El Plan

"Todas las cosas que tienen forma eventualmente decaen... Sólo los sentimientos permanecen para siempre."

 Sakura observó sin asombro la aldea de Iwagakure. La mayoría estaba construido con piedras, lo cual no era sorprendente. Era tan diferente de Konoha. De repente, su mente se desvió a la conversación con el Kage.

Flashback

La kunoichi sabía que el hombre estaba escrutándola pero ella no tenía dudas. Había recorrido un largo viaje para llegar hasta este día.

¿Cuál es la información tan valiosa que tienes, Sakura-san? – preguntó Onoki

Conozco los secretos de Misato Senju, la he visto en cada momento de su vida – respondió Sakura

Si quieres hablarme de sus técnicas de combate, no me será de utilidad – cortó el hombre – es difícil de admitir pero debo decirte que pocos ninjas son capaces de estar a su altura

Soy capaz de estar a su altura – sentenció Sakura y el Kage levantó una ceja

Lo dudo – respondió Onoki – sin embargo, dime la razón de tu profundo odio

Ha tomado todo lo que me pertenece, lo que pudo haberme pertenecido... tomó mi vida... así que la destruiré – respondió la kunoichi mirándolo fijamente

Entonces cuéntame sobre tus planes, quizás nos pongamos al día – sonrió Onoki ladinamente y los ojos de Sakura brillaron

Fin Flashback

La kunoichi estaba muy emocionada, ni siquiera el Hokage había sospechado de sus razones para visitar Iwagakure por razones de recolectar datos para una futura ley de "salud pública internacional". Ella había sido muy convincente, pero si hubiera tenido que convencer a Tsunade no sabría si hubiera tenido éxito.

El siguiente paso sería viajar a Uzushio con la excusa de su investigación y quedarse más tiempo del necesario con otra excusa que sería para aprender más de la aldea. Sakura sonrió en sus pensamientos, aprendería la rutina de Misato y encontraría un punto débil. Y lo más importante... vería a Sasuke. Su corazón palpitó con emoción. Realmente lo extrañaba.

Al día siguiente, Sakura se encontró con Onoki para una última reunión. Sería breve pues el Kage tenía una agenda ocupada.

– Sakura, ¿tienes todo listo? – preguntó el Tsuchikage apenas entró

– Hai

– Nada debe salir mal de esto, Sakura – sentenció Onoki con severidad – si algo sale mal, ten presente las consecuencias

– Lo sé, Tsuchikage – respondió la kunoichi con una mirada dura

– Puedes retirarte

Sin más, Sakura salió de la aldea y comenzó su viaje a Uzushio. Mientras el sol estaba en lo alto del cielo, la kunoichi viajó a gran velocidad saltando de árbol en árbol y durante la noche, descansaba unas pocas horas. Este modo fue relativamente rápido, Sakura esperaba con ansias llegar a Uzushio.

Cuando Sakura llegó al océano, compró un pasaje en el puerto para ir a Uzushio. Y prestándole atención al puerto, ella pudo ver que fue construido por Uzushio dándole un aspecto muy bueno. Ya en el último barco por zarpar a la aldea, se encontró con diversos comerciantes y viajeros que iban a visitar o vender, y algunos otros para pedir una reunión con la Uzukage.

Sakura apretó la mandíbula por inercia al escuchar Uzukage. Algunos viajeros hablaban animadamente sobre lo excepcionalmente respetuosa y sincera que era Misato Senju con ellos.

Al cabo de unas largas horas llegaron a Uzushio. La vista era intimidante, debía admitirlo. Nunca hubiera pensado que Uzushio tendría mejores murallas que Konoha.

Sakura recordó sus lecciones de historia de la Academia y reflexionó sobre lo difícil que fue derrocar al anterior Uzukage y derribar por completo la aldea. Fue sacada de sus pensamientos cuando un guardia le pidió sus datos y papeles. Le hicieron un estricto control y fue aceptada.

Una vez que los demás fueron aceptados, varios guardias los acompañaron hasta la aldea. Sakura vislumbró la magnífica entrada tallada con dos esculturas de dragones.

Finalmente, Sakura encontró una pequeña posada para pasar la noche antes de ir a reunirse con la Uzukage. Los dueños fueron muy amables y le ofrecieron una estadía con descuento. La comida fue muy satisfactoria e incluso tenían baños termales.

