Capítulo O19

A toda marcha|최고 속도로

—¿¡Entonces me estan diciendo que alguien burló mi maldita seguridad y se metió en la mansión tal y como lo haria una rata asquerosa!?

Jungkook miro a sus empleados como si le dijeran el chiste del año. Todos se miraron entre si sin saber que decir, ya que era totalmente cierto a pesar de ser una completa locura burlar la seguridad de el gran magnate como si fuera nada. También todos se sentían igual de asustados que el. No sabían quien demonios había sido capaz de secuestrarla ni por qué, pero todos estaban dispuestos a buscarla por mar y tierra como sea.

—Así es.—Jin habló por primera vez. Todos los pares de ojos se posaron en el—desactivaron las alarmas y las cámaras de seguridad. Claramente alguien entró y lo hizo todo desde adentro. Pero la pregunta es...¿cuando?

Silencio.

—El día del evento—Rosé hablo de repente con su delicada voz—mucha gente estuvo aquí ese día.

—Imposible. Yo revise a casi todos los que entraban—masculló Jisoo confundida.

—Es posible que alguien haya entrado sin que te dieras cuenta—Namjoon habló y Jisoo al oirlo abrio la boca para replicar, sin embargo no pudo porque fue interrumpida por Jimin.

—Dejalo Jisoo.—la cortó de tajo—alguien de alguna forma se hizo pasar por una persona importante y seguramente no te diste cuenta. No es tu culpa, habia mucha gente. Y ahora...

—Hay que ver quien fue el bastardo—completó Jungkook—Y cuando lo encuentre, haré de su vida un maldito infierno.

Todos asimtieron rápidamente. Nadie dudaba de ello. Ya con tan sólo verle la cara a Jungkook y la forma en la que se expresaba, -mandibula apretada, ojos expectantes y manos en puños- podían darse cuenta de inmediato que la persona que más presión tenía en aquel momento era el mismo.

—Namjoon—lo llamó Jungkook—tu fuiste policía y sabes de esas cosas ¿cierto? Eso me mencionaste alguna vez—comentó y el moreno asintió de forma lenta—ayúdame a buscarla ¿puedes? No confío en la incompetente policía para esto.

El asintió de forma inmediata.

—Por supuesto. Haré todo lo que este a mi alcance para buscar a Lalisa. Cuenta con ello.

—Perfecto. Jimin y Jisoo revisen las camaras de seguridad de aquella noche. Jin y Rosé busquen a los amigos de Lalisa y pregúntenles si había alguien que la odiara lo suficiente para hacerle esto. No podemos perder tiempo.—ordenó—andando.

[...]

El resto del día paso y nadie descanso ni siquiera para comer. Jisoo y Jimin tal como ordenó Jungkook revisaron las cámaras cientos de veces intentando ver algo de aquel día que fuera inusual. Sus ojos se sentían cansados y sus cuerpos pedía a gritos una siesta, sin embargo ninguno iba a ceder. Porque la angustia de saber que Lalisa estaba desaparecida le ganaba a todos. Jimin ya se sentía frustrado. Ese día había entrado mucha gente y ninguno de los dos lograba ver algo fuera de lo común.

Y de repente, Jimin gruñó. Estaba claro que no llegarían a ningún resultado.

-Es inútil, Jisoo.

Se incorporó del asiento como si este quemara. Recogió su saco y comenzó a colocarselo con el entrecejo demasiado fruncido. Jisoo hizo una mueca.

—Espera Ji...

Jimin le puso pausa a la grabación.

—No llegaremos a ningún lado con esto. Iré a ayudar a los chicos.

Dicho esto se dio media vuelta para irse.

Jisoo colocó sus ojos en la grabación con pánico de saber que Jimin abandonaría la tarea. Más no tuvo mucho tiempo de pensar aquello, porque cuando sus ojos se fijaron en la pantalla plana frente a ellos abrió sus ojos como platos acercándose al teclado.

Hizo zoom en el lugar expectante de lo que podia ver, y su corazón salto en un latido lleno de euforia al saber que finalmente fue capaz de encontrar algo.

