POV de Ciel:

Habían pasado unos 2 días desde que volvimos de la iglesia de Preston y ellos averiguaran mi secreto, al igual que el de Sebastian. Todos los miembros de la iglesia simplemente habían huído tras la muerte del líder, y no hubo rastro de Angela ni en la biblioteca Shinigami ni en la iglesia. Eso era suficiente para la reina. La amenaza había desaparecido de Preston, después de todo. En cambio, yo sentía como si hubiera dejado el trabajo a medias por no haber matado a esa ángel.

Había notado algunos cambios desde ese día. Primero, Sakura se había hecho amiga de Snake, quien a pesar de ser aún tímido, había empezado a hablar sin sus otros "sirvientes". Shaoran de vez en cuando entraba en mi estudio para saber si había noticias de las sombras. Kurogane era como siempre, salvo que miraba más enfadado que antes a Sebastian. Mokona era su yo de siempre, al igual que Sakura. Pero Fye había cambiado de repente, pero no después de que volviéramos.

Había cambiado después de que él y Kurogane limpiaran el desastre que causaron en la mansión. Era mucho más serio y algo parecía preocuparle. A mí me venía sin cuidado si no me causaba problemas.

Ya tenía suficientes con todo mi trabajo, además de una extraña sensación que había tenido durante todo el día. Era un sentimiento muy familiar, pero no lograba reconocerlo...

Oí a alguien llamar a la puerta de mi estudio. -Adelante.- Dije sin levantarme.

Sebastian entró con un puñado de cartas.

-Algo de la reina?- Pregunté. Sebastian sonrió pero negó con su cabeza.

-No, mi señor. Son invitaciones para bailes.- Dijo poniendo las dos cartas sobre mi mesa.

Suspirando, abrí las cartas y las leí. Una invitación al estreno de una nueva tienda y la invitación a un baile del Vizconde de Druitt. A esa última sentí escalofríos recorrer mi espalda. Sabía que me había invitado por la compañía Funtom... pero no podía evitar sentir escalofríos al recordar el último baile suyo al que fui obligado a asistir.

-Tíralas. No me interesan.- Dije devolviéndole las cartas a Sebastian.

-Pero señor, no puede rechazar siempre las invitaciones.- Dijo con una sonrisa demasiado divertida para mi gusto. -Si tiene miedo, puedo darle clases de baile, aunque temo que su talento es completamente nulo.

-Cállate. He dicho que las tires, así que las tiras, entendido, maldito demonio?- Dije enojado. Sebastian sonrió su sonrisa demoníaca e hizo una reverencia. -Enseguida, señor.

Estaba a punto de salir de la puerta, cuando se paró. -Ah, antes de que se me olvide. Le ha llegado esta carta hace unos días, pero por desgracia Finny lo perdió entre los arbustos. Lo encontré esta mañana.- Dijo entregándome una carta del bolsillo de su frac. No será esa una carta de la reina?

-Y no podrías haberlo dicho antes?- Pregunté enfadado mientras abría la carta.

Hola Ciel!! <3

Voy a venir en unos días de visita a la mansión. Habría venido antes pero me dijiste que no volviera a venir sin avisar, así que he decidido avisarte por carta antes! ^^ Vendré en unos días con mi criada Paula, estoy deseando verte! Le he enviado a Sebastian un nuevo traje que te he comprado, por favor póntelo. Seguro que estarás monísimo <3

Siempre tuya,

Lizzy <3

-Le ocurre algo, señor?- Preguntó Sebastian con una voz que delataba lo divertido que le resultaba esta situación. A mi me enfurecía.

-Tú sabías que ella iba a venir, cierto?!- Le grité.

-Como podría saber eso, señor?- Preguntó sonriendo. Estaba más que claro que lo sabía.

-Pensaba que no podías mentir!!- Grité.

-Y así es, mi señor. A diferencia de los humanos, yo nunca miento. Yo no sabía que la señorita Elizabeth iba a venir, pero podía presentir que hoy tendríamos más invitados de los que ya tenemos.

