Sus orbes celestes se deslizaban con rapidez escaneando cada centimetro de la zona del rio que atravesaba la aldea. Frustrado dejó salir un suspiro ¿Dónde podría estar? Se habia ofrecido a ayudar al equipo 10, bueno, a dos de sus integrantes para localizarla debido a su ausencia prolongada.

Shikamaru estaba preocupado y Chouji comía más, debido a la ansiedad, lo cual es mucho decir.

El movimiento de una cabellera rubia sacudirse por el aire lo alertó. Los cabellos de seda delicados y alargados le daba un atractivo que ella sabia con certeza.

Se acercó a paso firma hacia la fémina que descansaba su rostro entre sus rodillas, ocultando.

—Ino, Shikamaru y Chouji estan preocu...—fué interrumpido con violencia.

—¡Lárgate Naruto idiota!

Aquella simple frase bastó para que pequeños sollozos salieran de sus labios, los cuales pensó que había logrado reprimir. Se maldecia por ser tan débil, por no poder ser el ninja que debería y más aun siendo del clan Yamanaka, ninjas de elite encargados de la obtención de información fundamental.

Naruto se quedó de pie, observandola y sintiendo lo que ella estaba pasando.

Asuma estaba muerto.

Ino se sentía realmente culpable por no poder salvarlo pero los akatsukis le dieron una muerte rápida y certera. Mordió con suavidad su labio inferior. Se arrodilló quedando de frente a ella.

Al tenerlo a su altura la Yamanaka levantó el rostro.

Naruto observó sus ojos celestes y deslumbrantes rojos, reflejando un dolor agudo similar al que él habia sufrido en su infancia, su mirar estaba lleno de odio, ira, melancolía y frustración hacia si misma y la lamentable situación. Empero en el fondo de sus pupilas se veia a una chica inocente y rota. Sus mejillas sonrosadas y sus labios delgados y rosados por el labial que tenia se apretaban con fuerza uno contra otro.

Ella se veía hermosa a pesar de su estado lamentable.

Ese pensamiento sorprendió al Uzumaki, jamás habia tenido pensamientos asi por la rubia y esto era por que siempre se veia tan segura de si misma, alegre, decidida e inquebrantable. La que tenía enfrente era una versión por completo diferente de Ino.

Un latido fuerte y doloroso llenó el pecho de Naruto. Queria protegerla y librarla de ese dolor que sabia que estaba consumiendola. Unas ganas de consolarla lo abrumaron de sobremanera y sin pensarlo tomó su mejilla entre su palma sintiendo la piel tersa y cálida contra su piel.

La fémina abrió los ojos sorprendida ante ese gesto. Ella esperaba alguna frase estupida para motivarla lo cual era común en él. La tomó desprevenida y se encontró cerrando los ojos disfrutando de aquella muestra de afecto que realmente necesitaba.

Él aunque al inicio se mostró receloso ante como se lo tomaria la kunoichi, al ver esto la atrajo hacia el sujetandola con fuerza entre sus brazos, sin decir nada. Ella no necesitaba palabras vacías.

La rubia sintió aquel aroma a frescura peculiar emanar de él, respiró profundo mientras las lágrimas salian sin cesar, su corazón dio un brinco y una idea atravesó su cabeza.

No entendía como Sakura se habia aferrado tanto a Sasuke teniendo a alguien como Naruto a su lado todo el tiempo.