Capítulo O25
La verdad de Jungkook|정국의 진실
Lalisa al cabo de un corto rato se encontró a si misma llorando como si fuera una bebé en un rincon de la habitacion, con el corazón partido y la ilusion cayendo a pedazos a su alrededor. Intentó limpiar sus lagrimas de forma torpe, sin darse cuenta que era en vano porque mientras mas intentaba alejarlas mas lagrimas asomaban anunciando su bienvenida.
Las pruebas estaban ahi frente a sus ojos.
Jungkook amaba a alguien mas.
Oh, y cuanto dolía.
En el mundo existian personas que hasta que no les partian el corazon en mil pedazos, no eran capaces de darse cuenta por si mismas de cuanto le importaba esa persona que los hirió. Lalisa se sentía de esa forma. Todo parecia un juego estupido, una relacion sin etiquetas y desordenada de pies a cabeza. Lalisa creia esto hasta que vio la foto. Hasta que la vio con ella. A esa altura estaba mas que claro el hecho de que a Lalisa le importaba el magnate mas de lo que le gustaria admitir. Que aquel que consideraba un imbecil fue capaz de abrir su corazon hacia ella y eso de alguna forma termino por atrapalarla, porque Jungkook dejo que Lisa viera una parte que pocos podían ver de el. La verdadera cara. El real Jeon jungkook. Y a Lisa lejos de desagradarle termino por sentirse...extraña y confundida. Y hasta en cierto punto aterrada, fascinada.
Lalisa al recordar los sucesos previos sintio como su pecho se apretaba y se le hacia imposible respirar. Dios, si que era horrible. Y Lalisa le daba vueltas al asunto intentando entender porqué dolía como lo hacia. ¿Porque tenia que ser asi?
Quizas con el tiempo que llevaban juntos, Lalisa sin tomar en cuenta todo, fue capaz de ilusionarse y dar espacio a Jungkook en su corazon; y claramente fue un grave error. Del que ahora mismo se odiaba de haber cometido.
Pero de todas formas alli estaba. Llorando ridiculamente. Pensando en el como una tonta colegiala a quien la botaron de la peor manera posible.
Basta. Dijo la voz de su mente repentinamente. Sus dientes chirriaron y apreto con fuerza sus puños. No mas lloriqueos. El no merece tus lagimas, ni tú su maldita lástima.
Dicho esto, aunque aun con una opresion enorme en el pecho, de esas que parecen puñales clavados en la espalda que no puedes sacar, decidio levantarse del suelo y limpiar una ultima vez su cara roja y temblorosa por el llanto. Intento respirar hondo varias veces. Ya pasara. Todo esto ya pasará. Intento decirse a si misma. Funcionó un poco.
Cuando salió de la habitacion dejando todo en su lugar, se dirigió a la puerta de la suya. No tenía animos de ver a Taehyung ni que le preguntara que demonios le habia sucedido. Aunque para su sorpresa se encontro con el en medio pasillo. No parecia sorprendido de verla en condiciones tan deplorables.
—¿Donde estabas?
Lalisa arrugo la nariz al escucharlo. Aclaro su garganta para hablar y asi no quedar mas en ridículo de lo que ya lo hacia.
—¿No te parece obvio? ¿En serio?
Taehyung se encogió de hombros, haciendo silencio.
—Quizás. Pero quiero escucharlo de ti.
—Vi algo que no debería haber visto—Lalisa sono resentida, llena de enojo—¿Estas feliz ahora?
—No me gusta ver llorar a ninguna chica en particular... y no, claro que no estoy feliz por verte asi.—hizo una pausa—Pero que te conste que tu quisiste ir a ver.
Lalisa asintió. Al fin y al cabo, el tenia toda la razón y no tenia sentido negarlo ahora.
—Deja de llorar porque te aseguro que no vale la pena.—Taehyung le dedico una mirada llena de compresión.—ven, cocinemos algo. Tengo hambre.
