Regreso a Konoha
"Los que no son capaces de reconocerse a sí mismos, son los que están destinados a fallar"
Finalmente en Konoha. ¡Por fin! ¡Me tomó todo el día volver a la aldea! Mmm, digamos que me tuve algunos inconvenientes durante el regreso. Unos ninjas desertores intentaron atacarme, rango chunnin. Al parecer estaban enterados de que era aprendiz de Tsunade. ¿Cómo lo sabían? No tengo idea. En fin, lo bueno es que no eran muy experimentados, volví sana y salva. Un par de rasguños pero nada que mi ninjutsu médico no pueda curar.
Deposité mi mochila en el suelo, estiré los brazos. ¡Qué alegría! No puedo esperar para reunirme con Naruto y Sasuke. Pero seguramente tendré que reunirme con Hokage-sama antes de visitarlos. Suspiré.
− ¡Oi! - gritó un ninja de pelo marrón acercándose que reconocí como Izumo
− ¿Qué? - le contesté
− Para entrar debes mostrarme tus papeles y razón de la visita - explicó cansado
− Soy miembro de la aldea - le mostré mi carnet con mis datos
− ¡Oh! ¡Eres Misato-san! ¡La niña que se había ido a entrenar! - exclamó triunfal
− Hai, hai - moví la mano
− Deberás reportarte con Hokage-sama - explicó
− Como pensé - suspiré cansinamente
Me dirigí hacia la Torre Hokage, la observé. Se veía igual que siempre, pero había algo diferente en la aldea. Mmm. Subí las escaleras tranquilamente y al llegar a su oficina golpeé la puerta. No respondió al llamado, debe estar ocupado. Voy a esperar. Me senté en un sillón cercano.
Espere durante varios minutos, estuve considerando seriamente irme a dormir. El viaje fue exhaustivo. La puerta se abrió dejando ver a Hiashi Hyuga salir del lugar acompañado de Neji. Los miré fijamente. Hiashi notó mi presencia y Neji entrecerró los ojos en mí.
− Misato-san, veo que ha vuelto - habló con respeto Hiashi
− Hai, mi entrenamiento ya finalizó - expliqué
− Mmm, espero verte por el Compuesto Hyuga - invitó Hiashi
− Hai - asentí con la cabeza - será un placer
− Hn - se fue con Neji
Eso fue raro, ¿por qué querría invitarme? Supongo que luego lo averiguaré.
− Pasa, Misato-chan - invitó Sarutobi
− Hai - entré a su oficina
− Cuentame Misato-chan, ¿Cómo estuvo tu entrenamiento? - preguntó interesado Hokage-sama
Comencé a explicarle todos estos años de entrenamiento con Jiraiya y Tsunade. Le expliqué las dificultades que tuve, las técnicas que todavía debo dominar y lo mucho que progresé.
Luego de una larga conversación con el Hokage acerca de mi entrenamiento, me fui de su oficina para poder descansar de una vez por todas. Me dirigí lentamente hacia casa, era de noche.
Busqué las llaves en la mochila, las coloqué en la cerradura y abrí la puerta. Tosí, había polvo. Tengo demasiado sueño como para limpiar ahora mismo. Me dirigí hacia mi habitación, por suerte era habitable. Me duché rápidamente y me acosté en la cama para dormir.
Al día siguiente
El sonido de los pájaros me despertó. ¿Dónde estaba? Aah, cierto había vuelto a Konoha. ¡Tengo que encontrar a Naruto y Sasuke! Me levanté rápidamente, me duché y luego desayuné té con dos tostadas. Estaba emocionada, pronto los vería pero Hokage-sama me pidió que vaya a su oficina para arreglar cuando comienzo la Academia.
Até mi cabello rojo en una coleta alta, no había tiempo para trenzas. Agarré mis llaves y salí de la casa para dirigirme hacia la Torre Hokage. Estiré los brazos, miré el sol y luego a los aldeanos que caminaban tranquilamente por las calles. ¡Qué bien se siente estar en casa!
