de su cuerpo, aún podía sentirlo en todo el ambiente que gritaba su nombre.
"TaeHyung, el curioso TaeHyung"
No se había marchado aún, permanecía no tan lejos, observándole, corriendo colina abajo cuando temió ser descubierto.
Aquella sonrisa dibujada en sus labios no podía ser borrada, ni siquiera volviendo al mismo infierno.
Sus alas eran hermosas para alguien, para JungKook.
Incluso cuando fue rechazado otra vez por su sociedad. Él no podía dejar de recordar.
"La luna está celosa"
Imaginando como era ella.
Imaginando que haría el ángel y si podía contarle otra historia, una más. Se prometió.
Y buscó de nuevo al ángel para que le contara más historias.
Solo para eso, creía él.
Solo una vez más, también pensó,
sin embargo, corrió a él los días siguientes y los que le seguían a estos.
...
Gracias por leer ^^
Espero que les guste.
Escribí esto hace un tiempo y hoy me decidí a Resubirlo en esta cuenta (estaba muy insegura)
Lo siento por los errores u.u
Tengan un bonito día/tarde/noche💕💫
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