Ninjutsu Médico

"La perseverancia nos convierte en genios, pero todo esfuerzo es inútil, si no se cree en uno mismo"

¡Qué hermoso día! Suspiré. Es un día tan bello y yo sentada en la biblioteca leyendo sobre ninjutsu médico. ¿Por qué estoy de repente leyendo esto? Bueno, Tsunade-obasan me envió una carta.

Querida Misato:

Te envío esta carta para decirte que la próxima vez que nos veamos, que será en unos meses deberás estudiar ciertos conceptos del ninjutsu médico. Y para ello le dije a Sarutobi-sensei que te de los libros correspondientes y en caso de que no entiendas algo puedes preguntarle a cualquier ninja médico del hospital de Konoha.

Como dije en unos meses volveremos a vernos, saldremos nuevamente de viaje y al cabo de unos meses volverás a Konoha como prometimos a Hokage-sama. Cuando nos veamos te voy a hacer un examen y te entrenaré en ninjutsu médico.

Con Cariño, Tsunade Senju

Estaba muy emocionada hasta que Hokage-sama me mostró los libros. En realidad casi una biblioteca completa tengo que estudiar, pero Hokage-sama me explicó que solo unos pocos libros de introducción debería leer para que al retomar el entrenamiento no esté tan atrasada y tenga una idea al aplicar el ninjutsu médico. Los demás libros los leería mientras tenga la práctica del ninjutsu médico.

En resumen, ahora mismo estoy en la biblioteca sentada estilo indio en el piso con una pila de libros a mi derecha. Abrí el libro y comencé a leer sobre "La estructura del Cuerpo Humano: Tomo I"

Leí cada palabra con atención, y el conocimiento se filtró en mi cerebro. Sinceramente quería tirar el libro por la ventana por la cantidad de contenidos. Rodé sobre mi estómago y observé los diagramas del cuerpo humano, imágenes del corazón, arterias y venas. Luego de unas horas terminé de leer el libro y fue impresionante.

Me entusiasmé y continué con el siguiente libro "La estructura del Cuerpo Humano: Tomo II". Abrí el libro y leí el primer tema "El sistema circulatorio". Continué leyendo unas cuantas horas más hasta que quedé dormida sobre el libro. Un fuerte ruido me despertó.

− ¡Misato-chan! - llamó un niño

− ¡¿Qué?! - grité asustada

− Mikoto-san me mandó a buscarte, dijo que ibas a ir a tomar el té con ella - explicó Shisui

− ¡Oh! ¡Me había olvidado! - me palmee la frente

− Por cierto, ¿qué estabas haciendo? - preguntó mientras miraba los libros

− Estaba estudiando - contesté

− Aa, ¡Bueno qué esperas! ¡Vámonos! - exclamó entusiasmado

− Hai, espera que ordeno los libros - dije agarrando los libros

− Te voy a ayudar

Luego de que Shisui y yo ordenamos todos los libros en su lugar, salimos de la biblioteca y fuimos directamente al Compuesto Uchiha. ¡Ya estaba atardeciendo! ¿Cuántas horas habré estado leyendo?

Al llegar allí recibí las mismas miradas que la otra vez que visité el Compuesto. Suspiré cansinamente, la relación entre el Clan Uchiha y Konoha no es la mejor de todas. Estaba perdida en mis pensamientos que no me di cuenta que habíamos llegado a la casa principal.

− ¡Ya llegamos! - saludó Shisui sacándose las sandalias

− Hai - concordé

− ¡Misato-chan! - saludó Sasuke felizmente

− ¡Hola Sasuke-san! - sonreí

Shisui, Sasuke y yo fuimos hacia la cocina donde Mikoto estaba preparando té y unos bocadillos.

− Mikoto-san, lamento haber llegado tarde - me disculpé

− Está bien, pero ¿qué te pasó? - preguntó

− Me había quedado dormida en la biblioteca - expliqué

− Bueno, siéntense - invitó feliz

Mikoto nos sirvió elegantemente té. Esta mujer es completamente formal y elegante, seguramente fue entrenada para esto. Charlamos durante media hora.