A la mañana siguiente, Sakura se despertó y desayunó tranquilamente para luego ir al Fuerte Uzukage. Mientras caminaba por la aldea, la alegría y cotidianidad de ninjas y aldeanos le recordó a Konoha.

De repente, escuchó un gran gruñido bestial en el cielo y fue tal el terror, que Sakura se tiró al suelo para protegerse. Un grupo de ninjas que la vio fueron a ayudarla.

– Tranquila, ese es Hattori – dijo suavemente una kunoichi de cabello castaño – jamás te haría daño

– ¿Eres nueva por aquí? – preguntó otro ninja pelirrojo fumando un cigarro

– Sí, vengo a visitar a la Uzukage, es una vieja amiga – respondió Sakura simulando una sonrisa

– Oh, que bien, ¿sabes por dónde debes ir?

– Hai, gracias

Cuando se libró de la charla, Sakura continuó su camino hacia el fuerte. Realmente se había asustado con aquel maldito dragón. Los demás ni siquiera se inmutaron cuando pasó gruñendo.

Al llegar, un hombre de mediana edad la recibió y la dirigió a la oficina de la Uzukage. El corazón de Sakura latía con fuerza por ver a su enemiga. El hombre golpeó la puerta pidiendo permiso y una voz femenina se lo concedió. La luz brilló en su vista y allí estaba ella, la causante de su sufrimiento y odio. Misato Senju vestía un kimono simple de color verde claro y le daba una brillante sonrisa mientras se acercaba. Sakura tembló por unos instantes con ganas de asesinarla.

– ¡Sakura, ha pasado tanto tiempo! – saludó Misato jovialmente mientras le daba un breve abrazo y la sonrisa de la kunoichi pelirroja vaciló por unos instantes al sentir su chakra

Al ver esto, Sakura calmó su chakra y fingió felicidad de verla. Hablaron brevemente sobre sus vidas y cómo estaban.

– Tsunade vino a visitarme hace un mes para ver a Shisui – sonrió Misato – personalmente, pienso que está en su mejor momento, es feliz junto a Jiraiya

– Lo es – asintió Sakura simulando su mejor sonrisa

– Entonces, ¿qué te trae por aquí? – preguntó Misato adoptando una mirada un poco más seria y Sakura notó esto

– He estado viajando por las naciones ninjas recolectando datos para mi investigación – explicó Sakura – estoy desarrollando una nueva ley de salud pública internacional

– Oh vaya, eso suena interesante, Sakura – respondió Misato con interés – si logras que lo aprueben será un gran cambio trascendental

– Lo sé, espero que así sea – dijo la kunoichi

Afortunadamente, Sakura fue invitada a hospedarse en el fuerte. Sus planes iban a la perfección, al menos los primeros pasos. El día transcurrió muy lento para Sakura. Fue una sorpresa cuando le avisaron que Misato no podría cenar con ella esta noche debido a que tenía una cena muy importante con varios Señores Feudales.

Durante la tarde, el consejero Haruo le mostró los jardines y el fuerte en su totalidad para que no se perdiese. El hombre era bastante formal y serio. Más tarde, Sakura descanso en sus aposentos hasta el anochecer. La pequeña siesta fue bien recibida, no se había dado cuenta de lo cansada que se sentía.

La kunoichi pelirosa decidió salir de su habitación y dirigirse al gran salón. En el camino admiró algunas esculturas dispersas hasta que vio una luz refulgente proveniente de una habitación de doble puerta.

Con sumo cuidado y sin hacer ruido, Sakura se acercó a observar por la rendija entreabierta de la puerta. Sus ojos verdes vieron a Misato intentar colocarse la última parte del Obi de un kimono formal y fracasando en el intento. Sin embargo, dos manos ajenas aparecieron para ayudarla. Los ojos de Sakura se entrecerraron para ver mejor y sin querer abriendo un poco más la puerta. Contuvo un sonido de sorpresa al ver a Sasuke atar el Obi con facilidad. Luego de ello, Misato se colocó una pequeña corona dorada y le agradeció a Sasuke colocando una mano en su mejilla. Este esbozó una leve sonrisa y asintió.