-Pero no se va a enfadar la tía Frances?- Pregunté.

-Seguramente no, ya que ella ha enviado una carta de antemano, señor. Si me disculpas, voy a ver como van las preparaciones.- Dijo con una reverencia y se marchó.

Yo pegué mi cabeza a la mesa desesperado. Elizabeth me sacaba de quicio. Este día va a ser muy, muy, largo. Lo podía presentir.

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Después de unas horas estaba en el salón principal con Shaoran y el resto de su grupo. Todos estábamos tomando el té de la tarde, yo llevando el traje que Elizabeth me pedía llevar, cuando las puertas de abrieron de golpe.

-Cieeeeeeeeeeeel!!- Exclamó la voz de Elizabeth mientras esta corría para estrangularme con un abrazo.

-Hola Elizabeth...- No me dio tiempo a terminar la frase cuando se puso a darme vueltas por la habitación como a un muñeco de trapo

-Te he dicho que me llames Lizzy.- Dijo seria, lo que contrastaba con su llamativo vestido rosa y su gran lazo en sus rizos dorados.

-Ciel enseñame a jugar al ajedrez!- Exclamó Lizzy. Yo le miré enfadado y le respondí con un simple:

-Ni hablar.

-Por favor...

-He dicho que no!!

-Más gente rara? Es que Grell no era suficiente?!- Exclamó enojado Kurogane.

-Ciel quien es esta chica?- Preguntó Shaoran.

-Esta es Lady Elizabeth Middleford. Hija del Marqués de Middleford.-Dijo Sebastian, que había entrado con la criada de Elizabeth, Paula.

-Hola a todos ^^- Dijo Lizzy sonriendo a todos.

-Lizzy, estos son Shaoran, Sakura, Kurogane, Fye y Mokona.- Dije presentándoles a todos.

-Que cosa tan mona!!!- Exclamó Elizabeth y se acercó a Mokona y se puso a abrazarlo como a un peluche.

-Waaaah Mokona no es un peluche!- Exclamó Mokona.

-... habla?- Preguntó Lizzy sorprendida.

-Eh, si. Es Mokona. Es una estrella universal o algo parecido.- Dije

-Que adorable!!!- Exclamó Lizzy y lo volvió a abrazar.

-Bueno ya es suficiente Lizzy.- Dije y le quité a Mokona y se lo devolví a Sakura. -A qué has venido, Lizzy?

-Es que tengo que tener una razón para ver a mi prometido?- Preguntó Lizzy con una sonrisa que decía que había algo más, pero decidí dejarlo estar.

A esto todos levantaron la vista. -Su qué?!!! Exlamaron todos ellos a la vez.

-Ah si, se me olvidó comentarlo. Lady Elizabeth también es la prometida del señor Ciel.- Dijo Sebastian.

-Pero cómo puede tener prometida siendo tan joven?!- Gritó Kurogane.

-El señor es de la nobleza, después de todo. Es tradición que los nobles se casen con otros nobles.- Respondió Sebastian.

-No me refería a eso. Me refería a como puede estar ya prometido con a penas 10 años!- Gritó Kurogane. 10 años?!

-Tengo 13, no 10. Y si, Elizabeth y yo llevamos prometidos desde que éramos muy pequeños. Se había decidido de antemano. Como dijo Sebastian, es tradición.- Expliqué sentándome de nuevo. Elizabeth se sentó en una de las sillas a mi lado en la mesa.

-Te he dicho que me llames Lizzy, Ciel!- Exclamó Elizabeth. Suspiré y fingí una sonrisa.

-Ahora en serio, Lizzy. Dime por qué has decidido venir así de repente.

Ella me sonrió con una sonrisa muy extraña, y pronto me plantó una cajita blanca con un lazo azul en la cara.

-Qué es esto?- Pregunté, mirando la caja.

-Pero señor, no se acuerda de que día es hoy?- Preguntó Sebastian con una sonrisa. En ese momento me di cuenta. La extraña sensación de esta mañana... Era por mi cumpleaños.