En la imagen estaba ella misma saludando con una sonrisa a las personas que entraban. Todos entraban de a grupos grandes y había muchas mujeres con joyas y vestidos extravagantes y llenos de lujo. Los hombres llevaban sacos, camisas, relojes de oro y algunos tenían sobre el hombro sus abrigos, fumando una pipa o simplemente sonriendo con una hilera de perlas blancas. Sin embargo, entre todo el tumulto de aquellas personas se podía ver algo borroso por detrás de una pareja. Era como una sombra oscura que parecía pasar a toda velocidad por la imagen. Llevaba el cabello recogido en un moño y su vestido era negro. Era una persona que claramente no quería ser captado por la camara. Y la sombra era tan poco nitida debido a que la imagen era captada sólo por un maldito segundo, que Jisoo entendió por fin por que no podían haberla visto.

—¡Oh Dios! ¡Jimin! ¡Jimin! ¡Llama a Jungkook!

[...]

Jin y Rosé intentaron llamar a Jennie y Yoongi durante el resto del día. Como no lograron conseguir que atendieran sus llamadas ni que devolvieran sus mensajes, decidieron por si mismos ir a la casa en donde actualmente vivían. Para ello le preguntaron la dirección a Jimin quien al menos una vez recordaba haberles hecho un aventón hacia la casa.

El día estaba horrible y amenazaba con llover en cualquier instante. Jin y Rosé llevaron un paraguas y con apenas un saco que los cubriera un poco del frío viento salieron disparados en dirección a aquella casa. Según lo que Jimin había podido decir se encontraba a 20 minutos caminando, así que no esperaron tiempo y marcharon hacia allá.

El barrio en el que vivían era grande, pero afortunadamente no lo suficiente como para perderse. Rosé se aferró mas al agarre de Jin cuando se dio cuenta de que aquel barrio no era muy transitado, cada vez que daban cinco pasos veían un graffiti en las paredes o personas solitarias deambulando por ahí a paso rapido. Los edificios parecian que se caerían a pedazos en cualquier momento y se podía notar con claridad que era un lugar en el que apenas podían llegar a fin de mes para alimentar sus estomagos. Y eso le entristeció de manera horrible.

—Parece que aquí es.

Jin señaló una puerta de madera desgastada al mismo tiempo que se paraba frente a ella. Rosé se alejó de sus pensamientos y miro a la misma parpadeando repetidamente. Jin tocó dos veces con su puño, rezando por dentro para que aquel lugar realmente fuera el que le dieron y no haberse equivocado de casa.

Luego de aquella accion Rosé le echo una mirada rápida a Jin de forma cómplice. Jin imitó el gesto encogiendose de hombros.

Afortunadamente no paso mucho tiempo antes de que alguien del otro lado gritara un "ya voy" y abrieran la puerta. Eso sorprendió a ambos. Del otro lado se dejó visualizar rápidamente un Yoongi con el cabello desordenado y descubierto de la cadera para arriba, estando sólo con unos pantalones. Yoongi al ver a aquellos dos fruncido el entrecejo. Supo de inmediato que no eran de allí.

—¿Qué se les ofrece?—pregunto con cortesía, aunque al mismo tiempo, con brusquedad en su voz.

—Buenos dias.—saludó Jin—mi nombre es Kim Seokjin y ella es Park Chaeyoung. Venimos de parte de Jeon Jung...

Al oir el nombre de ese hombre Yoongi cambio su semblante de inmediato. Hizo de sus labios una fina línea y fruncio aun más el entrecejo de forma brusca, si es que eso era posible. Los interrumpio de inmediato.

—Si vienen a jodernos..—murmuró sin terminar la oración.

Y estaba por cerrarle la puerta en la cara a ambos, pero Chaeyoung de inmediato lo detuvo con su mano haciendo a Yoongi alzar las cejas con sorpresa.

—Se trata de Lalisa—explico rápidamente con un temblor en su voz—¿Piensas ser un imbécil e ignorarnos de todas formas? Los hemos llamado cientos de veces. Nadie contestó el maldito teléfono.

