"Estamos a punto de aterrizar Por favor que todos los pasajeros vuelvan a sus asientos y que la tripulación asegure la cabina para el aterrizaje"
Aquellas palabras hicieron despertar al joven quien llevaba un buen rato del vuelo dormido, producto del largo trayecto y porque el libro que llevó ya lo terminó en las primeras cuatro horas del viaje añadiendo que las películas que el avión le ofrecían no eran de su agrado. Lo primero que empezó a sufrir, apenas volvía a enderezar su espalda por completo en el respaldo del asiento, fue un horrible dolor de cuello al girarlo respondiendo con pequeños alaridos apagados y muecas de incomodidad.

—esto pasara luego...espero— se decía con el poder del auto convencimiento, al sobarse el cuello con su mano izquierda mientras que con la derecha abría la exclusa, que tenía bajada para que no le llegara el sol en la cara,  para poder divisar el exterior por la ventana. Un paisaje verdoso con altos valles y extensos bosques, ríos con muchas curvas y anchos, una que otra montaña. El cambio de pasar de ver claro desierto y mar cuando despegó de su país de hogar,  a ver un paisaje totalmente "vivo" le produjo una gran sonrisa.

Cuando aquella vista hermosa, se empezaba a transformar poco a poco en lugares urbanos la expresión del joven cambió, no porque le disgustaran los lugares urbanos, sino que le impacto que aquellas pequeñas poblaciones se mezclaran tan bien con las áreas verdes. Debido a que él provenía de una ciudad muy grande y donde no ves nada más que edificios tras edificios,  rodeado de enormes cerros desérticos, esto para él era un primer vistazo alucinante.
Una vez apartó la mirada de la ventana, en su bolso de mano un objeto resaltaba a sus ojos lo que le hizo ahora enfocarse en ello, en pocos segundos tomó aquel objeto circular y colorido en sus manos y se le formó una pequeña mueca al joven.
—parece que tendremos un comienzo increíble, no te parece amigo ?— dijo en voz baja mirando la "Pokebola" que tenía en sus manos. Por motivos claros de política, en Los aeropuertos de hoy, no se podían llevar pokemons de gran tamaño y peso en el avión, debido a unos accidentes causados por ese tema antes.

Tras varios minutos el vuelo llega a su destino en el aeropuerto de Ottawa en Canadá, un aterrizaje suave y bien efectuado, tanto, que los pasajeros agradecieron al piloto dándole un par de aplausos que resonaron unos segundos. Un chatot recibió la señal de su entrenadora que era una azafata y voló desde la última fila de asientos hasta la cabina del piloto, repitiendo siempre el mismo mensaje:
"Respeten al bajar, no olviden sus pertenencias" continuaba alegando entre aleteos. En ese momento el joven guardó la pokebola en su bolso nuevamente y lo cerro para ajustárselo a la cintura y prepararse para bajar junto a los demás pasajeros, aunque sabía que tendría que esperar un poco debido a que este estaba en el asiento de la ventana el más lejos del pasillo para salir. Pero aprovecho el tiempo para ajustarse las gafas ópticas luego, las agujetas de sus zapatillas negras, moverse bien su pantalón azul oscuro y por último pero no menos importante, arreglarse bien su bufanda azul con tonos grisáceos.

—Espero que hayan tenido un viaje estupendo pueden bajar por los tres accesos del avión—
Repitió la azafata de cabecera por medio del comunicador del avión. Esta estaba con una vestimenta diferente a las demás y eso hacía que uno la identificara más fácil, ante sus palabras, la gente empezó a salir con tranquilidad, cuidando sus pertenencias y de no golpear a los cercanos suyos mientras se despedían del personal de la aerolínea con una sonrisa y muchos buenos deseos.

Al cabo de unos minutos y de una buena paciencia, el joven logró pasar a los amplios rincones del aeropuerto de Ottawa. Este le recordaba mucho al diseño del primer vistazo que tuvo del de Miami en Estados Unidos. Un enorme pasillo ambientado con cerámicas negras,  y sobre esta habia una alfombra roja grande para circular. La pared lateral, en vez de estar ahí había un vidrio enorme con algunas columnas de mármol que llegaban hasta el techo. Desde aquella ventana, se podían divisar muchos tipos de aviones ya sean comerciales, de tipo nacional e internacional (estos primeros generalmente son más pequeños y tienen algunas cosas restringidas ). Había un comité de bienvenida donde los recibió, a todos los pasajeros, el personal del aeropuerto, todo muy contento y hasta algunos aprovecharon de tomarse unas nuevas fotos te recuerdo.
También habían aviones de otras aerolíneas, estas mostraban su símbolo oh nombre en la cola, a lo que El joven se puso a adivinar a qué país pertenecían evitando errar aunque no le molestaba si eso ocurría. Fue una divertida llegada.
Posteriormente fueron al área de cintas transportadoras, sin antes pasar por la típica zona de "Policía Internacional" para hacer un rápido análisis de los papeles de cada pasajero que había arribado, antes de pasar a recoger el resto de sus equipajes. Esta parte podía aveces ser un dolor de cabeza si el personal a cargo de este proceso, hacía todo lento o solo habían un par de personas trabajando lo que produciría una gran acumulación de personas.
Un enorme Braviary varicolor estaba en la punta de un poste Vigilando a quienes entrábamos a esta sección a la vez que un Mr.Mime les iba ayudando a las personas con problemas de audición o de movilidad.
Una vez alguna casilla de operador policial se desocupaba y la persona que le tocaba no prestaba atención el Braviary le indicaría con un alarido mientras agitaba sus alas.

