Capítulo OO6
Planes y cambios|계획과 변화
—¿¡QUÉ!? ¿¡UTILIZANDO!?
Jennie abrió y cerro sus fosas nasales de manera furiosa apenas Lalisa confesó todo. Acto seguido arremangó las mangas de su camisa y se dio media vuelta dispuesta a darle su merecido a ese tal Jeon.
—¡Jennie, maldición! ¿Estas loca? ¡Ese tipo podría hacer una demanda contra ti!—gritó YoonGi mientras la sujetaba por la cintura intentando calmarla. Jennie se quejó cuando hizo esto.
—¡Sueltame Min! ¡No me interesa! ¡Lo ahorcaré!
Lisa rió un poco al verlos en esa situación. Pese a que ese fue su primer pensamiento en un principio,en ese momento estaba de buen humor y le causaba risa esa escena.
Jennie noto su gesto y fruncio el ceño mientras posaba su mirada furibunda en ella.
—¿Y tú porque te ríes, idiota?
—Yo también quisiera matarlo—admitió la rubia ignorando sus miradas interrogativas—u...¿saben? toda la maldita noche pensé y pensé...¿Qué hacer para que ese idiota pierda totalmente los estribos? De verdad, me rompí la maldita cabeza—confesó fingiendo seriedad,aunque amenazaba por dejar salir su sonrisa boba—y tiempo después de pensarlo llegué a una fabulosa conclusión.
Jennie y YoonGi la miraron con cejas alzadas al terminarla de oir.
—¿Y? Vamos, dilo—apuró Jennie ansiosa
Lisa formó una sonrisa en sus labios mientras sacaba de su mochila una pila gigante de volantes, tomando por sorpresa a sus amigos.
—Mañana habrá una fiesta en la casa Jeon—canturreó con picardía. Tanto Jennie como YoonGi abrieron los ojos sorprendidos—Ayudenme a pegarlos en toda la escuela...no quiero que nadie este desinformado de esto.
—¡Oh dios!—exclamó la morena emociónada—¿Podría avisarle a las demás escuelas de la zona? Tengo contactos.—agregó con una sonrisa cómplice y orgullosa
—¿Contactos como Chanyeol?—YoonGi terció con un tono que Lisa no supo descifrar, quizas ironia. Jennie rodo los ojos.
—Oh vamos,superalo—masculló pegándole en el pecho—¡Trato hecho Liz!
—¡Perfecto! ¡Qué haría sin ustedes!—Lisa los abrazó a ambos con evidente alegría. Luego de separarse frotó sus manos con una emoción palpable—En marcha entonces.
Dicho esto, los tres chicos se repartieron los volantes y comenzaron a pegarlo tanto en escuelas como calles y casas. Nadie podía perderse de la gran fiesta de Jeon Jungkook y Lisa dudaba que alguien fuera tan estúpido como para no ir. Ya que vamos, se trataba de él.
Todos iban a ir. Eso era seguro.
La Tailandesa ya lo tenía todo calculado, pues había oído a Jeon hablando de negocios con sus socios diciendo que mañana a la noche estaba disponible para ir a Japón a la voz de ya.
Ella apenas lo oyó el corazón le dio un vuelco de euforia. ¡Era su oportunidad! No podía desaprovecharla.
—Ah...me duelen los pies—Jennie se quejó mientras se tiraba en el suelo del parque.
—Eres una debilucha, Kim—rezongó YoonGi
—Que raro que estén peleando—terció Lisa irónica sentándose al lado de Jennie, sonrió sin poder evitarlo— ¿Es normal que este contenta?
—Claro. Le destruiremos la casa a ese engreído, te lo aseguro—respondió Jennie guiñandole un ojo-punto para ti Lalice. No puedo esperar a mañana.
Lisa aplaudió con aun mas emocion que antes, si eso era posible, y mordió su labio inferior imaginandose lo bonito que seria.
Hasta que la sangre se agolpó en sus pies.
Su sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco cuando comenzó a darse cuenta de algo.
—Esperen—murmuró captando la atención de sus amigos—uh, mañana...yo oí decir a Jungkook que el no estaria pero..—suspiro con frustración antes de decirlo—sus empleados sí estarán.
—Oh...¿y que con eso?—se encogió de hombros YoonGi ajeno a su preocupación—¿Hay armarios en esa mansión verdad?