Lalisa limpio sus lágrimas y sonrio. Aunque sabia que mas tarde querria explicaciones y seguramente debería arrepentirse por meterse en donde nadie la llamaba, tarde o temprano hablaria con Jungkook. Pues era hora de ser sinceros y decirse la verdad en la cara, costara lo que costara.
[...]
Lalisa y Taehyung se pasaron el resto del dia hablando y pasando el rato. Fueron al super, compraron lo necesario para hacer una buena sopa y tambien para hacer una torta de chocolate y en el camino incluso fueron capaces de darle comida a los perros abandonados de la calle provocando que la gran mayoría de ellos los siguiera hasta la mansión. Como Lalisa insistio tanto en que se quedarán en el gran jardin, Taehyung termino por aceptar que esos perros callejeros sin hogar se instalaran alli.
Luego volvieron a jugar videojuegos, pusieron musica a todo volumen y comenzaron a cocinar. No esta de mas decir que la pasaron genial. Un buen rato alejada de los problemas era lo unico que necesitaba Lalisa para calmar su mente inquieta.
Taehyung le conto muchas anecdotas graciosas de Jungkook y el de pequeños. Le enternecio saber que para una fiesta de Haloween Taehyung fue disfrazado de tigre y Jungkook de un tierno conejito. Le parecía gracioso que la imagen imponente que lograba dar el magnate podia ser destruida en tan solo segundos por su hermano Taehyung.
A la hora de preparar la torta todo fue un desastre de principio a fin.
—Esto no va asi.
—Yo se hacerlo. Avery Blanchard me enseñó.—se justificó el
—¡Mierda que no pierdes tiempo con las modelos, Romeo!—se burló
Taehyung termino por colocarle crema de chocolate en el cabello. Lalisa indignada y sorprendida por ese gesto algo fastidioso (y porque no, divertido) gesto de confianza, le arrojo las chispitas de chocolate que habia en la mesa.
No hay que explicar mucho para hacer saber que todo termino siendo un desastre. Y cuando las risas comenzaron a ser mas estruendosas y el momento aun mas divertido, no se dieron cuenta que el magnate entraba a la casa con un humor de perros.
El abogado que se encargaria de meter a su abuela y a Leyla tras las rejas no contestaba las malditas llamadas y como si fuera poco se veia obligado a llevar a Lalisa a declarar. Claro que lo haria el mismo y dado que Jimin habia tomado su dia libre le tocaba hacer todo absolutamente solo.
Entro y se quito la corbata como si aquella pesara. Paso por el gran salon dando pasos agigantados y se detuvo al oir las risas. Al escuchar las voces de Lisa y Taehyung algo dentro suyo se encendio y quemo como el peor de los males. Su cabeza comenzo a maquinear a mil por segundo y lo unico que pudo hacer fue abrir la puerta y observarlos haciendo desastres, pero al fin y al cabo, con una sonrisa y felices.
—Uh.—dijo Tae al verlo. Su sonrisa bajo un poco.—Hola bro.
—Hola.—dijo de forma algo seca. Trato de disimular el pinchazo de molestia que le causo la escena.—¿Todo en orden?
Lalisa se dio media vuelta y lo miro al oir su voz. La sonrisa en su cara desapareció de repente al recordar lo que presencio hace unas horas.
—Hola Lalisa.—dijo. Le estaba costando demasiado mantener su humor al margen.—me alegro que no hayan roto nada y yo...—suspiro—ire a caminar un rato por el jardin y ya.
Dicho esto cerro la puerta y fue en direccion a su habitación a cambiarse. De repente se le habia quitado el hambre. Era un idiota por sentirse de ese modo, pero al mismo tiempo agradecía que Taehyung le haya sacado una sonrisa. Porque luego de todo lo que habia pasado, era lo minimo que Lalisa merecia en su vida.
Cuando Jungkook salio de la estancia Taehyung miro con cejas alzadas a Lisa. En su rostro se veia una mueca divertida.
