Hada de los dientes
INKTOBER NARUTO #8
Palabra: Dientes
Personajes: Tenten, Ino y Sakura.
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El ruido dominaba la sala, risas en todos lados y voces escandalosas saliendo de las paredes. Eran niñas bastante animadas. Atrajo su atención con una palmada, a lo cual sus alumnas hicieron una fila horizontal enfrente de ella.
― Hoy vamos a practicar un nuevo baile, asi que porfavor niñas síganme y si tienen dudas puedes hacerlas de forma libre.
Ellas comenzaron a seguirla con torpeza, girando y balanceándose de vez en cuando. La clase fue bastante enriquecedora por que pudieron aprender un par de pasos de el baile que terminarían de presentar a fin de cursos. Solamente había que perfeccionar algunos puntos pero las niñas eran bastante talentosas y no le preocupaba.
Les dio oportunidad de bailar de forma libre en los últimos minutos de la jornada y todas comenzaron a brincar, reir y girar. Ella simplemente guardaba un par de cosas en el armario y las descuidó un momento.
Un golpe sordo la hizo tirar las cosas de su mano y acudir hacía el lugar encontrando a la pequeña Ino en el suelo con los ojos llorosos.
―Se le han caido los dientes. ― Gritó asustada Sakura Haruno, la mejor amiga de Ino.
Tenten acudió a ayudar a su alumna viendo que no se había hecho algún rasguña herida grave más que el diente que había salido de su boca. Lo recogió y se lo puso en sus pequeñas manos. Los labios de Ino temblaban al verlo.
Las demás alumnas la rodeaban curiosas de ver el pequeño diente en sus manos con algo de sangre en él. Algunas hicieron sonidos desagradables, otras gritaron confudidas.
― Maestra ¿a Ino se le caerán todos los dientes? ― Habló Sakura, alimentando la desesperación de todas las alumnas.
La castaña simplemente rió mientras sacudia la cabeza. Ellas de verdad eran bastante imaginativas y hacían grandes situaciones que eran minimas.
―No Sakura, solamente se le ha caido un diente. Pero le saldrá otro nuevo. A todos nos pasan, asi que no se preocupen.
Tenten agachada observaba los ojos celestes rojos por las lágrimas contenidas. Le acarició la cabellera rubia mientras intentaba confortarla.
―Ve a casa y en la noche ponla debajo de tu almohada. En la noche te visitará el hada de los dientes y a cambio de tu diente te dejará un par de monedas.
Tenten soltó la historia que sus padres le contaban de pequeña cuando ella perdía sus dientes. Que es algo nuevo cuando eres niño y no entiendes que es algo normal que tiene que ver con tu desarrollo. Pero esa historia la confortó tanto que ella siempre deseaba que se le cayeran los dientes para poder ver aunque sea una vez al hada.
Las niñas estallaron emocionadas y con la curiosidad visible en todo su rostro ante sus palabras y le exigieron que hablara más al respecto.
Tenten les relato que existía una mujer sumamente hermosa, con la piel tornasol, los ojos más brillantes que hubiera visto y un par de alas enormes que le permitían volar que acudía a casa de cada una de las niñas que perdían sus dientes. En esos dientes estaban sus memorias que cuando ellas lo necesitaran, el hada de los dientes podría enseñarles aquello que necesitaban.
Todas gritaron extasiadas ante eso y susurraban que ya querían perder alguno de sus dientes para poder ver al hada de los dientes.
Ino contemplaba el diente en sus manos con una gran sonrisa y sus ojos destellaban de la emoción.
―Ino nadie jamás ha podido verla, tal vez seas la primera en lograrla.
Ese fue el combustible suficiente para que al sonar la campana su pequeña alumna la abrazara y saliera dando brincos de la clase con una sonrisa envidiable.
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