− Asi que Misato-chan, ¿Qué estudiabas en la biblioteca? - preguntó Mikoto

− Conceptos básicos de ninjutsu médico - expliqué sonriendo

− Aaa, tan pequeña y estudiando. En ese aspecto te pareces a tu padre - comentó Mikoto

− ¿Conoció a mi padre? - pregunté

− Hai, fue un ninja de mi generación - contestó recordando

Iba a seguir preguntándole acerca de mi padre, pero fuimos interrumpidos cuando Itachi entró a la cocina con su bolso. Nos miró.

− Hola - saludó Itachi

− ¡Itachi-chan! ¡Ven, ven! - exclamó Shisui moviendo las manos

− ¡Onii-san! - lo abrazó Sasuke

Miré por la ventana, ya estaba oscureciendo. Será mejor que vuelva a casa, que está bastante lejos del Compuesto Uchiha.

− Hola, soy Misato Senju - me presenté sonriendo

− Itachi Uchiha - contestó un poco frío

− Mikoto-san, ya está oscureciendo - dije mirándola - mi casa está un poco lejos, será mejor que me vaya

− Cierto, buenas noches Misato-chan - me abrazó

− ¡Sayonara! - me despedí de todos cuando Mikoto me soltó

Fue un poco difícil encontrar la salida, pero la encontré. Caminé tranquilamente por la calle, los faros de luz estaban encendidos. Llegué a casa, y lo primero que hice fue darme una ducha, comer algún aperitivo y tirarme sobre la cama para dormir.

Al día siguiente

Me desperté por los rayos del sol alumbrando mi cara. ¿Por qué nunca se me ocurre cerrar la cortina? Me desenredé de las sábanas y até mi cabello en una cola alta.

Decidí visitar a Naruto, salí de la casa. Fui al mercado a comprar víveres para prepararle el desayuno a Naruto. Luego de pagar por los víveres, caminé hasta su casa con las manos cargadas de bolsas. Apoyé las bolsas en el suelo por un momento y para no despertarlo, entré por la ventana y abrí la puerta para recoger los víveres.

Después de colocar las bolsas sobre la mesa, observé el apartamento. Estaba absolutamente desordenado y sucio. Suspiré, mi día no podía ser mejor. Hice varios clones de sombra.

− ¡Chicas, es hora de limpiar! ¡Manos a la obra! - les ordené a mis clones

En menos de una hora el apartamento estaba todo limpio. Y mientras los clones limpiaban yo estaba preparando un gran desayuno. Es momento de despertar a Naruto. Lo miré, estaba babeando sobre su almohada murmurando palabras.

− Naruto, despierta - toqué su brazo suavemente

No despertó, este chico tiene un sueño profundo. ¡Ya sé! Voy a despertarlo al igual que hice con Tsunade-obasan.

− ¡Oh por Kami! ¡Naruto, hay ramen gratis! - grité fingiendo estar emocionada

− ¡¿Qué?! ¡¿Dónde?! - miró entusiasmadamente alrededor y me miró

− Jeje, intenté despertarte antes y tuve que hacer eso - me reí nerviosamente

− ¿Quién eres? - preguntó confundido

− ¡Baka! ¡Soy Misato! - grité ofendida

− ¡Era una broma, dattebayo! - se rio

− ¡Te hice el desayuno Naruto! - lo arrastré hasta la mesa

Observé su reacción, estaba mirando la comida ávidamente. Un poco más y se le cae la baba.

− ¡Vamos a comer! - insté

− ¡Arigatou, dattebayo! - agradeció feliz

Luego de desayunar, los dos estábamos muy llenos. Creo que exageré un poco con la cantidad de comida, hablamos un poco de una y otra cosa.

− Naruto, sabes que siempre voy a ser tu amiga ¿no? - le dije seriamente

− Hai, ¿por qué me lo dices, dattebayo? - preguntó mirándome

− Dentro de poco me iré de la aldea para entrenar - contesté tristemente

− ¡¿Qué?! ¿No volverás nunca más? - preguntó con lágrimas

− ¡Baka! ¡Por supuesto que voy a volver! ¡Pero mientras no esté prométeme que te esforzarás en la Academia! - exclamé con seriedad

− ¡Hai! ¡Quiero ser el mejor Hokage que haya existido! - dijo emocionado

Después de charlar sobre el futuro y ninjas. Le dije que tenía que irme porque debía estudiar, él contestó diciendo que tenía unas bromas que hacer. Suspiré, típico de Naruto.

