¡Hola! Pido mil disculpas por la terrible tardanza, he tenido unos cuantos problemas pero volví :)

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"Debemos tener en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos"

Misato odiaba no poder proteger a sus seres queridos. Odiaba ser débil.

En ese momento, la jovencita estaba acostada en una cama de hospital completamente inmóvil. A simple vista parecía que estaba dormida y muy relajada pero en realidad era todo lo contrario.

Misato luchaba con su cuerpo para poder recuperar el control de este. Hacía mucho tiempo que trataba de ponerse en movimiento pero no había caso. Gritaba en su mente para volver en sí pero no podía, simplemente no podía.

Había intentado de todo, activar simultáneamente todos sus puntos de chakra, concentrarse intensamente llegando a su máximo de meditación para mover por lo menos un dedo pero no funcionaba. Su frustración había llegado a niveles altísimos haciendo que simplemente llorara. Sí, llorar. No podía soportar tanta frustración.

Pero recuperó un poco de esperanza cuando un día, alguien la visitó. Ese alguien tomaba su mano susurrando palabras tranquilizadoras y pidiéndole que regresara.

En aquel instante, supo que no estaba sola y que alguien velaba por ella. No sabía quién era pero estaba agradecida porque quizás se hubiera rendido.

Luego de algún tiempo más, Misato tomó una decisión difícil. Usar un poco de su chakra Yin. Sabía perfectamente que Rikudo Sennin le había advertido sobre su uso apresurado antes de que se completara pero existía la posibilidad de recuperarse si tan solo utilizaba una cantidad mínima.

Misato asumió todos los riesgos y decidió hacer el intento. Debía hacerlo o jamás despertaría. Además no sabía que tiempo era, ni qué sucedía especialmente con respecto a Sasuke y Naruto.

La kunoichi se concentró como jamás lo había hecho ya que no podía hacer sellos. Ella estaba atrapada en su mente y necesitaba tomar el control de su cuerpo.

El tiempo pasó, no sabía si fueron horas, minutos, segundos e incluso días. Finalmente, ella lo hizo. Tomó una ínfima cantidad de chakra Yin y lo guio a su núcleo principal.

Aquel chakra se mezcló con el chakra original y la fuerza producida por la mezcla se dispersó por su red de chakra.

De repente, Misato abrió los ojos respirando fuertemente y se sentó lentamente quitándose el respirador. Se apoyó contra la cama y miró a su alrededor. Estaba en el Hospital de Konoha.

Una margarita en un jarrón descansaba en su mesita de luz y una nota la acompañaba. Misato estiró su mano y tomó la nota.

Querida Misato:

Si lees esto quiero que sepas que tus cosas están en el armario delante de ti y debajo de tu cama tus armas ninjas. La enfermera quería llevárselas pero la distraje lo suficiente para esconderlas para ti.

Por si quieres saber, ha pasado una semana desde que te trajeron al hospital. Espero que te encuentres mejor. Por cierto, me iré en una misión con Zabuza. ¡Deséame suerte!

Haku

Misato sonrió cada vez más al leer la nota. Haku había estado cuidando de ella. Después de todo, no fueron años el tiempo que pasó. Suspiro de alivio, estar atrapado en la mente propia podía ser agotador.

Con cuidado bajó de su cama y gracias a Kami que el control de su cuerpo había sido recuperado. Sacó la ropa ninja del armario y se la puso rápidamente.

Misato se agachó y tomó la bolsa con sus armas ninjas. Ella se equipó completamente con sus cosas y decidió irse en busca de Naruto.

La única forma de encontrarlo era teletransportandose hacia donde estaba. Ella hizo el tan conocido sello y en un flash rojo desapareció.

Con Naruto

La joven kunoichi trastabilló en el suelo por el mareo provocado. Parpadeó tratando de ubicarse y vio a Tsunade llorando sobre Naruto mientras le aplicaba Ninjutsu Médico.

Misato se acercó corriendo rápidamente y comenzó a ayudar a su tía para curar a Naruto. Otorgó su chakra para aumentar la curación. Misato amplió los ojos al ver que su amigo no respiraba.

− No, no mueras - murmuró Tsunade entre lágrimas aumentando su chakra

− Maldición, Naruto - gruñó Misato repitiendo lo de su shisou

Ambas kunoichis aumentaban el flujo de chakra curativo para revivir al muchacho. Misato apretó sus dientes maldiciendo mentalmente hasta que Naruto pareció volver.