-No...- Dije levantándome y alejándome de la mesa. Todos me miraban extrañados, pero yo no podía... era mi cumpleaños... hoy era el aniversario de "ese" día... el día en el que lo perdí todo.

-Señor...- Dijo Sebastian, pero yo salí corriendo de la habitación, por primera vez, mis sentimientos apagados pudiendo con mi orgullo.

POV de Elizabeth:

Ciel... quería darle una sorpresa para alegrarle, igual de cuando conseguí animarle hace un año cuando le compré ese anillo que se parecía tanto al anillo que le rompí. Sebastian había conseguido arreglar su anillo, por lo que pensé que mi regalo no le agradaría, pero me alegro que finalmente le gustara. Que le hiciera un poco más feliz.

Pensé que Ciel había conseguido pasar de ello. Ser capaz de celebrar felizmente su cumpleaños de nuevo, como cuando solíamos ser pequeños. Claramente me equivoqué, y le causé dolor a Ciel.

-Voy a ver como se encuentra el señor. Esperad aquí.- Dijo Sebastian y se marchó.

-A qué ha venido eso?- Preguntó Kurogane.

-H-ha sido por mi culpa...- Dije con lágrimas en los ojos. Había hecho daño a Ciel...

-No lo entiendo, que ha pasado?- Preguntó Shaoran.

-E-es... esque....- Dije entre lágrimas.

-Vamos no llores Lizzy. Que ha ocurrido?- Preguntó Sakura sonriendo.

-Yo pensaba... pensaba que Ciel volvía a disfrutar de este día...- Dije llorando. -Pero debía haberlo sabido. Este día siempre fue tan triste para él...

-Pero que dia es?!!- Gritó Kurogane. Ese hombre me daba miedo.

-Waa Kurogane ha asustado a Lizzy!- Exclamó Mokona.

-Hoy es... su cumpleaños.- Respondí secándome las lágrimas. -Hoy es el día en el que sus padres murieron.

Entre todos los invitados de Ciel pasó una mirada oscura. Sabían ya sobre los padres de Ciel?

-Vaya...- Dijo Kurogane.

-Pobre Ciel... que sus padres murieran el mismo día de su cumpleaños...- Dijo Sakura.

POV de Ciel:

He perdido todo el orgullo que me quedaba. Mira que ponerme así por un día... nunca antes había reaccionado tan mal a este día. Había huido como un cobarde a mi estudio.

Pero cada vez que cerraba los ojos o recordaba el día que era hoy, recordaba las visiones que vi cuando esa maldita ángel trataba de cambiarme mis recuerdos. Las caras de mis padres cosidas juntas... las llamas... la jaula... la tortura... el dolor... las sombras.

-Señor. Se encuentra bien?- Preguntó una voz detrás de mi. Era Sebastian.

-Tu que crees?- Le respondí friamente.

-Es de mala educación marcharse de esa forma con invitados, mi señor.- Dijo Sebastian.

-Lo sé, y ha sido estúpido. Es solo que... yo...- Dije mirando mi anillo.

-Se arrepiente de sus decisiones, señor?- Preguntó Sebastian muy cerca. Me di la vuelta y vi sus ojos brillando con un rojo brillante con un tono a fucsia.

-Por su puesto que no!- Grité y le aparté con un golpe. -Ha sido un momento inesperado, nada más.

De veras ya había pasado un año desde ese día?

Sebastian pareció darse cuenta de lo que estaba pensando. -Ha pasado otro año, mi señor. Ya tiene 14 años. Día tras día, estamos más cerca del final. Se arrepiente?

-Por supuesto que no.- Dije saliendo de la habitación con Sebastian detrás.

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Hola! Quiero aclarar una cosa. En el manga hay tantos tomos que pensé que Ciel parecía tener 13 años siempre, por lo que después de darle vueltas y vueltas y vueltas, decidí que el asunto de la Iglesia de Preston ocurriera casi un año después del 13 cumpleaños de Ciel. Espero que no sea demasiado raro que Ciel sea un año más mayor ^^

~Ninatigerlily