Amor de padre
INKTOBER NARUTO #21
Palabra: Dormir
Personajes: Iruka y mención de Naruto.
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Iruka no podía dormir, como cada noche desde hace un par de semanas.
Su mente trayendo la misma idea sin descanso, martirizándolo aún más a la hora de irse a la cama. Y es que su sentido de la moralidad se esforzaba a evocar esos recuerdos. Se levantó de la cama con la intención de que un paseo nocturno le ayudaría a distraer su cabeza.
Se sorprendió a si mismo al llegar al mismo sitio de cada noche, un golpe en su pecho ante la culpa de seguir haciendo esto. Él mismo se reprendía en cada ocasión, aunque de igual forma se preguntaba en cada ocasión si eso estaba del todo mal. Él estaba solo. Como él hace tiempo.
Se asomó en la ventana una vez que subió recargándose en el marco de madera y vio a cierto rubio dormir en una posición muy incómoda en su sitio. Estaba por caerse de la cama. Y le recordó a su yo de hace un par de años. De forma inevitable llegaron los pensamientos de los cuales estaba huyendo.
Naruto era igual a él.
Estaba completamente solo, nadie se preocupaba por él, tenía que hacerse el payaso para que, aunque sea alguien se dignará a fijarse en que existía, aunque las razones fueran malas. Por que, si alguien no le hacía caso, iba a desaparecer.
Y las razones por las que ambos estaban solos era la misma: por lo que Naruto tenía dentro de él. El kyubi. Esa bestia les había arrebatado todo. Y es algo que Iruka no podía dejar ir. Por culpa de esa cosa es que había perdido a su familia. Todo lo que tenía y se había quedado en la nada. Sin embargo, verlo de esta forma, sus travesuras en la aldea, todo eso arrugaba de forma dolorosa su corazón. Por que veía tanto en Naruto de él. Y eso es lo que lo llevaba a estar en esa ventana a altas horas de la noche.
Un sentimiento extraño de...protección se originaba en su interior cada que convivía más con Naruto ahora que estaba en la academia, quería protegerlo de todo el sufrimiento que él había tenido que pasar todo. E Iruka tenía la posibilidad de evitar que Naruto estuviera tan solo como él.
Estaba en un dilema que no lo dejaba dormir con normalidad. Él odio y rencor que su corazón albergaba por que el kyubi le arrebató todo. Y las ganas de proteger a ese niño de la crueldad de las personas que huían de él con miedo.
Naruto necesitaba una familia o alguien que se preocupara por él. Eso que Iruka siempre necesitó. Y él mismo necesitaba a alguien a quien guiar y proteger. Proteger como sus padres hicieron con él y la aldea.
¿Qué clase de persona sería si dejara que alguien más viviera lo que él? Y más considerando que tenía la capacidad de cambiarlo. Depositar sus esperanzas en Naruto. Asegurarse que se alimentara bien ya que las botellas de ramen instantáneo que siempre estaban en la mesa y aumentaba le indicaban que sobrevivía de cosas.
Su cuarto desordenado daba por hecho que nadie más que él ingresaba ahí y que poco le interesaba la limpieza. Es que un niño huérfano desde que nació ¿cómo va a saber la importancia de comer bien y ser aseado? Esas son cosas que los padres te enseñan.
Iruka sonrió al verlo moverse en la cama abrazando la almohada cual niño en busca del mínimo cariño. En ese momento comprendió que debía dejar ir todo ese odio injustificado hacía él. Naruto no había controlado ni mandado a la bestia a Konoha. Él no les había arrebatado a sus padres. No debía tenerle miedo y mucho menos rencor.
Debía proteger a Naruto de la soledad que casi lo consumía a él.
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