− Oiga, no olvide la apuesta - murmuró Naruto tomando suavemente el collar que poseía Tsunade - le dije que ganaría - sonrió a duras penas y luego dejó caer su mano mientras Tsunade lo miraba pasmada

− ¿Qué? ¿Sigue vivo? - preguntó Kabuto horrorizado mientras era ignorado

− El ser Hokage es tu sueño Naruto, ¿cierto? - susurró Tsunade - solo una vez más, una vez más desde aquella vez confiaré en estas palabras - habló colocándole el collar del Primer Hokage

Misato observó el intercambio sorprendida y a la vez feliz por Naruto. Sonrió al ver que su shisou finalmente volvía a confiar.

Miró a su alrededor y vio a Jiraiya y Orochimaru de pie sobre sus grandes invocaciones.

Los dos Sannin hablaban seriamente hasta que de repente Orochimaru saltó de su invocación velozmente. El malvado Sannin se dirigió hacia Naruto. Jiraiya intentó detenerlo pero Orochimaru lo derribó fácilmente.

Orochimaru abrió su boca haciendo que una extraña serpiente saliera y de ella una gran espada. Todo esto de forma rápida mientras se acercaba hacia ellos.

Sin dudarlo, Misato decidió tomar el golpe pero nunca llegó. Abrió los ojos y vio una cabellera rubia delante de ella.

− Tsunade-obasan - susurró Misato sorprendida

La punta de la espada apenas tocaba el estómago de Misato. Tsunade había salvado a ambos.

Cuando Orochimaru quitó la espada, Tsunade gimió de dolor.

− Tsunade, a ti es a quien menos quisiera matar y por supuesto que a tu pequeña discípula tampoco pero nunca se sabe - dijo Orochimaru - ah pero si ese niño sobrevive representará más problemas de lo que tú y tus amigos podrán imaginar. ¡No te entrometas!

− No, tu escúchame - comenzó Tsunade - sin importar el precio voy a proteger a estos niños

− ¡Ja! ¿Y cómo planeas hacer eso? - se burló Orochimaru - tu cuerpo está tan frágil como una hoja que arrastra el viento, además tú un Legendario Sannin ¿por qué arriesga su vida por unos simples genin?

− Porque salvándolos, salvo mi hogar - dijo Tsunade mirando a Orochimaru con fiereza - salvo la Aldea Oculta entre las Hojas

− ¿Tanto proteges a esa aldea?

− Fíjate bien este niño, este simple genin fue elegido por el destino para ser Hokage algún día - respondió Tsunade mirando con cariño a Naruto - y esta simple kunoichi lo acompañará en su largo camino haciéndose cada vez más fuerte - sonrió a su sobrina

− ¡Qué estupidez! - rio Orochimaru perversamente - aunque así fuera, ¿qué? ¿a quién le interesa ser Hokage? Sólo un estúpido querría ese cargo

− De ahora en adelante, yo también lo apostaré todo - afirmó Tsunade poniéndose de pie mientras recordaba a los Hokage anteriores - y llevaré mi vida al límite

− ¡Bien! ¡Si realmente quieres perder la vida por estos dos estaré feliz de complacerte! - gruñó Orochimaru sacando nuevamente la espada de su boca

Misato observó con horror como el ninja serpiente cortaba profundamente a Tsunade. Luego, Orochimaru comenzó a acercarse lentamente a Naruto para también herirlo.

La joven kunoichi recuperó su compostura al ver las intenciones del ninja. Sin esperar, desató sus poderosas cadenas de diamantina inmovilizando a Orochimaru pero no fue suficiente. La serpiente dentro de él actuó y la apuñaló en el pecho.

Al ser herida, las cadenas se retiraron y Misato cayó al suelo junto a Naruto. Antes de que Orochimaru finalmente atacara al niño, Tsunade apareció justo en el instante recibiendo un corte en su espalda.

− Eres muy valiente, ¿verdad? - sonrió Orochimaru con maldad - qué impresión

− No te lo dejé muy claro, ¿verdad imbécil? - dijo Tsunade a duras penas por el dolor - lo que dije fue enserio, antes de que toques a los niños me matas

− ¡Pues ya casi lo logro! - gritó Orochimaru dándole una patada haciendo que cayera al suelo - qué valiente pero mírate... no haces otra cosa que temblar. Pobrecita, no puedes evitar tu miedo a la sangre - la miró fijamente - todo esto es inútil, ¿y para qué? ¿Por el amor a unos pequeños e ineptos niños? ¿Por el amor a una pobre aldea que abandonaste hace tantos años?

De repente, Tsunade se puso de pie a una velocidad abismal y le dio una poderosa patada en la mandíbula mandándolo varios metros atrás.