—Mmm. Tenso.
—¿Tu crees?—dijo con sorna ella
Taehyung rio ligeramente.
—Ya. Luego limpiamos esto porque a Jin le dara un infarto. Luego le decimos que el cocine ¿si?—Lalisa asintió, al mismo tiempo que sentia un beso en su frente—no postergues las cosas. Habla y quítate tus dudas. Confio en que sabrán arreglarlo.
Lalisa lo observo y asintio con una ligera sonrisa. Por dentro se sentia algo insegura y temerosa, pero intentó que eso no la acobardara. Taehyung tenia razón. Era hora de hablar de lo que sucedia. Era hora de que Jungkook le dijera la verdad y que Lalisa admitiera por fin que para ella el ya no era el mismo idiota que habia conocido hace meses atrás.
Y si. Era como si la peliroja estuviera a punto de cerrar una etapa de su vida o lo que era aun peor (o no) de abrir una etapa diferente.
Intento calmarse y formular oraciones coherentes en su cabeza para iniciar una conversacion sin inconvenientes. Cuando creia que estaba lista mas ideas llegaban a su cabeza desequilibrandola por completo y eso la confundia una vez mas.
Decidio que si seguia asi jamás sería capaz de decirle nada. Asi que respiró hondo y fue en su busqueda, con Taehyung mirando cada actitud por detras con una sonrisa.
Lalisa subio las escaleras de forma pausada e inmediata. Se dirigió al corredor y comenzo a buscar su tan caracteristica puerta. La encontro. Alzo su puño. Bajo el puño y dudo de si era realmente buena idea. Agito la cabeza y volvio a alzar el puño, tambien abrio la boca para llamarlo. Pero cuando estaba a punto de tocar y llamarlo al mismo tiempo, la puerta se abrio del otro lado visualizando a Jungkook, quien tenia un expresion serena en el rostro y al ver a Lalisa cambio a una de total sorpresa.
—¿Lalisa? ¿Pero que...?
—¡Tenemos que hablar!
Lisa mordió su labio y cerro los ojos luego de decirlo. Pero viendo que estaba quedando como una chiquilla decidio abrirlos de nuevo. Apenas volvio a mirarlo se encontró con su rostro confundido y pasmado.
Genial, Lisa. Habia millones de formas sutiles para entrar a la conversación y tu preferiste gritarlo como si fueras coronel de un grupo de soldados.
—De acuerdo.—Jungkook respondio sereno, aunque intrigado.—¿Que es lo que quieres hablar?
—Lo que viste con Taehyung yo...yo no...
Nisiquiera supo porque sacó ese tema a la luz y no el que realmente le interesaba.
Jungkook suspiró.
—No soy quien para decirte con quiem estar y quien no Lisa. Si decides que Taehyung te atrae yo...
—¡No es eso, por Dios! Deja se crear vinculos amorosos donde no los hay.—Lisa fruncio el ceño. Jungkook abrió los ojos sorprendido—si...si te molesta, solo dilo.
Jungkook lo pensó unos segundos. Luego suspiro.
—No, no me molesta.
Lalisa sabia que mentía. Pero decidio seguirle la corriente.
—Jungkook, tu y yo no estamos en las mejores condiciones ahora, ¿lo sabes no?
Jungkook asintió sin dejarla de mirar a los ojos.
—No se si es momento de hablarlo, Lisa.
—Pues para mi sí.
Lisa ingresó a la habitación y cerro la puerta tras de si. Jungkook como si nunca hubiera tenido experiencia con las mujeres se echo hacia atrás rapidamente.
—¿A que es lo que le tienes tanto miedo Jungkook? ¿a qué?—susurró Lisa, acercandose a el de forma lenta.—necesito que me lo digas.
Jungkook contuvo la respiración y desvió la mirada. Por un segundo penso en echarla de la habitación, pero sólo le traeria mas problemas.