Fui a la biblioteca, tomé un par de libros y continué con mi lectura. Leí todo sobre los sistemas del cuerpo humano, por lo tanto comencé a leer temas relacionados con las células, enfermedades, ADN, etc.

Las horas pasaron y al igual que ayer perdí la noción del tiempo. Ya era de noche. Me estiré, tomé un poco de agua que traje y continué leyendo. Tenía que aprender todos estos conceptos para poder entrenar con Tsunade-obasan.

Luego de tres meses

¡Muy bien! ¡Finalmente leí y estudié lo que Tsunade-obasan me pidió! Cerré el último libro. Sonreí. Tsunade-obasan volvería en cualquier momento y podría retomar mi entrenamiento. Obviamente estuve entrenándome, mi puntería mejoró pero todavía tengo que perfeccionarla. Es un poco triste tener que alejarme de Naruto, pero sé que volveré y estaremos juntos de nuevo. Dentro de este tiempo Naruto, Sasuke y yo nos conocimos mejor, hasta puedo decir que ellos no se pelean tanto. Aunque tienen sus momentos de gran rivalidad.

Desde hace un tiempo que estoy pensando qué hacer con la Masacre Uchiha, sinceramente no sé cómo detenerla. ¿Qué influencia puede tener una niña de cuatro años? Por más doloroso que sea quizás deba suceder, o podría cambiar completamente todo. Además este problema viene desde hace tiempo, desde el gobierno de Tobirama Senju.

La Masacre Uchiha no se produce hasta que Itachi tenga trece años. Si esta Masacre se produce, quizás pueda dar a Sasuke pistas para que descubra la verdad. ¡Ay no sé qué hacer! ¡Esto es muy frustrante!

Un escalofrío me recorrió la espalda.

Últimamente me siento vigilada, no sé si estoy paranoica o alguien me está vigilando. Es una sensación extraña de cosquilleo en la nuca y un rastro ínfimo pero presente del chakra de alguien. ¿Quién podría ser? Voy a visitar a Hokage-sama, probablemente pueda ayudarme.

Al llegar a la Torre Hokage, me acerqué a la puerta y toqué.

− Adelante - dio permiso Hokage-sama

− Buenos días - saludé

− Buenos días Misato, ¿en qué te puedo ayudar? - preguntó firmando unos papeles

− Hokage-sama, desde hace un tiempo me siento vigilada - expliqué haciendo que deje sus papeles

− ¿Por qué lo dices? - preguntó mirándome atentamente

− Siento un pequeño rastro de chakra a donde sea que vaya - le dije seriamente

− Misato, no te preocupes. Puede ser el estrés - explicó con calma

Lo miré, no parecía muy convencido de sus palabras. Deje pasarlo, posiblemente tenga razón. Golpearon la puerta. Hokage-sama dio permiso. ¡Era Tsunade-obasan y Shizune!

− ¡Tsunade-obasan! ¡Shizune! - las abracé con fuerza

− ¡Misato-chan! ¡Te extrañé! - me abrazó Shizune

− Bueno, ha llegado el momento Misato-chan - me palmeó la cabeza Tsunade-obasan

− ¡Tsunade, Shizune han vuelto! - saludó Hokage-sama

Luego de una charla sobre el viaje que hicieron, nos despedimos y dirigimos hacia la casa de Tsunade-obasan.

− Prepara tus cosas, Misato. En la madrugada partiremos - informó Tsunade-obasan

− Hai, pero ¿puedo despedirme de mis amigos? - le pregunté juntando las manos

− Está bien - aceptó Tsunade-obasan

Salí de la casa, cerré la puerta suavemente. Miré el cielo, había tantas estrellas. Bueno primero voy a despedirme de Naruto.