− Dejaste de temblar, ¿cómo? - preguntó Orochimaru

− Finalmente recordé algo - lo miró con determinación - que fui elegida como la Quinta Hokage de la Aldea Oculta entre las Hojas - el sello de su frente comenzó a esparcirse

− Hagas lo que hagas, no habrá diferencias - se burló Orochimaru pero a la vez un tanto preocupado por esa marca en la frente pues le recordaba a la niña pelirroja en el Bosque de la Muerte - puede que superes tus miedos internos pero ¿qué hay del resto de ti? ¿no pensarás derrotarme en tus patéticas condiciones?

Tsunade no respondió simplemente hizo un sello y el chakra del sello se adentró en su cuerpo haciendo que su cabello flotara. Rápidamente sus heridas fueron curadas.

− Al parecer no soy el único que se ha dedicado a desarrollar jutsus - sonrió Orochimaru al ver el jutsu de su ex compañera - ¿cómo lo haces?

− Mi chakra por años lo he reservado en un lugar detrás de mi frente para una ocasión especial y con esta reserva de chakra, la habilidad de mi cuerpo de crear nuevas células se aceleran - Tsunade sonrió complacida - las células se dividen rápidamente dispersándose por mi cuerpo regenerando los órganos dañados. Es como tener la habilidad misma de revivir.

Luego de la charla, Tsunade desparramó un poco de su sangre por su brazo para realizar la técnica de invocación. Jiraiya y Orochimaru la siguieron.

Una triple invocación se había formado. Misato que lentamente curaba su herida de la espada observaba las invocaciones con asombro. Ese era el triple punto muerto.

Una intensa lucha comenzó entre los Sannin. Las invocaciones junto a sus amos luchaban entre sí a un ritmo aterrador pero sorprendente.

La ventaja era para Jiraiya y Tsunade ya que eran dos Sannin contra uno solo. Misato intentó mantenerse despierta pero sus ojos se cerraban lentamente. Ella entró en un profundo sueño.

La batalla entre los Sannin terminó cuando Orochimaru y Kabuto tuvieron que escapar por la ventaja que los otros llevaban. La serpiente del Sannin había sido herida en el hocico, el mismo Sannin no tenía chakra y su fiel seguidor estaba herido. No quedaba otra opción más que retirarse del lugar.

Al día siguiente

En un bar del pueblo, Jiraiya, Naruto y Tsunade estaban en una mesa sentados tomando té cuando la mujer bromeó diciendo que Naruto tendría que llamarla Quinta Hokage. Shizune, Misato y TonTon llegaron unos minutos más tardes y los acompañaron.

− No puedo creer que ella sea Hokage - refunfuñó Naruto

− Oi, Naruto - llamó Misato - más respeto que es mi shisou

− Sí, me di cuenta. ¡Eres igual que ella! - exclamó Naruto recordando sus poderosos golpes y luego murmurando otras cosas

− ¿Hay algo que te moleste, Naruto? - preguntó Jiraiya divertido

− ¡Por favor! ¡El Hokage debe ser amable, listo y todo eso! ¿Cómo solía ser el anterior? - preguntó Naruto indignado - Ella es algo mala y codiciosa, con mal carácter y no es muy brillante - le dijo a Jiraiya mientras Tsunade se enojaba cada vez más - no es nada personal, viejita... pero es un gran trabajo y no creo que ella funcione - Tsunade miró fijamente a Naruto con el ceño fruncido

− Muy bien, Lady Tsunade. ¿Lista para ordenar algo? - intentó cambiar de tema Shizune

− Y sobre todo es una mujer de cincuenta años que usa un jutsu para parecer una jovencita - siguió hablando Naruto - me pregunto enserio si queremos un Hokage como ella, ya sabe alguien que vive una mentira

− ¡Resolvamos esto afuera, niñito! - gruñó Tsunade poniéndose de pie con furia

− Naruto, baka - suspiró Misato

Todos salieron a la calle, Jiraiya estaba a unos metros de Naruto en forma de motivación mientras enfrente de Naruto estaba Tsunade, Shizune y TonTon. Misato decidió irse a un costado sola para ver la pelea.

− Tal vez no sea el ideal de la perfección pero soy el Hokage ahora - sonrió Tsunade - y aunque no deba ensuciarme las manos con un mocoso como tú, un dedo es lo que necesitaré

− ¡Esta vez no, abuela! ¡Y no me diga mocoso! - exclamó Naruto exageradamente - ¡Ahora soy solo un niño pero voy a ser Hokage algún día! - Tsunade lo miró sorprendida y con nostalgia - ¡Tú lo pediste! - Naruto corrió hacia ella

Mientras Naruto corría hacia ella con la intención de atacarla, Tsunade lo esperó pacientemente y cuando llegó le pegó un manotazo haciendo que su banda ninja saliera volando. Y al instante acercó sus dedos índice y pulgar para empujarlo pero solo acercó su rostro y le dio un beso en la frente. Misato sonrió felizmente.