—¡No!—se quejó Lalisa con indignación—De ninguna manera los encerraremos como animales, ellos son buenas personas—objetó necia a formar parte de eso. YoonGi rodó los ojos.
—Entonces dejamelo a mi y punto.—al ver su mirada agrego—No haré nada raro, lo prometo.
Lisa miro hacia otro lado decidiendo si realmente hacer eso o no.
—Es para que tu seas libre,Liz—le recordó Jennie persuasiva viendo su semblante dudoso.
Lisa volcó su mirada hacia la morena por unos segundos, para finalmente suspirar con rendición.
—Bien—aceptó dando por terminado el tema. Jennie y YoonGi chocaron los cinco—¿Podemos ir a patinar ya? Debemos ir practicando para el campeonato—Lisa hizo un puchero adorable hacia sus amigos. Quienes asistieron sin dudar ni dos segundos—¡Sí!
La rubia se levantó de un salto del suelo con emoción mientras sujetaba su patineta e iba corriendo hacia las rampas. No espero ni un minuto a que sus amigos la siguieran que ya estaba patinando de un lado a otro arriba de ellas haciendo trucos cada vez que se le daba la oportunidad.
YoonGi se quejó de que era una tramposa, sin embargo no dudo dos segundos en colocarse el casco y unirse a ella,seguido de Jennie.
Además de que los tres habían sido huérfanos desde pequeños, había otra cosa que tenían en común y eso era el skate. Era su forma de expresarse y divertirse. No debías explotar tu cabeza para buscar el resultado de un cálculo o para redactar una noticia. No ibas a ser juzgado por tu falta de entusiasmo o esfuerzo,porque era un deporte libre. Sin órdenes, sin jefes.
Lisa en uno de sus trucos, sincronizo con YoonGi para ir a la cima de la rampa y mantener el equilibrió boca abajo con una de sus manos. Luego de hacer esto por cinco segundos volvieron a deslizarse hacia el suelo mientras se reían.
—¡No se vale! A mi aún no me sale.—se quejó Jennie viendo que la habían dejado de lado
—Yo intenté enseñarte y tu preferiste quedarte en casa—YoonGi alzó una de sus cejas.
—¡Estaba en mis días idiota!—explicó Jennie literalmente arrojandole su casco.
—¿Estabas? Yo creo que lo sigues estando.—YoonGi hizo una mueca de horror mientras se escondía detrás de Lisa.
Esta ultima abrió la boca para hablar con una sonrisa,sin embargo no pudo decir nada ya que de repente oyo el sonido de una bocina. Alzo el mentón por instinto y miro más allá de los arbustos,hacia la calle.
Una característica limosina negra se encontraba ahí. Y de una de las puertas salió Hoseok con la misma elegancia y sofisticacion de siempre.
—¡Hobi!—chilló la rubia desde la distancia. Por un lado se sentía decepcionada porque no había podido estar mucho tiempo con sus amigos, pero por el otro se alegraba de verlo.
—El señor Jeon esta preocupado. Recuerde que su toque de queda es hasta las ocho. No mas.—le informó el mismo con una sonrisa apenada.
Lisa hizo un puchero y miro a sus amigos sin tener más opción.
—Nos vemos mañana, supongo.
—No olvides llamar para saber que llegaste bien—advirtió Jennie sacando a la luz su lado sobreprotector mientras la abrazaba
—Y causa mucho alboroto—murmuró YoonGi como buena influencia seguido de la morena.
Lisa asintió efusivamente para luego quitarse el casco y correr hasta llegar a Hobi,a quien también abrazo con fuerza. Él rió por esto.
—Usted no merece mi abrazo. Me informaron sobre su travesura—le dijo con una mirada que esperaba fuera reprobatoria,sin embargo salió divertida—que rebelde es, señorita.
—Es un don—Lisa sonrió orgullosa mientras abría aquella puerta. Al ver a Jisoo sentada allí la boca le cayó al suelo de la sorpresa—¿Y tú que haces aquí?
—¡Que modales señorita Lisa! —bufó—Iremos a la peluquería. Recuerde que a el señor Jeon no le agrada su cabello.
Lisa al oírla apretó la mandibula. Pero luego de unos segundos agitó la cabeza reaccionando y formó una sonrisa falsa en su rostro.