Con una nueva motivación me encaminé rápidamente hacia la Torre Hokage. Subí las escaleras, toqué la puerta. ¡Ojalá no tenga que esperar! Hokage-sama me dio permiso para entrar. ¡Menos mal! No tenía ganas de esperar.
− Buenos días, Misato-chan - saludó el Hokage
− Buenos días, Hokage-sama - respondí
− Misato-chan, con respecto a tu carrera como kunoichi - comenzó a hablar Sarutobi - tienes dos opciones
− ¿Cuáles son las opciones? - pregunté mirándolo seria
− Puedes graduarte este año y convertirte en genin - explicó fumando su pipa - o sino cursar este año y graduarte en el próximo año
− Mmm... - me toqué la barbilla reflexionando - ¿Naruto se gradúa el próximo año, verdad?
− Hai - me miró fijamente
− Entonces, voy a cursar este año y graduarme el próximo año - dije con firmeza
− Misato - me llamó serio Hokage-sama - ¿por qué quieres graduarte con la generación de Naruto? Tú eres una chica con potencial y graduándote este año podrías lograr muchas cosas
− Hokage-sama, las cosas que quiero lograr llegaran a su tiempo y no tengo ningún apuro. Con respecto a Naruto, para mí él es una persona muy especial y quiero protegerlo a toda costa - contesté sonriendo
− Hm, está bien - tomó un papel de su escritorio - ten esto, tus clases en la Academia ya comenzaron. Ve y entrégaselo a Iruka Umino.
− ¡¿Voy a ir a la Academia ahora?! - exclamé emocionada tomando el papel
− Hai - sonrió el Hokage
− ¡Bien! - levanté un puño al aire - ¡Nos vemos!
Me fui de la Torre Hokage sin esperar respuesta. Estaba súper feliz, podría ver a Naruto y Sasuke ahora mismo. Corrí más rápido.
Al llegar a la Academia, la observé desde afuera. Estuve tanto tiempo esperando por este momento. Sonreí, la hora ha llegado. Entré al lugar, voy a tardar mucho tiempo buscando a Iruka. A menos que... ¡Ya sé! Activé el Ojo de Kagura. Encontré el chakra de Iruka a un par de aulas. Abrí los ojos, me dirigí hacia allí. ¡Estoy nerviosa! Me paré afuera del salón, respiré profundamente y abrí la puerta corrediza. El sensei Iruka Umino y todos sus alumnos me miraron. Sonreí nerviosamente.
− Etto... Iruka-sensei, Hokage-sama me dijo que le dé esto - me acerqué para entregarle el papel
− ¡Oh! Gracias, a ver - tomó el papel y lo leyó - ya veo... Chicos, ella es una nueva alumna. Por favor, preséntate
− Hai - asentí con la cabeza y miré a todos ¡Estaba Naruto sentado al lado de Sakura! - Mi nombre es Misato Senju, soy de Konoha y por ciertas razones no pude asistir antes a la Academia. Así que este año comenzaré - me presenté, todos estaban callados
− Chicos, pueden hacerle preguntas. ¿Está bien para ti, Misato-san? - dijo Iruka-sensei
− Hai, no hay problema - acepté
− ¿Ese es tu color de pelo natural? - preguntó una niña al azar
− Sí, lo es - contesté rodando los ojos
− ¡Es horrible! - gritó Sakura - ¡Ahora te llamaré Tomate!
− ¡Y yo pelo de chicle! - repliqué señalándola, sentí que me miraban fijamente
− ¿Realmente eres del Clan Senju? - preguntó un chico
− Hai - asentí con la cabeza
Naruto estaba jugando con algo en su mesa, sin prestarme atención. Suspiré, tendré que llamar su atención. Descubrí que la persona que me miraba fijamente era Sasuke, estaba sentado al lado de Sakura. Qué casualidad, los tres juntos en una misma mesa. Me cansé, voy a llamar la atención de Naruto.
− ¡Naaruutoo! - lo llamé moviendo mis manos, me miró sorprendido
− ¡¿Misato-chan?! - se levantó bruscamente - ¡Volviste, dattebayo! - corrió hacia mí para abrazarme, lo abracé con fuerza
− ¡Baka! - lo golpeé en la cabeza suavemente - ¡Desde hace rato estoy aquí y no me veías!
