La Conquista
"La vida es un misterio extraordinario"
El líder de la segunda aldea habitada por Uzumaki se había enterado de la caída de la primer aldea de las Tres Marie, así habían nombrado los tres fundadores a sus aldeas que quedaban camino a Uzushiogakure.
Cuando se enteró que el legítimo heredero estaba vivo y tenía por objetivo reconstruir Uzushiogakure, se preocupó y mucho. Sabía perfectamente lo que la profecía revelada hace muchos años decía. Jamás pensó que tomaría forma en estas épocas, y la heredera fuera una kunoichi.
Generalmente, el heredero de la línea sucesoria de los Uzumaki era entrenado en el Arte del Fuinjutsu y casi no había posibilidades de que se convirtiera en ninja. Pero esta joven era aún más peligrosa, era una kunoichi poderosa.
El hombre frunció el ceño y prendió su cigarro en gesto de ansiedad. Esa mujer llegaría en cualquier momento. Pero no sería estúpido como Hitoshi.
– Lord Kazuo, un ejército está frente a la entrada de la aldea – informó un ninja
El momento había llegado, esa mujer estaba aquí.
El viaje hasta la segunda aldea había sido largo pero Misato se encargó de que su gente tuvieran un buen lugar dónde dormir y alimentarse.
En el camino, había conocido a Tadao que era el capitán de los Samurai. La kunoichi pudo ver que era un hombre de corazón noble y que nunca había aceptado a Lord Hitoshi como su líder pero no tuvo opción. Había tenido su vida y la de los demás en sus manos.
En el viaje, Tadao le informó a Misato sobre la segunda aldea. Su líder era Lord Kazuo, antiguo miembro la élite shinobi de Uzushiogakure. Cuando Uzushio cayó, él se encargó de reunir miembros Uzumaki y llevarlos a un nuevo hogar pero pronto cayó ante el poder que un ninja de Konoha le ofreció.
Al escuchar esto, Misato frunció el ceño. Un ninja de Konoha. Aquello era preocupante, tendría que averiguar quién fue ese shinobi aunque tenía sus sospechas.
Al acercarse a la entrada, Kazuo observó a la kunoichi pelirroja y al ejército que la acompañaba. La mujer se había bajado de su caballo y de repente, caminó hacia delante hasta quedar a varios metros del líder.
– Mi nombre es Misato Senju, y he venido en paz – se presentó la kunoichi
– Usted está frente a Lord Kazuo Uzumaki, Líder de la Segunda Línea de las Tres Marie – habló un hombre como vocero – Emperador Supremo, Maestro del Fuinjutsu y miembro de la Rama Principal Uzumaki – finalizó
– Un placer – respondió Misato con la mirada fija en el hombre silencioso y este asintió
Sin más, los Samurai y civiles que Misato traía consigo fueron llevados a una zona donde podrían hospedarse. Por supuesto, la kunoichi se aseguró discretamente de que esto fuera verdad y así lo fue.
Luego, Misato acompañó al líder a su fortaleza. La joven pudo notar que esta era mucho más modesta y los habitantes tenían una mejor calidad de vida que la primer aldea.
– Mi gente vive muy bien – habló Kazuo en tono monótono – me aseguré de ello luego de la caída de Uzushio
– Así parece – asintió Misato
– ¿Qué tal si merendamos? – preguntó Kazuo cortés
– Claro
Una vez en el despacho del hombre, una sirviente trajo el té con unos dulces de aspecto sabroso. Misato notó que la sirviente tenía una especie de collar plateado. Siendo una sensor, pudo detectar que estaba bañado en chakra.
– Vete – gruñó Kazuo al ver la mirada de la kunoichi – es el mejor té del mundo – fingió una sonrisa
– Vaya, realmente lo es – sonrió Misato luego de probar la bebida
– En fin, ¿qué te trae por aquí? – preguntó Kazuo sin rodeos
– Estoy de camino a Uzushio y me dijeron que tengo que pasar por estas aldeas inevitablemente – respondió Misato con calma
– No hay nada en Uzushio más que ruinas
– La restauraré – respondió Misato mirando al hombre
– Interesante – dijo Kazuo
Luego de la merienda, Lord Kazuo le mostró a Misato su fortaleza y demostró estar bastante orgulloso de ella. Tenía bastantes lujos y múltiples sirvientes.