Curiosamente, Misato no salió de la habitación sino que fue a buscar algo. Y la respuesta fue a su hijo, que ya tenía tres meses. Sakura observó asombrada al niño, no podía asimilar que realmente existía. La kunoichi pelirosa contuvo el aliento y se retiró a sus aposentos en completo silencio. El dolor era insoportable.

Cerró la puerta de su habitación lentamente y caminando por el gran espacio sucumbió ante el dolor que sentía. Su corazón estaba destruido. ¿Realmente se merecía pasar por esto?

Si tan solo Misato nunca hubiera existido, todo aquello le pertenecería. Estaba segura de eso. Sakura limpió sus lágrimas con furia dejando una leve marca roja en sus mejillas. No iba a seguir siendo débil. Ya tenía todo planeado para recuperar sus pertenencias por derecho.

Al día siguiente, Sakura fue despertada por la luz solar que alumbraba el gran ventanal. La kunoichi tomó una ducha y fue a desayunar en el gran salón. En efecto, allí estaba Misato conversando con sus consejeros.

– ¡Sakura! – saludó Misato haciendo una seña – ven, siéntate – señaló un lugar vacío y esta asintió – ¿qué tal la noche?

– Muy bien, dormí bastante – sonrió Sakura

– Excelente – asintió Misato – por cierto disculpa que no pude acompañarte en la cena, tuve un evento muy importante

– No te preocupes – sonrió nuevamente

– ¿Hoy comienzas tu investigación en Uzushio? – preguntó Misato con interés

– Así es, estaré entrevistando y tomando notas, quizás grabe algunas zonas – respondió la kunoichi bebiendo té

– Estupendo

Charlaron brevemente antes de que Misato se retirara para cumplir con sus deberes. Los consejeros tomaron otro rumbo y Sakura quedó en soledad para su gran alivio.

Unas cuantas horas más tarde, Sakura se encontraba enojada y con bastante frustración. Era difícil fingir este asunto de la investigación. Parte de esto era saber más sobre la actual Misato. Estaba claro que su tiempo como kunoichi de Konoha había quedado atrás y ahora poseía una nueva vida claramente con actitudes diferentes.

Los civiles y mercaderes estaban sumamente conformes y felices con sus vidas y lo expresaban muy abiertamente. Sakura no comprendía cómo era posible tanta felicidad. Por lo tanto, continuó indagando y descubrió que fue debido a que sus anteriores líderes de aldea eran terribles y les daban una mala calidad de vida hasta la llegada de Misato que ocasionó la liberación de un estilo de vida horrible. Y haciendo las preguntas correctas, Sakura descubrió que Misato se había enfrentado a todos los líderes en combate e incluso ejércitos enteros.

Al anochecer, Sakura seguía cuestionándose cómo era posible que una kunoichi se enfrentara a tal peligro. Habían sido entrenadas por la misma Sannin, ¿por qué eran tan diferentes? Sintiéndose mal, Sakura no asistió a la cena alegando cansancio acumulado por el viaje y entrevistas.

La kunoichi continuó reflexionando sobre el asunto cuando se dio cuenta que eran casi las tres de la madrugada. Decidió salir a caminar y en el camino escuchó un ruido extraño y encontró de dónde provenía. Una habitación bastante modesta. Entró en completo silencio y en medio de la habitación había una cuna y el sonido de gorgoteo continuaba.

Sakura se acercó lentamente y al estar al borde de la cuna observó al bebé. Era de tez blanca, cabello negro y ojos ónix rasgados. Bufó burlonamente, claramente era un Uchiha.

De repente, el graznido de un cuervo la hizo congelar. Entre medio de las mantas del bebé, una pequeña serpiente le siseó suavemente.

– Sakura – habló una voz masculina

La susodicha se dio la vuelta y vio a la persona que tanto anhelaba. Sasuke Uchiha. Allí estaba él mirándola fijamente como hace tantos años. Le estaba hablando pero simplemente no podía dejar de mirarlo.