− Cuando crezcas serás un buen hombre - sonrió Tsunade con cariño - y un gran Hokage también - dijo en su mente

− ¡Eso seguro, dattebayo! - sonrió Naruto

− Bien, vayamos a casa todos - dijo Jiraiya - a la aldea de la Hoja

− ¡Hey, aguarden un minuto! ¡Aún no he comido, dattebayo! - chilló Naruto

− ¡Yo también tengo hambre! - exclamó Misato sobándose el estómago

Los adultos comenzaron a reírse del escándalo que los niños hacían en la calle. Misato se unió a la risa cuando Naruto comenzó a gritar que moría de hambre.

Horas más tarde, cuando todos finalizaron el almuerzo emprendieron su regreso a la aldea. Naruto y Misato iban más adelante con sus mochilas charlando alegremente. Naruto le explicaba cómo había dominado el Rasengan y lo genial que era.

"¿Lo pueden ver, Nawaki y Dan? Descansen en paz, amados míos. Su sueño sigue vivo en él." Pensó Tsunade mirando a Naruto

Los días pasaron y el grupo finalmente llegó a Konoha. Hubo algunos problemas en el camino con cobradores que buscaban a Tsunade pero lo resolvieron rápidamente.

Al llegar, Tsunade tuvo que ir a la Torre Hokage para reunirse con el Consejo acompañada de Jiraiya y Sihzune mientras que Naruto y Misato se dirigieron a almorzar a Ichiraku ya que no habían comido desde temprano.

− Oi, Misato - llamó Naruto

− ¿Sí? - Misato lo miró

− ¿De verdad que Tsunade fue tu sensei? - preguntó Naruto con curiosidad

− Pues sí, ya te lo había dicho - asintió Misato

− Pero es que es raro - se rascó el cuello - aunque con tu fuerza es bastante obvio

− Tienes suerte de que no has conocido mi fuerza en su completa forma - Misato se rio malévolamente mientras Naruto la miraba con terror

Finalmente, ambos niños llegaron al restaurant y pidieron su tan preciado ramen. Naruto comió más de diez tazones de ramen especial mientras que Misato solo comió dos tazones. Ella miró un tanto asqueada la forma brusca de comer de su amigo.

Luego de pagar por la comida, Naruto se escandalizó al recordar que Tsunade debía curar a Sasuke, Kakashi y Lee. Ambos se dirigieron apresuradamente a la Torre Hokage en busca del Hokage.

Al ir corriendo como locos, se chocaron contra Konohamaru que estaba haciendo un berrinche. Los tres se cayeron al piso pero se pusieron de pie rápidamente.

− ¡Oye! ¡¿Por qué no te fijas por dónde vas?! - gritó Konohamaru sobándose la cabeza

− Aagh, ¿Por qué no te fijas por dónde te paras? - replicó Naruto acariciando su nariz

− En realidad Naruto nosotros no tendríamos que haber entrado corriendo - bufó Misato limpiándose las rodillas

− ¿Eres tú, Naruto? ¿Misato? - preguntó Konohamaru sorprendido

− ¿Qué diablos? ¿Konohamaru, eres tú? - preguntó Naruto de igual modo

− ¡Cuánto tiempo sin verte!

− ¡Sí, dattebayo!

− Haz crecido, Konohamaru - sonrió Misato

− ¡Misato! ¿por fin aceptas mi proposición de matrimonio? - preguntó Konohamaru guiñándole el ojo

− ¡¿Qué?! - chilló la chica - Konohamaru, eres joven para eso - el muchachito bufó

− Konohamaru, ¿has visto una anciana con mal carácter por aquí? - cuestionó Naruto mirando a los costados - aunque no se ve tan vieja pero sí lo es

− Sí, ya tuve el gusto - respondió el niño - ¿Dónde está ella por cierto?

− ¡¿Dónde está?! - gritó Naruto al mismo tiempo, ambos se miraron con mala cara - bueno, es una larga historia... aagh ¡no tengo tiempo para gritarte ahora! ¡tengo que llevarla al Hospital pronto! - dijo caminando de un lado a otro

− ¿Al Hospital?

− Sí, se supone que es una excelente ninja médico - respondió Naruto - ¡todo el mundo está muy feliz porque será Hokage! Pero, ¡¿se le ha olvidado a lo que vino?!

