Capítulo O33

Despedida

Al día siguiente, Chaeyoung y Jisoo le prepararon la maleta en silencio colocando sus pocas ropas y sus cosas de valor.

La casa entera estaba en un silencio sepulcral que asustaba. Todos ya se habían enterado de la noticia gracias a Jungkook. Y Jennie apenas se enteró, subio escaleras arriba junto a Yoongi. Y ambos golpearon la puerta preocupados por saber que sucedía. Lalisa les dijo, sin abrir la puerta, que se fueran, que no se sentía bien y que hablarían mas tarde.

Decisión que muy a su pesar, ambos amigos tuvieron que respetar.

A la mañana siguiente de ese día todos siguieron con sus labores de siempre, mas algo había cambiado en el ambiente. Habia... cierta tristeza y melancolía. Jin preparó en silencio la pequeña torta de cumpleaños que había hecho para Lalisa y Jisoo y Chae ocultaron las lágrimas que querian asaltar de sus ojos a medida que armaban sus maletas. Los demas se encontraban junto a Jin almorzando en silencio. Jungkook aquella noche se fué y hasta ese momento aun no habia vuelto.

--Hoseok.--llamó Jin finalmente a este, quien levanto la vista del diario y con sus ojos hizo un signo de interrogación--tu eres uno de los que mas le agrada a Lisa--explicó en voz baja y serena--me parece que seria bueno que hablen un rato. Ella no se encuentra bien.

Hoseok lejos de protestar, suspiró y acto seguido asintió con la cabeza. Sé incorporó rápidamente y retiró de ahí con el aire elegante que siempre parecia poseer.

Una vez que subió las escaleras y golpeó la puerta de su habitación, espero unos segundos a que ella contestara, pero no lo hizo. Asi que como consecuencia a esto Hoseok sacó de su pantalón el conjunto de llaves que tenía y con una de ellas abrió la habitación de Lalisa.

--Siento si la estoy molestando.--dijo, viendo a Lisa recostada con la almohada hundiendo su cara y mirando televisión mientras hacia zapping. Todo esto junto a una cara de abatimiento jamas antes vista.

--No se para que golpeas entonces si puedes hacer eso.--respondió, con voz baja y desanimada.

--Porque soy un caballero.--respondió--y eso es lo que hacemos. Preguntamos antes de violar la privacidad ajena.

Lalisa sonrio a medias. No fue mucho, pero fue lo suficiente para hacer a Hoseok sentarse a su lado con un poco de confianza.

--¿Como estas?

--Como la mierda.--dijo ella--solo quiero irme y olvidarme de que este día existio alguna vez.

--Una chica como tú no deberia festejar sus dulces 18 de esta forma.

--Hay tantas cosas que no debieron pasar...--se lamentó--y sin embargo las tuve que vivir, Hobi.

--Pues esta en tus manos cambiar eso, ¿no crees?

Lalisa hizo silencio. Sin saber exactamente que responder a esa pregunta.

--No vine a hablar de lo que pasó, ni a darte consejos moralistas.--aclaró--sé que no los necesitas. Pero sí te pediría que, si es la ultima vez que te volveremos a ver, bajes con nosotros y compartas el momento. Tienen una pequeña sorpresa para ti.

Lalisa lo miro y sonrio con boca cerrada.

--No será la ultima vez que los vea, lo prometo--respondió. Hoseok tomó su mano y la apretó en un movimiento firme, demostrandole su apoyo. Lalisa sonrio.--pues... andando.

Una vez que ambos bajaron, todos se pusieron realmente contentos de ver a Lalisa, a quienes luego le cantaron el feliz cumpleaños entregandole la gran torta de chocolate que Jin tuvo la dedicación de preparar. Habia dos velas arriba de este con el numero 1 y 8. Lalisa por primera vez en el día sonrió, sintiendose feliz de que a pesar de todo ninguno olvidara ese detalle. Aunque por dentro se entristeció mucho de saber que Jungkook no estaba presente. ¿a donde habria ido?

Luego decidio borrar eso de su mente. Pues no le servia de nada recordarlo. A fin de cuentas, nada iba a cambiar. Y los únicos que se esmeraron en saludarla por su cumpleaños número 18 fueron ellos, no Jungkook.

Luego de cantar el feliz cumpleaños y soplar las velas, todos fueron hasta a ella y la abrazaron fuerte. Lalisa sonrio y bromeó diciendo que todos eran unos malditos pesados. Pero por dentro, muy en el fondo, le dieron ganas de llorar. Porque nunca se habia sentido tan a gusto en algun lugar como cuando comenzó a conocerlos a todos ellos. Como cuando comenzo a sentir la calidez de sus presencias en su cotidiana vida.

Ellos eran la familia que Lalisa nunca pudo tener y apreciar. Y eso la emocionó. Tanto, que soltó un par de lagrimas en el trayecto.

--Los quiero tanto.--susurró Lalisa, asincerandose desde el fondo de su corazón--de verdad, los quiero mucho, mucho.

Todos esbozaron un "aww" lleno de ternura y calidez y la abrazaron aun mas fuerte.

Lalisa debía ir al orfanato a hablar con personas del estado, puesto que ahora que tenia 18 significaba que no debia estar mas allí, y por ende, terminar de hacer unos cuantos papeles para que pasaran en escrito la situación en la que se encontraba y que al ser una persona mayor de edad ya no requeria de su presencia en el establecimiento.