Cuando se hizo de noche, Misato visitó la zona donde estaba su gente y vio que estaban bien por lo tanto, volvió a la fortaleza.
– Esta es tu habitación – dijo Kazuo abriendo una puerta
– Gracias, Lord Kazuo – asintió Misato
– Te traerán la cena y un poco de compañía – el hombre sonrió cuando Misato levantó una ceja interrogante
Sin más, el hombre se marchó y al poco tiempo, una sirviente trajo una bandeja con su cena. Misato aprovechó para preguntarle qué era el collar que tenía y la mujer amplió los ojos horrorizada mientras negaba con la cabeza y casi se fue corriendo. Aquello no era buena señal.
Misato observó la bandeja, había bastante comida. Más de la que necesitaba. La kunoichi tomó el té y se alimentó con algunas verduras y arroz.
Luego de cenar, Misato tomó un largo baño y suspiró en relajación. Cuando terminó, se vistió con ropa que le ofrecieron y se dispuso a peinar su largo cabello rojo frente a un espejo.
Mientras se peinaba, golpearon la puerta suavemente y un hombre entró a la habitación. Misato lo miró interrogante.
– Lord Kazuo me pidió que le hiciera compañía – dijo el hombre quitándose la camisa para luego acercarse a la joven
– ¿Qué estás haciendo? – preguntó Misato poniéndose de pie y mirándolo
– Mi trabajo – el hombre se acercó demasiado y quiso besarla
En ese momento, Misato se alejó ágilmente y miró al hombre.
– ¿Cuál es tu nombre? ¿Y qué edad tienes? – preguntó Misato
– Ryo, y tengo veinte años – respondió el muchacho
– Está bien, encantada de conocerte, Ryo – sonrió Misato – pero no quiero ese tipo de compañía
– ¿Por qué?
– Porque no – respondió la kunoichi un poco nerviosa
– Ya veo – asintió Ryo – estás enamorada y tu corazón pertenece a alguien
– ¡¿Qué?! – exclamó Misato pero luego recobró la compostura – quizás es mejor que te vayas así duermo
– Si me voy, Lord Kazuo me asesinará – dijo Ryo con semblante sombrío
– ¿Por qué dices eso?
– No puedo hablar más – dijo Ryo mostrando su collar plateado en el cuello pero de menor tamaño
– ¿Qué efectos tiene el collar? – preguntó Misato y Ryo negó con la cabeza
Misato dejó de preguntar al ver que Ryo no podía responder. Claramente, ese collar le impedía hablar determinados temas.
– Duerme en la cama, yo dormiré en el sofá – informó Misato y negó con la cabeza cuando Ryo iba a protestar
– Gracias – Ryo esbozó una pequeña sonrisa
Finalmente, Misato tomó una manta y se recostó en el sofá. Afortunadamente, el sofá era más cómodo de lo que pensaba aunque realmente no importaba, era una kunoichi.
A la mañana siguiente, Ryo se había marchado y Misato aprovechó el momento de soledad para invocar un pequeño tigre y enviar un reporte al Hokage. Además de preguntar cómo estaba su gente en Konoha.
En ese momento, un cuervo apareció picoteando el vidrio de la ventana. Misato fue a abrir la ventada y el cuervo le dio un pequeño rollo. La joven sonrió levemente.
Querida Misato, ¿cómo estás? Espero que bien. Sasuke y yo hemos estado recorriendo el País del Fuego y hasta ahora hemos logrado ayudar a muchas personas. Pero luego te contaremos más cuando nos veamos.
¿Sabes? Mi pequeño hermano te extraña mucho y siempre me cuenta las misiones del Equipo Siete. Como alguna vez dije, Shisui tenía razón sobre ti. Por cierto, yo también te extraño. Esperamos verte pronto.
Misato amplió su sonrisa al ver el contenido del mensaje. Realmente le alegraba saber sobre ellos, y por supuesto que también los extrañaba. Rápidamente, respondió el mensaje y se lo dio al cuervo. La joven observó al cuervo volar con gracia y sonrió para sí misma.