− Naruto, cálmate - dijo Misato malhumorada - ella sabe que tiene que curarlos

− ¿Hokage? - murmuró Konohamaru en shock

− ¡Sí! ¡Ella es el Quinto Hokage! ¡¿Estás sordo, dattebayo?! - exclamó Naruto - por favor, solamente me importa lo que haga que prometió hacer

− No te creo nada - dijo Konohamaru triste

− Konohamaru - murmuró Misato al ver su reacción

− ¡Estás mintiendo, Naruto! - gritó el niño para luego salir corriendo - ¡no es verdad! - lloró

− ¿Qué le pasa? - preguntó Naruto al verlo así

− Sigue dolido por la muerte de su abuelo, no quiere que nadie lo reemplace en su puesto de Hokage - respondió Misato seriamente

− Oh

Naruto y Misato decidieron esperar a Tsunade afuera de la Torre Hokage. Necesitaban llevarla al Hospital.

− Lo único que quiero es tomar un poco de té y relajarme - se escuchó decir a Tsunade

− Sí, pero - comenzó Shizune

− ¡No tan rápido, abuela! - interrumpió Naruto - antes de que sorba su té, ¡¿qué no hay nada que esté olvidando?!

− ¿Qué es lo que dices? - preguntó Tsunade genuinamente confundida

− Tsunade-obasan, debes curar a Kakashi, Sasuke y Lee - respondió Misato con calma

− ¡Exacto, dattebayo!

− Ay, cierto - sonrió Tsunade - los había olvidado

− Agh

− Sí, ese debe ser Naruto - suspiró Shikamaru acercándose junto a su padre - acompañado de Misato, qué raro

− ¡Shikamaru! - exclamo Naruto

− ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar en otro lado arreglando tu cara? - dijo Shikamaru

− Qué gracioso, a estas horas deberías estar durmiendo - se burló Naruto

− Bueno, tou-san me pidió que viniera con él pero no preguntes la razón - dijo monótonamente

− Parecen que se conocen - susurró Misato a ambos muchachos

− Saludos, Lady Tsunade - saludó Shikaku con respeto - ha pasado el tiempo

− Oh, tú eres el hijo de la familia Nara - sonrió Tsunade - espero que sigan cuidando bien de los ciervos, saqué buenas medicinas de esos cuernos

− Ah, sí - asintió Shikaku - los ciervos están bien

− ¿Quién es la rubia? ¿Y por qué mi tou-san le habla como si fuera su jefa? - preguntó Shikamaru a sus amigos

− ¿No lo sabes? Ella es el Quinto Hokage - respondió Naruto, Shikamaru lo miró sorprendido - y no es una chica, de hecho es una señora cincuentona

− Los veré pronto, vámonos Naruto y Misato - se despidió Tsunade

− ¡Hasta luego, nos vamos al Hospital! - exclamó Naruto arrastrando a Misato con él - ¡Shikamaru luego te mostraré la súper técnica que desarrollé!

− ¡Adiós, Shikamaru! - sonrió Misato corriendo junto a Naruto

Cuando Shikamaru y Shikaku se quedaron solos, el joven no podía creer que esa mujer fuese Hokage así que decidió compartir su opinión con su padre.

− ¿Enserio esa mujer es el Quinto Hokage? - preguntó Shikamaru incrédulo

− Cuidado, Shikamaru - advirtió Shikaku - esa mujer es uno de los ninjas más fuertes que conozco, no te dejes llevar por su apariencia

− ¿Sí?

− Después de todo, hay una razón por la que es la única mujer dentro los Legendarios Sannin - respondió Shikaku

− Entiendo, pero no entiendo por qué una mujer Hokage osea no creo que sea perjudicial pero realmente ¿es una buena idea? - Shikaku bufó - ay, por favor ya sabes cómo son... jamás las podremos comprender, nunca sabes a qué atenerte con ellas, la cosa más simple las puede hacer enojar y siempre están jugando con tu mente. Y por supuesto tratan de obligarte a hacer lo que quieren, básicamente son un dolor de cabeza - explicó Shikamaru recordando a sus compañeras kunoichi

− Hmm, escucha Shikamaru - comenzó Shikaku poniendo su brazo en su hombro - recuerda que sin las mujeres, ni siquiera existiríamos y créeme que ellas hacen que seamos mejores hombres de lo que seríamos sin ellas - sonrió - hasta la más fuerte de ellas no teme ser amable con el hombre que ama - rio suavemente - algún día comprenderás de lo que hablo pero bueno debemos darnos prisa, terminar nuestros asuntos y volver a casa. Ya sabes cómo se pone tu madre cuando nos tardamos

− Bueno, si una mujer lo hizo mejor persona entonces no tengo interés en saber cómo era antes - habló Shikamaru para sí mismo

Rápidamente, Shikamaru siguió a su padre dentro de la Torre Hokage.

