El Juicio

"Mi corazón es perfecto porque tú estás dentro de él" 

A partir de aquella reunión, las cosas cambiaron muchísimo. Lady Misato fue torturada diariamente a manos de interrogadores de Iwagakure. Onoki envió advertencias y amenazas a Uzushiogakure que fueron recibidas por Haruo y Tadao. Ambos consejeros estaban extremadamente preocupados por Misato, enviaron espías para saber sobre la joven.

La kunoichi pasó sus días en una celda oscura donde cada dos horas fue torturada física y mentalmente. En sus momentos sin agonía, se arrepintió profundamente de haber aceptado la solicitud de una reunión privada. Maldijo su estúpida buena intención de creerle a Onoki.

Las noticias se esparcieron rápidamente por las Naciones Ninjas. En Konoha, Kakashi exigió una nueva reunión Kage para que el Tsuchikage se explicase ante todos sobre sus actos.

Tsunade y Jiraiya dejaron de viajar para volver a Konoha y conseguir ayuda para ir en busca de Misato. Con el pasar de los días, Onoki informó a las demás aldeas sobre los crímenes de Misato. Entre ellos, una masacre a un pequeño pueblo a las afueras de Iwagakure y cargos de homicidio a múltiples ninjas de Iwagakure también.

Los Kages emprendieron sus viajes a la reunión y en el viaje, recibieron una noticia. Misato Senju sería llevada a juicio en la aldea. Mientras tanto, Nanadaime Hokage estaba teniendo problemas para contener una guerra ya que Tsunade y Jiraiya querían ir a rescatar a Misato, mientras que Sasuke estaba convencido de que podría destruir Iwagakure. Itachi se mantuvo implasible pero Kakashi pudo ver que investigaba sobre tratados y alianzas que Konoha tuviese con Iwa para así poder usarlos a su favor.

Finalmente, Kakashi fue acompañado por Tsunade y Jiraiya como guardias. El trayecto duró cuatro días y al llegar, los recibieron normalmente. El Hokage suspiró al sentir las presencias cercanas de los Uchiha.

– Lord Hokage – saludó Onoki – Lady Tsunade, Jiraiya – asintió

– Tsuchikage – respondió Tsunade entre dientes

– Por aquí están los demás Kages – informó mientras llegaban a una gran sala

Kakashi saludó brevemente a los Kages y tomó asiento en su lugar con sus guardias a sus espaldas. La mesa era rectangular y dejaba un espacio vacío donde parecía que habría alguien allí. En efecto, llevaron un estrado frente a ellos. Contempló la posibilidad de que Misato estaría allí.

– En instantes traerán a la acusada – informó Onoki desde su lugar

Unos minutos después, la gran puerta se abrió dejando ver a cinco jounins que transportaban a Misato hasta el estrado. La kunoichi estaba esposada en las manos y encadenada en sus pies mientras que por su cuerpo tenía varios sellos de papel conteniendo su chakra.

Tsunade observó horrorizada el estado de su sobrina. La joven estaba muy demacrada, sus brazos estaban lastimados con cortaduras y quemaduras, sus ojos estaban inyectados en sangre y su kimono bastante ultrajado. De repente, Kakashi tomó la muñeca de Tsunade y la miró con firmeza. Había notado su intención asesina.

– En nuestra presencia se encuentra Misato Senju, posee los siguientes cargos – habló un ninja – asesinato de cinco jounins de Iwagakure y masacre completa de una pequeña aldea – continuó – por tales cargos, traemos un testigo

– Habla, por favor – instó Onoki al testigo que acercaron

– Misato Senju fue quien mató a toda mi aldea mientras que cinco jounins querían protegernos pero terminaron siendo asesinados por su mano – habló el testigo – sucedió una noche de lluvia cuando la vimos venir montando un dragón

– Kages... – susurró Misato – Kages... deseo confesar – Kakashi miró horrorizado

– ¿Deseas confesar? – preguntó el Tsuchikage seriamente

– Los salvé a todos... – murmuró Misato – Salvé a esta aldea y a todas las demás... ¡Debí dejar que Madara los matara a todos! ¡O mejor aún, que Sasuke los matara! – exclamó la kunoichi con furia mirando a todos los Kages

– Misato, ¿deseas confesar?

– Sí, Tsuchikage – afirmó Misato – soy culpable. Culpable – recalcó con sarcasmo – ¿es eso lo que quieren oír? – miró a los Kages

– ¿Admites haber masacrado una aldea y haber asesinado a cinco jounins? – cuestionó nuevamente el Tsuchikage

– No, de eso soy inocente – respondió Misato con extraña calma – soy culpable de un peor crimen, soy culpable de ser una Uzumaki – sentenció con furia

– No estás en juicio por ser una Uzumaki – respondió Onoki con burla

– Oh, si lo estoy – dijo Misato apretando los puños – he estado en juicio por eso mi vida entera

– ¿No tienes nada para decir en tu defensa?