—¿A que le tengo miedo?—repitió en voz alta y se rio sin gracia—pues le tengo miedo a esto.—susurró él.
Lalisa se sintio confundida.
—¿Qué...?
—Tengo miedo de sentirme de este modo cuando estoy contigo. Miedo a que nuestra cercanía acelere mi corazón y tu voz me relaje en los peores momentos...
—Jungkook...
—Tengo miedo de perderte. De que te vayas y me dejes aqui, y que todo siga igual, como antes de que llegaras...—continuó ignorando su voz.
Lalisa sintio a su corazón dar un vuelco de la emoción. Su pulso comenzo a acelerarse. ¿El realmente pensaba todo eso de ella? ¿El gran Jeon Jungkook quizás estaba sintiendo algo mas que una amistad por una chiquilla como ella?
—Tengo miedo porque ya me paso una vez, que perdí a alguien que apreciaba.—alzo la vista, que hasta ese momento se encontraba baja y permitió que Lisa viera sus ojos ligeramente cristalizados—me costó mucho salir adelante para que tu aparezcas y desmorones el mundo perfecto que habia creado. Y hasta cierto punto es ironico ¿sabes?—confesó e hizo una pausa—Pero aunque no lo creas...agradezco que sea asi.
Jungkook y Lisa ya no sabian como demonios era que estaban tan cerca. No se sabia como Jungkook sostenia sus manos y Lalisa lo observaba atonita y cautivada. ¿Quizas la chica de la foto fue lo que perdió en su vida? ¿Quizas ella era el gran amor de su vida y Jungkook pensaba que si estaba con ella podrá revivir esos momentos perdidos en el tiempo?
No. Lalisa no podria soportarlo.
Eso le comprimio el corazón.
—Espera...—se solto de sus manos y se alejo unos pasos de el, como si el tacto le quemara. El corazón le bombeaba con fuerza. No soportaba la idea de ser el vivo recuerdo de alguien más.—Si tu piensas que seré igual a Lee JiEun, si la ves a ella cuando me ves a mi yo no creo ser capaz de...
Jungkook se acerco de nuevo y la tomo de los hombros. Sus ojos atentos a ella, y sorprendidos de que la mencionara cuando en teoría, no sabia de su existencia.
—¿Como demonios sabes de ella?
Lalisa mordio su labio inferior.
—Me meti en donde nadie me llamo y...lo siento.
Jungkook habia fruncido el ceño, pero lo hizo desaparecer luego de escucharla.
—Lalisa...odio que te metas entre mis cosas—aclaró—por favor la próxima vez, avisame y si tienes dudas me preguntas. ¿si?
Lalisa asintió sin sentirse bien.
》Y con respecto a ella...—Jungkook hizo una pausa, como si dudara en decirlo—Lee JiEun era una persona increíble.—sonrio al decirlo, como si la hubiera visto tan solo ayer—era amable, comprensiva y siempre te sacaba una sonrisa. Amaba ayudar a los demas y odiaba las peleas. Siempre la veias tratando de apaciguar el ambiente.—explico y Lisa sintio como su corazón latia rapido y desenfrenado, pero de una forma dolorosa. Hablaba tan bien de ella, como si...—era humilde y era sincera. Y siempre que podia me ayudaba, cada vez que me sentia solo o triste ella estaba ahi. Siempre. —explicó—ella me enseño a verle el lado positivo a las cosas, sin ella no seria quien soy hoy...
》 Y de hecho, aquel piano que esta en el gran salon es el unico recuerdo feliz que tengo de ella. Y quiero que siga asi. Por eso soy tan exigente y me pongo colerico cuando oigo que lo ensucian, usan o tocan sin mi permiso —explicó—Y Lalisa...ella era mi amiga. Es alguien que fue importante en mi vida, pero no tienes porque pensar que en ti revivire sus recuerdos. Porque tú eres un mundo totalmente diferente. ¿si?—sonrio al decirlo, mientras acariciaba con la yema de sus dedos su mejilla derecha. Ese simple contacto a Lisa hizo colocarle la piel de gallina.