− ¡Gomen! Estaba haciendo algo - miró a otro lado. Sonreí, otras de sus bromas
− Nee, Sasuke-kuun - lo llamé como fangirl, me miró - hace tiempo que no te veo y no me diste un abrazo como Naruto-kun - cruce los brazos bufando
− ¡¿NANI?! - gritó Sakura - ¡¿Tú la conoces Sasuke-kun?!
− Sí - la miró con fastidio - después hablaremos - me dijo fríamente
Suspiré tristemente, la venganza lo está consumiendo. Quizás haya esperanzas para sacarlo de ese abismo de oscuridad.
− ¡Bueno, ya basta! ¡Todos a sus lugares! - ordenó - Misato-san, siéntate al lado de Hinata Hyuga
− Hai - me dirigí hacia su mesa - hola, Hinata - le sonreí
− Ho-ola - saludó sonrojada
La clase fue bastante interesante, Iruka-sensei habló sobre la creación de Konoha. Los tiempos de guerras continuas entre los Clanes. Luego explicó las culturas de las Cinco Grandes Naciones. Estuve atenta a lo que decía.
− Ahora vamos a ir al patio para entrenar su puntería - explicó Iruka-sensei
− ¡Hai! - respondimos
Nos dirigimos hacia el patio, en los árboles había dibujados unos círculos para tirar nuestras armas allí. Sonreí, esto sería fácil pero no debo mostrar mis capacidades por ahora. Eso podría hacer que me graduara este año.
− Para poder lanzar el kunai en el centro o alguna parte cercana deben ponerse en esta posición básica - Iruka adelantó un poco su pie izquierdo y con el brazo hacia atrás - y así apuntar y luego soltar su kunai hacia el árbol
Todos asintieron entendiendo la explicación. Me puse en posición y lancé el kunai dando en el centro. Observé a los demás, la mayoría estaba haciéndolo bastante bien. Algunos tenían problemas, entre ellos Naruto. Lo miré lanzar su kunai, su puntería era terrible. Al igual que yo hace unos años. Su posición estaba bien, no perfecta pero bien. ¿Cuál era el problema? Para averiguarlo me acerqué a él.
− Oi, Naruto - lo llamé, me miró con curiosidad - dame el kunai, quiero verlo - le pedí
− Hai - me lo dio y al instante me di cuenta del problema
El kunai estaba modificado, era mucho más pesado que el original. Un kunai normal debe ser ligero para más comodidad al lanzarlo. Fruncí el ceño, alguien le vendió este kunai así a propósito.
− ¿Qué pasa, dattebayo? - preguntó Naruto
− Naruto, ¿dónde compraste este kunai? - le pregunté seriamente
− En la tienda de armas del pueblo - contestó preocupado - ¿sucede algo, dattebayo?
− Es diferente a los normales, toma este - le entregué uno de mis kunais - este es el correcto
− ¡Oye, es mucho menos pesado! - exclamó sorprendido
− Hai, ¿tienes más de estos kunais? - le pregunté mostrándole el suyo
− Hai - me entregó otros cuatro kunais pesados - estos son todos
− Está bien, yo te conseguiré los que sirven - dije mirándolo y asintió con la cabeza
Iruka-sensei estaba ocupado explicándole a Chouji como tirar los kunais, estaba bastante frustrado ya que no lo hacía bien. Me reí ante su cara de horror.
Mientras Misato observaba a Iruka-sensei, Sasuke la estaba mirando. Estaba impresionado ante su puntería, por supuesto que él tenía una puntería perfecta pero no lo esperaba de ella. Debía de haber sabido, ella había estado entrenando todos estos años. ¿Qué tan fuerte será? Sasuke frunció el ceño, no soportaría que ella sea más fuerte que él. De repente Misato lo miró, y le sonrió. Sasuke desvió la mirada y continuó con su entrenamiento con kunais.