– Lo preguntaré por última vez, ¿qué haces aquí? – preguntó Sasuke seriamente

– Sasuke, ha pasado tanto tiempo – dijo sin poder contenerse y este simplemente la miró

– Sakura, hablaremos por la mañana pero ahora mi hijo necesita dormir – cortó

La kunoichi pelirosa se retiró rápidamente con el corazón latiendo a mil. Realmente no le importaba que tuviera que irse sin más, Sasuke le había hablado y prometido que hablarían en la mañana.

A la mañana siguiente, Sasuke no apareció y Sakura se entristeció brevemente hasta que recordó que debía dar el próximo paso para la destrucción de Uzushio.

Utilizó su gran control de chakra para ocultar su presencia en el fuerte y dejó un clon de sombra haciendo las entrevistas en el pueblo. Sakura esquivó a cada persona que se cruzaba sin dejar rastro. Cuando llegó a la oficina del Uzukage, Sakura entró en completo sigilo y se puso en marcha rápidamente buscando cualquier plan ecónomico que Misato y sus consejeros fuesen a realizar. Una aldea hambrienta no sería fácil de contener.

Sonrió. De repente, la luz solar que entraba por las ventanas desapareció. Las sombras aparecieron. Sakura se congeló en su lugar y se dio vuelta lentamente para ver un gran ojo de color rojo, rodeado de escamas negras, observarla atentamente.

La adrenalina se filtró en su sangre cuando la criatura se movió y vio su gran mandíbula y dientes afilados. La bestia bajó su cabeza para dar lugar a Misato que estaba en su lomo. La Uzukage simplemente la miró y le hizo una seña hacia arriba. Sakura asintió por inercia al ser descubierta.

– Sakura – saludó Misato seriamente cuando la kunoichi apareció en la terraza

– Misato – respondió la kunoichi de igual manera

– ¿Qué buscabas en mi oficina? – preguntó Misato mientras acariciaba a Hattori

En ese momento, Sakura sintió que todas sus intenciones fueron descubiertas. Sintiendo la mirada escrutadora de la otra kunoichi, Sakura supo que debía actuar ahora mismo. Juntando todo su odio para simular una gran tristeza, Sakura quebró en llanto desconsolado. Y bastante creíble pensó.

Misato amplió los ojos al escuchar el triste relato de su antigua compañera. Siendo de naturaleza empática, Misato se arrodilló a su lado para abrazarla, para consolarla por la muerte de sus padres. Justo ahí pensó Sakura, ese sería un buen punto débil para explotar. La caída de Misato estaba cerca.

El resto del día pasó sin problemas, y Misato mantuvo a Sakura a su lado. La kunoichi pelirosa colaboró en algunas cosas. Durante la tarde, la Uzukage fue a ver su pequeño hijo Shisui. 

Misato tomó en brazos a su bebé para pasar tiempo con él. Y por un momento, Sakura se sintió fuera de lugar y observó la interacción madre e hijo. El pequeño estaba radiante y feliz de estar con su madre. 

De repente, Misato le preguntó si le gustaría tomarlo en brazos. Al principio dijo que no pero a insistencia de la kunoichi, lo tomó en brazos. El bebé la miró brevemente. Sakura pudo admirar más de cerca al bebé y se permitió imaginar que era su hijo. Una gran felicidad la invadió.

En ese momento, Shisui comenzó a llorar y arrebatarse locamente. Sakura frunció el ceño.  Misato la miró en disculpa antes de tomarlo nuevamente en sus brazos donde se calmó al instante. 

En la noche, Sakura reflexionaba sobre su plan y como había fracasado en la obtención de los datos económicos de Uzushio debía poner en marcha el plan B. 

Juntó sus manos en un sello y su apariencia comenzó a cambiar. Su cabello corto rosado cambió a largo y rojo. Sus ojos verdes ahora eran ámbar. Su cuerpo se ajustó en otro tipo de contextura y los rasgos cambiaron dando lugar a una imagen perfecta de Misato Senju. 

La kunoichi sonrió frente al espejo antes de acariciar brevemente su cabello y caminar hacia la puerta. Era el momento perfecto para llevar a cabo su plan de emergencia. 

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¡Espero que les haya gustado el capítulo! Disculpen la demora en actualización, estoy muy atareada con la universidad y preparando exámenes finales. 

Estaré publicando en siguiente capítulo pronto y espero que tengan un buen día. ¡Gracias por leer! ¡Saludos!

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