Al llegar al apartamento de Naruto, golpeé la puerta. Naruto abrió la puerta.

− ¡Misato-chan! ¿Qué sucede? -saludó Naruto dejándome entrar

− Naruto, ¿recuerdas cuando hace unos meses te dije que me iba a ir a entrenar? - pregunté un poco triste

− Me acuerdo, no me digas que... - no terminó la oración

− Hai, en la madrugada me iré pero no te preocupes... ¡Voy a volver en poco tiempo! - exclamé al ver sus lágrimas

− Ee-es que me sie-ento solo, dattebayo - dijo entre lágrimas

− Naruto - lo abracé - siempre voy a ser tu amiga y te dije que voy a volver en poco tiempo

− Lo sé pero...

− Sasuke-san también es tu amigo y esta para ti - dije sonriendo

− Hai, tienes razón - dijo un poco más feliz

Luego de haber conversado un poco, y haberle dicho que no se preocupara me fui de su casa dándole un gran abrazo. Ahora me dirijo al Compuesto Uchiha. Caminé por las calles, y por fin llegué al Compuesto. Observé las dos grandes puertas mostrando orgullosamente sus abanicos. Después de un largo rato tratando de localizar la casa principal, la encontré. Toqué la puerta. Me abrió Fugaku-san. Por supuesto me invitó a entrar, al parecer estaban charlando en el living.

− Misato-san, ¿a qué se debe la visita? - preguntó Fugaku

− Vine a despedirme ya que en la madrugada me iré a entrenar - expliqué

− ¡Misato-chan! - me abrazó Mikoto de repente - ¡Te voy a extrañar mucho!

− Hai, hai no se preocupe Mikoto-san volveré en unos meses - sonreí

− ¡Misato-chan! - llamó Sasuke casi gritando, lo miré - yo también te voy a extrañar - murmuró mirando al suelo

− ¡Aaaw! ¡Sasuke-kun! ¡qué tierno eres! - apreté sus mejillas sonrojadas

− Me llamaste Sasuke-kun - dijo frotándose las mejillas

− Hai, si quieres puedo seguir llamándote Sasuke-san

− No, está bien así - movió las manos, me reí

− Misato-san, espero que cuando vuelvas nos muestres tus progresos - invitó Fugaku, lo miré sorprendida

− Por supuesto, Fugaku-san - acepté

− ¡Misato-chan, cuídate! ¿Sí? - dijo Mikoto

− Hai, gracias por haberme recibido. Sayonara - abracé a Mikoto y Sasuke

Al despedirme de ellos, me fui directamente a casa. Ya había oscurecido bastante. Suspiré, tenía que apresurarme para ir a dormir o sino voy a tener sueño. Al llegar a casa, Tsunade-obasan y Shizune estaban durmiendo. Me fui a mi habitación, y me dormí feliz.

En la madrugada

Estaba teniendo un sueño maravilloso hasta que cierto Cerdito comenzó a saltar sobre mí. Lo miré, era TonTon. Lo tomé en brazos y se lo di a Shizune que lo estaba buscando. Volví a mi habitación para tomar una ducha y luego partir.

Luego de haber desayunado, agarramos nuestras cosas y nos dirigimos hacia la entrada de Konoha. Vi a Izumo y Kotetsu durmiendo. ¿De esta forma pretenden vigilar la entrada? Sonreí malignamente, les iba a hacer una broma.

− Henge no Jutsu - susurré transformándome en Hokage-sama

Me acerqué lentamente, con la pipa en mano. Y de repente comencé a gritar.

− ¡Están atacando la aldea! - grité sacándome el sombrero Hokage

− ¡¿NANI?! - gritaron con kunais en mano

Solté el jutsu y me reí fuertemente. ¡Qué par de idiotas! Me causó tanta gracia que hasta me salieron lágrimas de risa. Los miré y estaban en frente mío mirando enojados.

− ¿Qué? - pregunté inocentemente

− ¡¿Cómo que qué?! - gritó Kotetsu

− Estaban durmiendo asi que tuve que despertarlos - dije mirándome las uñas

− ¡Esa no es la forma! - exclamó Izumo

Tsunade-obasan llegó a mi lado, nos miró con desaprobación.