En el Hospital de Konoha

Tsunade acompañada de los genin entró a la habitación de Sasuke. Misato vio que Sakura estaba allí velando por Sasuke.

− ¿Puedo entrar? - preguntó Tsunade

− ¿Quién es usted? - cuestionó Sakura confundida - quien quiera que sea es hermosa - pensó Sakura

− ¡Hey, Sakura! No lo vas a creer, ella viene a mejorarlo todo otra vez - sonrió Naruto un poco colorado

− No te preocupes, Sasuke va a estar muy bien - dijo Misato acomodando su pelo

− Usted debe ser de quién me habló Gai-sensei - habló Sakura mirando a Tsunade - por favor, salve a Sasuke

− Bueno, veré qué puedo hacer - asintió Tsunade sonriendo

− Misato, ¿no deberías estar inconsciente? - preguntó Sakura

− Aaa... mm... pues pude curarme sola - respondió la pelirroja nerviosamente, Sakura asintió

En ese momento, Tsunade comenzó a aplicarle Ninjutsu Médico a Sasuke. Al parecer, lo tenía difícil ya que estaba tardando unos minutos en curarlo.

Finalmente, Sasuke abrió los ojos lentamente con aspecto confundido. Misato vio que Sakura comenzó a llorar de alegría mientras que Naruto lo saludaba contento.

Sasuke no respondió al saludo, simplemente se sentó en la cama. Misato vio que tenía la mirada perdida, eso no le gustaba nada. Como si estuviera vacío.

− ¡Sasuke! - exclamó Sakura emocionada abrazándolo con fuerza

− Oye, has vuelto - sonrió Naruto pero un poco triste

Misato observó preocupada a Naruto ya que se lo veía triste pero al instante supo por qué. Era por Sakura, que abrazaba a Sasuke. Suspiró cansinamente, este triángulo amoroso traería problemas.

Sin más, Naruto se fue de la habitación con aspecto deprimente. Misato lo siguió al instante.

Tsunade rio para sí misma, frente a ella había un cuadrado amoroso. Sonrió al ver que el muchacho Uchiha frunció el ceño al ver a Misato irse tras Naruto. Esto era una novela.

Después de aquello, se dirigieron a la habitación de Kakashi en donde Tsunade repitió la operación y Kakashi se despertó completamente agotado.

− Ay, qué desgracia - dijo Tsunade con las manos en la cintura - ser sacado de la jugada por dos infelices como ellos, ¿no se suponía que eras el mejor?

− Siento decepcionarla - habló Kakashi con voz aburrida

− ¡Bueno, ya está Kakashi-sensei! ¡Sólo unos más y hemos terminado! - aplaudió Naruto

− Ahora sigue, Rock Lee - dijo Misato

− ¡Sí, sí! ¡Lee está al lado! - chilló Maito Gai

En el pasillo se cruzaron a Rock Lee que iba caminando con sus muletas a su habitación. Tsunade lo miró fijamente.

− ¡Lee! ¡Mira quién vino a verte! - gritó Gai - ¡Es Lady Tsunade! - Lee miró sorprendido

− ¿Es uno de tus estudiantes, Gai? - cuestionó Tsunade

− ¡Sí! ¡Más que un estudiante es como un hijo!

− Ya veo - asintió la mujer - Naruto, Misato ¿enserio seguirán perdiendo el tiempo aquí?

− ¡Ah! ¡Tiene razón! ¡Casi lo olvido! ¡Se supone que debo reunirme con Iruka-sensei! - exclamó Naruto

− Bueno, yo tengo que atender ciertos asuntos - dijo Misato misteriosamente

− Está bien, mejor dense prisa

− ¡La dejaremos sola desde aquí, dattebayo! - gritó Naruto

− De acuerdo, chicos

Con tranquilidad, Misato se retiró de allí. Se dirigió a la habitación de Sasuke para ver cómo estaba. Abrió la puerta corrediza y vio que Sakura estaba allí también. Al parecer, Sasuke estaba en un profundo sueño.

− ¡Misato! - exclamó Sakura aliviada - mi oka-san me pidió hacerle unos recados y no puedo quedarme, ¿podrías por favor cuidar a Sasuke?