Misato estaba preocupada por Sasuke, no le gustaba su actitud. Debía comenzar sus proyectos para cambiar ciertas cosas. En ese momento un niño gritó de dolor, fui a ver qué sucedía junto a Iruka-sensei. El niño había sostenido mal su kunai haciendo que caiga en su pie derecho causándole un gran dolor. ¡Tenía que ayudarlo! Pero me dije que no tenía que mostrar mis capacidades. Esto es un gran dilema. Miré la herida, el deber de un ninja médico es curar a sus compañeros no importa cuál sea su situación. Lo ayudaré, no por nada Tsunade-obasan me enseñó todo lo que sabe.
− Oye calma, soy un médico - dije haciendo que Iruka me mirara con incredulidad - te voy a curar, quédate quieto - retire el kunai rápidamente y mis manos brillaron de color verde
Estaba concentrada curando su herida con ninjutsu médico, el kunai había cortado un nervio haciendo que se produzca una hemorragia. Introduje en pequeñas cadenas mi chakra reconstruyendo el nervio. Luego de reconstruir el nervio, uní de nuevo lo que el kunai había cortado hasta terminar de curar completamente la herida.
− Ya está - sonreí
− Bien hecho, Misato-san pero quisiera hablar contigo y el Hokage más tarde - dijo serio Iruka
− Hai - contesté
Luego de este acontecimiento, continuamos practicando la puntería hasta que llegó la hora de irnos. Iruka-sensei nos despidió y nos fuimos, algunos eran esperados en la entrada de la Academia por sus padres, hermanos o abuelos. Miré con tristeza la escena, siempre soñé con que mis padres me recogieran de la Academia pero ellos están muertos.
Recordé que tenía que tener una pequeña charla con el vendedor de la tienda de armas. Todavía la gente piensa que Naruto es el Kyubi. Que equivocados están. Esto que descubrí sobre los kunais de Naruto, no debe ser lo único con que lo hayan estafado.
Al llegar, la tienda estaba abierta. En la vidriera había kunais, shurikens y hermosas espadas expuestas a la venta. Entré al local, la campanita de la puerta avisó mi llegada. El vendedor me miró, era un hombre de unos cincuenta y pico de años. Revisé su chakra, era un ninja retirado. Fue un shinobi de rango chunnin experto en armas y a juzgar por su chakra no utilizaba muchos ninjutsus. Me acerqué al mostrador y me apoyé allí.
− ¿Qué necesita? - preguntó el hombre
− Quisiera saber si tiene más de estos kunais - le entregué un kunai pesado haciendo que habrá los ojos
− Eeh, ya-a no hay stock - dijo nerviosamente
− Aah ya veo - dije sarcásticamente - mire voy a ser directa, no quiero que vuelva a vender estos kunais modificados a Naruto Uzumaki o se las va a ver conmigo - lo amenacé
− ¿Y una niña como tú que puede hacer? - se burló riéndose
− Esta niña cumple lo que dice - solté mi chakra en forma amenazante haciendo que se aleje - y como dije espero que no vuelva a vender estos kunais, ¿entendido? - pregunté malhumorada
− ¡Hai! - gritó haciendo que vuelva mi chakra
− ¡Genial! - dije alegre - ¡Que tenga un buen día!
Me fui del local de armas tranquilamente aunque estaba furiosa por lo que le hicieron a Naruto. Al salir, lo vi a Sasuke caminar con las manos en los bolsillos. Corrí hacia él.
− ¡Oi, Sasuke! - grité moviendo la mano
− Ya deja de gritar, Misato - dijo fríamente Sasuke
− ¡Por Kami, Sasuke! Deja de ser tan frío, antes no eras así -dije cruzándome de brazos
− Hn, muchas cosas han pasado - contestó Sasuke
− Lo sé - dije seriamente - me enteré de lo que hizo Ita... - pero me interrumpió
− No digas su nombre - susurró entre dientes
El ambiente se tornó bastante oscuro, por más que Sasuke no quisiera debíamos hablar sobre esto.