Una vez ya pasas por esa sección, recoges tus maletas y te preparas para continuar te encuentras con una sección de tres pasillos en forma de cruz. La izquierda era solo para el personal, la del frente para los que tenían conexión con otros vuelos, por lo tanto la de la derecha para los que buscaban ir al lugar principal donde estaba la entrada y posiblemente los Taxis esperando afuera de esta. Los constantes sonidos de los parlantes anunciando llegadas y despegues, la gente yendo de aquí para allá con sus pokemons, los sonidos y leves vibraciones de los aviones, para algunos sería un caos moverse en un lugar ajetreado.
—Mmm veamos, donde fue que me dijeron que se hallaba la puerta principal — se preguntó  mientras cruzaba por el gran antro principal del aeropuerto que estaba lleno de lugares de comida, como cafés y comida rápida, y como nunca podían faltar, las tiendas de recuerdos.
Un mar de gente moviéndose por el medio del antro, los locales al lado derecho atendiendo con constancia, y al lado izquierdo secciones del aeropuerto separado por puertas hacia diferentes lugares de este, en una de estas, la puerta dos,  era característica ya que tenía un detalle por sobre las otras estaba siempre muy estaba llena de varias personas con carteles en sus manos constantemente ofreciéndole sus servicios de traslado a la gente.
—Bien así no pierdo más tiempo— se dijo una vez noto aquella puerta y se dirigió hacia esta cuidando de no ser tragado por la gran marea de personas.

Al cruzar la puerta principal lo primero que se observaba aparte de la gran cantidad de autos, buses de acercamiento y uno que otro bocinazo. Se encontraba una gran parque al otro lado de la calle, Lo curioso era que no había nada de gente en el parque. Bueno no a muchos les sorprendería debido a que con tantas prisas de horarios de vuelos y todo ello, quien tendría tiempo para sentarse en una de esas bancas y leer algo oh escuchar música. Eso si habían algunos que otros Pokémons ahi, un par de Horsea nadando en el lago del parque, Chicoritas reposando en el césped y uno que otro Nidoran en la banca tomando sol aunque de ves en cuando se bajaban cuando escuchaban un gran estruendo cuando un avión despegaba o aterrizaba.
El aeropuerto desde fuera parecía un gran semicírculo con puntas parecidos a cuernos en cada esquina, el techo había una gran cantidad de paneles solares, lleno de vidrios polarizados en la cara delantera de este y dos largas pistas para acatar todo en cuanto a uso de espacio.

El joven Limpio sus gafas con cuidado usando su playera, y diviso que uno de los conductores estacionados estaba disponible su servicio de taxi para traslado. Aunque pudo haber elegido uno de los que estaban ofreciendo en la puerta dentro del aeropuerto, quería estar en un lugar más tranquilo y sin sentirse presionado más que nada.
—Buenas señor. Emmm.. puede llevarme al centro de Ottawa Porfavor ?— le dijo el joven al conductor del taxi era un hombre delgado de piel blanca y vestía ropa informal, parecía venir de vuelta del gimnasio por su apariencia.
Este reaccionó con una sonrisa y abrió el porta maletas del auto para colocar ahí el enorme equipaje del joven y apenas terminó de cerrar el porta maletas, miro al joven.
—estamos a una hora de su lugar de destino. Pero no se preocupe.— decía el conductor al proceder a abrirle la puerta trasera para que el joven se subiera—como estamos a buena hora no habrá tanto tráfico, por cierto... Es nuevo aquí ?—
le pregunto al dirigirse a su asiento de conductor y empezar a prepararse para partir chequeando todo en su vehículo primero.

El joven solo se sentó en el asiento trasero y cerró la puerta, para poder responder con seguridad. —Así es señor soy nuevo aquí. Vengo a iniciar mi año universitario— le dijo y apenas pudo obtener una vista del conductor por medio del espejo retrovisor, le asintio con la cabeza sin quitarle la sonrisa lo cual le inspiraba seguridad. El conductor solo le devolvió el gesto y partió el auto para empezar a dirigirse a donde le había dicho el joven.

"Bueno, ya logre llegar hasta aquí. Haber a donde me llevara este año mi alocada cabeza"
Se dijo a sí mismo el joven en su mente mientras miraba por la ventana el cómo se iban alejando del aeropuerto.

Continuará...