Un sirviente llamó su atención diciéndole que el desayuno estaba listo. Sin más, Misato siguió al sirviente y prontamente, llegaron a un gran salón donde Lord Kazuo estaba tomando el té.
Hablaron pocas palabras y el hombre se marchó para cumplir sus deberes. Misato aprovechó para pasear por la fortaleza.
En su supuesto paseo, Misato descubrió que los guardias de esta aldea eran ninjas con uso pleno de su chakra. Posiblemente jounin. Continuó su tranquila caminata hasta llegar a la cocina donde estaban los sirvientes.
Al entrar, la miraron sorprendidos pero no dijeron una palabra. La cocina parecía bastante normal y hasta hogareña pero una presencia de chakra maligno despertó sus sentidos.
Misato tocó las paredes y caminó por la cocina en esa pose. Cada vez se acercaba más a ese chakra maligno. La kunoichi descubrió un genjutsu sobre una parte de la pared.
Nadie hubiera sospechado de la pared si no fuera por su sentido sensor. Misato liberó el genjutsu y una puerta de madera se reveló. La joven se dio vuelta para ver a los sirvientes y estos, la miraban aterrorizados. Su expresión de horror y miedo fue suficiente para Misato.
La kunoichi abrió la puerta y pudo ver una escalera que la llevaría a un gran sótano. Sin más, Misato bajó lentamente las escaleras y encendió la luz. Allí pudo ver con claridad una gran cantidad de personas trabajando en condiciones deplorables.
Un grito llamó su atención, corrió hacía el lugar y una mujer estaba en trabajo de parto mientras lloraba del dolor. Misato se acercó velozmente y le aplicó chakra médico para aliviar su dolor.
– Po-or fa-avor, lle-evate a mi beb-e – susurró la mujer lastimosamente
– Te sacaré a ti y al bebé de aquí – prometió Misato – y a ustedes también – dijo al ver que la rodeaban y miraban con curiosidad
Misato continuó ayudando a la mujer a que tuviese a su bebé. Le indicó cuándo debía pujar y así fue como la kunoichi pelirroja recibió al bebé en el mundo. Misato hizo que el bebé respirara por su cuenta luego de aplicarle ninjutsu médico y rápidamente lo lavó en una fuente de agua limpia. Luego, lo envolvió en una manta caliente y se lo dio a la madre que sollozaba agradeciéndole a Misato. La joven simplemente le sonrió y curó con ninjutsu médico.
Después de la curación, Misato observó a toda esa gente mirándola con miedo y esperanza. Una extraña combinación.
– Los liberaré – dijo Misato con una mirada determinada
Y así, Misato se retiró del sótano y se dirigió al despacho de Kazuo. La kunoichi abrió la puerta de una patada. Estaba muy enojada por todo lo que Kazuo había hecho a las personas inocentes.
– Así que descubriste mi pequeño secreto – Kazuo sonrió burlonamente
– ¿Cómo te atreves?
Kazuo hizo una seña y dos ninjas tomaron a Misato de los brazos. La llevaron frente a una ventana.
– Observa – gruñó Kazuo tomando el rostro de Misato – tu gente ahora lucha por su vida – Misato vio con horror cómo ninjas de Kazuo atacaban a Samurai y civiles
En ese momento, la furia de Misato llegó a niveles exorbitantes. La kunoichi liberó su instinto asesino haciendo que los guardias la soltaran aterrorizados. Misato aprovechó y le dio un puñetazo a Kazuo estrellándolo contra una pared.
Y así, Misato enfurecida destruyó la ventana y se lanzó al aire. Su cabello rojo se ondeaba violentamente hasta que Misato cayó al suelo en perfecto estado.
Los guardias al verla fueron a atacarla por órdenes de Kazuo pero ella se defendió rápidamente dejándolos inconscientes. Misato corrió velozmente hacia la zona donde residían los Samurai y civiles.
Al llegar y ver la batalla, Misato invocó los Tigres de Sumatrae. Una gran zona se lleno de tigres médicos que la kunoichi ordenó sanar a su gente mientra que los tigres de ataque obedecieron las órdenes de dejar inconscientes a los ninjas de Kazuo.
Y así fue, como Misato le dio apoyo a su gente. Ella luchó arduamente en el frente de batalla hasta que llegó Kazuo acompañado de una gran cantidad de ninjas.