− Sasuke, vayamos a otro lugar para hablar - ofrecí seria
− Hn, sígueme - ordenó Sasuke
Sasuke me llevó al Compuesto Uchiha, cintas amarillas rodeaban la entrada. Al ver esto me sentí mal, esto era peor que en el anime. Era mucho más escalofriante, ver con mis propios ojos las marcas donde los miembros del Clan fueron asesinados.
Atravesamos el Compuesto hasta llegar a la casa principal, rodeamos la casa y llegamos a un muelle donde recuerdo del anime que Sasuke hizo su primera bola de fuego la cual le había enseñado su padre, Fugaku. Suspiré, espero que su familia descanse en paz y Shisui también. Los extraño aunque no eran mi familia, los consideré así y pase la mayor parte del tiempo con ellos mientras estuve en Konoha.
Sasuke y yo nos quedamos parados cerca del borde del pequeño muelle y observamos el lago. Seguramente esto trajo muchos recuerdos a su mente, dolorosos y felices pero en fin son recuerdos. Luego de estar un largo rato en silencio decidí hablar.
− Sasuke, no hace falta que me digas qué hizo porque ya lo sé - comencé a hablar - sé que diga lo que diga no va a consolarte ni traer tu familia de nuevo pero quiero que sepas que pase lo que pase siempre estaré para ti - dije mirando el cielo, ya estaba atardeciendo
− ¿Sabes lo que me dijo después de matar a todos? "Ni siquiera mereces que te mate estúpido hermano menor. Si quieres matarme, aborréceme y sobrevive como puedas. Huye, escapa y aférrate a la vida... y cuando tengas unos ojos como los míos, ven por mí" - repitió lo que dijo Itachi - Misato, mi objetivo es vengarme de lo que hizo matándolo - dijo sin rodeos Sasuke
− Sasuke, la venganza no es el camino. Por lo menos ¿sabes por qué lo hizo? - pregunté mirándolo
− Para medir sus capacidades - contestó fríamente Sasuke
− ¿Y tú le crees? - pregunté incrédula
− Es lo que dijo - cortó
− Sasuke, por el amor de Kami - dije perdiendo la paciencia - Itachi es tu hermano mayor, siempre te quiso y tiene que haber una razón para hacer esto ¡No confíes en lo diga!
− ¡¿Por qué lo defiendes?! ¡El mató a mi Clan! ¡A mi familia! - gritó furioso Sasuke
− ¡Tiene que haber una razón! - repliqué - ¡No es que lo defienda pero hay algo extraño en todo esto! ¡¿Acaso no recuerdas lo que te dijo una vez?! ¡Que por más que él sea un obstáculo para ti, siempre estará allí para ti incluso si lo odias! - exclamé
− ¡¿Crees que no lo recuerdo cada día?! ¡Todo fue una mentira, Misato! ¡No entiendo por qué lo defiendes! ¡Es un asesino! - gritó más enojado Sasuke
− ¡Ya te dije que no lo defiendo! ¡Lo que hizo estuvo mal! ¡Sasuke, quizás quería protegerte de algo! ¡O tal vez... - no pude terminar debido a que Sasuke se acercó y me dio un cachetazo haciéndome caer al piso
Abrí los ojos sorprendida, volví mi cabeza para mirarlo y estaba furioso e impresionado por lo que hizo. Mi mejilla izquierda ardía como el infierno, el golpe fue duro y todavía podía sentir el peso de su mano. Desde pequeña siempre estuve entrenando, los golpes eran normales para mí pero esto era distinto. No era solo una herida física sino también una emocional. Sentí un líquido recorriendo mis mejillas, toqué con mis dedos y era agua. Estaba llorando, y no me había dado cuenta. Me puse de pie lentamente, nunca nadie me había pegado con tan mala intención. Si él no quería escucharme entonces que así sea. Estuve de pie unos minutos en silencio tratando de procesar lo ocurrido, de repente me di media vuelta y me fui del muelle.
Sasuke estaba congelado, no podía creer lo que le había hecho a Misato. Nunca pensó en pegarle ni nada por el estilo pero es que cuando defendía a ese hombre, no pudo soportarlo. Fue un momento de furia ciega, nunca le haría daño a Misato. Cuando lo había mirado sorprendida por el golpe, se arrepintió de lo que hizo. Quería decir algo pero su cuerpo no respondía. Miro con culpabilidad como ella se iba del Compuesto en silencio.