》Tu eres berrinchuda y te enojas a la primera si sientes que fuiste atacada. No aceptas un no por respuesta y aunque te comportes como una niña caprichosa la mayoría del tiempo y me hagas enojar, la verdad es que me vuelves loco. Y sobre todo...—susurró esta vez. Sonrió mientras sujetaba su rostro para que la mirara a los ojos.—yo no te veo como mi amiga.
Lalisa, que ya sentia que lloraria por un corazon ilusionado y ahora roto, alzó la cabeza con sorpresa al oirlo. Jungkook ya no estaba para nada lejos de ella y por un microsegundo pudo ver que en su pequeña distancia el se dio el lujo de observar sus labios. Lo unico que pudo oírse ahora fue las respiraciones pesadas de ambos mientras se acercaban poco a poco para eliminar todo el espacio posible entre ellos.
—Te metiste en mi cabeza para ya no salir mas, pequeña idiota. Y lo cierto es que ya no puedo ignorar esto, porque me esta volviendo totalmente loco...
Lalisa comenzó a sentir que se le hacía difícil hacer ingresar aire a sus pulmones por la maraña de sentimientos encontrados que estaba teniendo en ese preciso momento. Jungkook vió como mordió su labio bajando su vista al mismo punto en el que se habia fijado él en ella un rato atrás. Y alli fue cuando Jungkook perdió totalmente la cordura y se abalanzo hacia ella atrapando su boca en un gruñido casi necesitado. Necesitado de ella, de su boca, de su cuerpo y de su esencia. Sus manos fueron a sus caderas y la acerco de un tirón lo mas posible a ella provocando un gemido de sorpresa en Lalisa.
Esta última no se quedo atrás tampoco. Sus manos fueron a su espalda mientras Lisa daba pasos en reversa para chocar con la mesita de luz. Jungkook metio su ávida lengua dentro de la cavidad bucal de Lalisa y exploró tal y como el sabia hacerlo para hacer enloquecer a Lalisa. Sus manos fueron a sus muslos y la hicieron rodear sus caderas. La anatomia de Lisa se pego a la pared del cuarto mientras ambos seguian jugando con sus bocas. Jungkook luego de succionar su labio inferior y morderlo, haciendo que Lisa suspirara de placer, comenzo a dejar un pequeño camino de besos que comenzaban desde su mandíbula a su cuello, para quedarse ahi y jugar con la piel blanquecina de esta.
Lisa podia sentir su miembro duro entre sus piernas, y ella sentia las suyas temblar por el sinfin de sensaciones que estaba teniendo. Jungkook luego de terminar con la piel sensible de su cuello la volvio a sujetar de las caderas y la dirigio a su cama, donde continuo besandola apasionadamente pero esta vez sin tocar nada de ella.
—¿Que...que sucede?—inquirio Lalisa viendo que sus besos comenzaban a disminuir su fuerza. Vio a Jungkook quien cerro los ojos como si tratara de controlarse.
—Lisa...no se si recuerdas que yo tengo 23 años de edad y que tu aun eres menor.
—Soy menor por un año.—Lalisa hizo un puchero lastimero. Aunque por dentro quiso que la tierra la tragara al ver que de todas formas tenia razón. Y era ilegal.
—No lo sé, Lisa...
—Nadie se enterará.—sonaba como una maldita perra en celo, pero ya qué—tu lo quieres tanto como yo.
Jungkook mordio su labio inferior y Dios mio, que caliente que era para Lalisa verlo hacer eso.
—¿Estas segura de esto?
Lalisa sintio la emoción de hacer algo no tan correcto por sus venas.
—Sí.
Jungkook suspiró no tan convencido, para finalmente acercarse de forma lenta y volver a chocar sus labios con los suyos.
____
Jejeje viven al límite nunca al inlimite
Hasta la prox♡
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