Kazuo sonrió con sorna al verla e hizo una seña a sus ninjas para que la atacasen. En ese instante, Misato frunció el ceño e invocó el Gran Hombre de Madera.
Los shinobi bajo las órdenes de Kazuo vieron con asombro y temor la gran invocación de la kunoichi. Se horrorizaron aún más al escuchar el gruñido de una bestia. Un gran dragón ébano hizo su aparición en el campo de batalla.
Más dragones lo acompañaron gruñendo en las murallas de la aldea. Hattori aterrizó sobre el hombro del Gran Hombre de Madera. Misato estaba sobre la cabeza de su invocación.
– ¡Podemos luchar hasta morir o elegir otra opción! – gritó Misato – ¡Les doy la opción de irse a su hogar con sus familias!
A continuación, los ninjas que obedecían a Lord Kazuo soltaron sus armas y abandonaron la lucha. Lord Kazuo comenzó a gritar que los mataría por traicionarlo. En ese momento, Misato aterrizó en el suelo con fuerza y miró a Lord Kazuo.
Lentamente se acercó al hombre mientras los ninjas que antes luchaban se corrían a un lado para que ella se acercara. Una vez frente a él, Misato correspondió la mirada de los ojos de Kazuo.
– ¿Estás arrepentido por todo lo que has hecho? – preguntó la kunoichi cerca de su oído
– Jamás lo estaré – respondió Kazuo con coraje – ojalá Danzo te hubiera matado junto a tus padres – sonrió con maldad
– Pero aquí estoy – sonrió Misato – y tú, ¿dónde estarás? – Hattori se posicionó al lado de Misato – ¡Inferno! – exclamó la kunoichi
En ese instante, el gran dragón expulsó una gran llamarada de fuego violeta. Misato observó atentamente cómo el fuego consumía el cuerpo de Lord Kazuo. En sus ojos se reflejaban las llamas de la justicia. La justicia por tantos años de sufrimiento que el Clan Uzumaki había sufrido.
– Todos los shinobi que estuvieron bajo las órdenes de Lord Kazuo son libres de irse y nadie los dañará – dijo Misato mirándolos – lo mismo digo para aquellos que fueron esclavizados por este hombre – los sirvientes la miraron con sorpresa – se les retirará el collar restrictivo y serán libres de irse – continuó – pero como dije en la primer aldea que visité, ¡los invito a unirse a mí y a los demás Uzumaki para reconstruir Uzushiogakure! – exclamó Misato con esperanza
Todos estaban demasiado sorprendidos para responder así que Misato liberó a las personas que estaban esclavizadas en los sótanos y les brindó ayuda con su Ninjutsu Médico. Además les brindo comida y una cama para que descansaran.
Al día siguiente, Misato vio que varios ninjas estaban paseándose de un lado a otro. Supuso que se marcharían. Por lo tanto, Misato sabía que había cumplido su deber en liberar a esta aldea y se dirigió a donde estaba su gente.
Allí vio que Haruo y Tadao hablaban seriamente con un ninja. Al verla, hicieron una leve reverencia. Fue allí, que le informaron que todos los ninjas y civiles de la segunda aldea se unirían al viaje de Misato.
La joven sonrío ampliamente y asintió aceptándolos. Luego, Haruo le explicó que una mujer con un bebé había reunido a todos los civiles para decirles que Misato Senju le había salvado la vida a ella y los demás esclavos. Y un ninja que escuchaba corrió la voz entre los demás y prontamente, se enteraron que Misato los había salvado ya que antes no habían comprendido el por qué de la batalla y creían que ella venía a esclavizarlos.
Y fue así, que Misato le pidió a Tadao que reuniera todos los caballos y los que estuviesen en la segunda aldea para continuar su camino.
Pronto, Misato junto a los Samurai, ninjas y civiles partieron rumbo a la tercera aldea. Pero antes de ello, los ninjas y civiles demostraron su agradecimiento con aplausos. Misato sonrió al verlos.
Sin más, Misato se montó en su caballo y partió en primera línea seguida por Haruo y Tadao, los Samurai, civiles y ninjas. Una vez más, la kunoichi miró al frente con una mirada de determinación mientras continuaban su camino.