− Nos vamos - informó

− Hai - contesté feliz

Me di vuelta saludando a Kotetsu e Izumo. Cuando vuelva les voy a hacer otra broma. Me reí malignamente. Shizune y Tsunade-obasan me miraron extrañamente. ¿Qué? ¿No puedo disfrutar de mis maldades?

Caminamos por el bosque hasta la tarde en donde tomamos un descanso debajo de un árbol, Tsunade-obasan me dijo que iríamos hacia la Aldea Oculta en las Cascadas.

− Bueno, Misato-chan vamos a retomar tu entrenamiento - explicó Tsunade-obasan - asi que primero recogeremos unos peces del río

− Hai -asentí con la cabeza

Fuimos hacia el río cercano a cazar unos peces, seguramente iba a tener que revivirlos. Tsunade-obasan abrió un extraño pergamino, puso el pez sobre él y con un kunai lo hirió un poco.

− Está bien, Misato-chan. Ahora quiero que concentres chakra en tus manos e intentes curar al pez, vas a seguir haciendo esto hasta que puedas sanarlo - explicó Tsunade-obasan, asentí con la cabeza

Coloqué mis manos sobre el pez herido, concentré chakra y mis manos comenzaron a brillar de color verde. Cerré los ojos, comencé a sentir en dónde estaba herido el pez. Mmm, veamos. El kunai cortó a través de su sistema circulatorio y un poco de sus branquias. Formé una pequeña cadena de chakra para que ingrese en las heridas. Abrí los ojos y fruncí el ceño. El pez sigue herido, voy a concentrar más chakra en las é solo los dedos índices ya el pez era pequeño. La piel del pez sanó y comenzó a saltar. ¡Lo hice! Aplaudí felizmente.

− ¡Tsunade-obasan! ¡Shizune! ¡Miren curé al pez! - exclamé con una gran sonrisa

− Muy bien Misato-chan - elogió Tsunade-obasan - a partir de ahora intentaras curar otros animales, y cuando lo domines iremos a los hospitales para continuar con las personas

− ¡Hai! - asentí

− Pero no te entusiasmes por triunfar una o dos veces, ¡tienes que ser más rápida y sutil! El enfermo no puede esperar en el campo de batalla - explicó con seriedad

− ¡Hai! - dije con determinacion

Luego de seis meses

Mi formación en ninjutsu médico estaba llegando a su fin. Fuimos a hospitales, y empezé a curar a las personas pero Tsunade-obasan no me permitía tocar a nadie hasta que hice un informe detallado sobre los síntomas, causas y conclusión de lo que estaba mal en el paciente. En esos momentos fue difícil ya que ella era muy exigente. Pero por un lado estuvo bien que haya exigido para no poner la vida del paciente en peligro.

Hoy, durante la mañana estuve curando a un niño de un pueblo de la Tierra del Fuego. El niño tenía neumonía en un estado avanzado, al parecer el estado económico de la familia no le permitía tener los medicamentos necesarios para su curación. Así que mientras yo estaba paseando por la zona, ofrecí sanarlo con ninjutsu médico. Por supuesto previamente hice el informe correspondiente y lo curé en el momento. Le preparé unos medicamentos especiales para que esté cien por ciento sano. La madre me abrazó y me agradeció por haberlo salvado, pues eran ellos dos solos. Me sentí feliz de haber salvado una vida, especialmente la de un niño.

Ahora es de noche, estoy volviendo al hotel. Abrí la puerta y encontré solamente a Tsunade-obasan sentada en la mesa sobre un almohadón.