− No hay problema, ve tranquila - asintió Misato - además es mi compañero de equipo, no podría dejarlo solo

Sakura le agradeció y se fue rápidamente. Misato se sentó en la silla donde había estado Sakura y miró atentamente a su amigo. Recordó todo lo que había sucedido en el hotel. Ella frunció el ceño al recordar la mirada de odio que puso Sasuke al ver a Itachi. Por primera vez en su vida, dudaba de que pudiera evitar que se dirija al camino de la venganza. Era demasiado odio.

− Sasuke, eres un idiota - murmuró Misato con tristeza - me preocupo mucho por ti, no quiero perderte - finalizó apretando los puños

Misato vio que se removía en sus sueños, como si sufriera. Vio que una lágrima cayó por su rostro. Estaba sufriendo así que ella se acercó y tomó su mano traspasándole un poco de su chakra calmante al igual que había hecho en el Bosque de la Muerte.

Sorprendentemente, Sasuke se calmó notablemente. Respiraba suavemente. Misato sonrió y simplemente contempló su sueño hasta que lentamente sus párpados comenzaron a caer haciendo que cayera en un profundo sueño.

Al día siguiente, Misato se despertó confundida y vio que estaba acostada en la cama del hospital. Sasuke no estaba por ningún lado. Era cerca del mediodía. Suspiró, ese chico se había ido.

Sin saber qué hacer, Misato se dirigió a su hogar y vio que Zabuza y Haku todavía no habían vuelto de la misión. Había tierra sobre los muebles y el piso estaba un tanto sucio así que decidió tomarse el día para limpiar la casa.

La mañana siguiente llegó y Misato sentía una terrible necesidad de hacer algo productivo así que decidió ir hacia la Torre Hokage para ver cómo iba Tsunade-obasan con su nuevo cargo.

Al llegar, tocó la puerta como hacía siempre y Tsunade le concedió el permiso. Misato entró.

− Buenos días, Tsunade-obasan - saludó Misato felizmente

− Buen día, Misato - dijo Tsunade un poco desganada

− ¿Qué sucede?

− Estoy preocupada por Lee, la operación tiene la probabilidad de un 50% de éxito - respondió Tsunade seria - y la otra posibilidad es que puede morir

− Oh, Kami - murmuro Misato - pero estás leyendo libros de medicina, ¿qué planeas hacer?

− Estuve analizando el estilo de curación de Kabuto, y aplicando su metodología tendría que activar todas sus células a la vez, sería más fácil ir por partes porque hacerlo al mismo tiempo sería muy agresivo - explicó Tsunade

− Tsunade-obasan, ¿no te preguntaste cómo pude salir del agotamiento mental por mí misma? - dijo Misato de repente

− Lo había olvidado - respondió Tsunade sorprendida - ¿cómo lo hiciste?

− Yo estaba consciente en mi mente, luchando contra mí misma para tomar el control de mi cuerpo pero nada era posible - comenzó Misato recordando aquello - estaba desesperada e hice algo que pudo haberme matado - Tsunade frunció el ceño

− ¿Qué hiciste, Misato? - preguntó Tsunade levantando la voz

− Te-enía que hacerlo, yo-o - tartamudeó la chica - mira - dijo quitándose su banda ninja de la frente, Tsunade amplió los ojos sorprendida - he estado desarrollando el Byakugou no Jutsu de otra forma y se formó este rombo rosa luego de haber acumulado chakra Yin - Tsunade no podía creer lo que escuchaba

− ¡¿Me estás diciendo que has acumulado chakra Yin por separado del chakra Yang?! ¡¿Estás loca, Misato?! - gritó Tsunade - ¡Podría haberte costado la vida!

− ¡Lo sé! - gritó Misato - ¡Pero mi cuerpo funciona diferente al tuyo por eso no podía acumular los chakras juntos!

− Está bien, continúa - gruñó Tsunade intentando calmarse

− En el Bosque de la Muerte, Naruto, Sasuke y yo fuimos atacados por Orochimaru - dijo Misato causando que Tsunade frunciera el ceño - Naruto quedó inconsciente por un sello de Orochimaru, Sasuke no tenía chakra y estaba herido, y yo no tenía chakra... no me quedaba otra opción... tuve que liberar el sello con solo el chakra Yin

− ¡¿Qué?! - gritó Tsunade - ¡¿Liberarlo, Misato?! ¡¿En qué estabas pensando?!