Las noticias se esparcieron una vez más por las Naciones Ninjas. Nanadaime Hokage estaba bastante presionado con su nuevo cargo y la presión aumentó aún más al enterarse de las hazañas de Misato Senju.
Los Kages pidieron una reunión urgente para hablar sobre los recientes acontecimientos. En otras palabras, para hablar sobre las conquistas de Misato Senju. Kakashi sabía que aunque la guerra acabase de terminar, la mentalidad de los Kages sería difícil de cambiar.
Entendía que consideraran a Misato como un peligro para sus aldeas. Una persona demasiado poderosa que estaba conquistando aldeas. Y claramente, ellos temían que Misato fuera a sus aldeas. Pero Kakashi conocía a su antigua alumna y sabía que eso no pasaría.
Simplemente estaba reuniendo a los Uzumaki del mundo para darles el hogar que una vez les fue arrebatado. Tan solo esperaba que esto no ocasionase problemas.
A los pocos días, Misato y los demás llegaron a la tercera aldea. Se sorprendieron enormemente al ver la tercera aldea en llamas y toda la gente estaba fuera de ella de pie esperando su llegada. Misato se acercó con su caballo rápidamente y un hombre civil la detuvo.
– Lady Misato – llamó el hombre – ¡Lord Juro ha intentado asesinarnos al ver que su aldea sería conquistada! – explicó
– Así es, Lord Juro perdió la cordura al enterarse que usted había conquistado las dos aldeas y venía por esta, por lo tanto incendió la aldea... – el ninja desvió la mirada
– ¿Y que más pasó?
– Hubo muchas victimas – respondió el hombre civil – entre ellos... mi esposa e hijo... – ahogó un sollozo – todo ocurrió tan rápido
Al escuchar esto, Misato se bajó de su caballo y caminó hacia la aldea que todavía ardía en llamas. Los demás ninjas y aldeanos de la tercera aldea observaron cómo Misato Senju entró a la aldea y desapareció entre las llamas.
Varios minutos pasaron hasta que vieron a sus seres queridos salir de entre las llamas con vida. Ninjas y aldeanos se emocionaron y abrazaron a sus familias que habían muerto y ahora habían revivido.
– ¡Es Misato-sama! – gritó un ninja
Una figura femenina comenzó a caminar entre las llamas. Todos observaron en shock a Misato Senju caminar lentamente hacia fuera mientras era rodeada por un chakra dorado. La joven miró a su gente mientras el chakra dorado la cubría por completo.
Y fue así como los ninjas y civiles se arrodillaron en reverencia y agradecimiento seguidos de los samurai, ninjas y aldeanos. Todos estaban completamente sorprendidos y pudieron ver que Misato Senju era la legítima heredera de Uzushiogakure, la que traería la gloria a Uzushiogakure.
Luego de ver aquello, Misato les informó a todos que se instalarían en las afueras durante unos días ya que, ella acompañada por samurai y shinobi irían a Konoha para traer a los demás Uzumaki. Y así, partir todos juntos a Uzushio.
Después de cuatro días, Kakashi Hatake estaba firmando múltiples papeles y documentos cuando su secretaria llegó y le informó que Misato Senju estaba en la entrada de Konoha.
Al instante, Kakashi observó por la ventana de la Torre Hokage y pudo ver una gran cantidad de gente. Rápidamente se dirigió hacia la entrada y vio que Izumo y Kotetsu observaban a Misato con la boca abierta.
Y fue allí cuando Kakashi vio a su antigua alumna montada en un caballo junto a un gran ejército a sus espaldas. Realmente había logrado reunir a todos los Uzumaki.
– ¡Misato-hime!
– ¡Lady Misato! – gritaron varios Uzumaki
En ese momento, miles de Uzumaki que habían ido a Konoha para verla salieron de su campamento para recibirla y quedaron maravillados al ver que sus hazañas eran ciertas.
Misato Senju bajó de su caballo y caminó hasta quedar frente al Hokage. Y le tendió la mano en señal de respeto. Kakashi la miró sorprendido y correspondió el saludo con firmeza.
Y fue en aquel instante que Kakashi Hatake comprendió que su antigua alumna había madurado y ahora era una líder formidable.
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