Yoongi fruncio el ceño.

—Nos hemos quedado sin luz desde ayer. Por eso no estábamos al tanto—explico con brusquedad.— ¿Qué con eso? ¿Qué sucede con Lalisa?—en sus ojos se pudo ver el destello de preocupación- Si le han hecho algo juro que...

—La han secuestrado—dijo rápidamente Jin—y necesitamos de su ayuda para encontrarla. No tenemos tiempo, ya ha pasado un día y no sabemos que hacer al respecto.—escupio rápidamente

Yoongi abrió el doble de sus ojos mientras entreabria la boca tratando de asimilar la informacion.

—¿Q-que...? ¿Lalisa...?—No podía formular oraciones coherentes con su boca.

Luego, como si hubiera conectado cables en su cabeza, volvió a su expresión de seriedad y gritó.

—¡Jennie!—dicho esto dejó a puerta abierta y corrió hasta dentro de la casa. Rosé y Jin dudosos de sus pasos, entraron también. Rosé primero que Jin, para que este cerrará la puerta tras de si.

La casa era pequeña y desordenada. Se notaba que no vivían en óptimas condiciones. Más ninguno tuvo mucho tiempo de analizar el ambiente cuando una Jennie con rostro preocupado apareció en la estancia, seguido de Yoongi.

—Vamonos ya mismo.

[...]

Lalisa sentía todo su cuerpo pesado y débil. Su respiración se hacía cada vez más dificultosa por el encerramiento de aquel lugar y sentía que se desmayaria en cualquier momento. Sus muñecas se encontraban lastimadas de lo apretadas que estaban y gracias el forcejeo constante, Lalisa ya comenzaba a sentir dolor y ardor en la zona, indicándole que estaba realmente lastimada.

Fue entonces cuando bajo la cabeza sintiendo un ligero mareo, que oyó como la puerta de chapa frente a ella era abierta. No se molesto en subir la cabeza, pues ya sabía que se trataba de Leyla. Pudo sentir un ligero aire fresco golpearle la cara y se sintió más aliviada de lo que jamás podría admitir.

─¿Qué tal si te damos un baño? Estas realmente hecha un asco...

Lalisa quiso maldecirla por hacer bromas estúpidas con ella. Pero no pudo decir nada porque se encontraba sedienta. Si hablaba, toseria o susurraria las palabras y de las dos formas no quería llegar a ello.

Leyla le quito las sogas y Lalisa chilló por el dolor que le causo ello. Pequeñas lágrimas de dolor se asomaron por sus ojos pero como era de esperarse, Leyla ni se inmutó de ello.

Luego de ese episodio está última comenzó a arrastrarla por el suelo ignorando los quejidos ahogados de Lisa. No supo como ni cuando pero logró meterla en una ducha de agua fría y comenzó a quitarle la ropa. Luego comenzó a enjabonarla y a lavarle el cabello de forma rápida y de forma bruta y descuidada, pero lo suficientemente bien como para que su olor desagradable se fuera. Lalisa quería correr, pegarle con algo, pero sabía que no podría hacerlo mientras ella estuviera en esa posicion. Esa mujer le ganaba en fuerza y en velocidad en esos instantes y se odio por eso aunque no fuera su culpa.

─Hoy te visitará alguien que quiere decirte unas últimas palabras antes de que nos larguemos a Argentina. Así que hazme un favor y no la cagues ¿si?

Leyla le sonrió de forma falsa mostrando todos sus dientes. Lalisa entonces sintió sudor frío en su nuca. Su corazón comenzó a bombear fuerte en ese mismo momento y las repentinas ganas de llorar la abordaron de forma abrupta de tan sólo pensar la bomba que le lanzaron en ese mismo momento.

¿Irse a Argentina? ¿Alguien está detrás de esto? ¿quien?

¿así terminará todo para mi? ¿sólo me secuestran y me alejan de mis seres queridos para siempre?

_____
Soy de Argentina así que dije este es mi momento ahre
mmm espero que les guste el cap porque a mi no me convence pero bueeno

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