− ¡Escúchame! - gritó Misato haciendo que Tsunade se callara - luché contra Orochimaru con el chakra del sello y pude hacer que Naruto y Sasuke escaparan, tuve que hacerlo y no me arrepiento de haberlo hecho - finalizó firmemente

− ¿Qué te pasó después? No me digas que no te quedaron efectos - dijo Tsunade con enojo

− Quedé inconsciente y milagrosamente reviví. Eso es todo pero volviendo al tema, activé una cantidad mínima de chakra Yin y eso hizo que pudiera recobrar el control de mi cuerpo - explicó Misato

− No lo puedo creer, Misato - dijo Tsunade pasmada - has arriesgado tu vida dos veces al utilizar el chakra Yin en estado puro

− Lo sé, lo siento - se disculpó Misato con sinceridad

− Pero haz protegido a tus compañeros y no te disculpes, es el deber de un shinobi - sonrió Tsunade levemente - simplemente me preocupo por ti, después de todo eres mi familia

− Arigatou, Tsunade-obasan - sonrió Misato dándole un abrazo

− Ahora, ¿qué tiene que ver esto con Rock Lee?

− Ah cierto, pues con mi chakra Yin puedo volver a utilizar una cantidad mínima y aplicarlo en las vértebras de Lee como dijiste y eso hará que se regeneren completamente y pueda volver a la normalidad - explico Misato mientras a Tsunade se le hinchaba una vena en la frente

− ¿Qué te he dicho de usar ese chakra? - dijo Tsunade con enojo

− ¡Pero esta es la última vez! Sé los riesgos que conlleva pero Lee lo necesita - respondió Misato seriamente

− Déjame pensarlo, si es como dices su probabilidades aumentan enormemente - dijo Tsunade reflexionando - pero con tantas células cutáneas y músculos internos, activarlas al mismo tiempo será un poco difícil

− Trabajé a nivel celular con el Sello Maldito del Clan Hyuga, sé que esto es diferente pero tengo la experiencia suficiente - informó Misato segura de sí misma - puedo ayudarte, lo haremos juntas

− Está bien, lo haremos - sonrió Tsunade - las probabilidades han aumentado un 65%

− ¡Genial! - aplaudió Misato felizmente

− Pero estudiarás el caso conmigo hasta estar completamente preparada - dijo Tsunade con seriedad

− ¡Hai!

− Por cierto, búscate otro lugar para ponerte esa banda ninja - sonrió la mujer - es hora de presumir ese sello - rio y Misato asintió colocando la banda en su brazo izquierdo

Sin esperar más, ambas mujeres tomaron las pilas de libros de medicina y procedieron a estudiarlos arduamente. Las horas pasaban y las dos leían intensamente los libros con atención. Su meta era adquirir los conocimientos necesarios para que la operación de Lee saliera a la perfección. Debían saber los más mínimos detalles por si se presentaba alguna situación desfavorable.

A la madrugada, Misato se quedó dormida sobre un libro. Tsunade continuaba leyendo pero decidió descansar ya que no serviría leer así. Miró a su sobrina y vio que estaba dormida. Sonrió, aquella niña tenía el potencial de superarle enormemente. Con tan solo desarrollar una nueva forma de adquirir el Byakugou no Jutsu, le había superado en cierta forma.

A la mañana siguiente

Tsunade se despertó bruscamente al sentir un dolor terrible en su espalda. Suspirando aplicó chakra médico y sintió el alivio. Miró la hora y vio que faltaba poco para la presentación oficial de su cargo como Hokage.

Se dirigió a Misato que dormía babeando la tapa del libro de medicina. Rodó los ojos y la despertó. La niña casi se cae de la silla pero la atrapó justo a tiempo.

− Lo siento - dijo Misato bostezando ruidosamente

− Tenemos que irnos, está por comenzar mi presentación de Hokage - informó Tsunade colocándose su sombrero Hokage

− ¡Oh, cierto! ¡Voy a verla desde abajo!

− No - dijo Tsunade de espaldas para darse vuetla - quiero que me acompañes - sonrió

− Arigatou - agradeció Misato felizmente

Ambas fueron al techo de la Torre Hokage y vieron que miles de personas esperaban su aparición. Allí mismo pero más atrás, estaban el Consejo y Jiraiya. Misato se posicionó junto a ellos mientras Tsunade se acercaba a la baranda.

− ¡A partir de hoy debo proteger a la Aldea Oculta entre las Hojas! - exclamó Tsunade quitándose el sombrero de forma dramática - ¡Porque soy el Quinto Hokage!

Los habitantes de la aldea aplaudieron efusivamente al Quinto Hokage. La voluntad de fuego continuaba ardiendo.

Misato aplaudió felizmente a su tía. Estaba orgullosa de ella y feliz de que sea parte de su vida.

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¡Gracias por leer! ¡Hasta la próxima!