—Claro. Andando.
[...]
—¡Jisoo!
Ambas se dieron media vuelta al oir a esa voz en medio del salón de belleza. Lisa se hizo a un lado viendo que aquella persona misteriosa se dirigió a su acompañante,quien la recibió con brazos abiertos.
—¡Tanto tiempo Holland!
Pero luego de unos segundos ambos se dieron media vuelta y miraron a Lisa.
La mencionada observó al chico desconocido sin escrúpulos: tenía el cabello rubio,era alto y tenia un atractivo encantador. Su sonrisa era radiante.
—Hola Lalisa. He oído mucho sobre ti.-Le ofreció su mano. Lisa la estrechó educada a lo que Jisoo se sorprendió—soy Holland; y yo me encargo de que el cabello de Jungkook sea perfecto en todo momento.
—Hola...—dijo algo extrañada—soy...bueno, ya sabes mi nombre.
Holland soltó una risita.
—Tal y como te describieron—murmuró casi para si asintiendo—¡Muy bien! A trabajar se ha dicho. Siganme.
Aclarado eso se dio media vuelta y comenzó a caminar. Jisoo y Lisa lo siguieron sin mas.
Holland hizo que Lisa se sentara en una silla de peluquería bastante comoda para la misma. La rubia se miro al espejo que tenia frente a ella e infló sus mejillas de manera graciosa antes de que le colocarán una toalla alrededor de sus hombros. Holland comenzó a mirar desde todos los ángulos posibles su cabello, a toquetearlo y a moverlo de un lado a otro. Lisa sentía ligeras cosquillas en este que la hacían entrar en calma.
—Bueno,esto será complicado; Lalisa, me agradas pero tu cabello es la vergüenza de todo Seúl.
—¡Oye! A mi me gusta—se quejó la mencionada sujetando un mechón
—No,a mi también me gustaría...pero si tuviera forma y ese amarillo en tus puntas no estuviera tan desgastado—alzó una ceja mirándola por el espejo. Frotó sus hombros—mejoraré tus puntas y lo teñire todo de un sólo color ¿qué te parece?
Lisa miro hacia otro lado pensativa.
—¿Qué color?—inquirió sospechosa mirando a través del espejo a Jisoo,quien apenas se había sentado en una silla de espera,había caído rapidamente en los brazos de morfeo.
La rubia no había pasado por alto que la chica dormida sabía perfectamente de que color y forma quería Jungkook su cabello, sin embargo Holland no tenía porque enterarse de esto.
—El que tu quieras...—sugirió el pelirubio con una sonrisa encantadora.
Lisa sonrió mostrando todos sus dientes.
—Elijo rojo.
[...]
—¡Lalisa Manoban!—chilló Jisoo en medio de la calle furiosa. Todos la observaron con horror pero a la pelinegra le importó poco—¡Te voy a matar, chiquilla!
—¿Dónde quedó el "Señorita Lisa"?-intento bromear con el fin destensar el ambiente. Jisoo arrugo la nariz.
Oh oh. Pensó Lisa.
Minutos antes cuando Holland terminó de hacerle los últimos retoques a su cabello, Lalisa se había colocado una gorra para cubrir su pelo; Holland había notado esto, sin embargo no le dijo nada.
Y cuando Jisoo despertó de su siesta y la vio, los reprimio a ambos por haberla dejado dormir tanto. Seguido de esto se largaron de ahi despidiendose de el pelirubio.
—¿Porque tienes esa gorra?—le había preguntado Jisoo apenas habían cruzado la puerta
—Es que este cabello castaño es odioso-habia mentido descaradamente Lisa, a Jisoo le ha la parecido extraño pero terminó por creerle.
Y no fue hasta segundos después, que uno de sus mechones rojo fuego se escabullo de aquella gorra. Y como era de esperarse, a Jisoo se le puso el rostro del color de su cabello por la furia.
—¡Holland nos hizo un espacio en su apretada agenda por ti!-chillo pegandose un manotazo en la frente—ahora mismo se irá a Estados Unidos. ¿Qué le diré al señor Jungkook ahora?
Resoplaba y volvia a bufar sin saber que hacer mientras caminaba de un lado a otro como una loca. Lisa suspiro y se quito la gorra en su totalidad dejando caer por la espalda su cabello largo y pelirrojo. Jisoo se quedó atónita por unos segundos.