− Misato... - susurró Sasuke
En la casa de Misato
La niña estaba sentada en una silla del living recordando lo que había pasado, se paró frente al espejo y observó la marca de la mano en su rostro. Estaba muy triste por lo que había pasado. Acercó su mano izquierda brillando de color verde, curó su mejilla pero el dolor emocional seguía allí. Para Misato, Sasuke era uno de sus mejores amigos. La lastimó mucho su reacción pero es que ella quería intentar decirle indirectamente lo que en realidad había pasado o alguna manera de que él pueda investigar para conocer la verdad pero estaba cegado en odio y venganza.
De repente Misato recordó que tenía que ir a la Torre Hokage para hablar con el Hokage e Iruka-sensei acerca de lo que sucedió en la mañana. Se lavó el rostro con agua fría y se dirigió hacia la Torre Hokage.
En la Torre Hokage
Iruka Umino estaba bastante sorprendido por las habilidades de su nueva alumna, Misato Senju. Pensó que era extraño tener un miembro del Clan Senju en su clase ya que no había muchos miembros vivos, solo Tsunade-hime y ella.
− Dime Iruka, ¿acaso estas preguntándote por qué Misato-chan está en la Academia cuando sus habilidades son superiores? - preguntó Hiruzen fumando su pipa
− Hai, ¿cómo lo sabe? ¡Ella no debería estar en la Academia! - exclamó Iruka
− Solo lo sé, pero ella eligió estar en la Academia - contestó el Hokage
− ¿Por qué? - preguntó Iruka curiosamente
− No está en mi lugar contestar esa pregunta - dijo serio Hiruzen
− Está bien, pero ¿quién le enseño ninjutsu médico? - preguntó Iruka
− Una de mis alumnos, Tsunade Senju. Iruka, Tsunade es la tía de Misato - explicó el Hokage haciendo que Iruka abra los ojos impresionado - ella es la hija de Kenji Senju y Kasumi Uzumaki
− ¡¿Qué?! ¡Dijeron que había muerto! - exclamó Iruka
− Lo sé, pero fue para su protección. Su padre tenía muchos enemigos y podrían haber hecho daño a Misato - explicó Hiruzen
− Hai - dijo pensativo Iruka
Golpearon la puerta, Hiruzen dio permiso para que entren. Era Misato.
− Hola - saludó un poco desganada
− ¿Sucede algo, Misato-chan? - preguntó Hiruzen
− Eeh, no - contestó nerviosamente
− Está bien. Misato-chan, sobre lo que paso hoy fue aclarado y le expliqué a Iruka que cursarías la Academia este año sin importar tus habilidades - explicó el Hokage
− Hai - asintió Iruka-sensei
− Entonces, váyanse que tengo mucho papeleo por hacer - suspiró cansinamente Hiruzen
Iruka y yo nos despedimos, cada uno fue por su lado. Me fui a casa, ya era de noche y no tenía ganas de hacer nada. Lo que pasó con Sasuke sigue en mi mente, sigo herida por eso. Estaba tan perdida en mis pensamientos que choque con alguien.
− ¡Fíjate por donde vas! - exclamó enojado
− Gomen, no estaba atenta - me disculpé, me di cuenta de que era Neji con el que choque
− Hn, idiota - insultó Neji
− Oye, ya me disculpé no hace falta insultarme - dije un poco enojada
Neji se fue sin más. Me llevo muy mal con él desde pequeños. Además de ser tan arrogante, seguramente sigue atormentando a Hinata. Ojalá podamos terminar ese enfrentamiento de aquella vez, seguramente es mucho más fuerte. Sería interesante.
Entré a casa, estaba tan deprimida que directamente fui a acostar sin cenar. Miré por la ventana a la luna, estaba tan blanca y grande. Las cortinas volaban por la brisa de la noche, de repente un cuervo negro se posó en mi ventana. Lo miré con curiosidad, sus ojos rojos miraron los míos y sin previo aviso me dormí.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top