– Nada, pero esto sí – continuó la kunoichi – yo no lo hice, no maté a nadie

– Las pruebas son contundentes, Kages – dijo Onoki – no queda otra opción más que sentencia a muerte

– ¡No daré mi vida por un crimen que no cometí! – interrumpió – ¡Y sé que aquí no obtendré justicia! – exclamó Misato haciendo sonar sus esposas – ¡Dejaré que Kami decida mi destino! – miró con fiereza a todos los Kages – ¡Demando un juicio por combate!

El Tsuchikage miró con furia a la kunoichi pelirroja. La joven correspondió su mirada mientras los Kages hablaban entre sí. La sacaron de la sala y la devolvieron a su celda. Cerró los ojos al entrar, se acurrucó en un lugar y lloró en silencio por la injusticia que estaba viviendo.

En la sala, los Kages estaban teniendo una ardua discusión debido a la demanda de Misato. Un juicio por combate significaba que la kunoichi lucharía contra el Tsuchikage pero este alegó que por el poder de la kunoichi no serían iguales.

Por lo tanto, llegaron al acuerdo de que la Mizukage y el Raikage lo acompañarían para luchar contra ella a muerte. Kakashi se opuso fervientemente cuando le ofrecieron que luchara junto a ellos. Lo mismo hizo el Kazekage Gaara. Jiraiya tuvo que contener a Tsunade cuando le dijeron para que luchara también. Le pareció una falta de respeto y burla por su relación con Misato. El Sannin Jiraiya no estaba para nada feliz con esto.

Los hermanos Uchiha se enteraron del combate gracias a un cuervo que Itachi logró infiltrar en la sala. Sasuke estaba decidido a destruir al Tsuchikage pero su hermano lo detuvo ya que podría desatar una guerra y poner a Uzushiogakure en peligro.

El combate tendría lugar dentro de dos días por lo tanto, el Tsuchikage se encargaría de hacer un infierno los días venideros. Y así fue para Misato, las torturas se duplicaron y pasó esas cuarenta y ocho horas en completa agonía y sufrimiento.

Para ella fue difícil mantener su mente con cordura, soportar el dolor fue lo más duro pero se recalcó siempre que era una kunoichi y jamás diría una palabra sobre nada. Misato estaba sumamente preocupada por sus dragones ya que la cuestionaban sobre ellos y en cada tortura, la kunoichi no dijo nada más que gritos de dolor.

Finalmente el día llegó, varios jounins transportaron a la kunoichi a un gran terreno apartado de la aldea. Una vez allí, la liberaron de sus esposas y la vigilaron de cerca mientras ella se sentaba en el suelo y se concentraba para recaudar el mayor chakra posible. Los kages que lucharían estaban de pie a varios metros de ella.

– ¡Es hora del juicio por combate! – exclamó un ninja – ¡Comiencen!

Misato estaba en clara desvantaja por su falta de chakra, la poca concentración que había logrado no le sirvió de mucho. Por lo tanto, liberó su Byakugou no Jutsu. Las lineas negras se desplegaron por su frente llenando de chakra su fuente principal. Su fuerza y velocidad fueron aumentadas.

Desde los costados, el Hokage y Kazekage observaban el combate junto a los Sannins y los demás guardias. Algunos consejeros de las aldeas asistieron al lugar, Haruo estaba presente. Los hermanos Uchiha también estaban allí observando desde una distancia considerable.

De repente, Misato miró a los Kages y se lanzó con fuerza y voló hacia el cielo para dar una gran patada cargada de chakra en el suelo. El Raikage se defendió de un poderoso puñetazo y Mei aprovechó para lanzar un jutsu de lava que rápidamente fue deshecho por una pared de Mokuton.

En ese momento, fue el turno de Misato para defenderse de los ataques. Mei volvió a realizar un jutsu pero esta vez de vapor. El Raikage A se lanzó desde otro punto para hacer un Lariat y el Tsuchikage hizo su aparición con un jutsu de polvo desprendimiento del mundo primitivo.

Misato se vio en una encrucijada peligrosa así que enfrentó el Lariat de A y en un movimiento audaz, desapareció con su Hiraishin y le propinó una patada a la espalda de A y este fue lanzado hacia el jutsu de polvo mientras que ella misma se protegía con sus Cadenas del jutsu de Mei.

Tal como predijo, el Raikage quedó lastimado por el poderoso jutsu de Mei. Su tronco superior fue herido. Por lo tanto, Mei tomó la iniciativa y realizó un jutsu de agua con forma de dragón. Misato lo detuvo con facilidad. Onoki aprovechó el momento para flotar y realizar nuevamente su mismo jutsu pero en mayor magnitud sin posibilidad de escape. El ninja sonrió satisfecho al ver la kunoichi sin poder escapar.

Al ver esto, Misato invocó el Gran Hombre de Madera. Las grandes ramas de Mokuton hicieron surgir velozmente un gran ente de madera comparable al Susanoo. La kunoichi estaba de pie sobre su invocación y frente a los Kages. Ellos recordaron el momento en que Madara invocó su gran Susanoo en la Cuarta Guerra.