− Misato, ven aquí - dijo señalando otro almohadón

− Hai - obedecí

− Como sabrás tu entrenamiento está por finalizar así que quiero enseñarte lo último - explicó seria

− ¿Y qué es? - pregunté mirándola

− La técnica Byakugō no In - dijo Tsunade-obasan, la miré con la boca abierta

− Ee-es el sello de tu frente - tartamudeé señalando su frente

− Hai, te va a llevar mucho tiempo, quizás años para poder dominarla. Ni siquiera Shizune pudo dominarla - informó con calma

− ¿Y para qué sirve? - pregunté más tranquila

− El usuario de esta técnica tiene la capacidad de liberar este sello para aumentar notoriamente sus capacidades tanto físicas como espirituales, aumentando la potencia de las técnicas de la persona - explicó seria

− No sé qué decir Tsunade-obasan, es un honor heredar tu jutsu - agradecí - no sabía que los ninja médicos podían luchar en el frente

− Misato-chan, que seas un ninja médico no significa que no puedas aprender técnicas para luchar. Solo aquellos que hayan dominado esta técnica pueden romper las reglas del ninja médico ¡Además eres mi discípula y sobrina por lo tanto heredarás el poder de un Sannin! - exclamó orgullosa

− ¡Tsunade-obasan! - dije abrazándola - Arigatou

Nos quedamos charlando hasta la madrugada sobre la técnica, el futuro de Konoha y otras cosas más. Le comenté que durante mi estancia en Konoha me sentía vigilada, Tsunade-obasan me miró y me pidió que describiera la situación. Por supuesto le expliqué lo que sentía y me dijo que no me preocupara. Tenía la misma mirada que el Tercer Hokage cuando le pregunte por ellos. Suspiré, qué se va hacer. Tarde o temprano me voy a enterar qué sucede.

Al día siguiente

Suspiré cansinamente, nadie estaba en la habitación del hotel. Me dirigí hacia el pueblo para distraerme un rato ya que luego Tsunade-obasan me explicaría cómo almacenar chakra detrás de mi frente. Es grandioso poder aprender su técnica. Hace tiempo cumplí cinco años en ese momento estaba en Konoha, por supuesto cuando me reencontré con Tsunade-obasan y Shizune me hicieron una mini fiesta y fue genial. Ellas me regalaron unas hermosas hebillas para que pueda sostener mi cabello, Tsunade-obasan dijo que habían pertenecido a su abuela Mito Uzumaki. Estaba impresionada cuando me dijo eso.

La puerta se abrió dejando ver a Shizune con TonTon. Se veía apresurada.

− Misato-chan, vengo a buscar esto - agarró algo de su bolso y se fue sin más

Parpadeé, eso fue extraño. Al rato abrieron la puerta y era Tsunade-obasan. Me miró.

− Bueno ¿Qué esperas?, hay una técnica que tengo que explicarte - dijo moviendo el pie sobre el piso

− Hai, hai. ¡Vamos! - agarré su mano

Finalmente llegamos al bosque, cerca de un río. Recuerdo cuando aprendí a controlar mi chakra.

− Misato-chan, para dominar esta técnica debes almacenar detrás de tu frente un treinta por ciento de tu chakra todos los días hasta que el sello sea visible en tu frente, ¿entendiste? - dijo detalladamente

− Hai - asentí

− Ahora almacena un treinta por ciento de tu chakra - ordenó mirándome

− Está bien - formé un sello

Luego de formar el sello, envié un treinta por ciento de mi chakra hacia la frente. Por suerte aprendí el control de chakra y es más fácil movilizar el chakra hacia allí pero tiene sus dificultades. Abrí los ojos y miré a Tsunade-obasan.

− Excelente Misato-chan, tendrás que repetirlo todos los días

− Lo sé, ¿Dentro de poco tendré que volver, no? - pregunté con duda

− Hai, y como tu entrenamiento en ninjutsu médico finalizó vas a tener que quedarte en Konoha pero iremos a visitarte - explicó

− Te voy a extrañar - le dije triste

− Hai, además seguirás entrenándote en otras áreas - dijo misteriosamente

− ¿Qué? ¿Quién me va a entrenar? - pregunté emocionada

− Mmm, un cierto alguien que no voy a decir su nombre - concluyó

Suspiré, no le voy a poder sacar una palabra más sobre esto. Estoy feliz de volver a ver a Naruto y Sasuke. Además voy a averiguar un poco sobre el Clan Uchiha. Todo por culpa del viejo Danzo. Maldito vejete.

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