—De todas formas, esto mi culpa y no tuya—admitió Lalisa—Si a Jungkook le molesta yo misma hablaré con el.
—Si claro. Son como perro y gato no puedo esperar mucho de eso—ironizó la pelinegra sin poder evitarlo y seguido de eso bufó histerica—¡A la mierda! Jungkook puede morirse si no le gustó el resultado—Lisa abrió los ojos como platos divertida al oir la manera tan libre en la que se quejaba.
¿Dónde había quedado la Jisoo profesional y madura? Ahora parecía un adorable Chihuahua enojado.
—Oh por Dios no le digas que dije eso.-abrió la boca en "o"—¡Oh no, que acabe de decir! Agh,olvidalo.
Luego de eso volvió a su postura enojada. Lisa sonrio.
—Ahora me agradas mas ¿sabes?
Jisoo iba a contestar en ese mismo instante con algo sarcastico, sin embargo llegó la limosina a recogerlos junto con JiMin y Hoseok dentro de este.
Jisoo sin decir nada se adentró a esta cuando abrieron la pequeña puerta, Lisa fue detrás de ella.
JiMin y Hoseok se sorprendieron al ver el cabello de la chica, pero no dijeron nada al respecto. Poco a poco se iban acostumbrando a su rebeldía.
[...]
—¿Cambiar el horario del vuelo? No puede ser posible.—murmuró Jungkook al teléfono-¿Verificar?¿Pero qué demonios quieren...?
Bufó decidiendo si seguir con esa platica o cortar el telefono. Esos días se encontraba realmente ajetreado, sin mencionar que su trabajo lo estaba volviendo loco, al igual que sus socios y la nueva chiquilla que habia dejado adentrarse a su vida haciéndole la misma imposible.
Estaba por contestar de una manera no muy bonita al telefono, pero su voz se fue apagando poco a poco al ver que una cabellera naranja y una cabellera pelirroja miraban a escondidas hacia las afueras de su mansion. La manera en la que cuchicheaban entre ellas le hizo saber que estaban espiando a alguien.
Jungkook fruncio el ceño y corto la llamada sin disculparse. Acto seguido se acerco en silencio hasta quedar justo detras de las espaldas de esas dos chicas. Una de ellas era Rosé y la reconoció al instante. ¿Pero la pelirroja? No podía ser ella...¿o si?
Intento seguir sus miradas para ver que tanto las tenía así de raras, y se sorprendió un poco ver que el motivo de esto era Park JiMin; quien intentaba arreglar los motores del auto.
No estaba sin camisa o algo parecido, sólo se había quitado su saco para que no sintiera más calor del que seguro ya hacia bajo los rayos del sol. Luego de esto se pasó la mano por la frente en frustración mientras fruncia el entrecejo viendo quien sabe qué de aquel motor.
—¿Con qué JiMin, eh?—dijo esa voz.
Jungkook apretó a mandibula.
Manoban.
Luego oyó un suspiro y por reflejo involuntario apretó sus puños.
¿¡Pero quien mierda había suspirado por su maldito chofer!?
¿Con qué cara lo espiaban?
—Es verdad los que dices Chae. Es guapo pero...
El magnate de inmediato carraspeo para hacerles saber de su presencia. Ambas chicas voltearon con alerta en su mirada.
—¿Qué se supone que debo pensar de esto,Rosé?—Jungkook se dirigió a su empleada de manera indignante, quien sintió las mejillas arder mientras miraba hacia el suelo—no deberían espiar a mi chofer. Y tú...
Miro a Lisa, quien a su vez le dio una rápida mirada Rosé.
Jungkook suspiró. ¿Para qué pelear con ella?
—Voy a fingir que tu cabello no es pelirojo ahora y que si hiciste caso a mi orden aunque no es así.—le dijo finalmente, y sin saber porque agregó-aunque...te sienta bien el rojo.
Y era verdad; a Jungkook le gustaba su cabello. Podía ser todo, menos un mentiroso.
Luego de eso sin decir nada más se largo de ahí , ya que ese día en particular Jungkook realmente se sentía cansado, los ojos le pesaban y su cuerpo pedía a gritos una gran siesta.
Y Lalisa Manoban, por primera vez no supo como reaccionar a su comentario.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top