Misato observaba con gran odio al Tsuchikage. Quizás Sasuke no estaba tan equivocado al utilizar su poder incentivado por odio. Observó cómo los Kages hablaban entre sí.

De repente, se posicionaron en triángulo y a la vez realizaron un gran jutsu. Onoki volvió a utilizar el jutsu pero con la modificación de dañar a una gran distancia como a la que estaba Misato. El jutsu del Tsuchikage fue ampliado por Mei que invocó su gran dragón de agua relámpago y A acompañó el jutsu invocando su armadura de relámpago sobre el dragón y aumentando su velocidad.

Los párpados de Misato brillaron violáceos y sus ojos cambiaron a rojos de dragón. Había activado su Modo Sabio y lo transportó sobre su Gran Hombre de Madera. Realizó algo que nunca antes había intentado y fue dirigir sus Cadenas de Diamantina sobre la invocación.

Fue así como las Cadenas y el poder del Modo Sabio disputaron el resultado de la batalla frente al dragón de relámpago mejorado por los Kages. Una gran oleada de poder surgió por todo el terreno cuando los poderes colisionaron.

Los Kages tenían grandes dificultades para mantener el poderoso jutsu al igual que Misato que tenía la desventaja de su falta principal de chakra y utilizaba solo su Byakugou y la energía natural del Modo Sabio. La pelea de poder fue disputada unos minutos más hasta que Mei Terumi no pudo sostener más su jutsu y se desvaneció.

El combate terminó cuando Misato descendió al suelo y colocó su espada en el cuello de los Kages. Estaba claro que el resultado fue a favor de la kunoichi. El próximo paso que realizaron fue la liberación de la misma. Era inocente. 

Misato lo único que deseaba era volver a casa. Ni siquiera se tomó el trabajo de hablar con el Hokage. Afortunadamente, Haruo la acompañó en su viaje de vuelta mientras que el Tsuchikage la observaba marcharse de su aldea impune por los crímenes que quiso inculpar.

Sin saberlo, Sasuke e Itachi la acompañaron en el viaje como precaución. El trayecto duró bastante y Misato casi no dijo palabra. Estaba bastante dañada física y mentalmente. Apenas llegaron, la kunoichi se dirigió a la fortaleza y directo a sus aposentos.

Cuando Misato cerró la puerta de su habitación, dejó salir todo su sufrimiento y dolor en forma de lágrimas. Los recuerdos de la tortura inundaban su mente. Ella entró al baño para quitarse la suciedad física y mental que sentía.

Misato se miró al espejo y vio lo demacrada que estaba. Había bajado de peso y sus ojos ya no brillaban como antes. Desprendió lentamente su kimono y vio las cicatrices que la marcaban. Las lágrimas continuaron cayendo. Tocó con cuidado su piel dañada y al instante la alejó por los malos recuerdos que traía.

De repente vio movimiento en la puerta del baño. A través del espejo, vio a Sasuke observarla y ella lo miró con tristeza. Sasuke se acercó lentamente y se colocó a sus espaldas. El ninja besó su hombro lastimado mientras la miraba a través del espejo, Misato cerró los ojos conteniendo las lágrimas. Itachi que esperaba desde lejos, se acercó también y abrió el grifo de agua de la bañera. La llenó de sales aromáticas que había allí y una espesa espuma invadió la bañera.

Ninguno de los tres pronunció una palabra, tan solo se respondían a través de miradas. Misato no estaba en condiciones de hablar. Sasuke le señaló la bañera y le dijo que no la mirarían desnudarse. Ambos le dieron la espalda cuando la kunoichi comenzó a quitarse su kimono y luego, soltó su largo cabello rojo. La joven entró en lo profundo de la gran bañera y la espesa espuma tapó su cuerpo desnudo.

– Itachi, Sasuke – llamó la joven

Los hermanos la miraron y se acercaron. Cada uno tomó objetos de baño para ayudarla pero los detuvo y tomó sus manos para que entrasen con ella. Ambos se desvistieron y ella miró hacia un lado. Cuando entraron, se acercaron a ella con cuidado. Los tres se miraron.

Sasuke tomó una esponja y la cepilló suavemente por los brazos de Misato mientras que Itachi lavaba su largo cabello rojo. Misato permitió que la cuidasen pero también deseaba ayudarlos.

Cuando Sasuke terminó, la joven acarició el torso de su antiguo compañero mientras que Itachi los observaba interactuar. Sasuke tomó la mano de Misato y besó su dorso. Continuó besando su brazo mientras recorría las recientes cicatrices hasta que llegó a sus labios rosados y un poco agrietados. La besó por segunda vez en su vida y por instinto su Sharingan se activó grabando el recuerdo. Itachi se acercó lentamente hasta quedar a su espalda y allí besó su cuello.

Al sentir su presencia, Misato miró a Itachi y acarició su rostro con cariño. Él se acercó a su mano y Misato lo besó por primera vez. En aquel anochecer, los tres mostraron el amor que sentían entre sí. Era realmente un amor intenso e inexplicable, y Misato pudo olvidar por esa noche los recuerdos que la acechaban.

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