INKTOBER NARUTO #22

Palabra: Chef

Personajes: Hashirama y Madara, mención de Teuchi.

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―Tienen que preparar ― Con una de sus manos levanto el domo de metal de la mesa revelando su contenido.

Dejó entrever un enorme ejemplar de salmón en el medio del plato. Todos aguardaron las siguientes palabras que venían. Una mirada oscura se dirigió a analizar el pescado encima de la mesa.

―Tendrán cuarenta minutos para elaborar un platillo a base de salmón. Por favor no hagan un desastre al filetear el salmón. Tendrán cinco minutos en el supermercado. ― Todos se quedaron mirando al frente. ― Y su tiempo en el supermercado empieza...ahora.

Las diez personas en las amplias mesas salieron con rapidez al cuarto que era conocido como el mercado, cada uno comenzó a tomar los ingredientes. Las ideas en su cabeza comenzaron a moverse con rapidez en la mente del castaño. Tachaba cada uno de los ingredientes que iba tomando y los introducía a su canasta. Una vez que comprobó que todo estaba en su lugar, salió del mercado cuando las puertas se cerraron.

―Tendrán cuarenta minutos para entregar su platillo servido, su tiempo comienza en...3...2...1 ¡Ahora!

Hashirama corrió hacia el estante que tenía todas las ollas y cacerolas, tomando todo lo que podían sostener sus manos. Prendió la estufa y colocó una cacerola llena de agua para que hirviera mientras fileteaba el salmón. Una vez terminó introdujo la cabeza y unos huesos a la cacerola y condimentó, para finalmente cerrarla.

Su atención se fijó ahora en picar las verduras de ese caldo de salmón que había pasado de generación en generación en la familia Senju. Sus manos se movían con maestría entre los ingredientes y salteando un par de cosas en una sartén.

Abrió la tapa de la cacerola introduciendo un par de verduras y miró hacia su lado encontrando a Madara Uchiha realizando un sellado a su pescado. Le sonrió levemente por que ambos venían del mismo lugar, Konoha y ahora estaban entre los diez finalistas de master chef japón. Un logro que ninguno había previsto, pero que su sazón había llegado a ser tan exquisito que mantenían su estadía en el lugar.

Chef amateur.

Posiblemente lo eran, pero la sazón de cada uno era algo que todo el pueblo de donde venían conocía y el poder entrar a ese lugar, luego de la fase eliminatoria donde más de quinientas personas terminaron volviendo a casa era un gran logro. Y aún más considerando que luego de un par de programas, ahora solo quedaban un par.

Ellos iban a llevar honor a la aldea escondida entre las hojas.

Hashirama abrió la tapa de su olla introduciendo un centenar de ingredientes más, asegurando el punto de sabor de su caldo. El filete de pescado lo selló en una olla y lo colocó en un molde listo para ingresar al horno. Junto con mantequilla, una cabeza de ajo y romero. Esa forma de comer el salmón junto al caldo era algo que Hashirama había perfeccionado.

Observó el reloj viendo como iban pasando los segundos. Su pescado en el horno aún, su caldo casi listo. Debía servir. Solo quedaban cinco minutos. Fue corriendo a buscar un plato optimo para servir.

Comenzaron a contar cuando el aún estaba emplatando con el sudor en su frente. Colocando el pescado en una posición adecuada, encima de las verduras y agregando unos puntos de un aceite de soya que había realizado. Un par de toques más y...

― ¡Manos arriba! ― Gritó uno de los chefs, que eran jurado.

Chefs que eran reconocidos en todo japón estaban probando su comida programa con programa. Los nervios lo llenaron. Los tres mejores platos pasarían al balcón y se salvarían del reto de eliminación. Fueron pasando uno a uno, hasta que llegó su turno.

Hashirama pasó al frente con su plato en manos y lo dejó encima de la mesa que estaba enfrente del jurado. Lo probaron sin decir palabra alguna. Cosa que le enojó en sobremanera por que no sabía que esperar de ese nulo interés de comentarios. Luego de él pasó Madara recibiendo un par de halagos de la belleza de su plato.

―El mejor plato de la noche es el de...― Teuchi, uno de los jurados habló. ― El de Hashirama. ― Aquellas palabras hicieron que explotara de felicidad. Daría honor a Konoha, estaba seguro de eso. Hashirama ganaría Master chef.