Luego de cambiarse y dejar que Jimin la llevara en su limo, llegó al orfanato e hizo los papeles correspondientes. También aprovechó la ocasion para saludar a todos los niños de aquel lugar. Prometió que a partir de ahora en más estarian en buenas manos (refiriendose a Jenn y Yoongi) y que de vez en cuando ella iría a visitarlos.

Algunos lloraron, otros la abrazaron y otros sonrieron. Lalisa luego de saludarlos finalmente volvió con Jimin. Tenía un sabor amargo en la boca. Nunca le gustaron las despedidas, asi que fue mejor mantener la ilusión de que algun dia volvería, en vez de tener que dar por sentado que jamás lo haría.

Ese día regresaría con su madre a la casa, al menos por unos cuantos dias, luego veria si con el dinero de su herencia le compraba una casa digna para vivir junto a su padrastro. Y luego se compraría una ella. Asi para cuando volviera del viaje que estaria por hacer, al menos tenia una vivienda asegurada.

Lalisa no podia creer que hubiera llegado hasta ese punto. El de pensar "¿que hacer con ese dinero?" Y sobre todo pensar "¿que haré ahora yo?"

Era increíble de tan solo pensarlo. Porque si alguien le hubiera dicho que ella pasaria por todo lo que pasó y terminaria en ese punto, se hubiera reido tanto que se habria quedado sin aire.

--Jimin ¿me llevas a la casa de mi madre?--inquirió Lalisa, huyendo de sus pensamientos--es importante.

Jimin sin rechistar asintio con la cabeza.

--Claro que sí.

Dicho esto Lalisa se concentró en mirar por la ventana. Gotas de lluvia comenzaban a caer en esta a medida que Jimin manejaba. Lalisa suspiró.

[...]

--Sé que no es mucho, pero realmente me dediqué con todo mi amor al hacerlo.

Su madre se sentó a su lado y le entregó a Lalisa un álbum de fotos, hecho con papeles de todos los colores, brillos y demas artesanías. Su nombre estaba escrito en la portada con un púrpura hermoso. Lalisa sonrio.

--Es hermosisimo, mamá.

Su padrastro se acerco por detras de su madre y le entregó una caja cuadrada que Lalisa tomó sorprendida.

--¿Y esto que es?

--Abrelo y verás.

Lalisa sonrió mientras quitaba la tapa de aquella caja azul emocionada. Ahogó un gemido de sorpresa y abrio los ojos como platos al ver de que se trataba.

--¡Una cámara!--chilló.--demonios, de verdad gracias...--Lalisa los abrazó de inmediato.--¡los quiero mucho!

--Es para que comiences a guardar tus recuerdos. Y los cuales seran los mejores a partir de ahora.--explicó su madre--ya tienes 18 años querida, ya puedes comenzar a formar tu vida sin que nadie te diga que hacer.

--Gracias, de verdad, gracias.--susurro Lalisa agradecida.

El tiempo paso volando luego de eso.

Lalisa volvió a la mansión y finalmente recogió sus cosas. Sé desilusionó mucho al saber que Jungkook aún no aparecia. Aunque al mismo tiempo se alegraba de ello. Porque si lo veía no sabría que decirle. Ni como reaccionar.

La realidad fue que al momento de partir, tomó la manija de la puerta. Y sin embargo no logró hacerlo. Todos los chicos la miraban con ojos llenos de tristeza y conmoción. Lalisa se dio media vuelta para observarlos. Inflando su pecho con todo el aire que podía para comenzar a hablar.

--En realidad no me gustan las despedidas, chicos.--confesó--son feas y tristes. Y no quiero que los momentos tan bonitos que pase con ustedes se manchen de esa forma. No quiero.--negó--sin embargo... Sólo diré que fueron la casualidad más bonita que tuve.--todos abrieron los ojos asombrados. Lalisa quito las pequeñas lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos--Y sé que nadie se sintió tan afortunada de tenerlos a ustedes como yo los tuve a mi lado.--sonrió--la familia no siempre se la puede elegir... pero yo si puedo. Y sé que ustedes son parte de ella.

Lalisa quito las demás lágrimas que comenzaban a bajar de sus ojos y comenzó a saludar uno por uno. Jimin la abrazo fuerte y le dijo que si necesitaba un chofer aunque sea al otro lado del mundo, iría a buscarla sin problemas. Hoseok la abrazó de una manera tan paternal que Lalisa deseó quedarse allí para siempre. Rosé y Jisoo la abrazaron y le desearon la mejor de las suertes. Taehyung le agradeció por todo. Y dijo que jamás se olvidaría de ella. Y que aún así mantendrían el contacto. Jin le daría tips para poder cocinarse en su casa sola y Namjoon prometio enviar fotos de su niño para ella.

Una vez que hubo saludado a todos, Lalusa agarró sus cosas y se marchó.

--Hasta pronto.--dijo.

Su padrastro la esperaba en el auto con una sonrisa conmovida en su rostro.

--¿Ya estás lista, Lalice?

Le echo un último vistazo a la casa mientras él colocaba la maleta en la parte trasera del auto y sonrió.

--Si. Ya estoy lista.

Subió al auto y una vez que arrancaron, miró sin poder contenerse una vez más a la mansión. Sus ojos se agrandaron como platos y se congeló en su lugar al ver a Jungkook ahí. Mirándola como si una parte de el se fuera para siempre.

Lalisa sintió sus ojos nublarse. Así que desvió la mirada y se concentró en mirar hacia adelante.

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